Categorías
Benedetti Busquier Círculo del Arte Pedro y el Capitán Pos Sixto Teatro

Pedro y El Capitán

Es complicado ser objetivo cuando vas a hablar de algo que has visto crecer, que sabes de la pasión con la que se ha afrontado el proyecto y ver la ilusión en los ojos de quienes lo están dando todo para sacarlo a flote.

El viernes acudimos a ver «Pedro y El Capitán» de Mario Benedetti en El Círculo del Arte. Interpretada por Javi Posadas y Daniel Busquier y dirigida por José Luis Sixto.

Un libreto maravilloso y duro, muy duro; donde se han quitado todas las referencias a la dictadura Uruguaya de la que habla Benedetti, para mostrarnos una dictadura militar sin referencias a bandos ni ideologías. Un juego donde vemos como la balanza no siempre se inclina hacia el mismo lado, donde no queda claro quienes son vencedores y quienes los vencidos y donde se demuestra que la crueldad del ser humano es infinita si se nos pulsan las teclas adecuadas… terrible.

Es un texto que exprime el alma del actor, literalmente. Que exige afrontarlo desde las tripas, para que el público lo reciba como lo que es, un puñetazo en el estómago.

Las interpretaciones fueron tal y como pide esta función, sinceras, llenas de matices que hacen que los largos monólogos que tienen tanto Posadas como Busquier estén llenos de humanidad y no sea un mero recitar de texto, peligro en el que podían haber caído fácilmente por lo extenso de sus parlamentos, pero que sin embargo consiguen que sigas con angustia el correr de los acontecimientos, sufriendo por (y con) ambos. En ciertos momentos los nervios del estreno y de la gran responsabilidad que conllevaba este montaje, hizo que hubiera traspiés con el texto y algún desliz en la vocalización, cosas a pulir para futuras representaciones. Nada que no se pueda solucionar teniendo en cuenta la solvencia de ambos actores.

Javi Posadas inquietantemente humano, nos muestra la debilidad del que se cree con el poder. Compone un personaje lleno de matices y lárgamente masticado para obtener un Capitán creible, real, sin caer en el estereotipo. Mimando a su personaje para no permitirle que se convierta en un cliché. Responsable de llenar la escena de movimiento, nos muestra una interpretación en cierta manera contenida y con el que, de alguna forma, llegamos a empatizar aunque esto nos incomode y nos cree cierto conflicto interior.
Daniel Busquier nos regala una interpretación «in crescendo», dolorosamente creíble, y absolutamente generosa. Hace partícipe de su agonía al público. Hila muy fino para no dejarse caer en el esperpento, que podría suceder teniendo entre manos semejante personaje. Todo un descubrimiento.

Con los elementos justos en escena y afrontado todo desde la sencillez, nos sirven en bandeja una función sangrante. Un duelo entre dos personas que sufren, cada una desde un punto diferente. Donde según va avanzando la trama, se va viendo que estar preso no es necesariamente estar cautivo. Ambos son víctimas del momento que viven. Donde Benedetti nos muestra que el ser humano es débil y vive atrapado en si mismo y de las circunstancias que le rodean. ¿Realmente tenemos opción a elegir?

Ojalá no se haya quedado tan solo en estos dos pases; que tenga mas vida, porque creo que es una función que va tomando peso y volumen según se van sucediendo las representaciones y pienso que puede llegar a ser una obra a tener muy en cuenta. Y como dije al comienzo conozco el trabajo que ha habido detrás y creo que después de tanto esfuerzo, merece tener una vida mas larga y que pueda disfrutarla mucho mas público.

