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Carles Cuevas Daniel Acebes En Un Entreacto Radio Entrevistas Teatro

En Un Entreacto Radio – Programa 3

En esta nueva entrega de En Un Entreacto Radio tuvimos sorpresas, colaboraciones, incorporaciones y unos invitados que nos hicieron pasar un increible rato de charla entre amigos.
Daniel Acebes y Carles Cuevas vinieron a hablarnos de todos los proyectos que tienen entre manos, «Que Nadie Se Mueva», «La Hermosa Fea», «Enrique VIII» y el inminente regreso de «El Secreto de las Mujeres» que además optan a la primera ronda en los Premios del Público BroadwayWorld.
Este ha sido el primer programa en el que hemos contado con nuestro nuevo compañero Cesar López que hará su particular batería de preguntas a los invitados y contactará con las redes sociales. Así que animaos a hablar con nosotros, o bien por el chat o desde Twitter con el hashtag #SoyEntreactero.

Vamos evolucionando programa a programa y todo gracias a vuestra opinión. ¡Gracias por estar ahí, Entreacteros! ¡No dejéis de escucharnos!
¡Bienvenidos a En Un Entreacto Radio!

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Celia de Molina Entrevistas Garaje Lumiere Teatro

Entrevista a Celia de Molina – GARAJE LUMIERE

 Ya han pasado casi dos meses desde que Garaje Lumiere echara el telón. Dos meses no parece que sean mucho tiempo, pero que a nivel teatral da para un sin fin de representaciones; de ocasiones de ver sentado en las gradas de esta sala, a un montón de compañías peleando por captar nuestra atención con sus historias; de tener infinidad de sueños puestos en escena…
Celia de Molina
Han pasado dos meses y Celia de Molina ha sacado fuerzas de flaqueza para mirar hacia atrás a petición de «En Un Entreacto», con el dolor que eso conlleva, y contarnos qué pasó en su momento con esta sala que se estaba erigiendo por derecho propio en un estandarte para el Off-Madrid y que los trámites burocráticos eternos y tramposos y la nula gestión cultural por parte del Ayuntamiento de Madrid han intentado cerrarle la boca… ¡Nada mas lejos de la realidad!
Os recomiendo que leáis esta entrevista a corazón abierto.
¡Gracias Celia por tanta generosidad!
En Un Entreacto.- Para todos aquellos que no lo conozcan ¿Cómo surgió Garaje Lumiere?
Celia de Molina.- Garaje Lumière surge de la necesidad de poder desarrollar nuestras inquietudes artísticas y poder trabajar de aquello para lo que, tanto Miguel Quero como yo, nos habíamos preparado. Miguel Quero acababa de terminar la carrera de Dirección de Cine y yo hacía un año que había terminado la escuela de Arte Dramático. Recuerdo que yo trabajaba como camarera en un bar de tapas de Madrid y un día me dijeron que no me renovarían el contrato, aquello en su momento fue un palo, sin embargo, me ayudó a decidirme a buscar mi propio futuro, algo que dependiera de mi y sólo de mi.
Miguel y yo nos reunímos y comenzamos a pensar y a desarrollar lo que casi un año después sería Garaje Lumière. Al principio pensábamos en un espacio pequeño donde poder realizar videobooks, alquilarlo para ensayos y a su vez utilizarlo para nuestros propios proyectos. Lo que descubrimos con el paso del tiempo y del esfuerzo es que aquella idea se iba convirtiendo cada vez más en un sueño gigante: un lugar donde las artes tuvieran cabida, un lugar donde los jóvenes creadores pudieran realizar sus proyectos. Queríamos una ventana para los que, como nosotros, acababan de terminar sus estudios o, simplemente, no eran las bestias consagradas que normalmente se necesitaba ser para poder acceder a los lugares de exhibición madrileños.
En este viaje se unió Francesco Pozzi, pieza también clave en el desarrollo de Garaje, él acababa de doctorarse en Historia del Arte, añadió lo que se refería a exposiciones artísticas. Desarrollamos una idea donde convergieran el cine, el teatro y el arte. Nació Garaje Lumière, gracias también a muchas personas que desde el primer momento nos apoyaron, aportaron ideas e incluso participaron de la creación del lugar.
EUE.- ¿Cuántas personas habéis estado trabajando en Garaje?
CM.- En Garaje Lumière trabajábamos de forma estable 5 personas: Miguel Quero en la parte administradora y de dirección audiovisual, Silvia ChiaromonteFrancesco Pozzi el gestor cultural y responsable de prensa, Gonzalo Grillo el encargado de taquilla y ventas, Ignacio Jiménez el técnico de sala y yo como directora artística y programadora escénica.

Si contamos todas y cada una de las compañías que han pasado por nuestro espacio, la cifra de personas que han trabajado en Garaje Lumiére se dispara.

La cantidad de trabajo que genera un espacio de este tipo es abrumadora, desde técnicos, actores, directores, y teniendo en cuenta que se realizaban eventos privados, cursos y exposiciones… la verdad es que ha sido un lugar donde hemos “convertido en oficio la capacidad de soñar” (recordando las palabras de mi adorado Juan Vinuesa en su artículo de ElClubExpress)

No obstante, muchas personas colaboraron y sin ellas no habría sido lo mismo Garaje Lumière, tales como Natalia de Molina, Emilia Díaz, Maria Ángeles Díaz, Giovanna Olivari, José Pedro Carrión, Valery Tellechea, Juan Vinuesa , Carlos Rico, Vicent Díaz, Airún Oliveros…
EUE.- ¿Cuál es el motivo de tener que echar el cierre?
CM.- El motivo de tener que echar el cierre es un gobierno con complejo de Narciso , que de tanto mirarse a sí mismo ha olvidado el principio fundamental para el que gobierna: el pueblo, el ciudadano.
Trabajan para entes no para personas. La cultura es la bandera de un pueblo, el trabajo no dignifica pero da de comer. Si continúan mirándose entre ellos conseguirán un pueblo moribundo.
La cultura se ahoga ante un maremoto como es el 21% de Iva y ellos siguen mirando a otro lado, continúan cerrando espacios en base a una ley que desprotege por completo la realidad de un sector, como es la ley de licencias urbanísticas en base a espectáculos del ayuntamiento de Madrid, y ellos no sólo miran a otro lado si no que ejecutan cartas de cese sin conocer cómo evoluciona el sector, sobretodo en los últimos años que han aflorado espacios escénicos que no atienden a la realidad de los años precedentes, sino que son nuevos conceptos acordes al tiempo que vivimos.
La realidad del espacio de exhibición ha cambiado, apostando por adaptarse a los nuevos tiempos, también ocurre con las nuevas formas de crear compañías, de hacer teatro, hoy en día nadie piensa ya en subsistir su creación a través de ayudas públicas, el teatro ha evolucionado para adaptarse a los tiempos, sin embargo, la administración sigue anclada en un sistema que nada tiene que ver con la realidad del sector.
El último artículo que salió sobre nuestro cierre fue en un periódico de prestigio como es EL PAÍS, pues bien, en este artículo el titular era: «GARAJE LUMIÈRE CIERRA POR VENDER ALCOHOL Y CARECER DE LICENCIA», para cualquier persona que haya conocido y vivido la realidad de Garaje Lumière éste titular es más que ofensivo, pero es, entiendo, el argumento más apropiado para un ayuntamiento con credibilidad 0, cualquier persona que no conozca Garaje Lumière y ese día tuviera EL PAÍS en sus manos, pensaría que los que trabajábamos allí somos poco menos que delincuentes y que habíamos regentado algo parecido a una discoteca y cuanto menos un pub. Con este discurso banal y volviendo a mirar a otro lado, nos cerraron el local, que ya de por sí era difícil de sustentar puesto que hoy en día regentar un espacio cultural es casi un acto heroico, bueno, sin el “casi”: ES UN ACTO HEROICO.
EUE.- ¿No hay opción de poder llegar a reabrir?
CM.- Reabrir el espacio físico es casi imposible, sobretodo en el mismo lugar donde se realizó. Sin embargo las puertas de lo que significa y es Garaje Lumière nunca se han cerrado por lo tanto no hay que reabrirlas. Nos quitaron el local, no el alma.
EUE.- Cuando os lanzasteis a la aventura de abrir este espacio ¿ya os advirtieron de los problemas
burocráticos que os ibais a encontrar?
CM.- Jamás. Miguel y yo estuvimos durante 3 meses acudiendo cada mañana a la asesoría de emprendedores de la Comunidad de Madrid, donde trabajábamos sobre escrito el proyecto que deseábamos realizar junto a un profesional de la comunidad. El proyecto debería pasar un examen de evaluación que determinaba si era viable o no, lo pasamos de forma positiva, accediendo así a AVALMADRID (un organismo que pone al servicio de los emprendedores la comunidad de Madrid para avalar créditos financieros), en este lugar un grupo de expertos evalúa el proyecto desde todos los ámbitos: financiero, jurídico, viabilidad, etc.. A nosotros no sólo nos dieron la enhorabuena por un proyecto tan bien presentado y tan bien definido, sino que nos preguntaron si podrían usarlo de ejemplo, de esta forma nos dieron el crédito y comenzamos a montar lo que después ha sido Garaje Lumière.
En todas estas evaluaciones y diagnósticos, nadie, jamás, nos advirtió de que conseguir legalizar la actividad sería imposible y ni tan siquiera difícil.
EUE.- Las reacciones de la gente a través de las redes sociales ha sido abrumadora ¿qué opinión te
merece esto?
CM.- A nivel personal ha sido uno de los mejores antídotos contra la rabia y el dolor.
El día que se hizo público el cierre de la sala el aluvión de cariño, de mensajes llenos de indignación, de dolor, fue una especie de compartir aquella injusta noticia entre todos. Entendí que lo que habíamos hecho era algo que nos pertenecía a todos, que el trabajo se había hecho bien y que aquella forma de amar desmedida tenía recompensa: las personas.
Yo conseguí transformar la rabia en amor, y aquello ha sido una de las cosas más bonitas que me ha sucedido nunca.
EUE.- ¿Hay una unión real entre los profesionales y aficionados a las artes escénicas?
CM.- Buena pregunta, a veces la unión real no existe ni entre los profesionales…. De todas formas, superadas viejas leyendas de que pertenecemos a una profesión donde vuelan cuchillos entre compañeros, yo, desde mi experiencia, creo que no es del todo clara la unión entre profesionales y aficionados.

Y puedo hablar sobretodo desde mi experiencia en Garaje Lumière, mi autocrítica va en la medida en la que quizá deberíamos hacer un ejercicio de conciencia y buscar la forma de llegar al ciudadano, al público, y hacerlo partícipe de que el teatro es tan suyo como de los profesionales . Yo en Garaje Lumière, por ejemplo, veía como las actuaciones se nutrían en un amplio porcentaje de personas del propio sector que van a ver a sus compañeros, sin embargo ejemplos como la Kubik Fabrik que ha sabido hacer del barrio un espectador asiduo al teatro me parece que es la buena dirección, acercar el teatro a las personas, que es su principal labor… hacer partícipe al aficionado de las artes escénicas de los problemas del sector tan aberrantes como el IVA, los cierres de salas, según mi opinión es algo que deberíamos poner sobre la mesa y hacer autocrítica.
EUE.- La situación teatral actual en la capital, en lo que a salas de pequeño formato se refiere, es bastante complicada ¿qué solución crees que puede tener esto?
CM.- Según mi punto de vista en esto conviven dos realidades que van en paralelo:
  • Por un lado, es entusiasmante debido a la creciente e inspiradora actividad de creadores como José Padilla, Jota Linares, Paco Bezerra, Álvaro Aranguez, Carlos Be, Paco Anaya, Miguel Ángel Cárcano, Antonio de Cos, Íñigo Guardamino y tantos otros, que están haciendo una labor impecable al desarrollo de las nuevas dramaturgias, del nuevo concepto de compañía y que están haciendo del circuito off quizá la parte más interesante y motivadora de la realidad teatral madrileña, son ejemplos de autores que están dando y dan mucho gracias a los nuevos espacios de creación, los reconocidos como circuito off. Esta realidad que se está palpando es necesaria para la salud del teatro.
  • Por otro lado, los lugares donde se desarrollan están , no en una situación complicada, en una situación alarmante. Que exista un vacío legal en cuanto a la legalización de dichos espacios, nos sitúa en un marco desprotegido de cualquier golpe.
Por lo tanto, según mi opinión, el júbilo de estas nuevas tendencias y realidades teatrales debemos
protegerlo, para ello no podemos olvidar la realidad de una ley que las desprotege. Sin lugar de exhibición y sin lugares donde se prioriza la selección de obras en base a los nuevos creadores, el golpe puede ser mortal. Podremos recordar estos momentos vividos como la eclosión de unos años de libertad creativa, de autogestión de los creadores y los lugares de exhibición… pero más que un recuerdo, no quiero ser fatalista, debemos hacer de ello una realidad, que continúen, y para ello es importante no sólo aplaudir el resultado sino proteger el proceso y el lugar de exhibición.

En las jornadas de “Churros y creadores” del Fringe de Madrid organizadas por Fernando Sánchez Cabezudo, se abrieron diferentes temas de debate y de acción. Uno de ellos era el del diálogo institucional cuyo fin es hacer de la realidad de estos lugares una realidad administrativa. Hoy en día se ha creado una “plataforma” de creadores que trata, entre otros, este problema tan grave: la indefensión de los lugares de exhibición.

Es importante pues que todo el sector y los aficionados conozcan la situación y trabajemos unidos para conseguir que estas realidades prosperen.
EUE.- ¿Alguna vez ha aparecido alguna personalidad política por vuestra sala? Me refiero como
espectador, a interesarse por ella, por lo que hacéis en ella…
CM.- Sí, Milagros Hernández Calvo, secretaria de cultura de Izquierda Unida y concejala del ayuntamiento de Madrid. Desde el principio se interesó por nuestra labor y en cuanto recibimos la carta de cese fue uno de los pilares fundamentales para nuestro diálogo con la administración. Hoy en día forma parte de esta nueva “plataforma” que pretende legalizar los espacios de exhibición.
De los políticos que nos han cerrado, ninguno.
EUE.- Este momento amargo e inexplicable que os ha tocado vivir ¿qué sensaciones te dejan?
CM.- Como ya he dicho antes, he tenido la suerte de transformar la amargura en amor.
Los últimos días de Garaje Lumière fueron un bálsamo contra la estupidez y la ineptitud.
Reconocí que da igual si somos pocos o muchos, lo importante es que los que seamos estemos unidos. Y tengo la suerte de haber encontrado a personas maravillosas y haber visto en sus ojos que la pena y el amor que sentíamos era compartido.
Por ello, hoy la sensación que tengo es que Garaje Lumière éramos muchos y seguiremos siéndolo y que el espacio físico es lo de menos.
EUE.- ¿Qué futuro le espera al equipo de Garaje Lumiere?
CM.- Que futuro nos espera es imposible de saber… de momento, incierto.

