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Cine Florinda Teatro

Florinda Chico

Solo lanzo un beso hacia el cielo, allá donde hay estrellas, allá donde seguro que descansa Florinda Chico. Y es que su marcha me ha entristecido muchísimo, lo mismo que cuando su compañera inseparable Rafaela Aparicio se fue… Un hueco casi familiar, y es que crecí viéndola, riéndome con ella, haciéndola parte de mi casa… No puedo pensar en mi infancia sin Florinda en pantalla, esa voz, esa mujerona tan presente en mis días de niñez… Gracias por tan bonitos recuerdos!
Seguro que su esencia va a permanecer en nosotros.
Hasta siempre!!!

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Arcoiris Dicenta Eduardo Bazo Garland Jorge de Juan Marquina Mora musica musicales Over the Rainbow Rellán Teatro

Al final del Arco Iris

El teatro es en directo y eso conlleva que las funciones nunca sean iguales. Ahí radica gran parte de su magia y de su riesgo… En las funciones siempre hay «pequeñas» cosas que fallan y que los que estamos en el patio de butacas ni percibimos; los actores siguen adelante y nos hacen creer que está dentro de lo previsto, que eso que nos haya chocado, en realidad, estaba ensayado, pero otras veces es imposible tapar el fallo y hay un «click» que hace que el espectador se despierte del hechizo en el que andaba sumido y se da de bruces con la realidad, recordando que lo que está viendo no es mas que una mentira, un juego, una ficción… y ahí vuelve a tener el actor el cometido de conseguir arrullarnos y volver a sumirnos en ese hechizo para que volvamos a creer en todo lo que dicen o hacen… Solo que a veces, los espectadores somos «malos» y ya no nos dejamos hechizar y vemos que quien está en el escenario no es quien creemos que es, si no que está «haciendo de» y a partir de ahí todo va cuesta abajo y sin frenos.

Pues eso mismo es lo que me sucedió el pasado Jueves  viendo «Al final del Arco Iris». Todo apuntaba a que iba a disfrutar de lo lindo, disfrutar de uno de mis actores españoles favoritos desde siempre, Miguel Rellán, y de Natalia Dicente y Javier Mora. Disfrutar de Judy Garland, de sus canciones, de sus miserias, de todo lo que me fueran a contar, porque iba dispuesto a ello. ¡Incluso el programa de mano me gustó! Tan detallado, tan cuidado… La función transcurría realmente bien, aunque había varias personas que eso de estar en silencio y respetar el trabajo del actor parece que no lo entendían muy bien… Dos señoras mas preocupadas de haber perdido un pendiente, otros dos que no sabían que Judy Garland protagonizó el Mago de Oz y querían compartirlo con el resto y una famosa diseñadora cantando en voz alta a la vez que lo hacían en el escenario, hasta que un señor la mandó callar… Los actores estaban haciendo un buen trabajo: Dicenta, aunque siempre excesiva, estaba convenciéndome, Javier Mora estaba siendo todo un descubrimiento para mi y Miguel Rellán, pues bueno, como siempre, estaba haciendo un trabajo fantástico, pero de pronto… un zumbido incomodísimo comenzó a salir por los altavoces, los actores intentaban continuar, pero aquello en escena tenía que ser imposible de soportar, Natalia Dicenta intentaba arreglarlo a su manera, intentando incluirlo dentro del cuadro, aunque personalmente pienso que fue un fallo por su parte, no creo que fuera buena idea salirse de personaje mandando callar al monitor que zumbaba, mas que nada porque sus compañeros no sabían como improvisar con eso que ella estaba haciendo… El público a esas alturas estaba revolviéndose incómodo en la butaca, sin saber si reírse o no de la situación, todos nos quedamos callados esperando que todo siguiera adelante, pero la actriz no tuvo mas remedio que parar la función, que a mi modo de ver fue lo mas acertado; pedir disculpas, aunque no era culpa de ellos, e intentar ponerle solución. Finalmente los actores salieron de escena, apareció Jorge de Juan, que es director de la obra junto con Eduardo Bazo, y nos explicó que el incidente estaba provocado por unas interferencias con el ejército y se volvió a disculpar, prometiendo que en breve retomarían la función. Todos aplaudimos a modo de apoyo a actores y directores, que es lo lógico, y cuando todo se solucionó, los actores regresaron, volvimos a aplaudirles para que se motivaran y la obra continuó su camino… O eso es lo que debería haber sucedido… Pues los actores, aunque se les veía hacer verdaderos esfuerzos por recuperar el tono de la obra, no fueron capaces de reponerse y ya todo sonó a demasiado exagerado, a que estaban «haciendo de» en vez de meterse en la piel de los personajes… o quizá fui yo que ya no me dejé hechizar… el caso es que creo que la obra estaba llena de cosas que me hubieran hecho escribir con entusiasmo sobre lo que vi, texto, actores, escenografía… pero no ha podido ser así, la cosa se torció y ya no me creí nada. Rellán se quedó excesivamente serio, Mora andaba subiendo y bajando de su personaje a trompicones, y Dicenta se descontroló y dejó de dominar al personaje y el espacio escénico. Al final acabó siendo una de esas «funciones-pesadilla» que muchos hemos soñado angustiados en mas de una ocasión.