Categorías
Blancanieves Cossials Crudo Invierno Metrópolis Personales Pos Teatro Topanga

Cachorros

Los meses de Junio y Julio el calor aprieta y los «Cachorros» gestados en las escuelas de interpretación salen de sus «madrigueras» para exponerse al público, para enfrentarse a los ojos de los que habitamos el mundo exterior… Recitales, muestras, propuestas, obras, fragmentos, inventos, experimentos… cada uno realiza su muestra de diferente manera, pero todos con la misma ilusión, el mismo hambre… Porque no sé si os habéis fijado, me imagino que sí, que todos esos «Cachorros» salen a escena hambrientos, dispuestos a comerse de un solo bocado lo que se les ponga por delante. Los ves nerviosos, con cierto miedo en los ojos, pero con un brillo especial, el mismo que te da tener por dentro un «algo» que te remueve las tripas porque vas a darlo todo y esperas la aprobación del que te está mirando… Y es que, quien mas o quien menos, puesto sobre las tablas, apuesta por si mismo como la mejor propuesta de toda la camada, creyendo que ese paso que está dando es crucial en su carrera hacia el estrellato… Solo hay que ver el brillo en los ojos de todos y cada uno de esos «Cachorros».

Todos los que hemos estudiado interpretación lo hemos vivido, todos hemos salido a escena con nuestro texto sabido y preparado durante meses, pero con la cabeza nublada, sin poder fijar la vista porque sientes todos esos pares de ojos pendientes de ti, de tus palabras, tus reacciones, tu respiración, tus manos (¡Que no se note que tiemblo!), pero pensado que esa es la noche de tu triunfo, ¡casi profesional!

Cuando finaliza la función vienen los saludos, los aplausos, los besos, los abrazos, las felicitaciones de todo aquel que ha ido a la muestra a verte… Y el mirar de reojo a los que no te conocen, pero te han visto; esperando por si alguno de ellos viene a saludarte, a felicitarte por tu trabajo. Y es que a todos se nos ha visto, y se les sigue viendo, en el interior de su mirada que te están esperando con toda la ilusión del mundo, porque todo lo han dado por ti, aunque no te conozcan. Se han subido al escenario para ofrecerte todo su arte; sintiendo que tienen un nuevo seguidor de su carrera, y que seremos uno de los miles que vendrán detrás… porque aún estás en la escuela, pero quieres comerte a los Arévalo, a las Abascal, a los Tosar, a las Portillo o deslumbrar a los Almodovar o Amenabar, incluso a los Allen o Spielberg que hay sueltos a la espera de alguien como tú… Es maravillosa esa borrachera de ilusión y de emoción porque ves a los «Cachorros» que realmente creen en ellos mismos, que bajan del escenario envenenados de teatro y con el ansia de mas y mas. Después ya vendrán las salidas del nido, los primeros vuelos, el estrellarse contra el suelo, las remontadas, los nuevos intentos y ahí ya aparecerá la «Selección natural», la tenacidad y la perseverancia de cada uno… y los guardianes del destino que son ¡los directores de casting!, que serán los que te darán paso a una nueva dimensión o los que te harán quedarte a las puertas… pero eso es otra historia que no viene a cuento porque ahora de lo que hablamos es de la ilusión de los «Cachorros», de su carrera torpe, pero llamativa, que te despierta tanta ternura y por la que le damos todo el apoyo para que se atrevan con mas y vean hasta donde son capaces de llegar.

Este año he tenido la oportunidad de presenciar dos muestras completamente diferentes una de otra, tanto en la puesta en escena como en lo personal. «En Lo Mas Crudo del Crudo Invierno» y «Blancanieves Sálvame Deluxe«.

Cartel «En Lo Mas Crudo del Crudo Invierno» 2011

La primera la realizaron a finales del mes pasado los alumnos de tercer curso de Metrópolis C.E. Una maravilla de función que me tiene atrapado desde hace 14 o 15 años porque yo mismo salí de la misma escuela interpretando esa misma obra. Algo que me hizo no dudar en regresar, reencontrarme con viejos compañeros de reparto y con mi primera profesora de interpretación a la que guardo muchísimo cariño, Clara Cosials. Fue toda una sensación encontrarme en el mismo lugar y con la misma obra, pero situado «al otro lado». Casi me sentí dando el relevo y entregando toda mi ilusión para que siguieran adelante.

