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David Tortosa En Un Entreacto Radio Excitame GetafeVoz Gorka Lasaosa Javier Collado Jose Luis Sixto Primer Aniversario

En Un Entreacto Radio – Programa 22

¡Ya hemos cumplido nuestro primer año desde GetafeVOZ!
En Un Entreacto Radio se ha hecho mayor y hemos querido tener de alguna manera presentes a todos los amigos que nos habéis acompañado en este comienzo de aventura.
Un programa plagado de amigos, de felicitaciones, de buenos deseos, de sonrisas y de muchísimo cariño.
Un programa en el que nos hemos reencontrado con viejos conocidos, y conocido nuevos amigos.

En la cartelera hemos podido conversar con Javier Collado, que nos ha hablado de “Calígula”, función en la que se encuentra inmerso en estos momentos; y con Gorka Lasaosa que nos ha acercado el estreno de “Comment Te Dire Adieu” que estrena esta misma semana en la Sala Azarte.

Y en nuestro estudio hemos recibido la visita de los componente de “Excítame – El Crimen de Leopold y Loeb”. Un thriller musical que comienza su andadura desde las tablas del Fernán Gómez. José Luis Sixto, Alejandro de los Santos y David Tortosa, se han acercado a charlar con nosotros, contarnos detalles sobre su estupendo trabajo y brindar con el equipo de En Un Entreacto Radio; acompañándonos en este primer año de existencia que tan bonito nos está resultando.

¡Gracias a GetafeVOZ y a todos los Entreacteros que nos hacéis posible!

¡Bienvenidos a En Un Entreacto Radio!

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Aday Rodríguez Alejandro de los Santos David Tortosa Excitame Jose Luis Sixto Juanjo Llorens Stephen Dolginoff Teatro Fernán Gómez

Excítame – El Crimen de Leopold & Loeb

Título:
Excítame – El Crimen de Leopold y Loeb

Lugar:
Teatro Fernán Gómez

Autor:
Stephen Dolginoff

Elenco:
Alejandro de los Santos (Nathan Leopold)
David Tortosa (Richard Loeb)

Dramaturgia:
Pedro Víllora y Alejandro de los Santos

Escenografía:
Asier Sancho

Iluminación:
Juanjo Llorens

Vestuario:
Silvia de Santiago

Dirección Musical:
Aday Rodríguez

Dirección de Escena:
José Luis Sixto


Confieso mi debilidad por el teatro musical, siempre he permanecido muy cerca de este género por muchos motivos y le tengo un especial cariño, pero como pasa con todas las cosas que uno quiere, puede que sea más crítico y exigente que con otros géneros. Siempre quiero más y mejor.
 
Una de las cosas que siempre le he reprochado al musical que se hace en nuestro país es la ligereza con la que sobrevuelan nuestras propuestas (no siempre), por la forma en la que están enfocadas, su filosofía y su factura. Habitualmente se tiene más en cuenta la espectacularidad que el aspecto  actoral o vocal de los artistas, y muchas veces se apuesta por un rostro «popular» y se suple su carencia interpretativa con grandes efectos especiales, con fastuosos decorados o con cualquier agente externo que desvíe la atención del espectador hacia otro lado y le haga exclamar de asombro, haciéndole olvidar si el actor estaba haciendo un buen trabajo o no, relegando los momentos donde el actor debería brillar a mero “teatrillo” hecho entre canción y canción. Por supuesto me estoy refiriendo a los espectáculos de gran formato, donde aún nos queda mucho que aprender de esos otros lugares con los que tanto nos gusta compararnos y equipararnos. Las franquicias no cuentan, que esas ya vienen con instrucciones, como los muebles de Ikea. Y no es tanto por el artista en si, si no por quienes los producen y los montan, que quieren hacer taquilla a golpe de cara conocida en detrimento del resultado artístico del producto, dando la sensación que la línea de pensamiento es algo así:“Con que quede resultón es suficiente, ya lo llenaremos de confetis y escenarios giratorios” “There’s No Business like a Show Business”…
 
Y todo esto viene a cuento porque donde sí tenemos mucho que decir es en el terreno del Teatro Musical de pequeño formato, donde está claro que ponemos más carne en el asador, donde en muchos casos brillamos; quizá la inversión económica sea menor, que no el riesgo, y carecer de ciertos medios hace que el apoyo esté basado en ofrecer un resultado artístico de gran calidad, es la única manera de poder sobrevivir luchando contra gigantes, pues otra cosa puede que no tengamos, pero gente preparada no nos falta y donde encuentran camino para poder demostrarlo es en este terreno, montando sus propios espectáculos, inventando salidas, indagando en musicales desconocidos, propuestas diferentes y atrayentes porque se salen precisamente de la norma, y mostrando en ellos todo lo que saben hacer. Y pensándolo bien, quizá sea esta gente la que haga más por dar a conocer el teatro musical al público…
Uno de esos casos es“Excítame – El Crimen de Leopold & Loeb” de Stephen Dolginoff dirigido por José Luis Sixto e interpretado por Alejandro de los Santos y David Tortosa. Un musical de pequeño formato que sorprende por la factura que gasta; ha sido tratado con la seriedad y la rigurosidad de los grandes, cuidándose hasta el más mínimo detalle, ofreciendo una profesionalidad a prueba de balas. Y donde además se apuesta por un trabajo actoral sólido y creíble, imprimiéndole la importancia interpretativa que cualquier espectáculo teatral debería tener.
José Luis Sixto es un tipo que sabe por dónde se anda, sabe lo que quiere y posee una mente imaginativa que salpica de originalidad la puesta en escena de este thriller teatral y que además orienta a sus actores por un camino que rara vez se ve en los musicales. Juega a mezclar ingredientes y hace un maravilloso cóctel en el que mezcla el humor negro, con el erotismo, la angustia, las obsesiones o el desamor… Es un tipo que lleva mucho tiempo viéndole las tripas al teatro y desde muchos lados diferentes, y esa experiencia ha sabido utilizarla en favor del montaje.
 
La historia cuenta un caso real acaecido a comienzos del siglo pasado, donde dos jóvenes amantes, obsesionados con Nietzsche y la teoría del Superhombre, ponen a prueba sus límites cometiendo todo tipo de delitos hasta acabar secuestrando y asesinando a sangre fría a un niño. La historia nos cuenta cómo urden el plan, cómo las obsesiones y manipulaciones de uno de ellos arrastran al otro y esto les hace acabar atrapados en un callejón sin salida.
Se agradece que el libreto, adaptación de Pedro Víllora, no escatime en detalles. Me cansa la falsa mojigatería y la autocensura en según que historias, así que me encanta que en «Excítame» no se pasen por alto aquellos pasajes que normalmente incomodan, e incluso tengan sus propias canciones donde dan buena cuenta de todo lo que vivieron esta pareja de asesinos. Es arriesgado, no vamos a negarlo, pero la oscuridad de la historia y lo perturbador de lo que cuenta resultan irresistibles, al igual que esa escenografía sencilla, pero multifuncional, diseñada por Asier Sancho y la iluminación absolutamente magistral de Juanjo Llorens que nos hace viajar a todos aquellos lugares por los que transitaron estos personajes con un acierto y una belleza sublime.
La partitura, dirigida por Aday Rodríguez, nos mueve por el entramado de esta historia sin pretender destacar, si no como un elemento más que hace avanzar la historia enriqueciéndola, con canciones que cuentan mas que ser cantadas, digo esto por el peso que tiene el contenido de sus letras, adaptadas por Alejandro de los Santos; siendo un complemento perfecto que le otorga atmósfera y ritmo a la trama.

Creo que Alejandro de los Santos aporta a su personaje una acertada visión de este ser débil, aparentemente frágil. Su Leopold se nos va mostrando a pequeñas pinceladas, y poco a poco, a cada cuadro, en cada canción, va nutriéndose de nuevos trazos y giros que hacen tan interesante su evolución. Un descubrimiento verdaderamente grato.
Hay algo que me gusta de David Tortosa y es que a cada montaje nos demuestra su crecimiento como intérprete, descubriéndonos un recodo nuevo en el entramado de su actuación. Y en «Excítame» nos regala un reverso tenebroso que hace que Tortosa se desdibuje y mude su expresión en favor de ese oscuro e hipnótico Loeb que se asoma aterradoramente a través de sus ojos. Salvando algún problema de vocalización, creo muy interesante el camino por el que David Tortosa está experimentando.