Por mi parte, sé que volveré a Madrid en unos días, (he pasado el mayor tiempo desconectando en una isla italiana), y asumo esta nueva etapa con fuerza, con ganas de trabajar por y para lo que he decidido dedicar mi vida: el teatro.


Por un lado, como actriz, ya tengo algunos bolos a las órdenes de mi amado Paco Anaya con la obra «S.Paradise» y después imagino llegarán nuevos proyectos y nuevas ilusiones como actriz.
Cartel promocional de S.Paradise
Por otra parte, quiero dedicar mi tiempo también a la gestión cultural, a desarrollar proyectos culturales interesantes, ya tengo alguna idea… ahora despacio pero sin calma. Y, por supuesto, retomar esta “plataforma” que surgió en el Fringe con el fin de buscar el diálogo institucional y luchar para que los que miran hacia otro lado miren de frente.
EUE.- Celia, ya hemos terminado, pero no quiero finalizarla sin dejarte un espacio para que digas lo que quieras; que nos des tu reflexión o que hagas llegar lo que quieras a todos los que leamos esta entrevista.
CM.- Pertenezco a una generación que, desgraciadamente, está destruida laboralmente. Yo he sido una emprendedora, lo fuí casi sin saber que existía dicha palabra, hoy la escucho casi a diario en boca de los políticos como si fuera una bandera que al enarbolarla les diera automáticamente credibilidad y votos, y si va acompañada de la palabra “joven” parece que sientan que podrían ganar las elecciones de un plumazo.

Ser emprendedor no es una palabra vacía, en el mayor de los casos es crear un negocio de la nada, con créditos o sin ellos pero siempre con pasión. Por él te dejas la piel y realizas sacrificios porque crees poder transformalo en un proyecto de vida, de futuro. Cerrar negocios, abocarlos al fracaso por la miopía administrativa es cortar las raíces de un futuro que no sólo afecta al emprendedor sino que afecta al tejido económico colectivo y distancia aún más si cabe a la ciudadanía del poder político.

Los políticos deberían mirar de frente a su pueblo, a su gente y no dejarse sólo ver ante personajes dantescos de gran poder económico que nada tienen que ver con nuestra realidad.
Sin salir de Madrid estamos asistiendo a la segunda parte de una de las grandes películas del cine español “Bienvenido Mr Adelson” el que nos dará trabajo a todos, el que nos dejará fumar y jugar hasta la saciedad sólo a cambio de que a él la “burocracia” le suene a una palabra de una lengua muerta y “hacienda” sólo tenga el significado de finca agrícola.

O llegarán las ansiadas Olimpiadas: tendremos trabajo para elegir, el paro bajará durante 3 meses… ah! No, perdón, las Olimpiadas no, pero bueno tenemos entre un 80% o 90% de las infraestructuras hechas que pasarán a la historia como el Aeropuerto de Castellón. Si ni siquiera saben responder en español a las demandas y necesidades de la ciudadanía ¿cómo lo van a hacer en inglés? Las pretensiones de ir hacia fuera, demostrar y aparentar sólo indican que en el interior hay algo insano.

Mensaje escrito en las paredes de Garaje Lumiere por «La Inventiva Teatro» el día del cierre.

Si nuestros políticos siguen mirando a otro lado, pensando en levantar el país sólo desde fuera, estamos siempre en el mismo lugar, es el círculo vicioso que nos llevó a esta maldita crisis de deudas gigantescas para con los bancos heredadas por el ciudadano que nada tuvo que ver. Esta soberbia del gobernante con el pueblo no es más que la herencia adquirida de caciques y señoritos. El pueblo tiene que respirar, que vivir y que decidir.

Y nosotros, los teatreros, entendemos que el teatro es espejo de la sociedad. Volvemos al callejón del gato, mírense en el espejo gobernantes, y si no lo hacen, nosotros haremos de espejo.
Y para terminar, debo ser agradecida, porque hubo quien me sustentó, quien me dió vida y quien compartió conmigo los dolores más trágicos, también las risas.

A los que me enseñaron a convertir la rabia en amor:
Emilia Díaz, Gonzalo Grillo, Juan Vinuesa, Carlos Olalla, Claudia y David, Giovanna Olivari, César Egea, Iñigo Guardamino, Francesco Pozzi, Zaira Montes, Miluka Suriñack, José Pedro Carrión, Valery Tellechea y Natalia de Molina.
Leyendo esta entrevista podríamos quedarnos con el amargor que arroja la situación que han vivido todos los habitantes de Garaje Lumiere; sin embargo, prefiero quedarme con ese amor con el que la propia Celia ha optado por vivirlo todo y seguir buscando una luz de esperanza y fuerzas para pelear o para que esto no se siga repitiendo.
Sirva este testimonio como grito de «concienciación» para todos aquellos que creen que el teatro es solo un momentos de diversión y no reparan en quienes lo hacen y las situaciones con las que tienen que pelear… y sobretodo como grito de repulsa ante las trabas y las zancadillas a las que están siendo sometidos todos los profesionales que intentan hacer de la cultura su medio de vida.
Desde aquí vamos a seguir, junto a Celia y todo aquel teatrero que quiera, alzando la voz ante la impasividad y la injusticia de aquellos que quiere asfixiar y ningunear a la cultura.
Deseo lo mejor del mundo a todo el equipo y ojalá se abra una nueva oportunidad para que el espíritu de Garaje Lumiere resurja de la manera que sea.
Gracias por regalarnos tantos y tan buenos momentos que nos han permitido volar tan alto a los que hemos pasado por vuestro espacio. ¡Chicos, lo habéis hecho muy bien!
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Amor Álvaro Doñate ¿Y si lo hacemos antes de morir? Beatriz Manrique Carlos Guardiola Entrevistas Marta Sánchez Miguel Rascón Mudanzas y Portes Teatro Nave 73 Samuel Señas

Entrevista – MUDANZAS Y PORTES TEATRO

 La semana que viene comienza de nuevo la temporada teatral en la capital, ¡ya había ganas!, y Nave 73 la abre con una obra de la compañía Mudanzas y Portes Teatro, la obra se llama «Amor, ¿Y si lo hacemos antes de morir?»  escrita por Álvaro Doñate y Marta Sánchez, dirigida por Samuel Señas e interpretada por Beatriz Manrique, Miguel Rascón, Carlos Guardiola y Álvaro Doñate, una comedia ácida que promete no dejarnos indiferente.
El pasado Lunes tuve el placer de pasar una tarde de charla con Álvaro Doñate y Miguel Rascón para que me contaran detalles de la creación tanto de la compañía como del montaje, que podremos ver todos los viernes a partir del próximo día 6 de Septiembre. Siempre es un gusto poder hablar con gente que derrocha tanto sentido del humor y tanta pasión por lo que hacen y que, ante las trabas que se plantean en estos momentos tan difíciles, se crecen y se lanzan al reto de presentarnos su propuesta.
Diseño de Eduardo Navarro y Miguel Rascón
En Un Entreacto.- ¿Cómo surge la compañía?
MIGUEL.- Surge de una idea que tuvimos un día hablando de que estaría bien juntarnos y hacer algo. Y como Álvaro escribe, él es el dramaturgo de esta obra, ya tenía claro con quien quería hacer la obra, así que nos juntamos, leímos el texto, nos gustó mucho desde un primer momento…
ALVARO.- ¡¿Qué va a decir él?! Jajaja
MIGUEL.- Ese fue el germen de todo. De una charla de “¿Porqué no nos juntamos?… Hay que hacer cosas…” ¡y aquí estamos, a punto de estrenar! 
Después vino lo de buscar a Marta Sánchez que es una muy buena guionista que trabaja para Globomedia entre otros sitios, para que colaborara haciendo arreglos en el texto, en la dramaturgia y que acabó formando parte de todo esto. Además de encontrar al director, claro, a Samuel Señas… y de esto puede que haga un año…
ALVARO.- Sí, mas o menos hará 8 o 9 meses que se cerró el texto, que fuimos juntando a las personas, actores, director… Samuel fue quien nos sugirió a Marta, ya había trabajado con ella y nos dijo que porqué no la sumábamos al proyecto para rematar algunas partes del texto y así es como poco a poco se creo “Mudanzas y Portes Teatro”
EUE.- ¡Teatro! Que nadie se confunda con el nombre.
MIGUEL.- Sí, teatro. Porque además eso es lo que realmente nos gusta, el teatro. Nos apasiona todo lo audiovisual, la performance, lo que rodea el tema del diseño, pero en donde nos encontramos realmente cómodos es ahí, en el teatro; en la suma de todas las cosas que lo rodean y que hacen que sea eso ¡Teatro!
Fotografía de Mandela Photography
EUE.- Así que este es el primer montaje que hacéis como compañía, ¿no?
MIGUEL.- Sí, habíamos trabajado antes juntos en varias ocasiones, procedemos de la misma escuela, aunque no en los mismos cursos, pero si que hemos coincidido en trabajos dentro y fuera de la escuela; pero como compañía y con nuestro propio texto es la primera vez, porque aunque lo haya escrito Álvaro junto con Marta, es “nuestro”.
ALVARO.- ¡Ahora ya sí! Jajaja La verdad es que la obra se ha convertido en un poco de todos y creo que ese es el camino inteligente. Y sí, como compañía es nuestro primer montaje. “Amor, ¿Y si lo hacemos antes de morir?”, título cortito, ¡como el nombre de la compañía! Jajajaja
EUE.- Y el estreno absoluto además es este próximo día 6 de Septiembre.
ALVARO.- Sí, este es el estreno. En Nave 73, todos los viernes a las 21,30h.
EUE.- ¿Y qué es lo que nos vais a contar con la función? Todo lo que sea posible contar sin desvelar demasiado…
ALVARO.- Es cierto que hay obras en la que puedes contar mas y otras en las que puedes contar menos… y esta es de las que puedes contar menos… Es una obra muy original, fresca, divertida, pero no solo es fresca y divertida. Comienza con un ritmo muy similar al de las sitcom televisivas, son cuatro personajes muy identificables. Raúl, Pilar, Alex y…
Fotografía de Mandela Photography
MIGUEL.- Hugo
ALVARO.- ¡Eso! Raúl, Pilar, Alex y Hugo… ¡Me había olvidado!… jajajaja 
No hay un negro, juro que la he escrito yo, eh?!
La obra habla de cuatro amigos, uno es Álex, que vuelve del funeral de su primo y quiere reunir a su novia, Pilar, y a sus dos mejores amigos, a los que conoce de la época de la universidad, para hacer algo… y a partir de ahí tiene que ser el espectador el que tiene que venir y descubrir su propósito. La obra comienza de una manera y termina de otra muy distinta. Es una obra en la que, como bien lo define Samuel, el público siempre va un paso por delante, siempre tiene un poco mas de información que los personajes y va viendo hacia donde va yendo todo. La obra habla de que no conocemos tanto a la gente que nos rodea, por mucho que lleves 10 años conociéndote.
MIGUEL.- Es algo muy bonito porque, como espectador, puedes ir vislumbrando lo que les sucede a los personajes cuando el protagonista y sus verdaderos amigos, que están en escena con él, no se están enterando de nada. Es una especie de puzzle que se va armando desde fuera. Es como cuando estás pintando un dibujo muy grande, pero que como estás trabajando desde tan cerca, no eres consciente de lo grande que es, pero desde la distancia, posición que tiene el espectador, se puede ver la envergadura real que tiene todo.
Fotografía de Mandela Photography

EUE.- Álvaro, ¿en qué te inspiraste? ¿Fue la obra la que unió a la compañía o la compañía inspiró la obra?
ALVARO.- Fue un poco las dos cosas. Si que es cierto que cuando escribía la obra pensaba en Miguel, en Bea, pensaba en Carlos. No voy a decir que los personajes sean ellos, pero si que están hechos un poco a su medida y tiene cierta “cosa” de cada uno de ellos, pero yo la escribí y luego se la propuse. La verdad que esto ha sido como un plato al que se le han ido añadiendo ingredientes que han ido encajando bien, a ver ahora que tal.
MIGUEL.- ¡A ver ahora si nos hemos pasado de sal! (Mirada cómplice entre los dos)

ALVARO.- ¡Claro! , ahora habrá que ver si nos hemos pasado de sal o se ha quedado soso…
EUE.- Ya hay ganas de estrenar, ¿verdad?
ALVARO.- La verdad es que sí, que yo firmaría porque mañana mismo se estrenara. 
Además que todo ha sido un tanto accidentado, han sido un montón de meses de ensayos, de buscar salas y cuando ya la teníamos, la sala injustamente cerró, como le ha pasado a otras tantas en tan poco tiempo…Después tuvimos la suerte de encontrarnos con Nave 73 que lo acababan de inaugurar hacía muy poco tiempo y fue un flechazo absoluto, nos encantó porque puede llegar a ser un punto de referencia teatral en la ciudad y sentimos que encajamos muy bien con su estilo, por su programación, por como son ellos…
EUE.- Miguel, tiene que ser algo muy especial inspirar la creación de un personaje, ¿no? Por la circunstancia que sea, físico, actitud, la forma de interpretar…
MIGUEL.- Sí, la verdad es que Álvaro nos conoce mucho y es una cosa muy bonita que un amigo piense en ti cuando está escribiendo. Fue muy especial cuando me lo ofreció, aunque fue justo el momento en el que comenzaba con los ensayos de “Bajarse al Moro” (Miguel participó en el montaje que la Kimera Teatro realizó de la obra de José Luis Alonso de Santos a comienzos de verano en Madrid) y estaba metido en otras cosas, pero pensé “La tengo que hacer” y Álvaro me preguntaba todo el tiempo “pero ¿tú la vas a poder hacer? Si puedes, el personaje es tuyo, pero ¿la vas a poder hacer?”
ALVARO.- ¡Y ha podido!
EUE.-  La verdad, Miguel, es que este año lo has tenido lleno de proyectos.
Fotografía de Mandela Photography

MIGUEL.- Sí, este año he tenido tres montajes. “Bajarse Al Moro”, “Amor, ¿Y si lo hacemos antes de morir?” y el próximo 14 de septiembre estreno en Getafe “1984” inspirada en el libro de George Orwell. Así que este año está siendo un tanto stresante, pensaba “Estoy en tres obras a la vez, no tengo tiempo para ensayar y, lo mejor de todo, ¡no tengo tiempo para ganar dinero!” ¡Me he pasado los últimos meses encajando ensayos y a la vez intentando encontrar trabajo en los huecos que tenía entre ensayos!