Me pasé toda la función sonriendo con ternura, viéndoles hacer, alimentándome de sus nervios, de su energía, de su emoción y dándoles todo mi cariño. Porque dentro de la imperfección que da el ser aún una «promesa», la entrega que tienen es abrumadora, y es una pena que muchos la pierden cuando pasan a la nueva dimensión que es lo profesional, y creo que es esencial conservar parte de todo ese sentimiento que uno lleva dentro en esos primeros momentos… ¡Bravo! Lo hicieron realmente bien, y fue un gustazo sentirme de nuevo un poquito Jerry, con permiso del actor que ahora lo interpreta. Y si a eso añadimos que aún figura una foto mía colgada en las paredes de la escuela justo interpretando ese papel… ¿qué mas puedo pedir para sentir lo maravilloso que es sentirse parte de todo esto?…

Cartel Blancanieves Sálvame Deluxe – Topanga Taller Teatral 2011

La otra obra, «Blancanieves Sálvame Deluxe«, la vi el pasado lunes día 11 de Julio en la sala La Escalera de Jacob. Muestra del Taller Teatral Topanga, de mi amigo y grandísimo creador Javi Posadas. Una apuesta arriesgada y muy trabajada. Un propuesta de los alumnos de 2º grado basada en improvisaciones, algo realmente valiente donde las haya. No todo el mundo se sube a un escenario sin un guión aprendido, sin su texto bien sabido, y menos cuando apenas si se tienen tablas, pero también es cierto que el hambre de los «Cachorros» hace que acepten este reto propuesto por su profesor de una manera tan loca y atrevida… Y por supuesto, tan bien resuelta! Una vuelta de tuerca a toda la historia del cuento de Blancanieves, llevándolo al mundo del reallity mas moderno. Dejándoles toda la libertad, partiendo de una pocas premisas y alimentándose de un público que casi es otro de los personajes de la función, ya que su energía hace que los que estamos sentados nos sintamos parte de todo el entramado y nos entreguemos a jalear a los protagonistas en ciertos momentos, casi como los antiguos romanos en los espectáculos de gladiadores.
¡Muy valientes, sí señor! Cuando finalizó fuimos varios los que pensamos y comentamos que, si realmente les apetece sacarlo adelante, podrían hilar mas fino y podrían sacar una función realmente ácida y divertida. Apta para vender y no quedarse en una mera muestra. Veremos que nos dan estos «Cachorros», si se atreven a dar el salto al vacío.

Estas son solo dos muestras de las muchas que está habiendo en estos días en las escuelas. Dos en las que he podido disfrutar de ver la sonrisa enorme en las caras de los actores, las miradas llenas de emoción cuando reciben el aplauso del público, sintiéndose mucho mas cerca de su sueño.

¿Hay algún otro lugar donde uno pueda percibir algo tan grande como esto? A mi, ahora mismo, no se me ocurre.

Categorías
Espadas Hair Inma Fernández Kike Navas Kuya Laura González Miss Saigón musicales Natalia Hernández Oliver Personales Pos Superstar Teatronamos Zamalloa Zancada

TEATRONAMOS

En unos días se estrena «Hair» en Barcelona y eso me traslada a mis 19 años, cuando mi amiga Ana Prieto nos metió, sin saberlo, Teatronamos en el alma…

Teatronamos mas que un grupo de teatro musical amateur, fue casi un estilo de vida. Al comienzo se llamaba «Teatropello», pero ya había alguien con ese nombre así que acabamos por ser Teatronamos, mucho mas acorde con lo que hacíamos… Desde ya les doy las gracias por no haberme hecho prueba de canto porque si no, esto ahora no existiría…  Y es que es una parte muy importante de lo que soy ahora mismo. El culpable de que ahora me muera por los musicales y que adore el mundo del espectáculo. Por Teatronamos tengo los amigos que tengo y conozco a tanta gente que ha pasado por allí en una u otra época. Gracias a Teatronamos sé que lo que uno se prepone, lo puede conseguir. Que las cosas no salen «chasqueando» los dedos, pero si luchas, puedes llegar a conseguirlo y, sobretodo, divertirte intentándolo.

