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El Crédito Gerardo Vera Hipólito Jordi Galcerán Luis Merlo Teatro Teatro Maravillas

El Crédito

Título:
El Crédito
Autor:
Jordi Galcerán
Lugar:
Teatro Maravillas
Elenco:
Carlos Hipólito (Director)
Luis Merlo (Antonio)
Escenografía:
Alejandro Andújar
Iluminación:
Juan Gómez Cornejo
Audiovisuales:
Álvaro Luna
Dirección:
Gerardo Vera
Lo de hacer comedia es cosa muy seria y no vale con tomárselo a «chufla». Y de eso, no podemos negarlo, Jordi Galcerán sabe mucho. Cualquier texto suyo que se pone en escena lo corrobora y, además consigue algo que pocos autores logran, atraer a una amplísima gama de públicos.
Con «El Crédito» creo que sucede algo así. Galcerán vuelve a meterse en el bolsillo al público madrileño; ignoro si la hermana melliza que se representa en Barcelona está cosechando el mismo éxito, pero lo que es en Madrid, tiene pinta de haber llegado para quedarse una larga temporada.
Esta función tiene todas las papeletas para ser un éxito indiscutible, autor conocido por la originalidad de sus textos, un director como Gerardo Vera, que le está tomando el gusto a ser nombre permanente en la cartelera de la ciudad y dos actores como Carlos Hipólito y Luis Merlo que son sinónimo de calidad y buen hacer, y un argumento que de alguna forma nos toca a todos.
La historia parte de una situación en la que todos nos hemos encontrado y con la que nos identificamos plenamente. Ir a pedir un crédito al banco y que nos lo denieguen. 
¿Quién no ha vivido esto alguna vez? Pocos, muy pocos. Pero como todos sabemos, Jordi Galcerán no se queda en la superficie del tema, de hecho retuerce la situación, haciendo que las tornas se cambien y convierta la circunstancia de salir del banco con el rabo entre las piernas, como la menos factible de todas las opciones… No voy a ser yo quien destripe nada de lo que sucede, así que, hasta aquí puedo hablar.
Una divertida comedia con un crudo trasfondo que nos enseña cómo convertir la crisis en la que nos encontramos, en caldo de cultivo de ideas y ocurrencias para sobrevivir. 
Siempre sin violencia, pero con contundencia, porque no siempre quien cree tener cogido el toro por los cuernos es quien acaba dominando la situación.
Lo que Carlos Hipólito y Luis Merlo hacen durante hora y media de función es lograr que un patio de butacas a revosar se ría a carcajadas y salga con la sonrisa puesta, muchas veces no hace falta mas, no todo el mundo es capaz de lograrlo y yo los admiro por ello.
Nadie puede negarles que saben perfectamente el camino por el que tienen que llevarnos, son kilómetros de profesión los que les avalan y aquí lo demuestran, haciendo que todos difrutemos con su trabajo. A mi particularmente son dos actores a los que me gusta mucho verles trabajar y disfruto de todo aquello que me tengan que ofrecer.
Lo único que no me convenció fue esa forma de comenzar la función, saliendo a escena fuera de personaje, para recibir el aplauso del público… No lo entendí y creo que sobra. La proyección ya hace las veces de presentación de personajes y ambienta la escena, lo otro está de mas.
Un montaje divertido, en ocasiones incisivo, lleno de situciones muy bien resueltas, aunque algo mas «blanco» que otros textos del autor. Con diálogos de ritmo frenético, ocurrentes y enriquecidos por dos grandes actores entregados a una comedia que sorprende al público con los giros que esconde.
Quien quiera pasar una velada divertida, llena de «envites», con una historia en la que verse identificado e incluso coger alguna «idea» para futuras visitas al banco, y disfrutar de dos monstruos de la comedia, que no se la pierda.
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Balaguer Follies Hipólito Mario Gas Massiel Mirabal Muntsa Rius musica musicales Pep Molina Sondheim Teatro Teatro Español Vallicrosa Valverde Vicky Peña

Follies

Título:
Follies

Lugar:
Teatro Español (Madrid)

Música y Letras:
Stephen Sondheim

Libreto:
James Goldman

Intérpretes:
Vicky Peña, Carlos Hipólito, Muntsa Rius, Pep Molina, Marta Capel, Diego Rodríguez, Julia Möller, Ángel Ruiz, Joana Estebanell, Massiel, Asunción Balaguer, Linda Mirabal, Teresa Vallicrosa, Mónica López, Mamen García, Lorenzo Valverde, Josep Ruiz, Gonzalo Salvador, Nelson Toledo, María Cirici, Marisa Gerardi, Antonio Villa.

Dirección Musical:
Pep Pladellorens

Dirección de escena:
Mario Gas

No sé si son las ganas o qué es, pero cuando uno está a punto de presenciar algo realmente grande parece que lo nota. Es como si en el ambiente flotara una energía especial, algo que hormiguea por dentro y te tiene impaciente por la subida del telón… Me sentía como un niño pequeño al que le han prometido que si es bueno, le van a llevar al Parque de Atracciones. Aunque también me estaba dando un miedo terrible porque solo había escuchado cosas buenas, críticas entusiastas y eso hace que las espectativas sean muchas.

Ya de entrada, pasar por las puertas del Español es cargarte de magia. Algo tiene ese teatro, como un alma viva que te envuelve. Algo que creo que no todos los espacios escénicos poseen… Es algo que se desprende de sus butacas, de sus palcos… de la historia que lleva sobre sus hombros. No lo sé, pero creo que es la mejor elección para representar algo como «Follies«.