ALVARO.- ¿Para qué ganar dinero si no lo puedes gastar? Jajajaja
MIGUEL.- ¡Me voy a llevar una tienda de campaña al local de ensayo! Pero no puedo quejarme, estoy encantado de la vida.

ALVARO.- Al final hemos llegado todos vivos. Todos tenemos que compaginarlo con nuestras cosas, todos tenemos mil historias, pero es gratificante ver como al final todos hemos encontrado tiempo, a pesar del cansancio de venir de otro ensayo o de un bolo en alguna ciudad de “no se donde”…
MIGUEL.- Y eso yo creo que al final es positivo, porque toda los que pertenecemos a “Mudanzas y Portes” somos gente que no paramos, somos gente muy activa, que nos gusta generar. Y todos nosotros somos así. Si fuéramos gente que se queda en casa viendo la tele, Álvaro, no hubiera pensando en nosotros para esta obra, o no hubiera tenido ese arranque para empezar a escribir.
ÁLVARO.- Es que al final, de la gente que te acuerdas es de todos aquellos que se mantienen activos, de la forma que sea. Y al igual que ha pasado con nosotros, ha pasado con Mandela que es el fotógrafo o Eduardo Navarroque es quien ha diseñado junto a Miguel el cartel, son gente que le apetece involucrarse en proyectos y es que el movimiento genera mas movimiento.
Fotografía de Mandela Photography

EUE.- Es cierto lo que dices, es muy necesario provocar que sucedan cosas, no quedarse parado esperando a que alguien venga a proponerte, si no que seas tú mismo el que diga “Venga, hay que trabajar y seguir hacia adelante. Si no sale trabajo por este lado, vamos a hacerlo nosotros por este otro”.

ÁLVARO.- Sí, hay que generar cosas que a ti te gusten, que a ti te motiven, porque no siempre te toca trabajar en cosas que a ti te gusten y no estamos en posición de rechazar nada, pero si que es un gustazo poder hacer cosas que te gustan.
EUE.- ¡Claro! Es muy importante poder tener el placer de poder hacer lo que a ti te llena.
ÁLVARO.- Es cierto, aunque a todos no tiene porqué gustarnos lo mismo. Esta obra puede que a unos les guste y a otros no, ¡fantástico! Solo espero que a nadie deje indiferente. Además que creo que las cosas rezuman algo que va mas allá cuando está hecho con ganas y se nota el cariño. Tal y como está el panorama, si haces algo, hazlo con ganas, ¡con lo que cuesta levantar un proyecto! Eso siempre lo digo cuando voy a ver un proyecto de alguien que ha levantado algo con cuatro personas, “Chapeau! Por la valentía”
EUE.- A la hora de encarar el trabajo, ¿ayuda el que todos hayáis pasado por la misma escuela?
ÁLVARO.- Sí, si que ayuda porque es un código muy similar, pero por ejemplo Samuel, el director, estudió solo un año y medio en Cristina Rota, después él se licenció en la RESAD y a mi, de las cosas que mas interesantes me ha parecido de este trabajo es la visión que él nos ha aportado. Aunque nos conocía, no había trabajado con todos y él nos ha aportado su visión, sus herramientas como director y ha sido de las cosas mas enriquecedoras, me ha dado formas de trabajar que yo no conocía… A parte, por supuesto, de trabajar con todos ellos.
EUE.- Álvaro, ¿qué se siente a la hora de ver tu creación en escena?
ÁLVARO.- ¡Casi prefiero no pensarlo! Ya bastante nervioso estoy con el trabajo como actor como para pensar en lo otro jajajaja 
No, en serio, la verdad que a nivel personal, ver algo tuyo, aunque insisto que no es solo mío, también es de Marta y me gusta hacer hincapié en ello, te llena de ilusión y de orgullo, ¡no voy a negarlo! Pero también muchos nervios
MIGUEL.- Es que es una gran responsabilidad.
ÁLVARO.- Claro, es una gran responsabilidad, por eso te decía que no quería pensarlo mucho jajajaja
MIGUEL.- A ti no te puede servir la típica situación en la que se dice “A ti , como actor, el texto es que no te ayuda”! jajajaja
Fotografía de Mandela Photography

ÁLVARO.- Estoy contento por el hecho de pensar en aquel momento en el que pensaste por primera vez en una situación y ver hasta donde ha llegado. Justo esta sensación la he vivido también hace poco con una pieza mía que se representó en Microteatro, pero me ilusiona ver que ahora es una obra de teatro larga… ¡Aunque no mucho! jajajaja

EUE.- Pero tiene que ser difícil distanciarse y trabajar como actor en algo que ha salido de ti, ¿no?
ÁLVARO.- Bueno, como al final ha sido un trabajo de todos, con su colaboración ha sido mas fácil, porque lo han hecho suyo, y muy bien hecho. No ha habido momentos en los que haya pensando “Madre mía lo que están haciendo…” Confié mucho en ellos.
MIGUEL.- Yo he conocido algunos autores que se han metido en el montaje y se ha convertido muchas veces en una tortura. Es cierto que no siempre, pero si he vivido casos en los que he oído eso de “No has respetado tal coma o no has dicho la frase como venía”. Sin embargo Álvaro ha confiado en el director y cuando estaba como actor, estaba como actor y eso se agradece mucho.
ÁLVARO.- Es que es muy importante que cada uno tenga su sitio. Así entiendo yo el teatro, el cine, la televisión… me da igual y yo he disfrutado del proceso como actor porque estoy trabajando como actor y es que con Samuel me ha sido muy fácil desprenderme porque creo que lo ha hecho muy bien y me ha descubierto incluso cosas en las que ni yo mismo había pensado que pudieran ir por ahí.
EUE.- Samuel ha aportado una visión diferente.
ÁLVARO.- Claro, porque cuando uno lo crea, lo tiene en su cabeza y en el momento que viene otra cabeza, lo que hace es sumar y eso siempre es positivo.
La escenografía también la ha ideado Samuel. Todo está hecho de cartón, con cajas… El nombre de la compañía viene un poco por ahí. Es una idea muy interesante, es el salón de una casa a la que se acaban de mudar. Tiene cierto toque de “Dadaísmo”…
MIGUEL.- Es la idea de trasladar las cosas de sitio, tanto de objetos como de, en este caso, el público. Porque lo que intentamos es cambiar las cosas de lugar tanto exterior como interiormente. 
Las cajas de cartón tienen un simbolismo muy fuerte, todo el mundo las identifica con los cambios. 
Samuel habla de que las personas siempre acaban por tomar la forma de lo que llevan dentro y, basándose en esto, él ha pensado que las cajas pueden tomar la forma de las cosas que guardan en su interior. Por eso una caja que guarda una planta, de repente se convierte en esa misma planta, al igual que una persona si alberga algo oscuro en su interior acaba oscureciéndose. Creo que es algo muy interesante.
EUE.- Pues sí, la verdad que es una visión y una idea fascinante que le dará otra visión cuando veamos la función. Bueno, y para finalizar esta entrevista, ¿qué esperáis de Mudanzas y Portes de aquí a un futuro?
Fotografía de Mandela Photography

ÁLVARO.- Bueno, somos muy conscientes que las circunstancias no son muy propicias y que ahora mismo la única manera de poder salir de la comunidad de Madrid; porque programar en la capital es algo complicado viendo los cierres de salas alternativas que está habiendo y que los teatros comerciales no se atreven a arriesgar, a pesar de estar convencidos que al gran público le encantaría; es salir a festivales o ir a ayuntamientos, y lo del tema de los ayuntamientos en estos momentos está complicado. No queremos ser pesimistas y si que andamos hablando con programadores, pero de momento nos queremos centrar en el estreno y nuestro paso por Nave 73. Así que animamos a todo el mundo a que se acerque y descubra esta historia.

MIGUEL.- Y yo aprovecho desde En Un Entreacto para decirles a los teatros comerciales que se atrevan a apostar, al igual que hacen salas como Nave 73 que se arriesgan y programan cosas que les gusta y lo defienden, y que hagan ver a través de su programación al gran público, que no solo los actores de renombre hacen buenos trabajos, si no que hay muchos actores y compañías que estamos ahí, con ganas de ofrecerles otras alternativas. Aunque somos conscientes que eso sería lo ideal y que es complicado mover a los públicos tan diferentes que hay en salas y teatros para que conozcan otros espacios distintos a los que están acostumbrados.

ÁLVARO.- Claro, la gente tiene que ser consciente que las salas alternativas son eso, alternativas, y no solo quedarse con esa visión de que van a encontrar teatro “experimental”, si no montajes de obras de todo tipo, desde teatro clásico o autores contemporáneos a esa teatro “experimental” del que hablo. 
Estaría encantado de que hubiera cierta porosidad y la señora que va al Coliseum se deje caer por Nave 73 o que quien viene por aquí se deje llevar por algo programado en el María Guerrero. Lo importante es la calidad y de un tiempo a esta parte la calidad del teatro hecho y programado en las salas alternativas ha crecido muchísimo, simplemente es teatro autogestionable que no cuenta con ayuda de los “grandes”, pero eso no quiere decir que no pueda ser tan grande como ellos, y eso es lo que mola. Al fin y al cabo es cultura y eso es de lo que se trata, ¿no?

Y con esta llamada de atención al público tan cierta y este buen sabor de boca, cerramos una tarde tan agradable, llena de buen humor, teatro y contagiado con su ilusión y las ganas de poder ver «Amor, ¿Y si lo hacemos antes de morir?».
Solo me queda dar las gracias a Álvaro y a Miguel por dedicar un rato de su tiempo a En Un Entreacto y por su generosidad y darnos la exclusiva de poder publicar junto a esta entrevista el primero de los Teaser de la función.
Por supuesto, no me quiero olvidar de Rocio Navarro de Nave 73 por su compañía y por prestarnos un hueco de esta maravillosa sala para que esta entrevista tuviera lugar.
Sigo diciendo que es un auténtico placer poder contar con «Teatreros» que quieran aportar tanto y con tantas ganas, ahí seguiremos estando para apoyarles. 
Si queréis comprar las entradas podéis hacerlo a través de la web de la sala o en Atrápalo y también podéis seguirles a través de Twitter: @MudanzasyPortes y @nave_73
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Alberto Gómez AlmaViva César Barló Entrevistas Fuenteovejuna Iria Márquez Juan Carlos Arráez Luna Paredes Nave Personales Sergio Torres Teatro

FuenteOvejuna – Ensayo Desde la Violencia

Llego a las 18,30h a las puertas de Nave 73, una jovencísima sala que ha abierto sus puertas a penas hace unos meses. Miro su fachada y siento un escalofrío, primero por la curiosidad de saber qué me voy a encontrar tras sus puertas y porque no puedo evitar encontrar ciertas similitudes y recordar que el día anterior, a poca distancia de donde me encuentro, echó el telón definitivamente Garaje Lumiere, sala que ha hecho tanto por las compañías que intentan conseguir su hueco dentro del panorama teatral… 

Es una pena que conocer esta nueva sala no suponga la suma de una mas a las que ya pueblan la ciudad, y dar cobijo a esas propuestas que nos miran ansiosas por ser descubiertas… El sentimiento que me provoca es el de la necesidad de alimentarnos de estos sinsabores, reponernos, sacar pecho y golpear con las armas que tenemos, la creatividad y las ganas incansables de emprender nuevos caminos. Y si nos cierran puertas, abrir otras por las que seguir dejando entrar todo el Arte que palpita en Madrid. Y me siento bien porque este espíritu combativo me viene al pelo para descubrir la versión de «Fuente Ovejuna» que nos trae la Compañía Alma Viva Teatro, con César Barló al frente.
Traspaso las puertas de Nave 73 y, no sin cierta timidez, me adentro en la sala. Me siento casi como el que profana un lugar sagrado. Oigo al equipo trabajar, actores calentando la voz, alguien barriendo las tarimas. Por el pasillo de acceso se respira ese aroma tan peculiar y que tantos recuerdos me trae; mezcla de madera, polvo y pintura, que en absoluto es un olor desagradable, y es que a mi a lo que me huele es a escenario.
No puedo evitarlo, algo me bulle por dentro cuando penetro en una sala que se prepara para recibir a los espectadores; es una visión completamente diferente a la que uno está acostumbrado como público. Aún hay materiales tirados por el suelo, las gradas llenas de las pertenencias del equipo, focos por dirigir, gente yendo y viniendo concentrados en rematar todo para que esté listo antes de la apertura de puertas. 
Todo eso me hace sentir que estoy donde realmente quiero, en el epicentro de algo largamente deseado. Me hace sentir que ese es mi habitat real, donde yo me quedaría a vivir, donde se ve la trampa y el cartón, donde los personajes se quedan y aparecen los actores, las personas que pueblan esas salas mientras nosotros estamos comprando las entradas. Ese lugar donde uno puede quejarse, transmitir, contar, agitar conciencias, crear revoluciones, fabricar sueños… Porque ahí es donde se respira las verdaderas emociones que después mueven la «maquina de hacer teatro».
Sé que muchos pensaran que me estoy pasando tres pueblos, pero también sé que no soy el único que lo siente así, y si no, esperad que comience la función porque esos a los que miráis, piensan igual. ¡Qué le voy a hacer si tiendo a la dramatización! Entendedme, tengo el alma teatrera.
Uno de estos habitantes es, como decía mas arriba, César Barló, director de la compañia AlmaViva Teatro. Ya nos conocíamos de antes, de cuando hicieron ese maravilloso montaje del «Don Juan Tenorio» en el Campo de la Cebada. Y al igual que aquella vez, me permite traspasar la barrera y conocer de primera mano como se ha gestado el proyecto.
Me recibe en medio de toda esta marabunta de trabajo por rematar para darme la oportunidad de poder husmear como ultiman los retoques antes de su primera representación de «FuenteOvejuna – Ensayo Desde la Violencia» dentro del I Festival de Teatro Clásico que organizan el equipo de Nave 73. Aunque no es su primera representación como tal, porque vienen de reavivar corralas en Aranjuez, donde han tenido una fantástica acogida que les ha reportado una gran vivencia a nivel personal y profesional.