Para que no quede solo el sabor amargo de esta crónica de una función fallida, quiero dejar claro que seguramente, si alguien presencia otro día la función, disfrute mucho, ya que la voz de Natalia Dicenta me gustó y da gusto escucharla cantar la canciones de la función, la banda que la acompaña suena muy bien, Javier Mora tiene presencia y compone un personaje que resulta muy interesante con esas contradicciones que tiene, Y Miguel Rellán transmite una ternura y cariño por Judy Garland con el que te identificas totalmente.

Como he comenzado diciendo, el teatro tiene eso, que es en directo y uno nunca sabe lo que puede pasar…

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Delibes Herrera Mario Millán Molina Sámano Sotillo Teatro

Cinco horas con Mario

El viernes me dispuse a ver un clásico de la literatura y del teatro español, nada mas y nada menos que «Cinco horas con Mario» de Miguel Delibes. El montaje que al parecer andaba ideando cuando nos dejó…

Según he leído por ahí, Delibes quiso que alguna actriz tomara el relevo a Lola Herrera, actriz que llevaba una treintena de años dando vida a Carmen Sotillo de manera magistral. Había que hacerle un lavado de cara al personaje, ya que Lola comenzaba a ser mayor para el personaje… Y es que, aunque nos cueste admitirlo, los personajes se quedan en un punto de la vida, pero nosotros avanzamos y, sin mas remedio, tenemos que dejarlos atrás; eso sí, según dicen, dejando el pabellón bien alto. Bueno, pues la heredera de semejante legado, con el beneplácito de Delibes, ha sido Natalia Millán. Una de las actrices mas versátiles y valientes, si se me permite el calificativo, del panorama teatral actual. Le da lo mismo echarse a la espalda personajes principales en «Cabaret», «El Mercader de Venecia», «Chicago» que en este «Cinco horas con Mario». Ha afrontado este reto de la mano de las dos personas que se mantienen desde el montaje original, que son directora y productor, Josefina Molina y José Sámano. Ellos junto al autor son los artífices de esta nueva vuelta a los escenarios.

