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Lo Que Sé Del Amor

Título:
Lo Que Sé Del Amor
Autor:
Antonio Zancada
Lugar:
El Sol de York
Elenco:
Antonio Zancada (M)
Gema Zancada (H)
David Martín (4)
Carmen Barrantes (Lula Dubois)
Guadalupe Lancho (Cher del Sagrado
                                  Corazón de Glenn Close)

Banda:
Germán Latorre (6) – Bajista
José Luis Fraga (5) – Batería
Juan Manuel Latorre (7) – Guitarra
Carlos Salas (8) – Teclados

Música:
Fraga, Latorre, Latorre, Martín, Salas & Zancada
Vestuario:                                     Escenografía:
Rosa Godiva                               José Sánchez Antonio
Producción:                                 Codirección:
Rafa Romero de Ávila              Alberto Sánchez Diezma & Rebeca Sánchez López

Dirección:
Antonio Zancada
El Sol de York es una sala que nació en el centro de Madrid para abrir sus puertas a todas aquellas propuestas que rompen con lo habitual y que aportan una visión renovada de lo que se cuece en el ambiente teatral, y desde aquí aplaudo su iniciativa por dar oportunidad de ver un tipo de teatro que en otros circuitos nos sería imposible de poder disfrutar, al menos desde un comienzo, porque ya ha habido montajes que gracias, en parte, a haber sido programados en esta sala han podido saltar a teatros de mayor aforo. Así que estamos ante un equipo de gente valiente que arriesga y nos trae propuestas de calidad, y que además merece que les prestemos mucha atención porque miman al espectador como pocos.
Uno de esos montajes que han recalado entre sus paredes es «Lo Que Sé Del Amor», musical de creción propia, escrito y dirigido por Antonio Zancada, con música en directo de mano de los Funkin’ Donuts, que nos cuenta a modo de cursillo de formación los diferentes tipos de amor que existen… si es que el amor en si mismo existe…
Nos reciben en un escenario circense donde compartiremos cerca de hora y media con toda esta troupe que forma parte de esta particular parada de «freaks» del amor; y es que al menos a mi me hicieron sentir dentro de esas ferias ambulantes que salen en las películas americanas en las que uno entra en una carpa con la promesa de poder ver «Lo Nunca Visto» y que, tratándose de este autor, así es.
Cuando uno se sumerge en el imaginario de Antonio Zancada tiene que estar preparado y dispuesto a encontrarse de todo y, por supuesto, nada de lo esperado.
Dentro de esa cabeza casi renacentista hay un mar repleto de mil especies diferentes de seres extraordinarios; júntese y sepárese la palabra «extra» al gusto porque de ambos tipos tiene y, en su caso, ambos se complementan.
Seres con incontinencia verbal, que quieren decir lo que piensan, pero que a veces no piensan lo que dicen y que esto mismo les hace libres y les hace poseedores de esa toque que hace que conectes con ellos.
Un montaje divertido, lleno de chispa, de golpes de humor que bailan entre lo facilón y lo sofisticado, mezclando el glamour ante los focos y las miserias del backstage. Con un buen ramillete de canciones pegadizas y pegajosas que mezclan estilos y que ayudan a la comprensión de las «lecciones» que cada uno de los personajes se encarga de impartirnos y que incluso te dejan con ganas de escuchar mas. 
Quizá con un comienzo mas acertado y desarrollado que su precipitado desenlace, pero con una historia que en definitiva hará pasar un gran rato de locura, risas y despreocupación, para los espectadores que se atrevan a penetrar en este cursillo desquiciado, heredero de aquel mítico «1000 clases de amor» que marcó lo que hoy es todo un estilo, el estilo Zancada.
Un elenco que nos trae a escena al propio Antonio Zancada junto a Guadalupe Lancho, Gema Zancada, David Martín y Carmen Barrantes, mas los cuatro músicos que son parte activa del espectáculo. Y que convierten el reducido espacio que es el escenario de El Sol de York en un enloquecido ir y venir de situaciones y personajes que no nos dan respiro.
Con el permiso de todos, no puedo resistir la tentación de destacar la labor de Carmen Barrantes, actriz que me tiene absolutamente ganado desde que la vi en «Cabaré de Caricia y Puntapié«, con esa vis cómica que le brota por todos lados. Es capaz de con un solo movimiento de ojos llenar todo un escenario. Uno la ve aparecer en escena y ya intuye que nos va a traer mas de lo que en principio nos vende y es que su Lula Dubois es un bombonazo que nos regala momentos absolutamente delirantes.
Otra cosa puede que no, pero que los actores que trabajan en este montaje se entregan de lleno al espectáculo, es innegable y es que no cualquiera sale airoso de un espectáculo que juega con unos personajes tan al límite y un humor tan corrosivo, absurdo y desvergonzado como el que Zancada nos ofrece.
Estoy convencido que este «recién nacido» que es «Lo Que Sé Del Amor» va a crecer fuerte y sano y va a traernos muy buenas noticias y grandísimos momentos. Tan solo ha dado unos tímidos pasos que en cuanto tome confianza serán firmes y contundentes.
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Antonio Zancada Gala García-Cuerva Gema Zancada Juan Manuel LaTorre Nani Rodríguez Sala Triángulo Teatro