César me comenta que su primera idea era realizar una nueva visión sobre «La Celestina», pero en ese momento el espacio que le había inspirado no estaba disponible para el montaje, además de haber mas versiones rodando por los teatros, con lo que la idea quedó aparcada (Espero que no definitivamente porque lo que me contó sobre ese proyecto prometía mucho). Y como las cosas no suceden nunca porque sí, Daniel Ruiz le presentó la oportunidad de llevar a cabo en Aranjuez, una función recuperando el espacio de una auténtica corrala. A César aquel espacio le inspiró el deseo de querer crear una nueva versión de «FuenteOvejuna», y ya sabemos que un montaje al uso no es precisamente lo que identifica a AlmaViva, así que junto a Antonio Sansano se pusieron manos a la obra y decidieron mezclar el espacio original y el espíritu de comunidad de las corralas, con un texto adaptado al Siglo XXI; un texto en el que se ha contado con Lope de Vega como un miembro mas de la compañía, un miembro que ha aportado su obra como columna vertebral de la acción, al que se le han ido anexando otros textos mas actuales que lo han ido alimentando y lo han modificado hasta llegar a este «Ensayo Desde La Violencia», término el de «ensayo» aplicado en todos sus significados.

El montaje cuenta con cinco actores, Juan Carlos Arráez, Alberto Gómez, Iria Márquez, Luna Paredes y Sergio Torres, que encaran los personajes principales de la función, trabajando desde lo mas básico del ser humano, su respiración y su movimiento. Dejando de lado las poses y los amaneramientos para lograr un mayor acercamiento a la esencia de lo que el texto de Lope nos intenta transmitir.
Un trabajo extenuante, que transmite la agonía del que se siente al límite del desfallecimiento para, desde ahí, mostrar la lucha frente a la opresión de los personajes de Lope, que tantos puntos en común tienen con la situación que estamos viviendo actualmente.

Tener la ocasión de estar presente, hablar con ellos, conocer lo que supone para ellos este viaje, adentrarme un rato en su espacio e incluso ver cómo realizan el calentamiento previo a la función, es un regalo añadido. Ver como realizan un calentamiento que ya posee el espíritu de lo que minutos mas tarde podré presenciar. Donde los actores van entrando en sintonía con sus personajes, primero en grupo y poco a poco de manera mas individual, es casi como mirar el cuerpo desnudo de lo que en un momento vestirán en escena…
Es en ese momento cuando se recogen los bártulos, se colocan las gradas, se echa el último vistazo a que todo esté en su sitio y la energía de la sala se transforma. Es ahí cuando siento que es momento de recuperar mi posición como espectador, abandonar el lugar y guardar cola para ocupar mi asiento.

Lo que vi en la función fue un montaje descarnado, que al comienzo me tuvo un tanto desconcertado al intentar asimilar tanta información recibida desde todos los puntos de la escena. Donde unos actores se calzan, literalmente, unos personajes que intentan zarandearnos, abofetearnos la cara para hacernos reaccionar ante las situaciones que nos incomodan y nos revuelven las tripas.
El movimiento es la pieza clave dentro de este montaje que, mezclado con el verso, con los textos añadidos y las músicas, hacen que algo palpite con mas fuerza dentro de nosotros. Dando una dimensión renovada y absolutamente contemporánea a la idea que propone Lope de Vega en su enorme texto.

Hay tantas imágenes llenas de significado, tantos momentos desgarradoramente bellos, tanta provocación que no se si fue el sentimiento de rebelión, el asco ante lo visto o la tristeza de presenciar lo que parece inevitable, que salí sobrecogido ante la crudeza de la propuesta.
La entrega de los actores es brutal. En muchos momentos había en ellos mas de animal que de ser humano, supongo que el esfuerzo físico al que se someten provocaba esas reacciones tan primarias que, teniéndoles a un palmo escaso de distancia, asustaban por impredecibles.
Un texto orgánico, muy bien enlazado en sus rupturas, con unos silencios necesarios, tensos. Unas miradas directas a los ojos del espectador, llenas de reproche, de súplica agónica, hacen de esta propuesta algo necesario de ser visto y sentido.

Casi me atrevería a decir que quisiera verla seis veces; una general para empaparme de lo que el conjunto provoca y una por cada uno de los actores, para dedicarles toda mi atención. Los cinco llenan de riqueza y significado hasta el último de sus segundos en escena.
Sergio Torres,  Iria Márquez, Juan Carlos Arráez, nos ofrecen unas interpretaciones tan comprometidas y cálidas que son un gusto de contemplar, es fascinante ver como los personajes cobrar vida en sus cuerpos, como son esas reacciones tan verdaderas, salidas desde lo mas hondo de sus tripas; pero lo que hacen tanto Luna Paredes como Alberto Gómez es cosa de otro mundo. La crueldad desmedida de ese animal enjaulado que es el comendador y la impotencia ante la violencia mostrada, hacen que algo se te quiebre por dentro al verlos.
Ver un trabajo así hace que uno quiera estar atento con los cinco sentidos ante sus futuros trabajos porque estoy seguro de que nos harán vivir grandes momentos.
Una compañía sin complejos, con ganas de contar las cosas a su manera, de aportar nuevas alternativas y de ofrecernos los textos del Siglo de Oro bien cerca de donde estemos y en los lugares mas insospechados. Estad atentos, que merece la pena.

Es un absoluto placer haber podido vivir esta experiencia con ellos, con César y con Elena, con Sergio, Iria, Juan Carlos, Luna, Alberto… ¡Mil gracias, es un placer sentir el cuidado y la generosidad con la que me habéis recibido!

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Ana Salas Bajarse al Moro Entrevistas Hector González Jose Luis Alonso de Santos La Kimera Teatro Lucía Espín Miguel Rascón Teatro

Bajarse Al Moro – Entrevista con La Kimera Teatro

Desde hace cosa de un mes La Kimera Teatro está poniendo en pie una nueva versión de «Bajarse Al Moro» de José Luis Alonso de Santos.

Una función fresca, divertida, que se ha sacudido de encima todos los prejuicios y con una enorme sonrisa nos  proponen un viaje a los 80 para que revivamos esta época junto a ellos y unos personajes de los que deberíamos recuperar ese espíritu de superación y esa chispa de inocencia que tanta falta nos está haciendo últimamente.
Los chicos de La Kimera Teatro han sacado un ratito para responder a las preguntas que desde En Un Entreacto les hemos hecho para que les conozcáis un poquito mejor y os animéis a ver las dos funciones que aún tienen en el Auditorio Marcelino Camacho de Madrid.

          En Un Entreacto.- ¿De dónde viene La Kimera Teatro?
     La Kimera Teatro.-  La Kimera Teatro viene de la necesidad y las  ganas de crear de cuatro jóvenes actores formados en  la escuela de Cristina Rota. Las ganas de hacer cosas y mostrar nuestro modo de contar historias son nuestro origen y es a lo único que podíamos agarrarnos al empezar. Sabemos de donde venimos y aún no sabemos donde llegaremos, pero cada vez que nos perdemos nos agarramos a eso, a la ilusión y a todo lo que nos empujó a empezar. 
      Los tiempos son difíciles, pero mientras haya obstáculos que salvar seguirá habiendo carrera en la que correr.
          EUE.- ¿Quiénes son los integrantes de esta compañía?
          KT.- La compañía como tal la conformamos Miguel Rascón, Lucía Espín, Hector González y Ana Salas. Somos el núcleo del que todo partió, pero siempre contamos con colaboradores y gente que va y viene. Gente profesional en la que creemos y confiamos al igual que ellos lo hacen en nosotros. Anteriormente pudimos trabajar con Luis F. Jimenez, un lujo, premio Max de la crítica, por ejemplo, y para este montaje contamos con la dirección de Samuel Señas, y las interpretaciones de Lucía Navarro y Laura Cabrera, tres grandes descubrimientos que han enriquecido a la compañía, así como Sergio Delgado en escenografía o Chules Piñango como asesora de puesta en escena entre muchos otros.
           EUE.- ¿Qué queréis aportar al panorama teatral?

          KT.- Si algo aportamos es una visión joven y fresca aunque profesional; queremos ocupar el hueco que en otra época estaríamos ocupando. El cambio generacional en el gremio es algo que muchos otros llevan reclamando de hace tiempo, pero nosotros lo que buscamos es seguir creciendo en compañía de los más experimentados. No pretendemos suplantar ni apartar a nadie, sino todo lo contrario, enriquecernos todos en nuestro camino. Nos gustan los textos grandes de la historia y creemos que hoy aún están vivos. Nos encanta poder mostrar a gente de nuestra generación que aún se puede reinventar el siglo de oro español sin que pierda un ápice de su esencia, así como nos encanta ver emocionarse a nuestros padres presenciando como reproducimos en un discurso actual todo por lo que ellos luchaban cuando ni siquiera esperaban que nosotros llegáramos a la vida. Creemos en lo que hacemos, y en una época en lo que todo parecen ser trabas nosotros aportamos ganas de seguir hacia adelante con lo nuevo adquirido y lo viejo aprendido. 
    EUE.- El año pasado coqueteasteis con el teatro clásico y ahora os lanzáis con una comedia ochentera. ¿y este cambio? ¿dónde os sentís más cómodos?
     KT.- Podrían parecer dos temáticas opuestas, pero tan solo en lo más evidente lo es. Con “De Finea y Nise” nuestra particular versión de “La Dama Boba” de Lope de Vega fue toda una aventura que nos llevó por toda la península y con la que conseguimos pisar el Cafe de la Danse de París, nunca lo olvidaremos, pero sentíamos la necesidad de trabajar otros textos más cercanos al público. Las emociones han existido siempre, y los conflictos universales alrededor de temas como el amor, la supervivencia, o la amistad están presentes en todos los grandes clásicos, y nos fascina como Jose Luis Alonso de Santos fue capaz de trasladarlo de una manera tan natural a unos diálogos tan frescos que 30 años más tarde siguen de total actualidad. «Bajarse al Moro» ha sido un paso más en la carrera de La Kimera Teatro, y hoy por hoy nos sentimos muy cómodos con el trabajo realizado.
Ana Salas, Hector González y Miguel Rascón en «Bajarse al Moro». Foto Sergio García
          EUE.- ¿Qué os atrajo de “Bajarse al Moro” para volverla a poner sobre las tablas?
     KT.- El teatro debe ser una herramienta más allá del ocio, eso creemos nosotros. La cultura provoca inseguridad a quien la teme, y si alguien la teme es porque al fin y al cabo nos hace más libres a todos. 
     Bajarse al Moro habla de una generación y de los sueños y frustraciones de unos jóvenes que tenían nuestra misma edad hace casi 30 años. Nos parecía alucinante ver de una manera tan clara que todo eso que movía a la gente en esa época nos mueve hoy a nosotros mismos, y no había una manera mejor que, entre risas, poder llegar a  contarlo. Era un reto estimulante, y una aventura divertida. Bajarse al Moro es la obra que todo el mundo debería conocer en 2013 para ver que no estamos tan lejos de nuestra generación anterior y seguir tirando hacia adelante con sentido del humor y esperanza.
          EUE.- Habéis tenido que retocar el texto para adaptarlo a la compañía, ¿cómo creéis que juega este cambio en la función?
    KT.- La adaptación en el texto ha sido muy pequeña, pero necesaria para impregnarle lo que buscábamos. Siempre da miedo meterle mano a  las letras que con tanto cariño alguien colocó en un papel. Pero el mayor cambio reside en las transiciones y en la supresión de los personajes que menos presencia tenían. Cuestiones técnicas y dramáticas para nuestro montaje en casi todos los casos. Le hemos añadido protagonismo a algunas partes que pasaban más desapercibidas en la puesta en escena, pero la historia es la misma.
Miguel Rascón en «Bajarse al Moro». Foto de Sergio García
          EUE.- ¿Cómo está funcionando en pleno siglo XXI?
        KT.- Estamos muy contentos con las impresiones que nos llegan de quien ha visto nuestra función. No pensábamos recibir tantos abrazos de gente desconocida a las salida del teatro. La gente se emociona, ríe, y a veces baila. La gente empatiza con todos y cada uno de los personajes de la obra y se van a casa con la sensación de haber tenido una charla con un colega o haber vivido en primera persona esta historia.
       EUE.- La obra destila una inocencia que parece que ya no se respira en el ambiente, los ideales parece que han cambiado y la gente transmite un desencanto muy diferente al que transmite la obra ¿No creéis? ¿Cómo serían los personajes en estos momentos?
    KT.- Es inevitable desmoralizarse cuando no paran de decirte lo que no debes hacer constantemente. Estos personajes se mueven entre lo que quieren ser, lo que son, lo que les gustaría ser, y lo que nunca podrán ser. La diferencia más grande reside en que en aquella época se vivía en una especie de esperanza de que todo estaba cambiando, y hoy en día la esperanza va por otro lado, por el de “algo debería estar cambiando”. El mensaje de hace tres décadas nos encajaría muy bien hoy, pero para poder comprenderlo hay que ver la función, jeje.

         EUE.- ¿Pesa el tener como precedente tantos y tan grandísimos actores que interpretando a los personajes de esta función?
        KT.- Es una responsabilidad y las comparaciones a veces son odiosas, pero creo que hemos creado una visión nueva alejada de anteriores interpretaciones. No podíamos hacernos cargo de competir con nombres tan grandes como Verónica Forqué, Juan Echanove, Chus Lampreabe o Antonio Banderas entre tantísimos otros, así que decidimos coger la obra como si fuera la primera vez que oyéramos hablar de ella y darle vida de nuevo desde nuestras vivencias y características propias.
         EUE.- Finalizado este periplo en el Auditorio Marcelino Camacho, ¿qué futuro le aguarda a Bajarse al Moro?
  KT.- Aún no lo sabemos pero esperemos que sea bueno. Andalucía, Extremadura, Castilla y León o La Sala Margarita Xirgú en Alcalá de Henares, son próximas paradas. Pero aún no sabemos como llegaremos hasta allí. Estamos barajando pasar por latino américa, incluso tal vez Francia de nuevo, pero ahora mismo no sabemos nada.
          EUE.- Aún quedan dos funciones antes de acabar la temporada, ¿qué diríais a la gente para que no se la pierda?
    KT.- Simplemente que vengan si tienen ganas de reírse y de disfrutar de un viaje en nuestra particular máquina del tiempo a 1985. Tan solo hay que relajarse y dejarse llevar, todo está permitido en nuestra fiesta y hay una butaca para ellos. 