Da gusto entrar en el teatro y encontrarte con interpretaciones como lo que viví el viernes. Donde una señora actriz, como es Natalia Millán, da vida a la viuda de Mario de una manera tan convincente. Aunque el texto ahora nos pueda sonar a rancio por los ideales que destila, no pierde verdad en ningún momento; todo lo contrario, a medida que el monólogo avanza, consigue que te sitúes en la época y, aunque no comulgues con lo que dice, te atrape y te haga comprender de alguna manera a la viuda y su necesidad de decirle a su marido todas las cosas que le cuenta. Te das cuenta que aunque suene a rancio, realmente es una mentalidad que aún estando en el siglo XXI sigue latente en mas de un extracto de nuestro sociedad y que al fin y al cabo es un ser humano en la intimidad, el único lugar donde todos nos mostramos como somos realmente, y así es como nos muestran a Carmen Sotillo, sola, sincera, yendo y viniendo en sus pensamientos, dándonos cuenta de lo necesaria que es la comunicación y el poco uso que hacemos de ella, y que tristemente, siempre reaccionamos cuando ya es tarde. Nos muestra que la vida es cíclica, y lo que ya se fue, vuelve, aunque sea en cuerpo de otra persona. Nos habla de la necesidad que tenemos todos de ser queridos, de ser correspondidos, de ser el centro de atención de alguien, aunque después, en presencia de los demás lo neguemos porque nos da pudor mostrarnos de esa manera. Todo eso es lo que Natalia nos transmite, bueno, no Natalia, porque a ella solo la vemos en los saludos; donde por cierto se ve el esfuerzo, la energía y la vitalidad entregada, los sudores y suspiros que se le escapan durante los saludos, son la mas clara señal de todo lo que le entrega esta actriz al personaje de Delibes. En realidad es Menchu quien nos lo muestra, la que nos va mostrando capa tras capa lo que un ser humano siente y padece a lo largo de una vida. Nos muestra que somos egoístas, mezquinos, solitarios, que ambicionamos lo que no tenemos y despreciamos lo que ya consideramos «nuestro» y que somos así porque alguien nos dijo que teníamos que ser así y nos resignamos a vivir la vida «como Dios manda» sin dar ocasión a enriquecernos de los que otros nos puedan aportar; pocos son los que se plantean que haya otra forma de pensar, incluso nos espantamos si nos brindan la oportunidad de hacerlo, lo rechazamos, los repudiamos sin razonamiento alguno… porque las cosas son tal y como nosotros creemos que tienen que ser y si no son así, plantamos un muro delante nuestro que nos impide disfrutar de lo que la vida nos ofrece, y cuando sacamos los pies del tiesto, tentados por el aire fresco, el remordimiento nos como las entrañas… Son tantas las cosas de las que nos habla que podría estar escribiendo hasta el día del juicio y como si fuera otra Carmen Sotillo, iría y vendría en mis pensamientos, razonándola, negándola y a la vez comprendiéndola, analizándola y a la vez dejándola que fluyera tal y como es, porque no es mas que una viuda con muchas cosas calladas en su alma.

Solo tengo una pega, después de estar casi dos horas paladeando una interpretación tan soberbia, no puede salir a escena Victor Elías y decir su texto con una dicción tan deficiente, sobretodo cuando está en sus manos la resolución de semejante monólogo. Son solo cinco minutos, pero cinco minutos que ya los quisiera mas de uno para si…

La verdad que clásicos como este siempre deberían andar entrando y saliendo de la cartelera, casi por obligación, dando la oportunidad a las nuevas generaciones para que los conozcan y que los que ya la hemos podido ver, podamos tener la oportunidad de volver a disfrutarlos una y otra vez.

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Albizu Amaya Cisneros De Las Heras Gaudí Legardon Mosquera Navarro Peña Rumores Simon Teatro Vico

RUMORES

Anoche en el Teatro Amaya pude presenciar el nuevo montaje de «Descalzos Producciones», que tras el cierre de «Se infiel y no mires con quien» con un éxito absoluto en las pasadas temporadas; se lanzan con «Rumores» de Neil Simon, dirigida por Pedro de las Heras.

Una obra de teatro llena de enredos, confusiones y con un ritmo endiablado desde el mismo momento en el que Jesús Cisneros y Yolanda Arestegui aparecen en escena y que ya no decae hasta que llega el momento de los merecidos aplausos.

Sinceramente, disfruté mucho durante las dos horas que mas o menos dura la función. El texto enseguida te atrapa y te hace sentirte cómodo con lo que estás presenciando; desde el mismo momento en el que te presentan la premisa que genera el enredo: El teniente de alcalde aparece con un tiro en la oreja, solo en casa, sin su mujer e instantes antes de que comience la fiesta de su décimo aniversario… El ritmo se nota que está muy bien dirigido, creciendo e inflándose a cada nueva aparición en escena y haciéndote querer que aquello se complique aún mas, hasta ese gran momento álgido que nos regala Fernando Albizu con su monólogo desquiciado frente al policía interpretado por Aitor Legardon. Por cierto, me encantó la escenografía. Muy bien diseñada, con un juego tremendo para las entradas y salidas de los actores que corren, suben, bajan, se arrastran y sudan de lo lindo.

El texto es divertido y contiene unos momentos cómicos y enloquecidos, que de puro subrealista, acaban siendo situaciones que podrían pasar perfectamente en la vida real. Momentos en los que te das cuenta lo que todos hacemos cuando queremos contar las cosas a nuestra manera y a las personas a las que creemos que debemos contárselo, según nuestros intereses. Pero sobretodo porque nos encontramos en una obra coral en la que prácticamente el reparto al completo está en estado de gracia y posee su propio momento de brillo. Se nota que muchos de ellos ya han trabajado juntos, por la complicidad que transmiten al patio de butacas.

No quiero dejar sin mencionar a ninguno de los actores desde Jesus Cisneros y Yolanda Arestegui, pasando por esa pareja tan magnificamente bien interpretada por Isabel Gaudí y Fernando Albizu; Y José Luis Mosquera y Carmen Navarro, que creo es la pareja mas subrealista entre todas y que, sobretodo Carmen, lleva a cabo con su Madalena uno de los personajes mas divertidos de la función. Sin dejar de nombrar a Antonio Vico y Cristina Peña, que dan vida a una pareja que roza casi la autodestrucción y Aitor Legardon que es quien ayuda al espectador a ¿deshacer? todo este nudo de rumores que tanto nos hizo reir anoche.

Sin duda alguna recomiendo un paseo por el Teatro Amaya a quien quiera reirse con ganas.

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Personales

¡¡¡FELIZ AÑO!!!

Ya se nos acaba el 2010 y como siempre hacemos balance de todo lo acontecido… Bueno, pues yo creo que ha sido, salvando los momentos de crisis que todos sufrimos, un año lleno de satisfacciones; comenzando por el nacimiento de este Blog que tan buenos momentos me está regalando, pasando por los grandes espectáculos que estoy teniendo el privilegio de ver y por supuesto por todos los que por aquí estáis pasando, leyéndome y dejando vuestras impresiones. GRACIAS!!!

Espero que este nuevo año nos traiga muchos motivos por los cuales volver a reencontrarnos.

Fundido en negro y aplausos para el 2010 y… arriba el telón de este nuevo año que entra!!!

¡¡¡FELIZ AÑO 2011!!!

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Cine Del Toro Julia Lluis Homar Rueda Terror

LOS OJOS DE JULIA

Ya sé que la película lleva estrenada ni se sabe cuanto tiempo, pero bueno, es que uno no puede ir a ver todas las películas en la semana de su estreno… qué mas quisiera!

Advertencia. El que no haya visto la peli en cuestión y tenga intención de verla, que deje de leer cuando yo avise porque, al llevar tanto tiempo en cartel, no voy a hacer una crítica al uso y voy a desvelar datos que quizá fastidien la película a mas de uno. Advertidos quedáis, después no me vengais con «monsergas», como diría mi abuela… Aunque de momento puedes seguir leyendo… si es que te interesa, claro!

La película, dirigida por Guillem Morales y producida por Guillermo del Toro, me tuvo entretenido todo el metraje, no voy a negarlo. Es divertida y sabe mantener la tensión. De hecho, aunque muchas veces es molesto, era divertido oir los comentarios del público en ciertas secuencias. Eso significa que funciona y la gente se involucra. Como digo, tiene ciertos momentos tensos y que te hacen agarrarte a la butaca esperando a ver qué mas puede suceder…

Belén Rueda cada día me gusta mas. Espero y confío que siga siendo así y que sus trabajos vayan a mas, pero que su físico no nuble las posibilidades de papeles interesantes. Digo esto porque la veo como una especie de Nicole Kidman a la española, ¡ojo! en la época en la que apuntaba alto… hasta que le dio por aficionarse a los retoques y perdió toda expresión posible, que creo que es lo peor que puede hacer un actor/actriz que se precie de serlo. La veo bastante creible, incluso a veces me la he llegado a imaginar como si fuera una de aquellas «actrices-tipo» que tanto le gustaban a Hitchcock y que protagonizaban sus films, como Ingrid Bergman, Kim Novak o Grace Kelly.

Lluis Homar es a día de hoy uno de los actores españoles que mas me gusta como trabaja, me creo todo lo que hace y lo disfruto mucho. Me atrapa con todas sus propuestas. En mi opinión, que él esté en el reparto, es garantía de ver un buen trabajo actoral. Que no quiere decir que la película en la que esté sea buena, hablo de él como actor.

Y aquí es donde le pido al que quiera ver «Los Ojos de Julia», que deje de leer hasta que la haya visto. Y ya de paso, le pido que cuando lo haya hecho, vuelva y me deje su opinión. Gracias de antemano.

Creo que el guión, escrito por el propio director Guillem Morales y Oriol Paulo, hace aguas en algunos momentos, y aquí vienen mis preguntas sin respuesta satisfactoria:

– ¿Cómo es posible que la niña que sigue a Julia se cuele en el piso del asesino? Sí, comenta que entró por la ventana, por la que pretenden escapar, ¡pero si en un plano vemos que vive a considerable altura!

– ¿Por dónde se quiere llevar a Julia con una venda en los ojos?