Los dos juntos hacen una gran pareja y aunque yo vi el estreno, ya se les notan las ganas de jugar en escena, transmitiendo la excitación de estos dos jóvenes que se mueven entre el amor obsesivo, los encuentros sexuales furtivos y la violencia y que podrían haber sido perfectamente portada del periódico «El Caso»
Insisto en lo mucho que me agrada el haber visto un musical con unas interpretaciones creíbles y justificadas, con los pies en el suelo; sí, con sus torpezas por el nerviosismo del estreno, como es lógico, hay que dejarles caminar, pero demostrando que a «Excítame» no se viene solo a ver un musical, como suele ir a verse este género, si no a ver Teatro.
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Cerda Cuando fuimos dos David Tortosa En Un Entreacto Radio Felipe Andrés GetafeVoz Inma Cuevas Juan Mairena La Casa de la Portera

En Un Entreacto Radio – Programa 16

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En Un Entreacto Radio se ha engalanado para recibir en este mes de Mayo a unos invitados largamente esperados y que nos han regalado momentos verdaderamente emocionantes.
Como ya sabéis, nos encanta hacer llamamientos a través del programa para que aquellos artistas que nos pellizcan el corazón por dentro, vengan a visitarnos y podamos charlar un rato con ellos.
En esta ocasión, quienes vinieron a visitarnos fueron Juan Mairena e Inma Cuevas que pasaron por el estudio de GetafeVOZ justo antes de estrenar nuevamente «CERDA» en La Casa de la Portera, uno visita que nos hacía especial ilusión y que no nos defraudó en absoluto. Hablamos de este regreso, de próximos estrenos, de cómo es eso de ganar el Premio de la Unión de Actores y de ver cumplidos los sueños. Una delicia de conversación que podríamos haber alargado durante mucho más tiempo y no nos hubiera importado.
Después regresaron de nuevo, ya que los dos estuvieron en nuestro primer programa, David Tortosa y Felipe Andrés, quien también nos contó sus sensaciones como ganador del Premio de la Unión de Actores, tal y como nos prometió en su momento. A parte, vinieron a nuestro estudio porque se despiden de «Cuando Fuimos Dos» el próximo 16 de Mayo sobre las tablas del Teatro Federico García Lorca de Getafe, y no quisimos que cerraran esta etapa sin volver a charlar con nosotros y regalarnos un momento maravilloso, haciendo que Eloy y César, sus personajes en esta función, hablaran a través de nuestros micros. Una visita que nos emocionó especialmente, tan solo tienes que escucharla para saber porqué.
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Cristina Soria David Tortosa El Sol de York En Un Entreacto Radio GetafeVoz La Pausa del Mediodía Laura Molpeceres Maggie Civantos Ruth Núñez Teatro La Strada Un Balcón Con Vistas

En Un Entreacto Radio – Programa 15

El pasado lunes día 21 de Abril tuvimos un En Un Entreacto Radio lleno de comedia.
Primero nos visitaron en el estudio de GetafeVOZ, Ruth Núñez y Alejandro Tous, dos rostros muy televisivos que vinieron a hablarnos de su recién estrenada función «La Pausa del Mediodía», un corrosivo texto de Neil LaBute que están representando en el Teatro La Strada. Con ellos charlamos, a parte de sobre su estreno, de cómo es eso de producir uno sus propios montajes en los tiempos que corren.
Tras esa charla, la gente de «Un Balcón Con Vistas» invadieron nuestros micrófonos con su locura. Un estupendo rato de conversación con Laura Molpeceres, autora y directora del montaje, junto a Cristina Soria, Maggie Civantos y, nuestro repetidor, David Tortosa, que forman parte del elenco y que vinieron a contarnos los detalles de su regreso a las tablas. Actualmente están en El Sol de York para hacernos pasar un rato lleno de carcajadas subidos a la montaña rusa que es su montaje.
Por supuesto que todos pasaron por el cuestionario de César López y dimos un repaso a la cartelera de la quincena, pero esos detalles os los reservamos para que podáis escucharlos vosotros mismos.
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Cristina Soria David Tortosa Jorge Monje Laura Molpeceres Maggie Civantos Sala AZarte Teatro Un Balcón Con Vistas

Un Balcón Con Vistas

Titulo:
Un Balcón con Vistas

Autor:
Laura Molpeceres

Lugar:
Sala AZarte

Elenco:
Maggie Civantes
Jorge Monje
David Tortosa
Cristina Soria

Escenografía:
Irene Herrarte
Alfonso Díez

Iluminación:
Aitor Delgado

Dirección:
Laura Molpeceres


Cuando vemos una comedia, por lo general, caemos en hacer una valoración excesivamente ligera. Supongo que eso es debido a que cuando uno se ríe, lo pasa bien y no tiene que pedirle a su corazón que se encoja de sufrimiento, parece que no lo aprecia igual… Una injusticia en toda regla en la que todos hemos caído en más de una ocasión.
Pero voy a bajarme de la pedantería analítica para contaros qué es lo que uno se puede encontrar en “Un Balcón Con Vistas”.
Es una función que nace con el sencillo propósito de divertir al espectador, con un ritmo enloquecido desde el comienzo hasta el final, perfectamente bien llevado por sus protagonistas, donde los actores se enredan entre ellos, juegan y hacen de esta comedia, una locura de 60 minutos sin un momento para respirar, convirtiéndola en una especie de loca atracción de feria, que sube, baja, gira bruscamente, y que cuando uno cree que ha tocado techo, encuentra un nuevo giro con el que sorprender.
Tiene cierto aire a sitcom, con unos personajes entrañables. Más allá del carácter de cada uno de ellos, todos tienen ese punto amable que hace que no sepas por quien decantarte, en unos momentos eres afín a uno y al momento te encuentras dándole la razón al que es contrario.
Con unos diálogos escritos por Laura Molpeceres, que también es la responsable de la dirección, ágiles, inteligentes, que se retuercen por si solos y se desenrollan como un matasuegras o como una pedorreta burlona; con unas situaciones que surgen tan espontáneas que uno no sabe si está viendo al actor improvisar o lo que está viendo es fruto del libreto. Vemos enloquecer a los personajes, tropezarse, atropellarse, dibujar situaciones paralelas a la acción que, posteriormente, cobrarán protagonismo en la trama principal, miradas, gestos, todo está perfectamente medido.
Maggie Civantos, David Tortosa, Cristina Soria y Jorge Monje funcionan como una fantástica maquinaria bien engrasada, están sincronizados, y demuestran ser auténticos “cartoons” encerrados en cuerpos de carne y hueso, que salen a escena a jugar, con ganas de divertirse, y lograr que pasemos un magnífico rato de carcajadas y locura. 
Un trabajo agotador, detallista y muy bien tratado, en el que se intuyen esas «antenitas» que deben tener los actores que trabajan al servicio de la función, para enriquecerla con sus acciones y alimentarla con todo lo que suceda a su alrededor.
Hacer comedia no es nada sencillo y, sin embargo, ellos logran convencernos de que sí lo es; saben llevar el tempo con soltura, los gags duran lo justo para disfrutarlos y querer que vengan más y logran que salgamos con la sonrisa puesta.

Creo que las pretensiones de este juguete cómico no son otras que las de lograr que el espectador se deje llevar por la historia, se ría con ganas y disfrute de un agradable rato de entretenimiento.
Ahora han parado las representaciones por unos días, pero en breve prometen volver a mostrarnos lo que hay tras ese balcón con vistas, así que estad atentos porque, si tenéis ganas de echaros una buena comedia a los ojos, ellos tienen entre manos lo que estáis buscando.

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David Tortosa En Un Entreacto Radio Felipe Andrés Fernando J. López GetafeVoz

En Un Entreacto Radio – Programa 1

Hace unos meses GetafeVoz nos ofreció la oportunidad de abrirnos sus puertas y lanzarnos a la aventura de hacer la versión radiofónica de «En Un Entreacto» y, sin pensarlo dos veces, nos pusimos manos a la obra.

¡Y el pasado día 16 de septiembre vió la luz el primer programa!
Aún nos quedan muchas cosas que pulir y que aprender, pero hemos comenzado con toda la ilusión del mundo y con el propósito de hacer llegar el teatro allá donde nos quieran escuchar.
En este primer programa contamos con invitados que significan mucho para este blog, que nos han hecho pasar grandes momentos tanto sobre las tablas como a nivel personal y era necesario su calor para poder ver realizado este primer paso de lo que esperamos y confiamos, sea un gran proyecto.
¡Muchas gracias a Aitor Legardón, Fernando J. López, Felipe Andrés y David Tortosa por prestaros y a todos los que nos habéis aconsejado, apoyado y habéis creído en esto!
Aquí podréis escuchar nuestro primer programa:
¡Que nadie nos detenga ante nuestros sueños!
¡Bienvenidos a En Un Entreacto Radio!
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Cuando fuimos dos David Tortosa Entrevistas Felipe Andrés Fernando J. López Quino Falero Teatro

Cuando Fuimos Dos – Entrevista a Felipe Andrés y David Tortosa.

El pasado viernes tuve el privilegio de asistir al estreno de «Cuando Fuimos Dos»de Fernando J. López en El Sol de York, y ayer Felipe Andrés y a David Tortosa, los dos actores que encarnan a Eloy y a César en esta versión dirigida por Quino Falero, se vinieron a tomar un café con En Un Entreacto y acompañarlo con una entretenidísima charla sobre la función y sus personajes, sobre la forma de trabajar, sobre el nuevo enfoque que se le ha dado al montaje y, además, poder intercambiar opiniones sobre los entresijos de la producción. La verdad que fue una de esas tardes que apetece que se alarguen.
No hizo falta casi ni preguntarles. Aquí os dejo la charla que tuvimos, se nota que están agusto y contentos con el resultado:

EN UN ENTREACTO: Para los que aún no conozcan “Cuando Fuímos Dos”, ¿Qué es lo que cuenta la obra?