      La verdad que es un gusto leer lo que tienen que contarnos y la ilusión, las ganas y el tesón que destilan. Ellos son la nueva generación que ha llegado para quedarse en los teatros y desde aquí les damos la bienvenida con todas las ganas porque estamos seguros que nos harán vivir grandes momentos.
      Así que ya sabéis, si podéis, no dejéis de hacer este viaje con ellos, os aseguro que disfrutaréis de una bonita función que tocará la fibra de todos los que os dejéis conquistar por La Kimera Teatro y su «Bajarse al Moro».


      Tan solo quiero darles las gracias por haberse fijado en En Un Entreacto, haber confiado y dejarnos ser partícipes de un trocito de su ilusión, regalándonos un rato de su tiempo. Ahora habrá que permanecer atentos para seguirles la pista y ver en qué nueva aventura se embarcan y compartirla con todos nosotros.
      Una vez mas… ¡Viva el Teatro! 
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Clément Michel Entrevistas Gabriel Olivares La Caja Personal Teatro Teatro Lara

Una jornada y una previa dentro de «La Caja»

El domingo pasado tuve la gran suerte de ser invitado a un ensayo de «La Caja», obra de la que  actualmente se están haciendo las funciones previas en el Teatro Lara y que tendrá su estreno oficial el próximo 17 de Mayo.
Un vodevil francés escrito por Clément Michel y adaptado por Gabriel Olivares y Beatriz Santana,  que viene precedido de un éxito arrollador en Francia.
La historia nos sitúa en el apartamento alquilado de Antonio, un treintañero cualquiera que debe dejar la casa de manera repentina y sin tener nada preparado y que, con la «ayuda» de sus amigos, debe desalojar el piso en tiempo record. Problema que destapará secretos y mentiras y que desatará un sin fin de situaciones cómicas e irreales que harán que parezca que esta mudanza no tendrá un final feliz.

Fue toda una sorpresa cuando Elena Camacho se puso en contacto conmigo para invitarme a pasar por el local de ensayo y compartir con la compañía una jornada de trabajo. (¡Gracias!)
Siempre me ha resultado extrañamente irresistible el irrumpir en los ensayos de una compañía. Es como entrar en un camerino y ver a una gran diva sin maquillaje y despojada de sus lentejuelas
Poder estar presente y ver el trabajo «sucio» de lo que después todo el mundo verá encima del escenario es algo maravilloso; sobretodo para alguien que, como yo, no se conforma con vivir el teatro desde el patio de butacas.

Cortesía de Javier Tomás Biosca

Es un absoluto privilegio que Gabriel Olivares y todo su equipo quisieran abrirnos las puertas . Pero mas privilegiado se siente uno cuando el propio Gabriel Olivares se toma la molestia de explicarte los métodos de trabajo que están utilizando e incluso, mientras realizan los trabajos de ensayo, vaya explicándote personalmente los pasos que van siguiendo, el entramado de movimientos y texto que han ido construyendo para que el resultado final sea el que vimos el pasado miércoles sobre las tablas del Lara.

Gabriel nos explicó que «La Caja» cuenta con 13 actores en el elenco para interpretar a 7 personajes. Esto quiere decir que hay multitud de combinaciones posibles a la hora de representar la función, con lo que uno puede repetir y ver una versión completamente diferente de la que ya ha visto.
En el reparto se encuentran César Camino, Javier Martín, Fran Nortes, Daniel Gallardo, Irene Arcos, Leticia Etala, Bart Santana, Nacho Diago, Mar del Hoyo, Mónica Vic, Eva Higueras, Joseba Hernández y Fran Calvo. Actores reconocidos que hemos visto en cine, televisión y teatro, y que generosamente se prestaron a mostrar esa parte del trabajo que no siempre se nos permite observar.

Cortesía de Javier Tomás Biosca
Gabriel nos comentó que llevan trabajando y entrenándose desde hace mas o menos un año, ya que para lograr el resultado perseguido se han basado en los métodos Suzuki y Viewpoints (Puntos de vista) para así hacer de los ensayos un trabajo mas orgánico y llegar a  encontrar en la acción del propio actor la necesidad de integrar el texto en la función. Una opción mas que acertada a la hora de afrontar una comedia como esta en la que el ritmo prima sobre otras muchas cosas.
Para el que desconozca estas técnicas os hago un pequeño resumen sobre estos métodos de entrenamiento actoral que creo os pueden resultar interesantes de conocer:
El Método Suzuki es un método creado por el dramaturgo y director teatral Tadashi Suzuki en el cual el trabajo del actor con su cuerpo es la base de todo. Es casi una disciplina de artes marciales, ya que se basa en movimientos muy concretos que ayudan a que el actor adquiera mayor consciencia de su espacio, del suelo  que pisa, además de con sus compañeros y lo que le rodea. De esta manera su concentración será mas orgánica, trabajando desde «las tripas», las emociones, del propio actor y no tanto desde la psicología del personaje (esto llegará mas tarde, cuando el entrenamiento de sus frutos).
Cortesía TeatroLab


The Viewpoints se basa en el trabajo de improvisación por parte del actor, donde su cuerpo responde a estímulos externos como puede ser una música determinada, la acción de sus compañeros o el propio espacio. Esto hace que el actor esté alerta en todo momento, siendo consciente de su posición en el escenario, ayudándole a desarrollar una gran orientación espacial; sabiendo, sin tan si quiera mirar, donde está ubicado cada compañero en la escena.

Son dos técnicas que requieren de una gran forma física ya que exigen mucho esfuerzo por parte del actor, y se suelen entrenar en grupo para ayudar a tener una mayor conexión entre todos los miembros del equipo, además de ayudar a lograr una interpretación basada en el momento presente, reaccionando a los instintos propios del actor, sin pensar en algo establecido previamente. Casi provocando que en cada función haya que comenzar de nuevo, activando los códigos de alerta aprendidos con estos métodos de los que hablamos.
En este enlace que os dejo podéis echar un vistazo y saber un poquito mas de lo que os hablo (A partir del minuto 17): La tarde en 24 horas cultura-Método Suzuki
Varios miembros del elenco, antes de pasar al ensayo de la función, se prestaron a realizar una demostración para nosotros, para que conociéramos en la práctica la teoría que nos acababa de explicar Gabriel. Y para mi, que he vivido muchas clases de teatro y ensayos, fue realmente interesante descubrir este método por la marcialidad de la disciplina y la absoluta concentración y conexión que transmitían todos los actores antes de comenzar con el trabajo de ensayos.
Cortesía TeatroLab

Sentado al lado de Gabriel tuve el privilegio de poder ir escuchando todas sus explicaciones, cual fue la construcción de las escenas, la creación de la topografía de los personajes (el camino que dejan al andar); un aspecto treméndamente curioso de observar, ya que todos los personajes efectúan la misma topografía en escena, dependiendo el momento de la función en la que se encuentren y cada uno adaptándolo a las necesidades de su personaje; haciendo que no sea perceptible al ojo del espectador y que sin embargo marca el ritmo de la función, haciéndola tan dinámica y enloquecida como después pudimos comprobar en la previa del miércoles.
La cabeza me voló llena de preguntas, tanto para Gabriel como para el elenco, pero como invitado a una sesión de trabajo, no quise entrometerme ni interrumpir; preferí observar y absorber todo lo que estaba viendo, disfrutando con los cinco sentidos esta oportunidad que no se presenta todos los días y vivir una jornada con un equipo de profesionales como estos. 
Muchos habréis llegado hasta aquí preguntándoos «Vale, sí. Y cuando la viste ya en el teatro, ¿qué?»
Pues debo decir que el resultado es mucho mas llamativo puesto en las tablas del Lara.
Cuando a la Diva que hemos visitado en el camerino ya la encontramos maquillada y vestida para la escena, todo adquiere una dimensión aún mas espectacular.
La función es una comedia divertidísima, que no decae en ningún momento. Está llena de momentos hilarantes, surrealistas, bobos y muy muy divertidos. Esta obra como muy bien la definen ellos mismos es una mezcla de vodevil y sitcom televisiva a la que no hace falta meterle risas enlatadas porque es el propio público el que de manera espontánea se carcajea, además con muchas ganas, de las situaciones que viven Antonio y todos sus amigos.
El espectador siempre tiene mas información que los propios personajes y eso hace que nos divirtamos aún mas con las situaciones que les toca sufrir. Una propuesta muy interesante, llena de secretos, de mentiras, de enredos que siempre están al límite de ser descubiertos, un empleo del gag bien resuelto y una mezcla de elementos visibles e invisibles que le dan un punto de vista diferente a esta propuesta.

Cortesía TeatroLab

Hubo algún detalle que vimos en el local que después no ha llegado a escena y que echamos de menos, ajustes necesarios de última hora. O que algún miembro del equipo nos gustara mas encarnando otros personajes que no eran los que finalmente les tocaron en suerte, aunque esto no quiere ser una mala crítica a su actuación, si no que habiendo visto el ensayo ya disponemos de dos versiones que comparar y eso ya crea nuestras propias preferencias. Es lo bueno de disponer de un elenco de tantos actores para tan solo siete personajes, que uno puede buscar cual es la combinación que mas le gusta viendo varias veces la función.
También nos gustó ver que alguna propuesta que surgió mientras nosotros presenciábamos el ensayo, ha acabado estando presente en la función. Esto demuestra la labor tan creativa y abierta que tiene Gabriel con su compañía, donde las ideas fluyen y son probadas, experimentadas y finalmente incorporadas o no al trabajo que ya traían hecho.

El reparto que pudimos ver el miércoles fue el integrado por Javier Martín, Fran Nortes, Irene Arcos, Leticia Etala, Bart Santana, Mónica Vic y Fran Calvo. Todos ellos divertidísimos, llenos de una simpatía y un carisma muy especiales; la verdad que la energía que lanzaban al patio de butacas era impresionante, llena de un buen rollo que caló en los asistentes. Prueba de ello son los comentarios que se escuchaban a la salida donde todo el mundo hablaba de lo muchísimo que se había sorprendido y reído con la función.

Cortesía TeatroLab
A veces, sin uno quererlo, pasa por alto la labor tan grande que se tiene que hacer para llevar a buen puerto una comedia. Como uno se divierte, nota la ligereza de la obra, piensa que lo que se está haciendo es sencillo y quizá no lleguemos a valorarlo en su justa medida, pasándolo por alto y juzgando por encima lo que en verdad ha supuesto tantas horas de esfuerzo. Aunque por otra parte así es como tiene que ser, pues eso significa que todo está correctamente ejecutado. El público no debe sufrir por el trabajo del actor, si no disfrutar desde su butaca. Para eso estamos los que husmeamos entre cajas, miramos entre telones y lo observamos todo para después contarlo.
Es un placer ver la entrega y el trabajo tan duro que hay tras esta función. Normalmente el teatro exige un esfuerzo enorme, tanto psíquico como físico, pero si además lo que se está preparando es una comedia tan llena de acción como es esta, todo se multiplica por mil, y ver el cuidado que se ha puesto en construirla y que funcione con el dinamismo y la vida con la que funciona «La Caja», hace que no pueda por menos que valorarla con mucha admiración. 
Creo y espero de todo corazón que tengan mucho éxito, lo merecen, y que se alargue en la cartelera tanto como «Burundanga» que es la que le precede.

Desde esta crónica les doy las gracias por habernos dado la oportunidad de ser los primeros espectadores que han vivido «La Caja», ¡un regalo de lujo que disfruté como un niño y que espero haber transmitido con la misma ilusión que lo viví!
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Derbi en la morgue Entrevistas Javier Enguix Juanjo González Manuel Maestro Microteatro

Derbi en la Morgue – Charla con Javier Enguix

Siempre es curioso pasarse por Microteatro. El ambiente que se respira, la gente que se deja caer por allí y, sobretodo, la posibilidad de poder ver el teatro que se ve allí.

Seguro que muchos de vosotros ya sabéis de lo que hablo porque este tipo de propuesta se ha extendido por todo el territorio nacional y sé de otras provincias donde también tienen espacios en los que se programan «micro-obras».

Para los que aún no sepáis de lo que hablo, «Microteatro» es como un «multiteatro» donde solo se programan «cortos» teatrales. Donde los creadores dan rienda suelta a sus ideas menos convencionales para que salgan a la luz o para sacar al mundo el germen de lo que posteriormente pueda ser una función de larga duración, como ya ha habido varios casos.
Así que no es de extrañar que si recibo una llamada para recomendarme uno de los montajes que allí se están viendo, vaya sin pensármelo demasiado. 
Esta vez la pieza que llamó a las puertas del blog fue «Derbi en La Morgue», escrita y dirigida por Manuel Maestro, producida por Juanjo González e interpretada por Javier Enguix quien se prestó a charlar un rato con En Un Entreacto y hablarme sobre las sensaciones que le provoca estar inmerso en este proyecto.

Javier Enguix es un actor valenciano conocido para el gran público por ser Gustavo Olavide en la exitosa serie «Amar en Tiempos Revueltos», serie de la que me comentó que tiene muy gratos recuerdos y en la que trabajó muy a gusto. Pero su trabajo no comenzó ahí, él ya trabajó anteriormente en series para la televisión valenciana y ha formado parte de grandes musicales que se han representado en nuestra cartelera, como «Hoy No Me Puedo Levantar», «Víctor o Victoria», «El Rey de Bodas», «Chicago», «Cantando Bajo la Lluvia» o «Sietes Novias Para Siete Hermanos»… Actualmente, a parte de «Derbi en la Morgue» está inmerso en los ensayos de la versión musical de «Ay, Carmela» que se estrenará a comienzos de Abril en Madrid.

Mientras esperábamos a que finalizaran las sesiones de diario de Microteatro y pudieran entrar a montar la escenografía, nos sentamos a charlar un rato y que Javier me contara un poco de qué trata la obra que está representando y las sensaciones que le provoca trabajar en este espacio tan peculiar.