– Si Julia no se sobresalta con un cuchillo casi arañándole la retina, ¿cómo se sobresalta de esa manera cuando descubre un cadaver en el congelador? ¡Si hace un momento ha visto a una muchacha con un cuchillo clavado en la boca!

– ¿Cómo hace el asesino para llevarse al marido de Julia, si él es un «tirillas» y Lluis Homar un «hombretón»?

– ¿Por qué no se nos explica en ningún momento cómo hace el asesino para ahorcar u obligar a ahorcarse al personaje de Lluis Homar?

– ¿Cómo puede cortar los cables de la luz del garaje y robar el disco duro donde estaban las imágenes de la cámara de vigilancia casi simultáneamente, si por lo movimientos del vigilante cada cosa está en un lado diferente y todo ocurre casi a la vez?

– Si, Iván, el real; ha desaparecido, ¿cómo es que el hospital no manda un sustituto a cuidar de Julia? ¿Nadie le hecha en falta en un lugar tan pequeño?

Y seguro que hay alguna mas que ahora mismo no se me vienen a la cabeza, pero seguro que comentamos a la salida del cine.

Con todo esto no quiero hacerme el listillo, si no que las lanzo para ver si alguien me puede dar una explicación coherente y poder decir que la película me gustó en todos los sentidos. Porque como dije al comienzo del post, la película me gustó, mi parte mas visceral la disfrutó, pero todos estos datos me hacen que la parte lógica de mi cabeza se plantee si realmente me ha gustado… No sé si he sido el único que le ha pasado, pero ya digo, que si alguien es capaz de explicarme todas estas incógnitas, le estaré muy agradecido.

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Areces Bang Cine De La Iglesia De La Torre Raphael Segura Trompeta Varela

Balada Triste de Trompeta

«Balada Triste de Trompeta», dirigida por Alex de la Iglesia, viene avalada por el León de Plata al mejor director y premio al mejor guión en la Mostra, y ahora se estrena en España.

Reflejo de una época muy gris de nuestra historia, en el que, como siempre pasa en el cine de Alex de la Iglesia, todo está llevado a un extremo esperpéntico que te provoca reacciones de todo tipo. Momentos en los que la risa se te congela, en los que el repudio se te convierte en compasión, en los que la ternura se convierte en odio… La historia nos zarandea para todos lados, aunque a veces te confunde en exceso y cuesta volver a situarse.

La historia cuenta, desde 1937 hasta 1973, la historia de un muchacho que su mayor ambición es ser payaso, como su padre, pero que la vida le hace tomar posiciones e introducirse en una espiral de amor, sangre y locura por una acróbata enamorada del Payaso Gracioso del circo. Todo esto mezclado con la situación política del momento.

Aquí nos encontramos con Carlos Areces, Antonio de la Torre, ¡la locura está servida! y Carolina Bang, la heroína trágica de la película, y un Santiago Segura que no me gustaba tanto desde «El Día de la Bestia» en un breve y salvaje papel. Cuentan con unos personajes totalmente desmadrados, llevados a un extremo del que creo que solo puede salir victorioso Alex de la Iglesia; sumidos en un micro-universo plagado de secundarios marca de la casa a los que hincar el diente. Destaco la secuencia de curación de las heridas de Antonio de la Torre por parte de Luis Varela. Es como si el Joker hubiera sido creado en la España Franquista y le hubieran soltado sin un Batman que le frene.

La historia tiene una belleza insana que te atrapa para bien o para mal, provocativa y nunca indeferente. Llenándonos de un pesimismo que reflejaba esa España que llegaba a su límite y que algunos solo conocemos por las fotos en blanco y negro de nuestros padres y que es la justificación para que los personajes llegan hasta donde llegan.
Las imágenes son espectaculares, con unos planos que se quedan incrustados en la retina y algunos momentos muy impactantes, no aptos para estómagos y mentes delicadas.

El pero que le encuentro está hacia la mitad del metraje, cuando se nos narra el proceso de locura del personaje de Carlos Areces, es un momento para disfrutarlo mas, de lucimiento absoluto del actor, y que, sin embargo, queda un tanto emborronado tratando de llegar al resultado; como el momento final del motorista fantasma, ¿para qué?.

La frase de la película con la que me quedo es:»Y vosotros, ¿de qué circo sois?» No desvelo el momento, pero que tiene unas cuantas lecturas muy interesantes de analizar.