FELIPE ANDRÉS: Es una historia de amor de dos pesonas, César y Eloy, que se aman profundamente, pero que tienen ciertas dificultades para que ese amor llegue a buen puerto. Los dos tienen muy claro que tienen sentimientos el uno hacia el otro, pero no pueden evitar tener celos, tener inseguridad, tener miedos… es una historia muy reconocible, que a cualquiera nos puede pasar, ¡que nos pasa! y que es muy fácil identificarte porque son sentimientos universales.
DAVID TORTOSA: Cualquier persona que tenga pareja o que la haya tenido en algún momento, reconoce cosas en la obra cosas vividas. Y es que se habla de cosas muy cotidianas en la pareja.

F.A.: Sí, la obra retrata momentos muy felices de la pareja, momentos donde hay una tranquilidad, una ternura, una emoción y luego momentos donde se ven los conflictos, donde se ven que son dos personas muy diferentes, que tienen sentimientos comunes, pero que son tan diferentes que chocan constantemente. Pero es lo bueno, que la gente se siente identificada… Unas veces con Eloy, otras con César… Es lo bueno que tiene esta obra, que retrata muy bien la vida de una pareja.
E.U.E.: A mi una de las cosas que me ha gustado de la función es que no se lleva todo a la comedia o no se lleva todo al dramón, si no que es realmente la vida de una pareja lo que se ve. Donde en algún momento hay algo cómico, relajado, mas tranquilo y hay otros momentos mas intensos, y yo creo que eso es lo que ayuda al espectador a identificarse con lo que quiere contar “Cuando Fuimos Dos”.

D.T.: Claro, porque la vida es así. La vida está llena de momentos buenos, o momentos en los que una risa se quiebra con un lloro. Lo bonito es que nosotros estamos haciendo  escenas donde los personajes sufren muchísimo, pero provoca la carcajada en el público y es porque el público se reconoce en lo que está viendo. Se sufre y se ríe cuando se ama. Cuando tú lo estás viviendo dentro, como lo hacen los personajes, a la gente no le resulta cómico, pero cuando la gente lo ve, pues sí. La cosa es tremenda, porque uno piensa “¿Pero cómo no se dan cuenta? ¡Como sigan por ese camino lo pueden estropear todo!” y es que es muy fácil ver los toros desde la barrera.


E.U.E.: “Cuando Fuimos Dos” ya tuvo otra etapa diferente en el 2012, ¿cómo surgió la idea de retomar el montaje? Cuando terminasteis con aquella etapa ¿Ya había idea de retomar?

F.A.: Bueno, aquella etapa sencillamente terminó, y desde mi productora “CriaCuervos” conseguí los derechos de la función y decidí hacer una producción como yo creía que se merecía el texto de Fernando J. López.

E.U.E.: ¿Cómo llegaron Quino Falero y David Tortosa al proyecto?

F.A.: Rocio Vidal y yo, que somos los productores, hablamos con Quino Falero, porque tenemos conocidos comunes que han trabajado con él y que me dijeron que Quino era maravilloso dirigiendo actores y porque además creo hizo con “El Manual de la Buena Esposa” una maravilla. Así que contacté con él; y al mismo tiempo que contacté con Quino, lo hice con David que es un actor que siempre me ha gustado y que pienso reúne las cualidades para el personaje de César. Daba la casualidad que termina el musical de “Mas de 100 Mentiras” y que Quino tenía cuatro semanas antes de irse a dirigir otro proyecto, nos juntamos estas cuatro semanas y así ha surgido todo.
Quino Falero, Fernando J. López, Rocio Vidal, David Tortosa y Felipe Andrés

E.U.E.: Han debido ser cuatro semanas de locura, de ir a por todas y sin descanso, ¿no?
D.T.: Tenía que ser así, cuando me lo plantearon, ya me comentaron que ya había fechas en El Sol de York, entonces sabíamos que iba a ser un mes de trabajo muy duro. Recuerdo que Felipe me decía: “Hombre, aún no acabas de terminar el musical, y no sé si te apetece meterte tan rápido en otro montaje…” pero reconozco que estas cosas me encantan, el ir empalmando historias… Ya estoy acabando una cosa y, de repente, ya estoy metiéndome en otra… ¡Me emociona muchísimo! y mas con un personaje tan diferente como César. Porque en cierta manera se puede parecer un poco a los personajes de “Mas de 100 Mentiras”, pero era otra historia; partiendo de la base que esto es texto y el otro montaje era musical, pero este es un trabajo con un texto tan bonito como “Cuando Fuimos Dos”, que a mi me gustó tanto cuando lo vi, lo disfruté tanto, que dije que sí sin pensarlo. Me puso tantas facilidades, que no pude negarme y ¡entré directamente a matar!
F.A.: Además que fue un trabajo extra para David por el tema de estudiarse el texto, porque yo por lo menos tenía el texto aprendido…

E.U.E.: Sí, pero tú has encarnado a Eloy en las dos versiones ¿cómo hace uno para dar un toque diferente a un personaje ya visitado?

F.A.: Quino me pidió que dejara a un lado el trabajo que había hecho y recuerdo que después de la primera lectura me dijo “Tú tienes el doble de trabajo que David, porque tienes que olvidar lo hecho y aprender lo nuevo” pero trabajarlo con Quino como director, que es muy concreto y muy preciso, ha hecho que vaya por un camino muy claro … Y luego el trabajo con David, ¡con el que se ha creado una relación de pareja en dos días!

D.T.: ¡Literalmente!
F.A.: A Quino le gusta trabajar haciendo ejercicios para crear equipo y generar comodidad y lo logramos en dos días.

D.T.: Hay muchos directores y mucha gente a la que le gusta trabajar haciendo mucho análisis de texto, mucho trabajo de mesa, y con un buen trabajo de mesa es cierto que salen cosas, y se avanza mucho, pero en este caso no hicimos apenas trabajo de mesa, vinimos con nuestro trabajo de casa, e hicimos un trabajo de fondo, a base de improvisaciones, donde había que hablar, jugar, explicar y así vimos el pasado de uno y de otro, de cómo se conocieron, con esas improvisaciones; y cómo nos teníamos que adaptar a lo que decía el otro, sin tirar nada para atrás. Si él decía que nos conocimos en “tal sitio”, yo asumía que nos conocimos donde él decía, y creamos la historia a base de juego. Fue maravilloso porque, al trabajar, yo visualizaba momentos que habíamos hablado. Y a la hora de la pelea, de discutir, a mi me servían mucho esas imágenes. Es una forma de trabajar maravillosa. Es la que yo utilizaría si en algún momento decidiera dirigir.

F.A.: Es que te sitúa en la situación de una manera inmediata. No es una cosa tan intelectual, es algo mas orgánico, que ha provocado que surja una química trabajando y una historia en muy poco tiempo. Recuerdo que hicimos un ejercicio en el que los personajes tenían que hacerse un regalo entre ellos, y resultó que, sin haberlo acordado, el regalo que teníamos el uno para el otro estaba muy relacionado.

D.T.: Recuerdo que en otro momento dije que a César le hubiera encantado que Eloy le hubiera llevado a Nueva York, y esto a Felipe se le quedó y en el ejercicio de los regalos, recuerdo que le llevé una cajita de música que cuando la abrías sonaba la melodía de “New York, New York”; y él me hizo una “gincana”, bueno de hecho hay una cosa que utilizamos en escena, que el público no lo sabe, pero en esa caja que utilizo al final, hay muchas cosas dentro, y entre esas cosas hay un puzzle, ese puzzle me lo hizo él y en la parte de atrás de las piezas me escribió una poesía muy bonita que me llevaba a un sobre, ese sobre me llevaba a otro donde había ¡dos billetes a Nueva York! ¡Fue increíble! Él me dio el regalo primero y se me quedó una cara… y le dije “Ahora te tengo que dar yo mi regalo… Lo vas a flipar” y cuando le di la cajita y comenzó a sonar “New York, New York”… ¡fue un momento mágico! Fue el momento en el que me di cuenta de lo grande que era esto, por la conexión que se había creado en tres días. Al comienzo me daba miedo que, o bien por él o bien por mi, no hubiera feeling, porque si no lo había… ¡Apaga y vámonos! Pero en ese momento me di cuenta que lo había y que Felipe es como yo. Yo soy muy Kamikaze y me lanzo sin censuras y si te toco, te toco, pero si me dices que trate de no hacerlo o pones limitaciones, lo respeto, pero ya se crea una barrera que impide que surjan cosas. En este caso eso no ha existido.