La función nos sitúa, como bien dice el título, en una  de las salas de una morgue donde un trabajador de la misma espera a que vengan a identificar un cadáver. Ese día justamente se juega un Madrid-Barça, con lo que la espera se hace mas larga de lo acostumbrado, provocando cierta intranquilidad en el empleado que aguarda junto al cadáver… y ya se sabe que, cuando uno está intranquilo, le da por pensar muchas cosas, aparecen dudas, miedos y la espera puede hacerse eterna.

Javier nos comenta que todo surgió a raíz de que su amigo Manuel Maestro le comentara que tenía una idea para presentar a Microteatro y ver si eran programados con ella. Se lo comentó para que él, Javier, la representara; les llamaron para comunicarles que habían sido seleccionados para representar la función en el mes de Marzo. Por ese entonces Javier estaba en un momento de parón y le pareció buena idea entrar en el proyecto porque, como bien dice, a parte de ser trabajo, participar en este tipo de propuestas hace que el actor se mantenga en activo y ayuda a regresar a la esencia de esta profesión, algo de lo que algunos actores parece que se olvidan cuando comienzan a trabajar en grandes proyectos y que no debería ser así. El caso es que se pusieron manos a la obra, contando con la ayuda de Juanjo González, que ya tiene experiencia en producir piezas de este tipo y llegaron a las sesiones golfas del mes de Marzo, representando los miércoles y jueves a partir de las 23,30h.

Le comenté a Javier que me llama mucho la atención verles trabajar en estos espacios porque es una vuelta de tuerca mas en lo tocante a la interpretación, ya que evidentemente no es lo mismo enfrentarse a un patio de butacas de cualquier teatro que estar encerrado en una habitación con 1, 2 o 10 personas de las que a penas te separa medio metro. Y Javier me decía que así era, que el concepto del Microteatro hace que la cuarta pared desaparezca por completo, que las sensaciones de sentir a los espectadores tan próximos hacen que tengas que estar mucho mas alerta e interpretar con mucha mas veracidad, ya que estás expuesto hasta el mas mínimo detalle. Además de estar obligado a tener siempre las pilas cargadas porque nunca sabes si cuando comienzas la representación tienes una persona mirándote o está el espacio abarrotado; y eso influye mucho. Tanto en él como en los espectadores, pues o se desinhiben mucho o pueden estar tan tímidos que generan en el actor una tremenda inseguridad por no saber si el pase está funcionando o está fallando.
También me decía que es interesante tener cuatro pases seguidos porque en cada uno de ellos las energías son diferentes y tiene que adaptarse a ello, reconduciendo el texto; que aunque siempre es el mismo, los silencios y las reacciones pueden variar en función a lo que él se encuentre cuando da comienzo la pieza. Además que lo de estar solo en escena le da una cierta sensación de vértigo, pues no tiene apoyo de nadie y un momento en blanco puede llegar a ser muy angustioso… Aunque por otro lado, confiesa, no hay problema de poder reconducirlo todo a «su» manera, puesto que no hay nadie a quien pueda entorpecer y el público está abierto a lo que él les quiera contar.

Enseguida tuvo que bajar a la sala a montar la escenografía y a concentrarse para el primero de los pases, pero puedo decir que el rato de conversación dejó muy buen sabor de boca y con ganas de, no tardando mucho, poder conversar mas extensamente con Javier sobre sus trabajos anteriores y los nuevos proyectos que le ocupan.

Mientras, os recomiendo que vayáis a visitar esta morgue porque en cuestión de 15 minutos vais a pasar de la risa al escalofrío en la espalda sin daros cuenta. Un texto que guarda momentos de humor muy negro, con un Javier Enguix que viaja por un buen puñado de estados de ánimo que a nosotros, como público, nos llegan y hacen que lo que para él es una larga espera, para nosotros pase volando. Un divertido y, en ocasiones, inquietante paseo en el tren fantasma que seguro vais a disfrutar.

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Cuando fuimos dos David Tortosa Entrevistas Felipe Andrés Fernando J. López Quino Falero Teatro

Cuando Fuimos Dos – Entrevista a Felipe Andrés y David Tortosa.

El pasado viernes tuve el privilegio de asistir al estreno de «Cuando Fuimos Dos»de Fernando J. López en El Sol de York, y ayer Felipe Andrés y a David Tortosa, los dos actores que encarnan a Eloy y a César en esta versión dirigida por Quino Falero, se vinieron a tomar un café con En Un Entreacto y acompañarlo con una entretenidísima charla sobre la función y sus personajes, sobre la forma de trabajar, sobre el nuevo enfoque que se le ha dado al montaje y, además, poder intercambiar opiniones sobre los entresijos de la producción. La verdad que fue una de esas tardes que apetece que se alarguen.
No hizo falta casi ni preguntarles. Aquí os dejo la charla que tuvimos, se nota que están agusto y contentos con el resultado:

EN UN ENTREACTO: Para los que aún no conozcan “Cuando Fuímos Dos”, ¿Qué es lo que cuenta la obra?

FELIPE ANDRÉS: Es una historia de amor de dos pesonas, César y Eloy, que se aman profundamente, pero que tienen ciertas dificultades para que ese amor llegue a buen puerto. Los dos tienen muy claro que tienen sentimientos el uno hacia el otro, pero no pueden evitar tener celos, tener inseguridad, tener miedos… es una historia muy reconocible, que a cualquiera nos puede pasar, ¡que nos pasa! y que es muy fácil identificarte porque son sentimientos universales.
DAVID TORTOSA: Cualquier persona que tenga pareja o que la haya tenido en algún momento, reconoce cosas en la obra cosas vividas. Y es que se habla de cosas muy cotidianas en la pareja.

F.A.: Sí, la obra retrata momentos muy felices de la pareja, momentos donde hay una tranquilidad, una ternura, una emoción y luego momentos donde se ven los conflictos, donde se ven que son dos personas muy diferentes, que tienen sentimientos comunes, pero que son tan diferentes que chocan constantemente. Pero es lo bueno, que la gente se siente identificada… Unas veces con Eloy, otras con César… Es lo bueno que tiene esta obra, que retrata muy bien la vida de una pareja.
E.U.E.: A mi una de las cosas que me ha gustado de la función es que no se lleva todo a la comedia o no se lleva todo al dramón, si no que es realmente la vida de una pareja lo que se ve. Donde en algún momento hay algo cómico, relajado, mas tranquilo y hay otros momentos mas intensos, y yo creo que eso es lo que ayuda al espectador a identificarse con lo que quiere contar “Cuando Fuimos Dos”.

D.T.: Claro, porque la vida es así. La vida está llena de momentos buenos, o momentos en los que una risa se quiebra con un lloro. Lo bonito es que nosotros estamos haciendo  escenas donde los personajes sufren muchísimo, pero provoca la carcajada en el público y es porque el público se reconoce en lo que está viendo. Se sufre y se ríe cuando se ama. Cuando tú lo estás viviendo dentro, como lo hacen los personajes, a la gente no le resulta cómico, pero cuando la gente lo ve, pues sí. La cosa es tremenda, porque uno piensa “¿Pero cómo no se dan cuenta? ¡Como sigan por ese camino lo pueden estropear todo!” y es que es muy fácil ver los toros desde la barrera.


E.U.E.: “Cuando Fuimos Dos” ya tuvo otra etapa diferente en el 2012, ¿cómo surgió la idea de retomar el montaje? Cuando terminasteis con aquella etapa ¿Ya había idea de retomar?

F.A.: Bueno, aquella etapa sencillamente terminó, y desde mi productora “CriaCuervos” conseguí los derechos de la función y decidí hacer una producción como yo creía que se merecía el texto de Fernando J. López.

E.U.E.: ¿Cómo llegaron Quino Falero y David Tortosa al proyecto?

F.A.: Rocio Vidal y yo, que somos los productores, hablamos con Quino Falero, porque tenemos conocidos comunes que han trabajado con él y que me dijeron que Quino era maravilloso dirigiendo actores y porque además creo hizo con “El Manual de la Buena Esposa” una maravilla. Así que contacté con él; y al mismo tiempo que contacté con Quino, lo hice con David que es un actor que siempre me ha gustado y que pienso reúne las cualidades para el personaje de César. Daba la casualidad que termina el musical de “Mas de 100 Mentiras” y que Quino tenía cuatro semanas antes de irse a dirigir otro proyecto, nos juntamos estas cuatro semanas y así ha surgido todo.
Quino Falero, Fernando J. López, Rocio Vidal, David Tortosa y Felipe Andrés

E.U.E.: Han debido ser cuatro semanas de locura, de ir a por todas y sin descanso, ¿no?
D.T.: Tenía que ser así, cuando me lo plantearon, ya me comentaron que ya había fechas en El Sol de York, entonces sabíamos que iba a ser un mes de trabajo muy duro. Recuerdo que Felipe me decía: “Hombre, aún no acabas de terminar el musical, y no sé si te apetece meterte tan rápido en otro montaje…” pero reconozco que estas cosas me encantan, el ir empalmando historias… Ya estoy acabando una cosa y, de repente, ya estoy metiéndome en otra… ¡Me emociona muchísimo! y mas con un personaje tan diferente como César. Porque en cierta manera se puede parecer un poco a los personajes de “Mas de 100 Mentiras”, pero era otra historia; partiendo de la base que esto es texto y el otro montaje era musical, pero este es un trabajo con un texto tan bonito como “Cuando Fuimos Dos”, que a mi me gustó tanto cuando lo vi, lo disfruté tanto, que dije que sí sin pensarlo. Me puso tantas facilidades, que no pude negarme y ¡entré directamente a matar!
F.A.: Además que fue un trabajo extra para David por el tema de estudiarse el texto, porque yo por lo menos tenía el texto aprendido…

E.U.E.: Sí, pero tú has encarnado a Eloy en las dos versiones ¿cómo hace uno para dar un toque diferente a un personaje ya visitado?

F.A.: Quino me pidió que dejara a un lado el trabajo que había hecho y recuerdo que después de la primera lectura me dijo “Tú tienes el doble de trabajo que David, porque tienes que olvidar lo hecho y aprender lo nuevo” pero trabajarlo con Quino como director, que es muy concreto y muy preciso, ha hecho que vaya por un camino muy claro … Y luego el trabajo con David, ¡con el que se ha creado una relación de pareja en dos días!

D.T.: ¡Literalmente!
F.A.: A Quino le gusta trabajar haciendo ejercicios para crear equipo y generar comodidad y lo logramos en dos días.

D.T.: Hay muchos directores y mucha gente a la que le gusta trabajar haciendo mucho análisis de texto, mucho trabajo de mesa, y con un buen trabajo de mesa es cierto que salen cosas, y se avanza mucho, pero en este caso no hicimos apenas trabajo de mesa, vinimos con nuestro trabajo de casa, e hicimos un trabajo de fondo, a base de improvisaciones, donde había que hablar, jugar, explicar y así vimos el pasado de uno y de otro, de cómo se conocieron, con esas improvisaciones; y cómo nos teníamos que adaptar a lo que decía el otro, sin tirar nada para atrás. Si él decía que nos conocimos en “tal sitio”, yo asumía que nos conocimos donde él decía, y creamos la historia a base de juego. Fue maravilloso porque, al trabajar, yo visualizaba momentos que habíamos hablado. Y a la hora de la pelea, de discutir, a mi me servían mucho esas imágenes. Es una forma de trabajar maravillosa. Es la que yo utilizaría si en algún momento decidiera dirigir.

F.A.: Es que te sitúa en la situación de una manera inmediata. No es una cosa tan intelectual, es algo mas orgánico, que ha provocado que surja una química trabajando y una historia en muy poco tiempo. Recuerdo que hicimos un ejercicio en el que los personajes tenían que hacerse un regalo entre ellos, y resultó que, sin haberlo acordado, el regalo que teníamos el uno para el otro estaba muy relacionado.

D.T.: Recuerdo que en otro momento dije que a César le hubiera encantado que Eloy le hubiera llevado a Nueva York, y esto a Felipe se le quedó y en el ejercicio de los regalos, recuerdo que le llevé una cajita de música que cuando la abrías sonaba la melodía de “New York, New York”; y él me hizo una “gincana”, bueno de hecho hay una cosa que utilizamos en escena, que el público no lo sabe, pero en esa caja que utilizo al final, hay muchas cosas dentro, y entre esas cosas hay un puzzle, ese puzzle me lo hizo él y en la parte de atrás de las piezas me escribió una poesía muy bonita que me llevaba a un sobre, ese sobre me llevaba a otro donde había ¡dos billetes a Nueva York! ¡Fue increíble! Él me dio el regalo primero y se me quedó una cara… y le dije “Ahora te tengo que dar yo mi regalo… Lo vas a flipar” y cuando le di la cajita y comenzó a sonar “New York, New York”… ¡fue un momento mágico! Fue el momento en el que me di cuenta de lo grande que era esto, por la conexión que se había creado en tres días. Al comienzo me daba miedo que, o bien por él o bien por mi, no hubiera feeling, porque si no lo había… ¡Apaga y vámonos! Pero en ese momento me di cuenta que lo había y que Felipe es como yo. Yo soy muy Kamikaze y me lanzo sin censuras y si te toco, te toco, pero si me dices que trate de no hacerlo o pones limitaciones, lo respeto, pero ya se crea una barrera que impide que surjan cosas. En este caso eso no ha existido.

F.A.: Para creer que se ha creado una relación de pareja como esta, no se pueden tener prejuicios que te limiten porque si no, no es real. Estamos hablando de unas personas que se han amado durante años, que se han amado y que se aman profundamente, para darle la carne que necesita el espectáculo, porque si esta función no tiene carne, carne de emociones y, como dice David, de físico, no se entiende.
E.U.E.: Si no fuera así, no traspasaría como tiene que traspasar al espectador.
F.A.: Claro, no traspasa. Y he encontrado un compañero en David, para esta función, bestial; porque hay una conexión y un entendimiento total. Con él puedes estar tranquilo y centrarte en la historia con tan solo mirar a los ojos al compañero.

D.T.: Fíjate que a mi, cuando tenemos esos momentos tan intensos en escena, de violencia que el personaje levanta la mano pensando “Te estamparía la cara”, esos momentos tan físicos; momentos que en mi mismo no reconozco, porque no soy así, pero si es verdad que trabajando el personaje de César salen, me siento tranquilo sabiendo que quien está ahí es Felipe. Hay una escena que le digo “Cojonudo, Eloy, cojonudo…”, siempre se lo decía de boquilla y hubo un día que me acerqué a él haciéndole un gesto de levantarle la mano y se creó un momento realmente tenso y cuando terminamos de ensayar yo le dije “No sé lo que va a pasar ahí…” Me vino algo muy fuerte, pero que funcionó y ahí se quedó.

F.A.: Es que cuando sale un impulso orgánico del personaje, no puedes reprimirlo. Cuando es algo que está dentro de lo que está pasando, de una manera totalmente visceral… Hombre, él es profesional y sabe controlar y sé que no me va a dar un guantazo que me rompa la cara, pero todos esos impulsos son los que dan la magia y la credibilidad.
E.U.E.: Sentado en el patio de butacas, viendo la función, siempre tienes un momento de incertidumbre hasta que entras en el código que se te ofrece como espectador. Estás como en tensión hasta que entiendes el lenguaje que se está proponiendo y de repente viendo la naturalidad que dais en escena, provoca que el público se relaje y sienta la verdad que ofrecéis. No hay acciones que rechinen o que estén injustificadas y eso hace que todo fluya de una manera impresionante.

F.A.: Tanto Quino como director, como nosotros los actores, procuramos trabajar desde la mayor sinceridad y comodidad y desde la honestidad de estar contando algo que es muy personal, pero intentando convencer a los espectadores de cómo fue y porqué pasó lo que pasó. Eso es lo bonito, recibir los comentarios de la gente diciendo “Pero es que estáis tan creíbles…”
E.U.E.: Sí, es que en ningún momento sientes la incomodidad de ver algo forzado, es como que todo va por donde tiene que ir…
F.P.: Sale todo fluido. Esto no pasa siempre, pero es que en un montaje de 21 días de ensayos, que se consiga esto y que tanto el trabajo de Quino, como el nuestro, como las luces, la música, el vestuario… todo vaya con esa fluidez, es maravilloso. Recuerdo el primer día que hicimos un pase con música, fue un empujón hacia adelante impresionante.

D.T.: Nos situó en otro lugar. Fue brutal porque las músicas están tan bien metidas que la sensación que tuve ese primer día fue como que la producción subía un peldaño mas. Si uno ya tenía la sensación de que el trabajo estaba marchando, ese día, con la música y las luces ya salí pensando que este montaje adquiría otra dimensión. Y es que los elementos escénicos elevan muchísimo la calidad del espectáculo… ¡A pesar de que en cada función me cargue unas cuantas cajas de la escenografía! Jajajaja

F.A.: Jajajaja ¡David en cada función se pone mas violento! Jajajaja Pero es que ese comportamiento de David genera una energía tremenda.

D.T.: Eso salió un día ensayando, Quino me dijo “Me da la sensación de que tu rabia la puedes exteriorizar mas” y estaba tan cargado en ese momento, que cuando me dijo eso, cuando me dio la posibilidad de descargar mas esa rabia, no con mi compañero obviamente, pero si con otro elemento, ¡a mi me dio la vida! porque se convirtió en un momento de escape. Quino me decía “Yo no quiero que todo esté en escena tan ordenadito, ¡yo quiero que haya un caos! Es una mudanza y todo está lleno de cajas. Y qué mejor momento que ese para que el espacio se destroce”

F.A.: Eso es lo bueno de Quino, que ve el impulso natural del actor, y en este caso había un impulso en David que debía salir, ese impulso real de hacer algo Quino lo supo ver y como todo lo que monta, lo monta en favor del actor, vio esto y convirtió esa reacción natural del actor en algo artístico.
D.T.: ¡Y cómo queda eso! Porque ese momento es… se crea un silencio en la gente … No se oye ni un murmullo.
E.U.E.: Es que es un momento que impacta, el ver un momento de violencia tan evidente, porque en ningún momento está siendo tan evidente y que de pronto surja un golpe así…

F.A.: Y que además ese momento genera una atmósfera y una tensión… Es una montaña rusa porque a los segundos estamos casi desmoronados y fundiéndose en un abrazo…
D.T.: ¡Como la vida misma! Cuántas veces hemos discutido con nuestras parejas y hemos liado la “marimorena” y al momento por cualquier cosa te has abrazado y has acabado llorando… por eso creo que gusta tanto esta obra, porque te sientes muy identificado
E.U.E.: ¿Creéis que sea posible que el hecho de que se hable de una pareja gay genere una barrera con cierto público?

F.A.: Yo creo que no, la única barrera es la barrera mental que tenga la gente al planteárselo, pero no. Viene público de todo tipo y a todos les encanta la obra. En la obra no hay ninguna justificación para que sean gays. Son dos personas que se aman y ya está. Que sean chicos o chico – chica o dos chicas da igual. La historia llega a todo el mundo.
E.U.E.: Incluso los propios personajes se mofan un poco de los estereotipos gays, ¿no?
F.A.: ¡Claro! Mira, yo no he visto una obra escrita por ningún dramaturgo español que trate con total naturalidad y sin justificación alguna lo que es una historia de amor entre dos hombres. Porque o se hacen en plan coña usando los tópicos o se hacen desde lo tremendo, como dice el personaje de Eloy “Desde lo tremendo, desde los traumas…” No, aquí se trata desde la absoluta normalidad de una pareja de dos hombres; pero no, no es habitual ver una obra así…

E.U.E.: En este nuevo montaje, Fernando aparte de, evidentemente, ser el autor y firmar el texto ¿Ha tenido algo que ver?

F.A.: No, esta vez de hecho hemos respetado mas su texto que en su propio montaje. Quino insistió mucho en que el texto fuera tal cual, respetando la última versión, no la que está publicada, si no la última que escribió Fernando para la anterior producción. En la anterior versión había muchísimo texto añadido por nosotros; sin embargo ahora se respeta el texto tal cual, el ritmo… funciona mucho mas. Además yo le decía a Quino “Oye, y si aquí decimos…” y él siempre me decía “¡No! Lo que ha escrito Fernando, no añadas” Pero con respecto a la producción, no ha sido parte directa, pero nos ha brindado toda la colaboración del mundo. Ha tenido fe en nuestra producción y ha cedido todo con toda la generosidad del mundo. Confianza ciega, en nosotros, en David, en Quino…

D.A.: Además es maravilloso verle lo entusiasmado que está. Es increíble porque ¡nos hace mas publicidad que nosotros mismos! Cada día Fernando publica algo sobre nosotros, cuelga algo en internet…
F.A.: Creo que Fernando se merecía que su texto tuviera una producción como la de ahora. No quiero decir que la anterior fuera mala ni mucho menos, pero creo que se merecía algo como lo que se está haciendo ahora.

E.U.E.: ¿Cómo se lleva eso de actuar en tu propia producción?

F.A.: A veces se lleva muy bien porque tú tienes la capacidad de decidir sobre todo, por ejemplo puedo llamar a David y él generosamente decide. Yo digo que Rocio y yo hemos generado el proyecto, pero realmente es tanto nuestro como de David, como de Quino y de todo el que ha trabajado en él. Entonces es mucho trabajo y a veces es un poco agotador, porque llegas al ensayo cansado, estás estresado, no puedes dormir bien por las noches de tantas cosas que tienes en la cabeza, pero bueno, también puedes elegir muchísimas cosas y decidir cómo enfocar el proyecto, la promoción, con qué tipo de gente contar; esa es mi recompensa. Ahora, me lleva muchos días en los que no puedo dormir en condiciones, ¡qué voy a hacer! A veces también prefiero estar contratado. Pero bueno, está bien poder compaginar el estar contratado como estuve el año pasado en La Guindalera o en la compañía de Ainhoa Amestoy y otras poder trabajar con mi propia compañía y que me puedo permitir hacer los papeles que hago.

E.U.E.: Y tú, David, ¿qué tal sienta eso de ir encadenando personaje tras personaje y tan diferentes unos con otros?
D.T.: ¡Se lleva muy bien! No hay nada que mas me guste que no encasillarme.

E.U.E.: ¡Y además en diferentes géneros!

D.T.: Fíjate que con los musicales, que fue algo que apareció de repente en mi vida y que unos me llevaron a otros… “Cómplices” me llevó al “Tick Tick Boom!” que apareció al poco y este me llevó a “Mas de 100 Mentiras”… Yo quería hacer musicales porque era una de mis ilusiones desde pequeñito y, cuando ya hice uno dije “Bueno, ya he hecho uno, ya está”, pero el trabajo llama al trabajo, pero también tenía ganas de meterme en algo de texto y por eso disfrute mucho “¿A quién te llevarías a una isla desierta?” porque estaba deseando meterme en un personaje así y que no tuviera que ponerme a cantar en algún momento y “Cuando Fuímos Dos” justo acababa con el musical de Sabina, después de 6 meses cantando todos los días y pasar a solo tener que hablar… Bueno “solo tener que hablar” es un decir porque ¡madre mía! la de cosas que se dicen aquí… ¡Casi es mejor ponerse a cantar! Jajajaja No, en serio, es maravilloso poder hacer tantas cosas y poder hacer tantos personajes diferentes. No he vivido eso de encasillarme en algo y espero no tener que hacerlo… y si me toca y me encasillo, pues maravilloso también ¡porque será trabajo!. Me encantó el reto de “Cuando Fuimos Dos” porque quizá yo me vea un poco como Eloy y, sin embargo, me ha tocado ser César y me encanta poder aceptar este reto.

E.U.E.: Ahora que dices el identificarte con uno de los personajes. Cuántas veces se habrá acercado la gente a deciros que se han identificado con uno o con otro, ¿no?
D.T.: Nosotros ya nos lo tomamos a risa, cuando se acerca alguien y me dice “Pues me identifico mas contigo” voy a Felipe y le digo “Ey, ¡que se identifican mas conmigo!” jajajaja

F.A.:  A mi hay veces que ya hasta me molesta porque no se refieren al personaje diciendo “Es que Eloy es muy pesado” No, vienen y me dicen “Es que eres muy pesado” jajajaja y yo les digo “¡Que yo no soy Eloy! Que yo no soy así” jajajaja Aunque si es cierto que tengo muchas cosas de Eloy y ¡por eso me sienta mal! Jajajaja

E.U.E.: ¿Qué es lo que mas cuesta de esta función?

F.A.: Creo que una de las cosas que mas cuestan de esta función son las transiciones.  El encajar momentos de euforia con la aparente tranquilidad para hablar en público. Son una de las cosas que mas nos costó. A mi, por ejemplo, en una escena en la que veníamos de un estado muy duro, de una discusión muy fuerte, me dice el director  “Tienes que templar los nervios en 20 segundos, porque tienes que hablar al público no con el odio de la escena anterior si no con la cotidianidad con la que te dirigiste antes al público” Es una de esas cosas que Quino insistió en que sintiéramos y disfrutáramos, su pauta siempre era “No aceleréis. No vayáis de un sitio a otro rápido, disfrutadlo”  Y es que mientras nosotros los disfrutamos, el espectador igualmente los disfruta con nosotros y hay que darle tiempo para que ellos también vayan transitando por esta montaña rusa. Para nosotros como actores, estas transiciones son un ejercicio precioso y es un regalo poder hacer tantos cambios en una función. El que la función no sea lineal, actoralmente, te exige que hagas verdaderos saltos mortales.
E.U.E.: ¿Qué diríais que tiene esta nueva versión de “Cuando Fuimos Dos” para que vayan a veros y para los que ya vieron el anterior montaje, repitan?

F.A.: A la gente que vio el montaje anterior decirles que si les gustó el texto que vuelvan porque es un montaje nuevo; que vengan a ver el texto de Fernando J. López, pero con una propuesta totalmente diferente, con una dirección diferentes, con unas elecciones de interpretación que no tienen nada que ver y que les va a enriquecer muchísimo el recuerdo de la anterior función. Y los que no la han visto que vengan porque se van a sentir identificados, se van a reir, se van a emocionar, se van a sentir metidos en una historia de una manera directa. Les va a tocar.

D.T.: Yo creo que vamos a llevar al público por la misma montaña rusa por la que transitamos nosotros. Que vengan a verla porque no solo somos dos, esta historia es de todos, de hecho ya nos han dicho en mas de una ocasión que la gente tiene ganas de volver,e incluso alguno me ha escrito y me ha dicho que se había marchado revuelto, que no conseguía descansar por estar toda la noche dándole vueltas a la historia. Es una obra de teatro que no acaba cuando te marchas, no es la típica función que consumes y te vas, aquí sales masticando cosas y genera debate.

Así que ya sabéis, si aún no habéis ido a ver esta función, no lo dudéis. Merece mucho la pena ver esta trabajo tan bien hecho y que llega tanto. Podréis hacerlo hasta el 2 de Marzo, los Jueves, Viernes y Sábados a las 22,30h en El Sol de York. (La última foto es un flyer que podéis descargaros e imprimir para que os salgan mas baratas las entradas, así no tenéis excusa para ir a ver la función)
Ya solo me queda darles las gracias por su tiempo y la inmensa amabilidad con la que se prestaron a charlar conmigo. Para mi, como amante al teatro, es un auténtico placer poder escuchar de primera mano todas las cosas que han compartido conmigo y conocer un poco mas de cerca a dos profesionales que espero podamos seguir disfrutando en la cartelera con trabajos tan interesantes como este. 
¡Gracias, Felipe! ¡Gracias, David! ¡Gracias de todo corazón!
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El 2012 de En Un Entreacto

Mira que es complicado echar la vista atrás y elegir cuales han sido los momentos por los que recordar este 2012…
Me refiero a los momentos felices, porque el gobierno ya se ha encargado de que todos lo recordemos como el año en el que le dio la patada en en el culo a la cultura… pero bueno, de lo que se trata es de ponerle buen rollo al balance. Y digo que es difícil porque sé el cariño y las ganas con las que todos han intentado levantar el telón este año.
Así que, ¿porqué hacer una lista? Mejor repasamos los montajes que mas me han marcado positivamente hablando.
En este año hemos tenido el privilegio de poder vivir montajes que pasarán a ser recordados como legendarios, como «La Vida es Sueño» de Helena Pimenta con Blanca Portillo, «Agosto» de Gerardo Vera con Amparo Baró o «Follies» de Mario Gas con ese reparto irrepetible.
El año en el que por fin pude ver en teatro, ¡y de qué manera, señores! a Concha Velasco en «Yo lo que quiero es bailar» o a Verónica Forqué en «Shirley Valentine», dejándome unos recuerdos personales que jamás olvidaré. ¡Gracias!
Este también ha sido el año en el que disfruté de maravillas que fueron todo un descubrimiento como ese «Iván-Off» en La Casa de la Portera, que me atrevería a decir que es el mejor de los montajes del 2012 y podría enmarcar dentro de los montajes legendarios porque su eco resonará por siempre en la mente de los amantes del TEATRO, así, dicho en mayúsculas.
En el 2012 descubrí El Corral de Comedias de Alcalá de Henares, una caja de bombones hecha teatro, ahí vi otros dos montajes que me han dejado cicatrices de placer en mi alma teatrera «La Barraca del Zurdo» de Lavi e Bel y «Los Ojos» de Pablo Messiez. Dos obras que solo de recordarlas a uno se le humedecen los ojos y se le ponen los pelos de punta.
También he ido dejándome seducir por otras salas o festivales donde he podido descubrir otras propuestas y montajes, que aunque se programen en salas pequeñas, no tienen porque ponerse en un recuento diferente.
Ahí me he encontrado con piezas muy hermosas como «En el Cielo de mi boca» con Daniel Teba y escrita por José Padilla (Al que le debemos en parte la adaptación de ese maravilloso «Enrique VIII» de Fundación Siglo de Oro que también merece sitio de honor), «Primer Acto» de Juan Pablo Di Pace, un montaje tan personal y humilde que comenzó en un café teatro y ahora brilla en la Gran Vía madrileña. «Cuando Fuimos Dos» de Fernado J. López con Doriam Sojo y Felipe Andrés, que nos hablaba directamente a la cara y «normalizaba» algo que ya tenía que haberse normalizado hace mucho tiempo. La sorpresa de «Cuatro Estaciones y un Día» de Miguel Ángel Cárcano
La maravillosa Teresa Rivera y su «La Sole» que tanto dijo a En Un Entreacto. El terrorificamente divertido e inclasificable «Turno de Noche» de Paco Celdrán con Germán Torres y dirigido por J.L.Sixto y Sara Pérez. El tierno y divertido montaje de «Elling» de Andrés Lima con los deliciosos Carmelo Gómez y Javier Gutiérrez. O la incomprendida «Cuarteto» de Diágoras Producciones de la que estoy seguro sabremos mas en este 2013. En verano llegó a la capital el Festival Fringe donde Carlos Be nos golpeó con su incisiva «Muere Numancia, Muere». Y mas recientemente me regalé los sentidos con los «Cuentos Surrealistas para Mujeres Reales» de Antonio Zancada que tanto me gustó y me cautivó; al igual que ese texto tan interesante de descubrir de Antonio de Cos que es «Dos en la Ciudad».

Hay uno de ellos que aún no he mencionado y que lo hago con especial cariño que es «¿A Quién te Llevarías a una Isla Desierta?» de Jota Linares, quizá haya montajes con mas calidad o mejor libreto o interpretaciones mas impactantes, no digo que no, pero todo este equipo encabezado por los actores David Tortosa, Pablo Cabrera, Juan Caballero, Maggie Civantos y María Hervás, le han dado a este 2012 unos momentos inolvidables y a En Un Entreacto le han regalado un cariño y una visión del amor hacia la profesión que les hacen ser los «Niños de mis ojos» 


Antes he mencionado a «Enrique VIII» y «La Vida es Sueño», que para mi han sido los estandartes de lo que he visto de teatro clásico de este año, pero no puedo dejar de mencionar un dulce que degusté con tanto gusto, como fue «La Hostería de la Posta» ese Goldoni dirigido por José Gómez, maravillosa sorpresa. O el grandísimo y desinteresado montaje de «Don Juan Tenorio en La Cebada» dirigido por Cesar Barló del que espero su siguiente edición, sea donde sea. También gracias a un montaje clásico que me encantó descubrí el oculto «Festival de la Antigua Mina», ese montaje del que hablo es «La Hermosa Fea» de Lope de Vega de Diágoras Producciones, divertida propuesta que me reconcilió con el teatro clásico después de las decepciones del 2011.

En el apartado del teatro musical he tenido mis mas y mis menos, decepciones muy grandes, pero también placeres inmensos entre los que se encuentra esa «La Barraca del Zurdo» o la superlativa «Follies» que ya he mencionado. Y es que empezar el año riendo a carcajadas con «Concierto de una Orquesta de Verano» o poder viajar hasta Gran Canaria en Enero solo por darme el gusto de disfrutar de «Sonrisas y Lágrimas» es algo que no se hace muy a menudo. También ha habido divertimentos de calidad como «El Crimen de Lord Arthur Savile» de Egos Teatre, el reencuentro con «Tick, Tick… Boom!», recitales de lujo como «The Belle of Broadway» de Susan Egan
acabar por acceder a pasar un buen rato con «Más de 100 Mentiras», o colarme el agujero y salir encantado con «The Hole» o con gamberradas sanguinolentas como «Evil Dead – El Musical». Sin olvidarme la escapada que me di a Buenos Aires, donde pude darme el lujo de ver a Norma Aleandro en «Master Class», que viene en Octubre a España… cita imprescindible donde las haya. Y disfrutar de un montaje que no se yo si alguna vez veremos por estas tierras, pero que sería una pena que no sucediera, «Casi Normales», la versión en castellano de «Next To Normal».
No puedo finiquitar este recuento sin mencionar la divertidísima «El Manual de la Buena Esposa» o la irregular «¿Quién Teme a Virginia Woolf?», junto con  la valiente y controvertida «Babel» o la maravillosamente tierna «De Ratones y Hombres» de Miguel del Arco con unas interpretaciones soberbias tanto de Roberto Álamo como de Fernando Cayo.
Y el final de año ha sido de los que pocas veces se repiten, asistiendo a una lección de interpretación como  el de esa espléndida Vicky Peña en «El Diccionario».
También debo agradecer esos ratitos de conversaciones que me han regalado algunos profesionales del teatro como Pablo Muñoz-Chápuli, Juan Pablo Di Pace, Mercè Grané, César Barló y Elena López, Teresa Rivera, Daniel Acebes, Jota Linares y Pablo Cabrera, Olga Antúnez o David Ordinas o la entrevista que me hicieron a mi desde el programa de radio «El Secreter» que tanta ilusión me hizo. 

Han sido grandes momentos que quedan en el recuerdo y que he querido plasmar aquí, en «En Un Entreacto», para que se vea que el 2012, a pesar de la falta de ayudas por parte de los que gobiernan, ha sido un año lleno de creatividad, de grandes montajes y de, sobretodo, mucha ilusión y amor por el Teatro. Solo espero que en el año que entra, sigamos pudiendo disfrutar tanto y de tantas opciones, y que todos los que amamos la farándula nos volquemos en conseguir que siga yendo hacia adelante y con la cabeza bien alta.
¡Nos vemos en los TEATROS!
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Entrevista con Teresa Rivera – LA SOLE

«Hay momentos que el blog me sorprende. En un entreacto cobra vida propia y se mueve casi de manera autónoma. Se cuela en la vida de personas a las que ni yo mismo conozco, se relaciona por si solo y, por alguna razón que se escapa a mi entendimiento, hace que la gente se quiera comunicar con él… ¡Es algo maravilloso y doy las gracias por ello!»


Estas palabras las publiqué no hace demasiado tiempo en mi muro personal de Facebook intentando agradecer a todos aquellos artistas que se han querido poner en contacto conmigo porque han visto algo en el blog que parece que encaja con su forma de trabajar y de sentir. ¡Era (y es) algo mágico! y sentía la necesidad de contarlo, pero sobretodo de agradecer que fuera así.
Entre estas personas que contactaron conmigo estaba Teresa Rivera queriendo presentarme su espectáculo «La Sole» y ya, por fin, este martes pasado pudimos conocernos en persona.
No soy periodista, ni mucho menos, espero que sepáis perdonar todas las torpezas que pueda cometer; pero realizando estos artículos y entrevistas busco algo que nadie mas me puede dar y es conocer la información de primera mano. La cercanía de una charla relajada con un café o una cerveza, hablando de su trabajo, de su cotidianidad, del teatro, de la vida y de todo aquello que surja. y, por supuesto, después poder contarlo aquí.
Como decía, hace unos días quedé en la Plaza de Lavapiés con Teresa Rivera, actriz cordobesa de larga trayectoria en montajes comprometidos con el sentir de la gente de a pie; que nos trae de nuevo esta semana a los escenarios de la capital su espectáculo «La Sole». Un monólogo que realmente no lo es tanto pues lo que tiene ella en escena es un diálogo abierto con su soledad a la que ella llama cariñosamente «La Sole».
Este espectáculo ya tiene bastante rodaje, no solo en las salas de la capital, si no en varios espacios escénicos de otras provincias ¡Y lo que le queda! No hay mas que ver los vídeos que Teresa cuelga en la página de Facebook de La Sole o en el blog que tiene del montaje lasolecontenta.blogspot.com.es donde se la ve pasear por el barrio en el que precisamente hemos quedado para tomarnos unas cervecitas y charlar, Lavapiés, y confraternizar con sus vecinos, para ver que la vida de La Sole es muy larga, ¡tanto como su bata de cola!

Teresa me comentaba que este espectáculo nació de la necesidad de sacar fuera la sensación de soledad y aprender a vivir con ella con total naturalidad. Todos tenemos la nuestra, pero la vemos como algo oscuro y que no nos gusta, y hay que sacudirse eso. Una frase que me dijo Teresa y que me gustó mucho es que «No hay que confundir soledad con ausencia», después del encuentro la he meditado mucho y posee muchas connotaciones interesantes de examinar con uno mismo.
Ella, junto a Valeria Alonso, con la que ya había trabajado anteriormente y que es quién la ha dirigido en este espectáculo, trabajaron desde su propia experiencia y a base de improvisaciones, de situaciones en las que tenemos que vernos las caras con nuestra propia soledad, y así fueron saliendo los textos. Siempre enfocados desde la simpatía hacia lo único que nos acompaña cuando nacemos y que está junto a nosotros cuando morimos.

Como ella bien dice, es preferible afrontar este tema desde el sentido del humor, es mas cercano, mas sano y de consumo mas fácil para el espectador. Sacarle todo tipo de aditivos oscuros y deprimentes, y tratarlo como lo que es, algo cercano e inevitable. Y sobretodo que apetezca conocer arrancándole todo dramatismo. Me decía que ella pretende acercar el sentir de la soledad a todos los que vayamos a verla, mostrarnos que no hay que tenerle miedo, que está ahí para quedarse y acompañarnos en nuestro vivir diario.

Y así, hablando de cómo es su forma de trabajar, le pregunté cómo se hace para sacar adelante un espectáculo como este, ahora que la cosa está tan complicada. Me dice que ella ha tenido la suerte de rodearse de gente que, por diferentes vías han ido queriendo implicarse con «La Sole», gente que le ha entregado muchísimo cariño y han enriquecido el espectáculo de mil maneras diferentes. Eso sí, Teresa ha decidido echarse a la espalda todos los asuntos de prensa y distribución, «No hay dinero para poder pagar a alguien», y de esta manera, sin dinero, no tiene garantías de que nadie se involucre en el proyecto como lo haría ella misma. «No puedo exigir a nadie que se implique al 100% si no cobra un duro», eso solo lo hace ella que lo ha visto nacer y ha salido de su labor junto a Valeria. Así que la que se ha metido de lleno en las redes sociales, en lo de los encuentros con los medios, el «carteleo» y demás maneras de promocionar el espectáculo, ha sido ella. Nadie le va a garantizar nada mejor que ella misma.
Una cosa que me llamó la atención fue la fusión de humores y le pregunté por ello; Teresa andaluza de pro y Valeria argentina afincada en España. Me comentaba que ha sido una mezcla muy interesante y enriquecedora, pues lo que no aportaba una, lo aportaba la otra y siempre encontraban un nexo de unión que ahora se refleja en el espectáculo. Cuando se pudieron a gestar a «La Sole», Teresa se encargaba de lo gestual y Valeria escribía sobre ello, dándole el toque textual. Cada una se encargaba de un terreno y después mostraba a la otra, dejando fluir todo lo que les sugería, sin interrupciones ni discusiones. Teniendo muy claro que el tiempo de creación y ensayo, era tiempo únicamente dedicado a esa labor y discutiendo qué funcionaba y qué no pasado ese momento. No querían contaminar con discusiones lo que pudiera aparecer por sorpresa.

Otra de las cosas que a todos nos va a llamar la atención es la apariencia de La Sole, con su bata de cola larguísima. Teresa me dice que surgió espontáneamente, La Sole es el reflejo de lo que ella siempre quiso hacer y ser y no hizo ni fue, coplera y bailaora. Con lo que La Sole vive la copla, muchos textos están inspirados en letras del género, como un reflejo de sus sentimientos y pensamientos y su atuendo es esa bata de cola que pasea por Lavapiés con tanto orgullo. «La bata da una cercanía que ni te imaginas. Si ahora mismo estuviéramos aquí, tomándonos las cañas, tal como estamos, pero yo estuviera con la bata; verías que a todo el mundo se le ilumina la cara. Y es que la bata contagia una energía muy bonita». Al comienzo Teresa no sabía muy bien qué iba a hacer con la bata, pero sentía que para vestir su soledad, necesitaba de esta bata, y así apareció lo que ahora la identifica y le aporta una personalidad tan arrolladora. La bata fue haciéndose hueco dentro del montaje y le imprió carácter.
La verdad que es bonito ver que las ideas fluyen y se transforman dándonos la oportunidad de disfrutar de propuestas que en otros espacios no se pondrían en escena. Sin embargo, gracias a pequeños espacios, podemos llegar a otro tipo de teatro que nos alimenta diferentes rincones del alma.
Estas son las cosas por las que doy gracias al blog, por poder llegar a artistas con los que seguramente de otra forma no me hubiera llegado a tropezar. Poder saber de ellos, de su esfuerzo por tener su hueco y ver que su propuesta es tan válida como la que tenemos en los teatros principales de la ciudad.
Gracias a Teresa por contarme tantas y tantas cosas y prestarse a charlar con «En Un Entreacto» y aportar otra visión de este mundo tan maravilloso y tan complejo. Gracias por la calidez con la que me trató y la cercanía y sinceridad de sus palabras. ¡Mucha suerte con La Sole y con todo lo que vaya regalándote la vida!
«La Sole» nos espera a todos en DT Espacio Escénico desde el 15 de Noviembre al 8 de Diciembre, de Jueves a Sábado a las 20,30h.
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