A quien le gusten los universos creados por Alex de la Iglesia y quiera una buena dosis de cine pasado de rosca y con trasfondo político, esta es su película.

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C.S.Lewis Cine Harryhausen Narnia

Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba

La última película que he ido a ver al cine ha sido «La Travesía del Viajero del Alba», la tercera entrega de Las Crónicas de Narnia, películas inspiradas en los libros de C.S.Lewis.

En esta entrega los hermanos Pevensie que aún pueden acceder al mundo de Narnia, junto con un insufrible primo Eustace, se adentran de nuevo en los terrenos de Aslan para ayudar al príncipe Caspian a encontrar a los siete caballeros expulsados por Miraz, el tío tirano de Caspian. Todo ello a bordo del Viajero del Alba que da título a la película.

En sí la película no tiene mucho que aportar. El comienzo es previsible, tan tópico que de primeras tira para atrás. Los hermanos pequeños se ven obligados a vivir separados de sus otros dos hermanos y a compartir vivienda con su primo que los odia profundamente y cuando la tensión parece que es insoportable, ¡zas! de cabeza a Narnia. Cuando llegan allí se encuentran con problemas que, como reyes que son, deben enfrentar y resolver para regresar la paz a sus habitantes…

Es cierto que el nudo de la historia, la búsqueda de los siete caballeros a bordo del barco, me resultó mucho mas interesante porque me recordó en cierta manera a películas como «Jasón y los Argonautas», «Ulises» y todas aquellas películas de antaño, con aquellos monstruos mitológicos creados por Ray Harryhausen. Solo que ahora esos monstruos a los que se les daba vida con el método «stop-motion», pasan a ser creaciones digitales bastante bien hechas. Un grupo de personajes unidos por una causa común que se encuentran con diferentes pruebas que superar y con criaturas destinadas a proteger aquello que nuestros héroes necesitan. Esa parte central se hace bastante mas interesante y apetecible de seguir, junto con un fragmento con seres invisibles en plan demencial como aquellos personajes de «Dentro del Laberinto»que me dejaron con ganas de un poco mas, porque al final se quedan en algo meramente anecdótico.

Película agradable de ver que, como dije, no aporta nada nuevo, pero sí te hace pasar un rato entretenido y que tiene unas escenas de acción en el barco muy bien desarrolladas. Lástima que el colorido con el que te la quieren vender confunda y genere cierto rechazo a un público mas adulto. A mi, personalmente, como consumidor de películas fantásticas, me hubiera gustado que la Fox, que es quien se ha encargado de facturar esta entrega, se hubiera sacudido de encima el freno «disneyiano» y meter un poco de mas mala leche a los personajes, tanto en los buenos como en los malos, creo que le hubiera dado algo mas de solidez al conjunto… Y sigo opinando que el 3D es un timo en la mayoría de los casos, aquí también.

Una pregunta que me hago y que lanzo a ver si alguien que la vea me puede contestar. ¿No hay en el personaje de Aslan un toque pseudo religioso? Ahí queda eso.

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Espadas Hair Inma Fernández Kike Navas Kuya Laura González Miss Saigón musicales Natalia Hernández Oliver Personales Pos Superstar Teatronamos Zamalloa Zancada

TEATRONAMOS

En unos días se estrena «Hair» en Barcelona y eso me traslada a mis 19 años, cuando mi amiga Ana Prieto nos metió, sin saberlo, Teatronamos en el alma…

Teatronamos mas que un grupo de teatro musical amateur, fue casi un estilo de vida. Al comienzo se llamaba «Teatropello», pero ya había alguien con ese nombre así que acabamos por ser Teatronamos, mucho mas acorde con lo que hacíamos… Desde ya les doy las gracias por no haberme hecho prueba de canto porque si no, esto ahora no existiría…  Y es que es una parte muy importante de lo que soy ahora mismo. El culpable de que ahora me muera por los musicales y que adore el mundo del espectáculo. Por Teatronamos tengo los amigos que tengo y conozco a tanta gente que ha pasado por allí en una u otra época. Gracias a Teatronamos sé que lo que uno se prepone, lo puede conseguir. Que las cosas no salen «chasqueando» los dedos, pero si luchas, puedes llegar a conseguirlo y, sobretodo, divertirte intentándolo.