F.A.: Para creer que se ha creado una relación de pareja como esta, no se pueden tener prejuicios que te limiten porque si no, no es real. Estamos hablando de unas personas que se han amado durante años, que se han amado y que se aman profundamente, para darle la carne que necesita el espectáculo, porque si esta función no tiene carne, carne de emociones y, como dice David, de físico, no se entiende.
E.U.E.: Si no fuera así, no traspasaría como tiene que traspasar al espectador.
F.A.: Claro, no traspasa. Y he encontrado un compañero en David, para esta función, bestial; porque hay una conexión y un entendimiento total. Con él puedes estar tranquilo y centrarte en la historia con tan solo mirar a los ojos al compañero.

D.T.: Fíjate que a mi, cuando tenemos esos momentos tan intensos en escena, de violencia que el personaje levanta la mano pensando “Te estamparía la cara”, esos momentos tan físicos; momentos que en mi mismo no reconozco, porque no soy así, pero si es verdad que trabajando el personaje de César salen, me siento tranquilo sabiendo que quien está ahí es Felipe. Hay una escena que le digo “Cojonudo, Eloy, cojonudo…”, siempre se lo decía de boquilla y hubo un día que me acerqué a él haciéndole un gesto de levantarle la mano y se creó un momento realmente tenso y cuando terminamos de ensayar yo le dije “No sé lo que va a pasar ahí…” Me vino algo muy fuerte, pero que funcionó y ahí se quedó.

F.A.: Es que cuando sale un impulso orgánico del personaje, no puedes reprimirlo. Cuando es algo que está dentro de lo que está pasando, de una manera totalmente visceral… Hombre, él es profesional y sabe controlar y sé que no me va a dar un guantazo que me rompa la cara, pero todos esos impulsos son los que dan la magia y la credibilidad.
E.U.E.: Sentado en el patio de butacas, viendo la función, siempre tienes un momento de incertidumbre hasta que entras en el código que se te ofrece como espectador. Estás como en tensión hasta que entiendes el lenguaje que se está proponiendo y de repente viendo la naturalidad que dais en escena, provoca que el público se relaje y sienta la verdad que ofrecéis. No hay acciones que rechinen o que estén injustificadas y eso hace que todo fluya de una manera impresionante.

F.A.: Tanto Quino como director, como nosotros los actores, procuramos trabajar desde la mayor sinceridad y comodidad y desde la honestidad de estar contando algo que es muy personal, pero intentando convencer a los espectadores de cómo fue y porqué pasó lo que pasó. Eso es lo bonito, recibir los comentarios de la gente diciendo “Pero es que estáis tan creíbles…”
E.U.E.: Sí, es que en ningún momento sientes la incomodidad de ver algo forzado, es como que todo va por donde tiene que ir…
F.P.: Sale todo fluido. Esto no pasa siempre, pero es que en un montaje de 21 días de ensayos, que se consiga esto y que tanto el trabajo de Quino, como el nuestro, como las luces, la música, el vestuario… todo vaya con esa fluidez, es maravilloso. Recuerdo el primer día que hicimos un pase con música, fue un empujón hacia adelante impresionante.

D.T.: Nos situó en otro lugar. Fue brutal porque las músicas están tan bien metidas que la sensación que tuve ese primer día fue como que la producción subía un peldaño mas. Si uno ya tenía la sensación de que el trabajo estaba marchando, ese día, con la música y las luces ya salí pensando que este montaje adquiría otra dimensión. Y es que los elementos escénicos elevan muchísimo la calidad del espectáculo… ¡A pesar de que en cada función me cargue unas cuantas cajas de la escenografía! Jajajaja

F.A.: Jajajaja ¡David en cada función se pone mas violento! Jajajaja Pero es que ese comportamiento de David genera una energía tremenda.

D.T.: Eso salió un día ensayando, Quino me dijo “Me da la sensación de que tu rabia la puedes exteriorizar mas” y estaba tan cargado en ese momento, que cuando me dijo eso, cuando me dio la posibilidad de descargar mas esa rabia, no con mi compañero obviamente, pero si con otro elemento, ¡a mi me dio la vida! porque se convirtió en un momento de escape. Quino me decía “Yo no quiero que todo esté en escena tan ordenadito, ¡yo quiero que haya un caos! Es una mudanza y todo está lleno de cajas. Y qué mejor momento que ese para que el espacio se destroce”

F.A.: Eso es lo bueno de Quino, que ve el impulso natural del actor, y en este caso había un impulso en David que debía salir, ese impulso real de hacer algo Quino lo supo ver y como todo lo que monta, lo monta en favor del actor, vio esto y convirtió esa reacción natural del actor en algo artístico.
D.T.: ¡Y cómo queda eso! Porque ese momento es… se crea un silencio en la gente … No se oye ni un murmullo.
E.U.E.: Es que es un momento que impacta, el ver un momento de violencia tan evidente, porque en ningún momento está siendo tan evidente y que de pronto surja un golpe así…

F.A.: Y que además ese momento genera una atmósfera y una tensión… Es una montaña rusa porque a los segundos estamos casi desmoronados y fundiéndose en un abrazo…
D.T.: ¡Como la vida misma! Cuántas veces hemos discutido con nuestras parejas y hemos liado la “marimorena” y al momento por cualquier cosa te has abrazado y has acabado llorando… por eso creo que gusta tanto esta obra, porque te sientes muy identificado
E.U.E.: ¿Creéis que sea posible que el hecho de que se hable de una pareja gay genere una barrera con cierto público?

F.A.: Yo creo que no, la única barrera es la barrera mental que tenga la gente al planteárselo, pero no. Viene público de todo tipo y a todos les encanta la obra. En la obra no hay ninguna justificación para que sean gays. Son dos personas que se aman y ya está. Que sean chicos o chico – chica o dos chicas da igual. La historia llega a todo el mundo.
E.U.E.: Incluso los propios personajes se mofan un poco de los estereotipos gays, ¿no?
F.A.: ¡Claro! Mira, yo no he visto una obra escrita por ningún dramaturgo español que trate con total naturalidad y sin justificación alguna lo que es una historia de amor entre dos hombres. Porque o se hacen en plan coña usando los tópicos o se hacen desde lo tremendo, como dice el personaje de Eloy “Desde lo tremendo, desde los traumas…” No, aquí se trata desde la absoluta normalidad de una pareja de dos hombres; pero no, no es habitual ver una obra así…

E.U.E.: En este nuevo montaje, Fernando aparte de, evidentemente, ser el autor y firmar el texto ¿Ha tenido algo que ver?

F.A.: No, esta vez de hecho hemos respetado mas su texto que en su propio montaje. Quino insistió mucho en que el texto fuera tal cual, respetando la última versión, no la que está publicada, si no la última que escribió Fernando para la anterior producción. En la anterior versión había muchísimo texto añadido por nosotros; sin embargo ahora se respeta el texto tal cual, el ritmo… funciona mucho mas. Además yo le decía a Quino “Oye, y si aquí decimos…” y él siempre me decía “¡No! Lo que ha escrito Fernando, no añadas” Pero con respecto a la producción, no ha sido parte directa, pero nos ha brindado toda la colaboración del mundo. Ha tenido fe en nuestra producción y ha cedido todo con toda la generosidad del mundo. Confianza ciega, en nosotros, en David, en Quino…

D.A.: Además es maravilloso verle lo entusiasmado que está. Es increíble porque ¡nos hace mas publicidad que nosotros mismos! Cada día Fernando publica algo sobre nosotros, cuelga algo en internet…
F.A.: Creo que Fernando se merecía que su texto tuviera una producción como la de ahora. No quiero decir que la anterior fuera mala ni mucho menos, pero creo que se merecía algo como lo que se está haciendo ahora.

E.U.E.: ¿Cómo se lleva eso de actuar en tu propia producción?

F.A.: A veces se lleva muy bien porque tú tienes la capacidad de decidir sobre todo, por ejemplo puedo llamar a David y él generosamente decide. Yo digo que Rocio y yo hemos generado el proyecto, pero realmente es tanto nuestro como de David, como de Quino y de todo el que ha trabajado en él. Entonces es mucho trabajo y a veces es un poco agotador, porque llegas al ensayo cansado, estás estresado, no puedes dormir bien por las noches de tantas cosas que tienes en la cabeza, pero bueno, también puedes elegir muchísimas cosas y decidir cómo enfocar el proyecto, la promoción, con qué tipo de gente contar; esa es mi recompensa. Ahora, me lleva muchos días en los que no puedo dormir en condiciones, ¡qué voy a hacer! A veces también prefiero estar contratado. Pero bueno, está bien poder compaginar el estar contratado como estuve el año pasado en La Guindalera o en la compañía de Ainhoa Amestoy y otras poder trabajar con mi propia compañía y que me puedo permitir hacer los papeles que hago.

E.U.E.: Y tú, David, ¿qué tal sienta eso de ir encadenando personaje tras personaje y tan diferentes unos con otros?
D.T.: ¡Se lleva muy bien! No hay nada que mas me guste que no encasillarme.