Cuentos Surrealistas Para Mujeres Reales

Título:
Cuentos Surrealistas Para Mujeres Reales


Lugar:
Sala Triángulo

Autor:
Antonio Zancada

Elenco:
Gala García-Cuerva
Nani Rodríguez
Gema Zancada

Música:
Juan Manuel LaTorre

Estilismo:
Raquel Rodríguez

Iluminación:
Martín Egeido

Dirección:
Antonio Zancada


El viernes pasado asistí al reestreno de esta comedia escrita y dirigida por Antonio Zancada, que vuelve a la Sala Triángulo tras la buena acogida que tuvo hace unos meses.
«Cuentos Surrealistas Para Mujeres Reales» es un espectáculo montado a base de escenas independientes que tienen como nexo de unión a la mujer, así, en toda la extensión de la palabra, y las relaciones que mantienen entre ellas. Gala García-Cuerva, Nani Rodríguez y Gema Zancada, son las tres actrices encargadas de la difícil, y bien conseguida, tarea de encarnar a mas de una veintena de mujeres diferentes que viven situaciones cotidianas que poco a poco, sin que a te des cuenta hasta que lo tienes encima, se convierten en un absoluto delirio.
La función comienza con la creación de la mismísima Eva, pasando por diferentes mujeres, estados, situaciones y preocupaciones, hasta llegar a la vejez. Dando rienda suelta a todo un imaginario de momentos plagados de situaciones que todos reconocemos y que son llevados al extremo e incluso se pasan de él para saltar a otras dimensiones y convertir lo que estamos viendo en algo completamente inclasificable y con una trastienda que va mas allá de la propia «coña» o del mero divertimento.
Ir a ver un espectáculo escrito o dirigido por Antonio Zancada siempre es garantía de disfrutar de un montaje mordaz, ácido y con un toque de ternura, entre diálogos brillantes; de esos que te gustaría poder ir apuntando para tenerlos siempre presentes. A veces son pequeñas gamberradas juguetonas que te cosquillean cuando los escuchas y otras veces son puñaladas a la conciencia que te «noquean» porque no las ves venir.
Las escenas están muy bien hiladas y mezcladas, unas mas amables, otras mas cínicas, otras mas reivindicativas, pero casi todas muy acertadas. Incluso podría decir que me quedo con aquellas que dentro del «surrealismo» del espectáculo, van un poco mas allá, se mojan, y dejan un sentir agridulce en el espectador, como esas tres «Ritas» que dentro de su dulzura nos hielan por un momento la sonrisa y nos dan tanto que pensar o esas madres en la sala de espera e incluso esa ama de casa con esa relación tan «particular» con los electrodomésticos.
La música compuesta por Juan Manuel LaTorre nos transporta al mundo propuesto por el director y hace que el espectador se predisponga a entrar en el juego que se nos ofrece. Una música que tuvimos la suerte de disfrutar en directo en un momento del espectáculo, cuando Juan Manuel LaTorre acompañó a la guitarra a Gema Zancada en una de las dos canciones que la actriz interpreta en la obra.
Otro punto a destacar de la función es la escenografía, que a mi me sugería un «limbo» femenino, donde viven todos estos personajes y que les da pie a llevar a cabo todos estos cuentos surrealistas. Una casa de muñecas que sirve para crear todos los ambientes que se nos antojen y poder enredarlos y desenredarlos a nuestro antojo.
Si tengo que ponerle un pero al espectáculo, diría que son algunos finales de escena. Había ocasiones en las que se me quedaban algo descolgados, como si  la intensidad conseguida no se mantuviera  hasta el oscuro que marca el final de la escena. Noté como en algunos finales se desinflaba la atmósfera conseguida cuando las actrices salían de escena…era como si hubiera un tiempo muerto que juega a la contra del ritmo de la obra. Quizá fuera debido a los nervios del estreno.
Me gustó mucho el trabajo de las tres actrices.  Transmiten una gran sintonía entre ellas, ganas de divertirse y que nos divirtamos viéndolas. Tanto Nani, como Gala y Gema nos ofrecen una gran versatilidad interpretando a tantas mujeres y tan dispares, transformándose en apenas unos segundos. Tienen una vena «payasa» que me encanta y que me arrancó mas de una carcajada y tres miradas de las que traspasan, y una entrega que deja un sentir muy bonito en el espectador.
Tenía ganas de encontrar un espectáculo que me hiciera reir, que me divirtiera y que me despejara un poco de la intensidad emocional a la que me había entregado con otros montajes vistos recientemente, y creo que este me ha dado ese aire fresco que me necesitaba. Muy recomendable para disfrutar de un humor lleno de mensaje y de acidez.