Lo principal de todo era conseguir sacar adelante los proyectos que se nos ponían por delante… Con decir que conseguimos representar «Miss Saigón» con escenarios móviles (al estilo costalero de semana santa, pero móviles al fin y al cabo) y con helicóptero incluido, ya dice bastante…
El caso es que allí estábamos todos involucrados. Ensayábamos Jueves y Sábados, pero gracias al «gusanillo» que nos supo meter Javi Malo (Mi querido amigo Pos… es lo que tiene haber sido el director, no?), nuestro director y miembro fundador junto con Cesar, hubo un momento en el que «respirábamos» Teatronamos los 7 días de la semana, las 24 horas del día… El resto de la semana era secundario, era la transición que debíamos vivir de un ensayo a otro, pero nuestra vida, la vida real de los miembros del grupo, comenzaba el Jueves por la tarde y continuaba el sábado a medio día… Estábamos todos deslumbrados con todo aquello. Y es que eramos cada uno de su padre y de su madre, pero todos estábamos en el mismo barco. Estábamos los que estudiábamos arte dramático un poco mas en serio, los que estudiaban otras carreras y las dejaron para probar suerte en «esto», los que siguieron con sus carreras aunque tardaron eternidades en terminarlos por culpa de «esto», las que entraron siendo unas niñitas de 14 años, con los ojos como platos viendo a aquellos viejos de «casi treinta» y trabajan ahora de «esto», los que entraron por amigos de amigos y que acabaron calando muy hondo, los que lo probaron y se fueron para hacer su propia andadura… Pero todos y cada uno de los miembros de Teatronamos tienen al menos una anécdota que contar y, como los tipos que no pueden evitar contar sus batallitas de la mili, así son los miembros de este grupo. Todos tienen alguna preparada y enlazarán una con otra y si te descuidas,  acabarás escuchando sin remedio como cupimos veintitantos actores en el «escenario» de «La Flauta Mágica» representando «Hair», ¡ojo! si sale esta anécdota debes saber que acabarán llevándote allí para que te maravilles por ti mismo del tetris que montaron… De como rebuscaban en los contenedores de basuras para la escenografía de Miss Saigón, de como alguno se abrasó un pie con los cigarrillos mal apagados en escena, de las galletas que se comían entre cajas y nadie salía a cambiar el decorado, de los miles de viajes y las borracheras de los sábados tras los ensayos que se convertían en domingos mañaneros… Pero sobretodo de la satisfacción que nos causaba el aplauso del público, aunque a veces solo fueran el grupo de las madreas asiduas, y el sentimiento de cariño que teníamos por lo hecho y entre nosotros. Y eso es señal de que aquella fue una época dorada para muchos de nosotros y como decía antes, causante de que ahora seamos como somos en muchos aspectos de nuestra vida.

Ahí tenemos a profesionales que llevan en sus venas algo de veneno de Teatronamos como Lourdes Zamalloa, Antonio Zancada, Laura González, Natalia Hernández, Pedro Espadas, Francisco Reyes, Inma Fernández, Kike Navas, Jesús Gago, Kuya Manzano, Javi Navares, Javi Pos y su estupendísima escuela Topanga, Olga Antúnez y su productora «Hechizo Producciones», y seguro que me dejo a alguno en el tintero y desde ya pido que me disculpe porque se me agolpan los nombres y los recuerdos…

Otros miembros de Teatronamos siguieron con su vida por otros derroteros no menos estimulantes y que son tan importantes como los que ahora son profesionales, Ana Prieto, una filmoteca andante y una actriz como la copa de un pino que se ha perdido el mundo!, Raquel, Ana Señán, Carmen Izaguirre, Carmen Belén, Pili, Isa, Javi Bueno, Alonso, Nerea, Israel (Cris), Laura Merlos, Charly, Miryam, Virginia, Leticia, Cesar, Juan, Rosi, Farath, Germán… Una lista brutal de personas con las que he compartido la que podría ser una de las etapas mas bonitas de mi vida.

Gracias Teatronamos por todos los momentos vividos, por haber hecho de mi esta parte de lo que hoy soy, de las ganas de contar cosas que tengo siempre, por inculcarme el amor por los escenarios, y sobretodo por todas y cada una de las personas que he encontrado desde que un sábado cualquiera entré en aquel local de ensayo a cantar aquello de… «Let the sunshine!!!!» (Wooojuouyeeee… Mierda, he vuelto a desafinar…)

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Alfil Muñoz-Chápuli musica musicales Te quiero... Teatro Tela-Katola Zamalloa

Te Quiero, Eres Perfecto… Ya Te Cambiaré!

No todo tienen que ser grandes decorados, arquestaciones bestiales, vestuarios espectaculares… También hay cosas «pequeñas» que merecen ser vistas en la cartelera de Madrid. Como es el caso de «Te Quiero, Eres Perfecto… Ya Te Cambiaré!», dirigida por Jorge Gonzalo y Pablo Muñoz-Chápuli y producida por Tela-katola. Solo hay que buscar en el Teatro Alfil, por ejemplo, donde sueles encontrarte con estas joyitas. Hablo de cosas pequeñas y en diminutivo por el formato, no por considerarlas menores, ni muchísimo menos. Porque detrás del «Te quiero…» hay tanto trabajo, o incluso mas, que en producciones como «Los Miserables». Ellos incluso tienen la misión de pelear por robar algún espectador de las carteleras grandes, sacarles del ensimismamiento en el que nos encontramos cuando estamos ante los focos del Lope de Vega, Coliseum o Nuevo Apolo, conseguir que algunos nos salgamos de la Gran Vía y vayamos hasta la Calle Pez a disfrutar de una hora y media de risas y de muy buenas voces.

Ayer día 2 de Diciembre fue el estreno de esta nueva etapa (Ya lleva 4 temporadas de éxito), el Alfil estaba a rebosar, la gente estaba con ganas. Todos queríamos pasarlo bien y si ese era su objetivo, lo consiguieron con creces. Yo me reí con ganas, con muchas ganas…

Para aquel que no sepa muy bien de qué va la obra, le explico brevemente. En «Te Quiero…» se tratan todas las fases que vivimos cuando nos metemos en una relación de pareja, desde esos momenos de desesperación por no encontrar a nuestra «media naranja», hasta el momento del matrimonio ya entrado en años, pasando por rupturas, padres primerizos y algunos momenos mas o menos comprometidos… en fin, toca todos los palos de la pareja. Siempre vistos desde el lado mas irónico y cómico. Para mi gusto quizá comiencen demasiado fuerte, creando unas espectativas en el espectador, que en los últimos números no llegan a cumplirse del todo. Y es que al final decae un poco… pero el resultado general merece bastante la pena.

Yo recomiendo que quien quiera reirse de su propia situación, es inevitable no verse reflejado, que se acerque a ver la obra porque no va a salir defraudado. Se va a encontrar con Inés León, Lourdes Zamalloa, Nacho Bergarache y Jorge Gonzalo como los actores de la función y con Paloma de Juan y Kike Poves tocando el violín y el piano respectivamente y demostrando que con tan solo dos instrumentos se pueden hacer maravillas.

Como la misión que yo mismo me he encomendado en este blog es comentar y «criticar», voy a ello…

Nacho y Jorge tienen un equilibrio increible entre ellos, van alternando números musicales y no sabes con cual quedarte, cuando decides que uno te gusta mas que el otro, el otro te sorprende con algo mas y eso me encanta porque disfrutas con los dos a partes iguales, dos voces mas que agradables de escuchar e interpretaciones muy divertidas, ¿por qué elegir si los tienes a los dos por el mismo precio?. Si tuviera que elegir alguno de sus personajes, no sabría si quedarme con el preso desquiciado, el padre al volante, el marido «hambriento» de sexo con los niños que no se duermen o con cual!

Quizá en ellas vea un poco mas de diferencia, de Inés me quedo con dos momentos, cuando hace de madre ilusionada por el compromiso de su hijo y con la madre que apunto de tener sexo, por fin, tiene a sus hijos que no se duermen… A mi manera de ver creo que debería tener un poco mas de economía a la hora de gesticular, repetir en exceso lo que te funciona puede acabar por cansar al espectador, aunque es cierto que conecta muy bien con  el público y tiene presencia.

Y después tenemos a Lourdes que se lo pasa en escena en grande, es como una niña en el patio del colegio. Corre, salta, baila… y tiene una voz increible! De ella, sin duda, me quedo con esa divorciada hablando a cámara a sus «videocandidatos»… Un monólogo proyectado en pantalla que demuestra todo lo que puede hacer esta actriz en un momento. Gran trabajo.

En definitiva, volveré a verla otra vez con la esperanza de divertirme tanto como anoche. Y prometo bucear mas allá de la Gran Vía en busca de mas «joyitas» como esta porque merece la pena apoyarles y tratar de ayudar a sacar adelante proyectos como este…

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