E.U.E.: ¡Y además en diferentes géneros!

D.T.: Fíjate que con los musicales, que fue algo que apareció de repente en mi vida y que unos me llevaron a otros… “Cómplices” me llevó al “Tick Tick Boom!” que apareció al poco y este me llevó a “Mas de 100 Mentiras”… Yo quería hacer musicales porque era una de mis ilusiones desde pequeñito y, cuando ya hice uno dije “Bueno, ya he hecho uno, ya está”, pero el trabajo llama al trabajo, pero también tenía ganas de meterme en algo de texto y por eso disfrute mucho “¿A quién te llevarías a una isla desierta?” porque estaba deseando meterme en un personaje así y que no tuviera que ponerme a cantar en algún momento y “Cuando Fuímos Dos” justo acababa con el musical de Sabina, después de 6 meses cantando todos los días y pasar a solo tener que hablar… Bueno “solo tener que hablar” es un decir porque ¡madre mía! la de cosas que se dicen aquí… ¡Casi es mejor ponerse a cantar! Jajajaja No, en serio, es maravilloso poder hacer tantas cosas y poder hacer tantos personajes diferentes. No he vivido eso de encasillarme en algo y espero no tener que hacerlo… y si me toca y me encasillo, pues maravilloso también ¡porque será trabajo!. Me encantó el reto de “Cuando Fuimos Dos” porque quizá yo me vea un poco como Eloy y, sin embargo, me ha tocado ser César y me encanta poder aceptar este reto.

E.U.E.: Ahora que dices el identificarte con uno de los personajes. Cuántas veces se habrá acercado la gente a deciros que se han identificado con uno o con otro, ¿no?
D.T.: Nosotros ya nos lo tomamos a risa, cuando se acerca alguien y me dice “Pues me identifico mas contigo” voy a Felipe y le digo “Ey, ¡que se identifican mas conmigo!” jajajaja

F.A.:  A mi hay veces que ya hasta me molesta porque no se refieren al personaje diciendo “Es que Eloy es muy pesado” No, vienen y me dicen “Es que eres muy pesado” jajajaja y yo les digo “¡Que yo no soy Eloy! Que yo no soy así” jajajaja Aunque si es cierto que tengo muchas cosas de Eloy y ¡por eso me sienta mal! Jajajaja

E.U.E.: ¿Qué es lo que mas cuesta de esta función?

F.A.: Creo que una de las cosas que mas cuestan de esta función son las transiciones.  El encajar momentos de euforia con la aparente tranquilidad para hablar en público. Son una de las cosas que mas nos costó. A mi, por ejemplo, en una escena en la que veníamos de un estado muy duro, de una discusión muy fuerte, me dice el director  “Tienes que templar los nervios en 20 segundos, porque tienes que hablar al público no con el odio de la escena anterior si no con la cotidianidad con la que te dirigiste antes al público” Es una de esas cosas que Quino insistió en que sintiéramos y disfrutáramos, su pauta siempre era “No aceleréis. No vayáis de un sitio a otro rápido, disfrutadlo”  Y es que mientras nosotros los disfrutamos, el espectador igualmente los disfruta con nosotros y hay que darle tiempo para que ellos también vayan transitando por esta montaña rusa. Para nosotros como actores, estas transiciones son un ejercicio precioso y es un regalo poder hacer tantos cambios en una función. El que la función no sea lineal, actoralmente, te exige que hagas verdaderos saltos mortales.
E.U.E.: ¿Qué diríais que tiene esta nueva versión de “Cuando Fuimos Dos” para que vayan a veros y para los que ya vieron el anterior montaje, repitan?

F.A.: A la gente que vio el montaje anterior decirles que si les gustó el texto que vuelvan porque es un montaje nuevo; que vengan a ver el texto de Fernando J. López, pero con una propuesta totalmente diferente, con una dirección diferentes, con unas elecciones de interpretación que no tienen nada que ver y que les va a enriquecer muchísimo el recuerdo de la anterior función. Y los que no la han visto que vengan porque se van a sentir identificados, se van a reir, se van a emocionar, se van a sentir metidos en una historia de una manera directa. Les va a tocar.

D.T.: Yo creo que vamos a llevar al público por la misma montaña rusa por la que transitamos nosotros. Que vengan a verla porque no solo somos dos, esta historia es de todos, de hecho ya nos han dicho en mas de una ocasión que la gente tiene ganas de volver,e incluso alguno me ha escrito y me ha dicho que se había marchado revuelto, que no conseguía descansar por estar toda la noche dándole vueltas a la historia. Es una obra de teatro que no acaba cuando te marchas, no es la típica función que consumes y te vas, aquí sales masticando cosas y genera debate.

Así que ya sabéis, si aún no habéis ido a ver esta función, no lo dudéis. Merece mucho la pena ver esta trabajo tan bien hecho y que llega tanto. Podréis hacerlo hasta el 2 de Marzo, los Jueves, Viernes y Sábados a las 22,30h en El Sol de York. (La última foto es un flyer que podéis descargaros e imprimir para que os salgan mas baratas las entradas, así no tenéis excusa para ir a ver la función)
Ya solo me queda darles las gracias por su tiempo y la inmensa amabilidad con la que se prestaron a charlar conmigo. Para mi, como amante al teatro, es un auténtico placer poder escuchar de primera mano todas las cosas que han compartido conmigo y conocer un poco mas de cerca a dos profesionales que espero podamos seguir disfrutando en la cartelera con trabajos tan interesantes como este. 
¡Gracias, Felipe! ¡Gracias, David! ¡Gracias de todo corazón!
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David Carrillo David Serrano David Tortosa Jaime Ztaraín Joaquín Sabina Juan Carlos Martín Mas de 100 Mentiras musicales Silvia Álvarez Teatro Rialto Víctor Massán

Más de 100 Mentiras

Título:
Más de 100 Mentiras

Lugar:
Teatro Rialto

Autor Libreto:
David Serrano, Fernando Castets y
Diego San José

Elenco:
Jaime Zataraín (Juan)
David Tortosa (Tuli)
Victor Massán (Samuel)
Silvia Álvarez (Magda)
David Carrillo (Manitas)
Juan Carlos Martín (Ocaña)
Federico García Vélez (Villegas)
Marta Torres (Rossana)
Gerard Mínguez (Novio Rossana)

Directo Musical:
Daniel García

Dirección:
David Serrano

«Más de 100 Mentiras» se estrenó allá por Octubre del 2011 y desde entonces permanece en cartel en el Teatro Rialto de la Gran Vía madrileña, relamiéndose de gusto esperando su salto en el 2013 a los escenarios de Buenos Aires y una próxima gira por el territorio español. 
Siempre me ha picado la curiosidad de saber qué era lo que habían hecho con las canciones de Sabina, pero con bastante miedo, tanto como para negarme a comprar una entrada para comprobarlo. 
Esta extraña manía de tener, casi por obligación, que estrenar un «juke-box» por temporada… no me convence. Y es que ahora todos se han apuntado al carro y se está explotando la fórmula con demasiada ligereza y esa moda, al menos a mi, me tira para atrás a la hora de decidir si ir o no a ver un espectáculo… aunque también confieso que no hay nada que no consiga un 2×1 y un amigo en escena, ¡para qué vamos a engañarnos! Así que ayer me planté en el Rialto dispuesto, y no niego que con ganas y mucha curiosidad.
Drive Entertainment, la productora que ha hecho posible la puesta en escena de este musical, nos ofrece una fórmula y estructura muy similar a la ya vista en «Hoy no me puedo levantar» y que tantos éxitos les ha aportado. Lógicamente esta vez los tintes son mucho mas oscuros. La ocasión lo pedía y les vuelve a funcionar. La excusa para poner en escena las canciones de Sabina es la, supuesta, historia de aquellos tres «chorizos» de tres al cuarto a los que les dedicó «Pacto entre caballeros», y qué sucedió con ellos tras ese final de «mucha mucha policía» de la canción… 
Una historia de tipos duros, bares, timos, mafiosos de barrio, mujeres y amistad… Dirigida y coescrita por David Serrano.
A mi, personalmente y conociendo las canciones del maestro, el musical me pedía algo mas «real», una ambientación y unos personajes mas de la calle… Aunque es cierto que quizá se ha buscado el colorido y la amabilidad de argumento y personajes para hacerlo accesible a un público mas amplio, pero insisto que a mi las canciones de Sabina me piden algo mas desgarrado y seco, salpicado con una dulzura gamberra, eso es algo mas «sabinero». 
No se puede pasar por el mismo filtro a Mecano, las canciones de los 40 Principales y a Sabina, cada cosa pide su propio lenguaje.
La historia no está mal, tiene su gracia y encaja mas o menos bien. Eso sí, llena de clichés y excesivamente larga en duración, pero funciona. Mas el segundo acto donde todo se centra algo mas y nos cuentan cosas mas interesantes de ver que el primero. Con respecto a la ambientación y escenografía me faltaba algo mas de suciedad y de ambiente barrio bajero. Todo está demasiado limpio y la sordidez de la historia para mi gusto está demasiado brillante. ¡Ojo! Para por donde se ha querido llevar el montaje está todo correcto y bien resuelto. 
Doy gracias al equipo de coreógrafos por ese cuerpo de baile y por hacer que las coreografías destilen «heterosexualidad». A mi me da exactamente igual la condición sexual de los bailarines y las bailarinas, pero cuando voy a ver su trabajo, quiero que me representen lo que quieren transmitir como personajes, y la ocasión pedía que fueran ellas muy femeninas y ellos muy masculinos y así ha sido y lo he disfrutado. Otra cosa es que me encaje lo que hacen dentro de la historia. Me sobraba gente e información en escena, fallo de dirección. No se puede abusar del recurso de llenarlo todo de movimiento. Hay momentos que se pide sosiego para que la atención del espectador se centre en los interpretes que están actuando y cantando, sin adornos ni distracciones. En otros momentos, cuando la historia toma tintes algo mas subrrealistas o se toma ciertas licencias, me parece estupendo y se disfruta mucho, pero no todo el tiempo.
Las adaptaciones de las canciones están bien, a mi me resultan muy agradables de escuchar. Bravo por esa magnífica banda dirigida por Daniel García y por las voces que en todo momento suenan con sentimiento y ganas. Me cuesta encajarlas como canciones que hacen avanzar la historia, pero suenan muy bien e incluso hay algunas, sobretodo en voces femeninas, que toman una dimensión interesante de descubrir. Preciosa y cálida voz la de Silvia Álvarez, que en la función de ayer interpretaba a Magda.
Con los actores me quedo sin lugar a dudas con Víctor Massán, como Samuel, un papel con mucha responsabilidad, ya que es el puente entre el público y lo que sucede en escena. Lleno de energía y que en todo momento está aportando su punto de vista. Un trabajo agotador y hecho con ganas. Ya me gustó mucho viéndole hacer el MC de Cabaret y aquí he vuelto a disfrutar con su interpretación. Un placer, la verdad.
Al igual que me sucede con David Tortosa, en la función de ayer interpretaba al Tuli. Un actor al que ya he podido ver en repetidas ocasiones y que no deja de sorprenderme. Algo que gustó mucho de lo que vi en él ayer es que, cuando le tocaba llevar las riendas de una escena, la función dejaba de ser un continuo ir y venir de sketches, si no que todo se aposentaba y se convertía en teatro del que apetece.
Viendo a Juan Carlos Martín sabes que hay calidad en el espectáculo y es que este señor, lástima no verle en montajes musicales de mas peso, es de esos actores que te pueden hacer cualquier cosa que les pidas, en cuatro escenas da el sentimiento justo para que enganchemos a su personaje con toda la sencillez del mundo. ¡Ojalá algún director piense en él para un papel donde pueda brillar con mas esplendor!
La verdad que la función es agradable de ver, es cierto que se cae en una fórmula que no creo que aguante muchos montajes mas, pero es de fácil consumo, entretenida y hace que te lo pases bien.
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David Tortosa Garaje Lumiere Isla desierta Jota Linares Juan Caballero Maggie Civantos María Hervás Paco Anaya Teatro

¿A Quién Te Llevarías A Una Isla Desierta?

Título:
¿A quién te llevarías a una isla desierta?

Lugar:
Garaje Lumiere

Autor:
Paco Anaya y Jota Linares

Elenco:
Juan Caballero
Maggie Civantos
María Hervás
David Tortosa

Director:
Jota Linares








Hay obras que me gustan mas, otras obras que me gustan menos. Obras que me entusiasman y obras que me dejan frío, pero hay algunas, solo algunas, que me agarran por dentro y no me sueltan.
Hay funciones que tienen un don especial y hacen que cuando sales de la sala se te quede un poso de desamparo en el alma. Un desamparo generado al verte obligado a cortar el lazo con ese momento que acaba de suceder. El desamparo del que es sabedor de que, con el último aplauso, deberá romper el cordón umbilical que se ha creado entre la obra y uno mismo. Y es que en algunas ocasiones, muy pocas, uno desearía quedarse a vivir atrapado en ese momento efímero que acaba de desaparecer. Esa es la magia del que sabe contar historias.
Creo que con lo dicho podría dejar de escribir esta crónica y ya todos sabrían lo que me ha parecido este montaje, pero me apetece hablar mas sobre ello.
«¿A quién te llevarías a una isla desierta?» Cuenta la última noche de cuatro amigos, EzeMarcos, Celeste y Marta, que comparten piso. La noche del 30 cumpleaños de Marcos. Esa noche se plantea, entre risas y alcohol, un juego que sacudirá violentamente la amistad que hay entre ellos.
Esa noche saldrán a flote muchas verdades ocultas que obligará a cada uno a decidir cual es su siguiente paso en la vida.

Con esta premisa los autores, Paco Anaya y Jota Linares, nos acercan un texto muy bien construido, que nos hace revivir ese momento que seguramente todos hemos vivido. El momento en el que uno se ve obligado, por eso tan jodido que es la «ley de vida», a tomar decisiones que afectarán a tu futuro.
El momento en el que se te plantea la encrucijada de tener que decidir si das un paso mas allá o te quedas en tu sitio y dejas que la vida haga las cosas por ti.
El momento en el que, diciéndolas en voz alta, conviertes en  «reales» esas verdades que llevas guardadas y que sabes que afectarán a la vida de todo el que te rodea.

El director, Jota Linares, nos pasea de manera muy dinámica entre sus personajes a través de escenas, flashbacks y monólogos, y nos sitúa a cada uno de ellos en el rol que va a tener que jugar en esta historia. Nos los ofrece en bandeja, sin juzgarlos, para que los degustemos a nuestro antojo, y seamos nosotros los que tomemos partida y  juguemos a decidir a quién de ellos nos llevaríamos a una isla desierta.

Y ahí tenemos a David Tortosa, Juan Caballero, Maggie Civantos y María Hervás, ofreciéndonos unas interpretaciones tan sumamente cercanas que, por momentos, olvidas que lo que estás viendo es una representación.  Hacen que creas que lo que ahí estás viendo se confunda con un pensamiento, con algo que llevas dentro, un recuerdo que te han «arrebatado» sin haberte dado cuenta. Aguantan a la perfección la cercanía del espectador, incluso te desafían con la mirada, hablando directamente a los que estamos sentados en la grada, haciendo que casi brote de tu boca una respuesta a lo que ellos te plantean; casi reprimiendo el acto reflejo de levantarte y secarle las lágrimas, o abrazar su desconsuelo… Y es que los cuatro, sin excepción, destilan una energía arrolladora, hacen palpable esa amistad, ese amor, esa sexualidad, esa inocencia, ese dolor… Hacen que casi sientas en ti mismo las caricias, los besos, las sonrisas, sus lágrimas. Da mucho placer poder disfrutar de actores de este calibre.

Ver esta función es el equivalente a volver a revivir de manera personal la ruptura con la inocencia. Es como echar la vista atrás y ver todo lo que se ha ido quedando por el camino provocado por «pequeños momentos sin importancia» y que construyen la vida que hoy es.
Salí con una sonrisa tristona, pero realmente es un gusto ir al teatro y que alguien sepa llegar hasta ahí dentro.

Lástima que esta crónica esté escrita un día después de que hayan terminado las representaciones. Eso sí, expreso desde aquí mi deseo de que haya una segunda temporada y que mas gente pueda gozar del trabajo de semejantes profesionales. ¡Un absoluto placer!

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David Tortosa Entrevistas Jorge Gonzalo Laura Castrillón Muñoz-Chápuli musica musicales Te quiero... Teatro Tela-Katola Tick tick...Boom

Entrevista Pablo Muñoz-Chápuli (Tela- Katola)

En estos días se reestrena el musical “Tick, Tick… Boom!” de Jonathan Larson. Dirigido por Pablo Muñoz-Chápuli,cabeza de Tela-Katola.
El día antes del estreno Pablo tuvo el detalle de aparcar un rato el stress que genera pensar en los últimos detalles para charlar con “En Un Entreacto” y contarnos detalles sobre todo lo que vamos a poder volver a disfrutar en elTeatro Arlequín de Madrid.
  • Antes de comenzar a hablar del espectáculo que retomáis, sería interesante explicar a los lectores de “En Un Entreacto” de dónde viene Tela-Katola, cómo surgió… En definitiva, ¿qué es Tela-Katola?

  • El comienzo de Tela-Katola viene del teatro universitario. En 1997 estaba haciendo teatro en “Teleco”. Era un trabajo muy chulo porque, haciendo teatro universitario, aprendes de todo… Luces, sonido, escenografía… te hace tener una formación muy sólida y autodidacta… Todos los años había un festival de teatro hecho por todas las escuelas de la Universidad Politécnica y se entregaban premios. Hubo tres años que ese acto lo organizamos entre las mismas personas, y pensamos “Oye, ¡qué bien se nos da esto!”, entre ellos estaba Ricardo Castella que escribía parte de los sketches junto con Diego Martín, que está trabajando para Paramount Comedy y como la cosa funcionaba muy bien pensamos, “¿Por qué no nos juntamos como grupo?” y nos dedicamos a hacer un humor muy al estilo “Les Luthiers”, mezclando música con un tipo de humor inteligente. Nos dedicamos a hacer sketches y café teatro hasta mas o menos el año 2000 que la cosa se diluyó, les propuse quedarme con el nombre de “Tela-Katola” y lo hice productora.
    Como me estaban tirando mucho los musicales y ya había montado “La Tienda de los Horrores” y “Rocky Horror Picture Show”, surgió junto con unos amigos la idea de montar “José y el Asombroso Manto Multicolor” teniendo como productora “Tela-Katola” y desde entonces se decidió que las producciones serían musicales y espectáculos de humor como “Filmotela-Katola” o como lo que estamos haciendo ahora “Tela-Katola Blues Band”. Así es como surgió el hacer “Marrily We Roll Along”, “Te Quiero, Eres Perfecto… Ya Te Cambiaré” y ahora “Tick, Tick… Boom!
  • De hecho con “Te Quiero…” tuviste mucho éxito.

  • Sí, empezamos en el 2004 con “Marrily We Roll Along”, que aquello fue una locura. 17 actores, 17 de orquesta… ¡Uf! ¡Complicado de manejar! Jajajaja… Entonces dijimos “Vamos a hacer algo mas manejable” y en el 2005/2006 pensamos montarlo, como ya hacía unos 6 años que ya se había hecho y estaba como olvidado, compramos los derechos y decidimos montarlo y la cosa fue creciendo. Lo hicimos en “El Teatro de las Aguas”, luego pasamos al “Teatro Gran Vía” , salimos de gira y a finales del 2007 lo aparcamos. Hasta que surgió la oportunidad de hacerlo en el Alfil en el 2010, ahí ya lo montamos a lo grande, lo mejoramos y estuvimos cuatro temporadas en el Alfil. Es ahí cuando realmente nos ha dado nombre y nos ha lanzado. Creo que es nuestro mejor montaje hasta ahora que estamos con “Tick, Tick… Boom!” que creo que es aún mejor.
  • ¿De dónde ha salido “Tick, Tick… Boom!”?

  • Tick, Tick… Boom!” aparece porque estaba entre todos los proyectos que tengo pendientes y que quiero hacer en algún momento… de hecho tengo una carpeta en el ordenador que se llama “Proyectos que quiero hacer”, donde tengo todos esos proyectos en los que voy trabajando…
  • Sí, eso te lo he escuchado en algún momento y me lo he imaginado como esa lista que todos tenemos de “Propósitos a cumplir en la vida”…

  • Jajajaja… Si, ¡es algo así! Y ahí tengo “Urinetown” entre otros y “Tick, Tick… Boom!” estaba ahí. Lo escuché hace muchos años y me enamoré. La música me pareció acojonante, como “Rent”, incluso mas y como digo, me enamoré. Pero lo dejé ahí y después por internet encontré el libreto, lo leí y ya me llamó menos. Así leído, en un formato que no separaba escenas, que venía sin acotaciones… No entendía muy bien la historia y no me gustó demasiado. Luego, hablando con Jorge Gonzalo, mientras hacíamos el “Te Quiero…”, me dijo que fue a Londres, que lo vió y que le pareció una pasada. Me contó como era el montaje, entendí mejor el libreto y me pareció una historia mucho mas interesante de lo que en un principio había pensado. Jorge me decía “Venga, tenemos que hacerla” y yo le decía “Bueno… en algún momento la haremos…” y pasó como un año en que pensamos mas en serio el hacerlo. Pensando que, como formato pequeño, nos lo podíamos permitir, pero necesitábamos una sala que nos cogiera, hicimos el dossier y nos fuimos en busca de sala, hasta que surgió lo del Lara y lo montamos.
  • ¿El montaje que pudimos ver en el Lara estaba basado en el montaje que vió Jorge?

  • Para nada.
  • ¿Es versión propia?

  • La dirección fue mía con ideas de Jorge, pero no quería el enfoque de Londres. Yo tenía en vídeo la versión de Broadway de Raúl Esparza y me resistí a verlo hasta poco antes del estreno porque no quería dejarme influenciar, quería montar lo que yo había entendido del texto. No me gusta nada copiar y si veo algo, seguro que me influye. Finalmente acabé por verlo porque había cosas en el texto, en la traducción que no estaba seguro de haberlas interpretado bien y tampoco quería cometer el error de hacer cosas que no hubiera entendido. Cuando lo vi me llevé una alegría porque creo que nuestro montaje es mejor. Raúl Esparza está increible, pero la versión de Broadway es una visión muy minimalista… demasiado para mi gusto y la propuesta escénica no me llegaba. Así que no cogí nada, la escenografía hablé con Anna Tusell y la propuesta que me hizo me entusiasmó.
  • ¿Respetáis el mismo montaje en el Teatro Arlequín que en el Lara?

  • Sí, porque el espacio no va a quedar mucho mas grande. Pensábamos que quizá el montaje quedaría pequeño, pero una vez que la orquesta está también en el escenario, ya se le quedan los mismos metros. Tenemos mas fondo, pero contamos con los cuatro metros que teníamos en el Lara. Eso sí, el público lo va a ver ahora mejor. Es verdad que en el Lara era todo demasiado bajo y se perdían cosas, pero en alto se va a poder ver todo mucho mejor.
  • Ahora que en ya han pasado los estrenos de los “Grandes” musicales y que la cartelera se ha quedado mas “tranquila”, ¿crees que es el momento de lanzar montajes de pequeño formato?

  • Yo creo que en este momento esa es nuestra ventaja, que somos los únicos. Antes estaban “Pegados”, pero ahora ya no. entonces, ahora tienes que pagar de 60€ a 100€ o pagar 10€ y vernos a nosotros y se va a ver un montaje americano, de Broadway y de buena calidad. Somos en estos momentos la única opción barata de ver un musical de calidad.
  • ¿Crees que el público en este momento tiene ganas de ver mas cosas que no sean las meramente comerciales?

  • Mi sensación es de que el momento es malo. Así como el momento ha sido malo para todos los sectores, en el teatro ha tardado un poco mas. Por ejemplo, durante la temporada del 2010/2011 del “Te Quiero…” fue muy bien, a pesar de que ya estábamos en crisis, pero la temporada a final del 2011 ya se notó. Ahora estamos en una época mala, cuesta vender entradas y la cosa está mal…
  • ¿Cuanto tiempo estaréis en el Arlequín?

  • De momento un mes, prorrogable. Dependiendo de como vayan las cosas, se podrán hacer mas funciones.
  • ¿Pensáis sacar “Tick, Tick,… Boom!” de gira?

  • La intención es sacarlo este verano. Los actores, al igual que yo, están deseando hacerla. La idea es crecer.
  • ¿Con qué sensación os fuisteis del Lara? ¿Qué tal fue la acogida?

  • ¡La acogida fue increíble! Es sorprendente, no gastamos un duro en publicidad, pero llenamos todos los días en Julio. Fueron 60 de aforo, pero 60 de aforo en pleno Julio, funciones en Jueves y Viernes, sin nada de publicidad ¡y lo llenamos! La gente salía entusiasmada. La respuesta fue muy buena. Y yo creo que ahora está mucho mejor, creo que lo que hemos trabajado ahora está 10 veces mejor de lo que hicimos en el Lara. Entonces confío en que la cosa va a ir bien.
  • Confiáis en el boca a boca.

  • Sí, yo creo que va a funcionar el boca a boca, esperamos a llevar un par de funciones para que comience a rodar.
  • Yo que he visto la función, pienso que es un musical diferente a lo habitual…

  • Esa es la idea. Es muy interpretado, es decir, es un trabajo actoral muy grande, que es mi gran orgullo. También es un trabajo musical muy grande, mas de lo que se suele hacer… Está muy trabajado musicalmente. La banda suena brutal, hay un trabajo de voces muy bueno y es un trabajo tan detallado que no se suele ver.
  • Cuando vi el montaje en Julio, me fuí con la sensación de que Larson tocó con los dedos lo que podía haber sido un giro en el género musical, pero que al morir se quedó todo ahí, sin nadie que le hiciera el relevo…

  • Sí, ya sabes que Larson admiraba muchísimo a Sondheim, y los dos son de los pocos que realmente hacen teatro. Me refiero a que buscan una historia teatral a la cual le ponen música, pero que es teatro. Y Larson, aunque es de un estilo musical diferente a Sondheim, coincide en buscar sobretodo la historia. Busca realmente contar una algo y creo que es lo que los diferencia, porque los demás compositores van mas al espectáculo. Webber sobretodo se apoya mas en el espectáculo que en una historia profunda que contar, Larson buscaba mas el teatro musical como tal, como teatro que creo que es un error que se comete mucho, el optar por el espectáculo mas que por el teatro.
    Después no se ha vuelto a hacer algo al estilo de Larson… Quizá “Avenue Q”, dentro de que es comedia, tiene cierto profundidad en lo que cuenta, tiene una forma muy amarga y muy dura de contar cosas muy buenas de contar… “Urinetown” es el ejemplo, es un musical que realmente te cuenta algo, lo que pasa que te lo cuenta de forma muy absurda y divertida, pero te cuenta algo que para mi es muy interesante de contar…
  • Desde “En Un Entreacto” lo que se intenta es dar a conocer un poco las tripas de los montajes teatrales. Intento no hacer una crítica sin mas, si no desde las sensaciones que despiertan los montajes como espectador que pasa por taquilla, pero que ha conocido lo que es estar o intentar estar ahí arriba. Esto hace que quiera dar a conocer un paso mas allá de lo habitual, es decir, cómo es el proceso de montaje, los castings, qué es lo que busca el director, cuál es su manera de trabajar… ¿Qué nos puedes contar sobre todo esto?

  • Principalmente lo que te puedo decir es que yo para trabajar necesito llevar el control de todo. No puedo evitarlo. Producción, dirección musical y escénica, quiero ser el último y único responsable del producto. No quiero tener que discutir con un equipo si las cosas se tienen que hacer de una manera o de otra, tengo muy claro lo que quiero hacer y lo quiero hacer así. Quiero un equipo de gente que me siga, que proponga, que aporte, pero que me siga. Tengo un equipo de trabajo fabuloso. Puedo decir que hay una cosa que se me da bien, mas que dirigir jajajaja, es escoger equipos, especialmente repartos. Tengo mucho cuidado escogiendo repartos. Cojo gente que son actores, gente con mucha capacidad actoral, mas que cantante. Me interesa mas que sea actor, pero tiene que saber cantar… aunque si no puede cantarlo, podemos trabajarlo. Eso sí, tiene que tener una base… Como actor tampoco pido que tengan una formación tremenda, pero si tienen que tener la capacidad de dejarse llevar. Luego, en la dirección, es cuando vamos a trabajarlo. Luego tiene que ser una persona que confíe mucho en mi y que sea muy buena persona, es decir, que mole trabajar con él, para mi es algo fundamental. Y es por eso que mis equipos suelen ser gente con la que mola trabajar. Son gente que se lleva muy bien. Si es conflictivo, si da problemas, si es un divo… No, no lo quiero. Quiero gente que le guste formar equipo, que se implique. Que sepan que lo que realmente importa es el producto. Que quieran participar en un producto que sea bueno.
    Por un lado tenía a Jorge Gonzalo, que fue quien me propuso que hiciéramos “Tick, Tick… Boom!”, aún así, aunque él me lo propuso y estaba en el proyecto desde el principio, le hice prueba porque me parecía algo muy difícil de cantar y al comienzo tenía dudas. Le pedí que se preparara dos canciones con un pianista y me las enseñara. La primera porque es la mas difícil de cantar y el solo, que es la mas complicada expresivamente. Vino un día a casa, me lo cantó y dije “Pues sí, puedes cantarlo”, me demostró que podía hacerlo sin ninguna duda y además hace un trabajo actoral fabuloso.
    Con los otros dos actores sucedía una cosa… Surgió lo del Lara de un día para otro, nos quedaban 5 o 6 semanas para estrenar y no teníamos reparto y no teníamos dinero… así que necesitábamos dos personas que en pleno mes de Julio se implicaran en el proyecto… así, por amor al arte. Era lo que había en ese momento… Llamé a un montón de puertas de gente con la que me apetecía trabajar, pero o estaban trabajando o no podían permitírselo… No había forma. Y en una de esas, Ruth Calvo que es una de las personas que me hubiera apetecido que lo hiciera, pero que estaba en “Los Miserables”, me habló de una alumna suya, de Laura Castrillón, la convoqué a casting y se preparó una canción, ese día iba justita de voz, pero le vi potencial, así que le di unas indicaciones y le pedí que volviera otro día. Vino, la volvió a cantar y lo hizo muy bien. Le dije que podía hacerlo y que lo iba a hacer muy bien.
    El papel de Michael lo iba a hacer Diego Rodríguez, pero estaba también en “Los Miserables” y Jorge me propuso a un amigo, David Tortosa, le hice la prueba. Actoralmente iba sobradísimo y vocalmente lo hice bien, así que un día probé a los tres juntos, con la canción final… La cantaron una sola vez y empastaron y afinaron tan bien que no me quedó ninguna duda. Cuando lo hicieron me gustaron tanto que creo que si lo hubiera buscado así, no lo hubiera encontrado.
  • Además que en el Lara al tenerlos tan cerca transmitían algo muy especial hacia el público.

  • Sí, transmitían la unión entre ellos, como lo estaban pasando. ¡La última función no podían dejar de llorar! Y ahora están super emocionados de volverlo a hacer. La verdad que es un gusto.
    Y con la banda lo mismo, fue gente que me costó reclutar al principio. El bateria, Antonio Ajenjo, es el de siempre, siempre he trabajado con el mismo y no trabajo con otro. Desde “La Tienda de los Horrores”, te hablo del año 95 ha sido mi batería. Y solo ha trabajado conmigo. El bajo, Gorka Menchaka, ya estuvo trabajando conmigo en “Marrily We Roll Along”, el pianista hasta ahora ha sido siempre Quique, pero ahora está en Edimburgo y ahora es Alberto Alejandre que también lo tuve muy al principio. Pero mi gran problema era el guitarrista, nunca había trabajado con ninguno y era mi problema, pero apareció José Manuel Sanz y es fabuloso y es un tío impresionante. Luego hemos doblado a toda la banda porque ya nos surgieron algunos problemas en el Lara, que gracias a la implicación de los mismos músicos pudimos solventar y ahora pues he decidido doblarlos a todos y son también gente muy maja, que se trabaja muy bien con ellos y muy buena. Ana Huerta, Alberto García y Alfonso Cifo. Hemos trabajado un punto muy bueno y es, a parte de la labor musical, la expresividad de la banda. Están en escena y ellos tienen que trabajar mucho expresivamente con lo que hace el cantante. Lo hemos trabajado mucho y ha salido muy bien, en canciones como la de Susan, todo es muy emocionante gracias a esto. Además de la labor de Laura, por supuesto, el trabajo de la banda es impresionante.
  • ¿No te planteaste hacer alguno de los personajes?

  • No, por voz no llegaba a ninguno de ellos. Ya lo hice a modo de gamberrada en “Te Quiero…”, pero no. Además la dirección perdería mucho, el producto es mucho mas bueno porque lo puedo estar viendo desde fuera.
  • Desde arriba tiene que ser muy complejo dirigirlo.

  • Sí, te pierdes muchas cosas y pierdes cierto control sobre el producto. Mejor desde abajo y controlarlo todo bien.
  • ¿La elección del Teatro Arlequín fue premeditada?

  • En principio barajamos otra sala, pero se les quedaba un poco grande y Raquel Berini que es quien me ayuda en temas de producción, habló con el Arlequín y se enteró que tenían un hueco. Le ofrecimos el montaje y mostraron interés. Luego resultó que es un teatro especialmente bueno para el montaje. Esta al lado de Gran Vía, está teniendo una programación muy joven…
  • ¿Y para cuando un proyecto original de Tela- Katola?

  • Pues si que me lo he planteado, pero mi idea es poder juntarme con varios escritores y compositores y realizar un workshop para ver qué sale porque lo que si tengo claro es que lo que haga original tiene que ser algo de calidad, un ejemplo de lo que quiero es algo con la calidad de “Pegados”. Es por eso hacer un trabajo con varias personas, crear equipo y ver qué puede salir de interesante.
  • ¿“Urinetown” es lo próximo que tienes ahí para montar?

  • Sí, es lo próximo y tiene que salir este año. El problema es que es muy grande y caro. Estoy buscando cómo hacerlo, pero lo que mas me preocupa es donde hacerlo… pero este año saldrá.
  • Y ya para terminar, sé que andas organizando un curso de introducción al canto coral a través de los musicales…

  • Sí, es cierto. Será a partir del 26 de Marzo en la Escuela de Música Creativa. Pienso que es algo fundamental a la hora de que los actores se puedan acercar a este género y creo que va a ser muy divertido. Va a estar muy basado en la práctica, sin olvidarnos de la teoría, pero enfocado a la práctica y para que la gente tome costumbre el trabajar con partitura, que es algo que se trabaja menos de lo que parece. Información sobre el curso: Curso Introducción al canto coral a través de musicales
    Le doy las gracias a Pablo por su tiempo, su simpatía y por la charla tan agradable e interesante que tuvimos. Tanto a él como a Jorge Gonzalo, Laura Castrillón y David Tortosa, les deseo mucho éxito con este montaje y ojalá nos volvamos a ver para poder seguir hablando de futuros proyectos. De momento, que nadie se pierda «Tick, Tick… Boom!» 
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