La historia que cuenta este musical de Stephen Sondheim trata sobre una última reunión de «viejas» glorias en un teatro de Broadway a punto de ser derruido para dar paso a un parking. Todo se centra en dos parejas que comenzaron su historia de amor entre las paredes de dicho teatro y que, con el paso de los años, su relación se ha ido deteriorando. Al llegar de nuevo al teatro sentimientos y sensaciones, aletargadas hasta el momento, toman cuerpo y vuelven a dar sentido a sus vidas. Todo esto se entremezcla con fragmentos de otras historias contadas en canciones que interpretan el resto de personajes que han asistido a la reunión de despedida.

Maravillosa la forma en la que se juega con las idas y venidas en el tiempo, los flashbacks, las entradas y salidas de personajes, la transición entre números. Una maquinaria perfectamente engrasada; labor nada fácil la que ha tenido Mario Gas, teniendo en cuenta la cantidad de actores y bailarines que constantemente están en escena. Aunque permanecen en segundo plano, siempre tienen un fragmento de vida que mostrar a quien quiera dirigirles la atención. La orquesta es maravillosa, totalmente integrada. Hay veces que me da la sensación que las orquestas resultan agresivas, que necesitan hacerse notar para que se sepa que están; sin embargo este no es el caso. La música fluye, vuela por la escena, por el patio de butacas y acaricia a los intérpretes. Al igual que las voces de los actores, que siempre saben ir de la mano de los músicos. Una delicia.

El arranque del musical es de poner los pelos de punta. Alguien paseando a la luz de una linterna entre los restos de un teatro abandonado, habitado únicamente por esas sensaciones que quedan impregnadas por siempre en sus paredes, en sus telones, en sus butacas… En definitiva, mostrándonos el misterio que guarda un teatro cuando nadie mira, para pasar poco a poco a presentarnos a los personajes de «Follies«; personajes actuales, pasados o imaginados, que llenan la escena de luz y vida con un número inicial sencillamente espectacular. Y lo que viene después no desmerece en prácticamente ningún momento. Es un placer disfrutar de una sola atacada de tantos actores/actrices que hacen de esta profesión algo tan grande, de su arte, de ver lo que es un trabajo hecho con ganas, con profesionalidad y lanzado al público con todo el alma. Asombrosa la energía y la alegría de Asunción Balaguer, maravillosa la intervención de Linda Mirabal y Joanna Estebanell, la fuerza de Teresa Vallicrosa en «Who’s That Woman?«, el glamour de Mónica López o la ternura y complicidad de Mamen García y Lorenzo Valverde cantando «Rain on the Roof», la voz de Josep Ruiz, los jóvenes Marta Capel, Julia Möller, Diego Rodríguez y Ángel Ruiz… ¡Casting perfecto! ¡Redondo! o casi… Lo siento, pero Massiel se me hizo excesiva para el conjunto…

Me he dejado para mencionar a parte a los cuatro actores centrales. Vicky Peña es alguien que tiene un «don», aquello que toca lo transforma de tal manera que siempre quiero mas de ella, ya la he visto en tres montaje de Mario Gas, todos de Sondheim y nunca me ha defraudado ni un ápice; Carlos Hipólito aporta tanto realismo a lo que hace, tanta cercanía… verle como escucha a su partener, como mira, como se entrega al compañero y como se da al espectador… ¡es toda una lección de interpretación! Pep Molina creo que si la función no acabara terminaría por fundirse con el escenario, según avanza la historia crece y crece y crece y va a mas y mas y mas… y así hasta el infinito. Es tanta su versatilidad dentro de un mismo personaje que apabulla. Y Muntsa Rius… es tan maravillosa… aporta a su personaje esa inocencia, esas ganas de amar, de ser amada, de soñar con lo pasado, de encajar los golpes del presente y te hace identificarte tanto con ella… todo eso lo interpreta tan bien… y con esa voz… Creo que si esto fuera Broadway, esta gente serían casi calificados como dioses…
Se me saltaron las lágrimas de emoción y de gusto en varios momentos, entre ellos el número «Who’s That Woman?» interpretado por todas las actrices bailando ¿tap? ¿claqué? (Siento no saber diferenciarlo, pido disculpas por mi ignorancia al respecto) o el número que mezcla «Ah, Paris!» y «Broadway Baby» con ese final de canción tan apoteósico… Junto con ese demencial segundo acto que da tantas visiones y ¡tan caleidoscópicas! ¡Casi un viaje alucinógeno y psicodélico por el ambiente «revistero»! Todos ellos momentos casi «orgásmicos», con perdón, pero el placer que me hicieron sentir se acercaba bastante a ello…
Disfruté mucho de esta función porque no estaba viendo un musical. Estaba viendo TEATRO, así, en mayúsculas. Todo era disfrutable, texto, música, voces, escenografía, luces, vestuario… Que uno sienta que da lo mismo que hablen o canten, que lo único que necesita para seguir respirando es que continúe el espectáculo… Eso es algo que hay que vivirlo y este «Follies»me lo ha dado…

¿Se puede pedir mas en un solo montaje? He leído por ahí que lo califican de «Legendario» y, la verdad, yo lo creo así… No sé si es por la emoción que aún me tiene atrapado o porque es así, pero desde luego que así lo plasmo porque es la sensación que prevalece tras disfrutarlo y es lo que quiero contar. Lo que cuente pasado un tiempo no sabré si es alimento de mi mente o es algo que realmente viví… así que aquí queda lo que me pareció tras cerrarse el telón…

Dicen por ahí que después de finalizar en Abril volverá a representarse en Junio/Julio… Si así resulta, desde luego que me tendrán allí de nuevo. Ha tardado 40 años en ser representado en España, pero qué bien que, al fin, haya llegado…