Lo principal de todo era conseguir sacar adelante los proyectos que se nos ponían por delante… Con decir que conseguimos representar «Miss Saigón» con escenarios móviles (al estilo costalero de semana santa, pero móviles al fin y al cabo) y con helicóptero incluido, ya dice bastante…
El caso es que allí estábamos todos involucrados. Ensayábamos Jueves y Sábados, pero gracias al «gusanillo» que nos supo meter Javi Malo (Mi querido amigo Pos… es lo que tiene haber sido el director, no?), nuestro director y miembro fundador junto con Cesar, hubo un momento en el que «respirábamos» Teatronamos los 7 días de la semana, las 24 horas del día… El resto de la semana era secundario, era la transición que debíamos vivir de un ensayo a otro, pero nuestra vida, la vida real de los miembros del grupo, comenzaba el Jueves por la tarde y continuaba el sábado a medio día… Estábamos todos deslumbrados con todo aquello. Y es que eramos cada uno de su padre y de su madre, pero todos estábamos en el mismo barco. Estábamos los que estudiábamos arte dramático un poco mas en serio, los que estudiaban otras carreras y las dejaron para probar suerte en «esto», los que siguieron con sus carreras aunque tardaron eternidades en terminarlos por culpa de «esto», las que entraron siendo unas niñitas de 14 años, con los ojos como platos viendo a aquellos viejos de «casi treinta» y trabajan ahora de «esto», los que entraron por amigos de amigos y que acabaron calando muy hondo, los que lo probaron y se fueron para hacer su propia andadura… Pero todos y cada uno de los miembros de Teatronamos tienen al menos una anécdota que contar y, como los tipos que no pueden evitar contar sus batallitas de la mili, así son los miembros de este grupo. Todos tienen alguna preparada y enlazarán una con otra y si te descuidas,  acabarás escuchando sin remedio como cupimos veintitantos actores en el «escenario» de «La Flauta Mágica» representando «Hair», ¡ojo! si sale esta anécdota debes saber que acabarán llevándote allí para que te maravilles por ti mismo del tetris que montaron… De como rebuscaban en los contenedores de basuras para la escenografía de Miss Saigón, de como alguno se abrasó un pie con los cigarrillos mal apagados en escena, de las galletas que se comían entre cajas y nadie salía a cambiar el decorado, de los miles de viajes y las borracheras de los sábados tras los ensayos que se convertían en domingos mañaneros… Pero sobretodo de la satisfacción que nos causaba el aplauso del público, aunque a veces solo fueran el grupo de las madreas asiduas, y el sentimiento de cariño que teníamos por lo hecho y entre nosotros. Y eso es señal de que aquella fue una época dorada para muchos de nosotros y como decía antes, causante de que ahora seamos como somos en muchos aspectos de nuestra vida.

Ahí tenemos a profesionales que llevan en sus venas algo de veneno de Teatronamos como Lourdes Zamalloa, Antonio Zancada, Laura González, Natalia Hernández, Pedro Espadas, Francisco Reyes, Inma Fernández, Kike Navas, Jesús Gago, Kuya Manzano, Javi Navares, Javi Pos y su estupendísima escuela Topanga, Olga Antúnez y su productora «Hechizo Producciones», y seguro que me dejo a alguno en el tintero y desde ya pido que me disculpe porque se me agolpan los nombres y los recuerdos…

Otros miembros de Teatronamos siguieron con su vida por otros derroteros no menos estimulantes y que son tan importantes como los que ahora son profesionales, Ana Prieto, una filmoteca andante y una actriz como la copa de un pino que se ha perdido el mundo!, Raquel, Ana Señán, Carmen Izaguirre, Carmen Belén, Pili, Isa, Javi Bueno, Alonso, Nerea, Israel (Cris), Laura Merlos, Charly, Miryam, Virginia, Leticia, Cesar, Juan, Rosi, Farath, Germán… Una lista brutal de personas con las que he compartido la que podría ser una de las etapas mas bonitas de mi vida.

Gracias Teatronamos por todos los momentos vividos, por haber hecho de mi esta parte de lo que hoy soy, de las ganas de contar cosas que tengo siempre, por inculcarme el amor por los escenarios, y sobretodo por todas y cada una de las personas que he encontrado desde que un sábado cualquiera entré en aquel local de ensayo a cantar aquello de… «Let the sunshine!!!!» (Wooojuouyeeee… Mierda, he vuelto a desafinar…)

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar