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Constelaciones Fernando Soto Fran Calvo Inma Cuevas Nick Payne Teatro Lara

Constelaciones

Título:
Constelaciones

Autor:
Nick Payne

Lugar:
Teatro Lara

Elenco:
Inma Cuevas
Fran Calvo

Escenografía e Iluminación:
The Blue Stage Family

Ayudante Dirección:
Daniel Gallardo

Dirección:
Fernando Soto

Una historia de amor puede crear infinitos caminos, puede ir por diferentes derroteros, puede ser la más bella o la más desastrosa de las historias, incluso puedo no ser. Todo depende del momento, la circunstancia; esa casualidad que haga que todo estalle y se convierta en lo inesperado.
«Constelaciones», texto escrito por Nick Payne, es el punto inicial de todas esas historias que pudieron ser y no fueron o todas esas historias que parecía que no iban a poder ser y finalmente fueron.
En esta función uno transita entre universos paralelos y lo que puede ser un cruce de miradas casual e inocuo, puede convertirse en la más bella historia de amor, en el destino de nuestras vidas.
¿Os imagináis el sin fin de posibilidades que se nos abren por delante en nuestras vidas? Y de todas ellas nosotros escogemos una, tan solo una con la que vivir, pero ¿y si pudiéramos observar lo que hubiera podido ser de nosotros si hubiéramos escogido, voluntaria o involuntariamente, otra opción? Pues eso es «Constelaciones», y más te vale haberte abrochado bien el cinturón de seguridad de tu butaca porque el viaje se vuelve de vértigo.
Todo comienza con un intento por chuparse el codo propio y las consecuencias cósmicas que eso conlleva… Dos personajes, tan solo dos, que se desdoblan y se reinventan a cada latido, que van y vienen, que encuentran diferentes pliegues en el espacio-tiempo y viven y reviven una y cien veces su historia de amor, cada una de una manera distinta, pero todas igual de probables. Una gozada de texto que nos hace reír, que expresa todo un caleidoscopio de sentimientos humanos, alegría, desenfado, desilusión, sorpresa, tristeza, dolor… pero sobretodo y por encima de todo AMOR. Y todo ello con la sencillez de una escenografía mínima que varía a golpe de luz.

No creo que haya nadie que asista a esta función y no se vea reflejado en ella… es más, y que no ansíe poder tener la oportunidad de volver a tirar los dados, aunque solo sea por curiosidad, y ver qué otra opción se nos  hubiera podido poner por delante en el camino. Es como esos libros de «Elige tu propia aventura», que leíamos de pequeños, hecho teatro.

Un delicioso enjambre de «Y si fueras…»dirigido por Fernando Soto con una precisión y un sentido del ritmo maravillosos. Algo hay en la función que deja entrever que en este equipo todos son actores, aunque en estos momentos ostenten el rol de director y ayudante del mismo; la delicadeza y la minuciosidad con la que se lleva a cabo la puesta en escena lo deja patente.

Esta historia podía haberse convertido en un pegote, en una paja mental bien grande y, sin embargo, es un camino en el que el «Más difícil todavía» sucede a cada línea de diálogo, y eso es gracias a lo inmensos que están sus dos protagonistas, Inma Cuevas y Fran Calvo. Juegan las situaciones con un nivel de cercanía tan potente que nos conquistan desde la primera mirada que comparten entre ellos. Un trabajo complejo el de estos dos actores que hacen un tándem inmejorable, pendientes todo el tiempo uno del otro, de los gestos, de las palabras, de las miradas; con unas coreografías repletas de marcas invisibles para el espectador y, sin embargo, esenciales para vertebrar este montaje.
Fran e Inma, Inma y Fran, se transforman en dos funambulistas que convierten el arte de la repeteción en algo fascinante de contemplar y digno de aplaudir.

«Constelaciones» es una historia que sabe a esa miel que tanto tiene que ver con sus personajes, pero que además nos aguijonea con el dolor del destino. No se la pierdan.
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Ariana Martínez CNTC Constelaciones Don Juan Tenorio En Un Entreacto Radio Fran Calvo GetafeVoz Inma Cuevas Teatro Lara Teatro Pavón

En Un Entreacto Radio – Programa 30

Desde En Un Entreacto Radio seguimos fieles a nuestras quincenas teatrales.
Como siempre hacemos, en nuestro programa número 30, nos lanzamos a por estos 70 minutos en los que nos colamos entre los recovecos de las artes escénicas, acercándoos toda la actualidad teatral desde nuestro rincón de GetafeVOZ.
Esta quincema volvimos a haceros nuestras sugerencias particulares desde la cartelera. Trayendo los montajes que a nosotros nos parece que no hay que perderse. Ya sabéis que son muchos más, lo nuestro solo es una pincelada entre la inmesa oferta que os espera.
Los primeros invitados de este programa fueron Inma Cuevas y Fran Calvo que vinieron a charlar con nosotros sobre «Constelaciones», montaje con el que regresan a Madrid, concretamente al Teatro Lara. Pudimos descubrir de su mano los Universos Paralelos y sus múltiples opciones, pero no solo eso, además disfrutamos de su cercanía y nos divertimos coversando de, entre otras cosas, Coplas en inglés y alguna primicia que nos regalaron, pero para saber de qué hablamos deberéis escuchar el programa…
Y acabamos el último programa del mes de Enero con la visita de Ariana Martínez, actriz que interpreta a Inés de Ulloa en el «Don Juan Tenorio» que ha montado Blanca Portillo con la CNTC y que actualmente podemos ver en el Teatro Pavón, y que en breve reanudará su gira por toda España. 
Ariana ha sido una de las primeras invitadas que nos ha abierto las puertas a un montaje de gran formato, hablándonos de cómo se trabaja en ellos y además con semejante directora. Una charla que dio para emocionarnos, reirnos y descubrir una actriz a la que hay que seguir muy de cerca.
Un programa que nos dejó una maravillosa energía positiva como colofón a una deseada y disfrutada charla entre amigos entreacteros.
¡Bienvenidos a En Un Entreacto Radio!
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David Velardo En Un Entreacto Radio GetafeVoz Jorge Cabrera Lourdes Zamalloa Microteatro Teatro Lara

En Un Entreacto Radio – Programa 28


Hemos llegado al último En Un Entreacto Radio de este 2014 que tantas y tan gratas satisfacciones nos ha regalado.

Un programa en el que César, desde la sección de cartelera, nos habla sobre todo  el teatro que vio en Nueva York y desde donde nos hace unas cuantas recomendaciones para todos aquellos que nos quedamos estas fiestas en Madrid.
Pero no solo eso, además tuvimos unas estupendas visitas en el estudio de GetafeVOZ, por un lado tuvimos a pie de micro a Jorge Cabrera y Alicia Lobo que nos vinieron a hablar de “Paquito. Lágrimas, Mocos y Sangre”,función con la que cierran el año en el Off del Teatro Lara. Conocimos el origen de este montaje, cómo surgió, cómo lo prepararon y algún que otro detalle que nos hace apreciarlo aún más y esperar que en breve llegue un 3er Round que nos haga seguir disfrutándolos encima de las tablas.


Y finalizamos este programa con la visita de David Velardo, actor getafense que vino junto a la gran Lourdes Zamalloa para charlar sobre el teatro musical, ya que él estrena en estos días el rol de Pumba en el Musical El Rey León y ella participa con “Amigas de Alquiler” en los Micromusicales que se representan en MicroTeatro Por Dinero por 2º año consecutivo. Además, David nos presentó su primer single “Spanish Revolution” y Lourdes cerró el programa haciéndonos un regalo de lujo en directo, un regalo que nos hizo muchísima ilusión y que podréis disfrutar rescatándolo en este podcast.
Entreacteros, nos seguimos escuchando en el 2015.
¡Bienvenidos a En Un Entreacto Radio!
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Carmen Flores Jorge Cabrera Jorge-Yamam Serrano Que Vaya Bonito Teatro Lara

Que Vaya Bonito

Título:
Que Vaya Bonito

Autor:
Jorge-Yamam Serrano

Lugar:
Teatro Lara

Elenco:
Jorge Cabrera
Carmen Flores
Jorge-Yamam Serrano

Música:
Jorge Cabrera

Producción:
TeatrodeCERCA – La Rueda – FiraTàrrega

Dirección:
Jorge-Yamam Serrano

Un local que se va llenando de gente, gente que a penas si se conoce, pero que se sonríe y que se arremolina alrededor de mesas con vasos de plástico, sangría a litros y boles llenos de picoteo variado. La música suena, alta, ya que es una fiesta, pero lo justo para que el rumor de las charlas sean perceptibles. Bombillitas de colores, banderines, proyecciones llenas de recuerdos… y ellos, los tres hermanos, anfitriones que se esfuerzan para que todo el mundo se divierta, y que el buen rollo flote en el ambiente. Es la última noche de David en España, mañana parte hacia Méjico en busca de un futuro mejor, y todo tiene que ser pefecto, lleno de alegría, buenos momentos y otros nuevos que recordar…
Asi es «Que Vaya Bonito» una fiesta en la que todos participamos, en la que nadie es espectador. Y de la que si vas a participar, yo te aconsejaría que dejaras de leer y volvieras más adelante. Quienes se dejan caer por el Off del Teatro Lara acudirán a una auténtica fiesta llena de amigos, familiares y seres queridos, a los que se les tratará de mil amores y, ¿qué es  lo que pasa cuando sucede esto?, pues que estando en confianza, uno se siente agusto bebe un poquito más de la cuenta y afloran ciertos sentimientos que normalmente ocultamos de cara a la galería y los convertimos, sin querer, en pensamientos dichos en voz alta… Y lo malo de eso es que cuando se da un paso como este, un poco más allá de lo establecido, y se destapa el pastel, ya no hay más vuelta atrás; hay cosas que por mucho que uno intente maquillar una vez dichas, ya no logran que nada vuelva a ser igual y no queda más remedio que apechugar, dejarse de farsas y mentiras piadosas que se nos comen por dentro y echarle un par de huevos al asunto. Eso sí, ya que nos ponemos, hagámoslo con alegría, con amor e intentando mejorarnos a nosotros mismos, aunque eso suponga exponernos al ridículo de motrar una versión más fiel de nosotros mismos ante los demás… pero ¿qué mas da? ¡si estamos en familia!
Jorge-Yamam Serrano nos plantea una propuesta muy cercana a la performance en la que ha querido involucrar a actores y espectadores, metiéndonos a todos en el mismo saco, sumergiéndonos de lleno en la acción para que el calado de la propuesta sea más cercano; y es que, seguramente, si se plantease de otra manera, la cosa no tendría el mismo sabor, ni despertaría el sentir que despierta en quienes lo hemos vivido. 
Los tres actores, Jorge Cabrera, Carmen Flores y el propio Jorge-Yamam Serrano, se entregan a la difícil tarea de transmitir verdad a dos palmos del espectador, y a veces ni eso; dejando la sensación de que en cualquier momento vas a ser tú mismo el centro de atención, participando en alguna de las ocurrencias de estos tres hermanos que se ocultan tantas cosas entre ellos, cosas que les duelen, que podrían herir a los demás y que no saben como expulsar. Un cúmulo de sensaciones que se disparan y que parecen llevar a estos tres seres de cabeza al desastre. 
Pero esta función no se regodea en el sufrimiento de sus protagonistas, tan solo lo justo, y lo sazona con gotas de sensibilidad, de miedo, de fragilidad, de cariño, dejando claro que fuera de cualquier rencor, existe el perdón y la comprensión; y es ahí donde radica la belleza de «Que Vaya Bonito». Es muy interesante ver llegar a estos personajes al borde del precipio y lo que les sucede cuando están allí.
Una función que algo tendrá cuando ha sido finalista en los Premio Max como mejor espectáculo Revelación y que en FiraTàrrega fue premiado como Mejor espectáculo. Pero que yo recomiendo sobretodo por la estupenda labor de sus intérpretes, por cómo logra que empaticemos con ellos y lo reflejado que podemos llegar a vernos, además de la sensación tan agradable que deja al finalizar.
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Alfonso Torregrosa Carlos Be Carmen Mayordomo David González Esperanza Elipe Fran Arráez José Ángel Trigo Locuras Cotidianas Pepa Rus Petr Zelenka Teatro Lara The Zombie Company

Locuras Cotidianas

Título:
Locuras Cotidianas

Autor:
Petr Zelenka (Dramaturgia de Carlos Be)

Elenco:
José Ángel Trigo
Pepa Rus
Fran Arráez
Esperanza Elipe
Alfonso Torregrosa
Carmen Mayordomo
David González

Escenografía:
Alberto Puraenvidia

Vestuario:
Pier Paolo Álvaro

Iluminación:
Jesús Antón

Producción:
The Zombie Company

Dirección:
Carlos Be

Me confieso seguidor del teatro de The Zombie Company, tiene esa capacidad de siempre zarandear al espectador que se presta a sus montajes. Creo que esta compañía, que se nutre del inquietante y variopinto universo de Carlos Be, tiene esa capacidad de no dejar indiferente a nadie, tanto para lo bueno como para lo malo, y eso ya es mucho decir.
En esta ocasión se han salido de su camino habitual, y han querido montar «Locuras Cotidianas» texto de Petr Zelenka, autor checo que, si no me equivoco, es la primera vez que se representa en nuestro país.
Una comedia surrealista en la que se nos cuenta el extraño mundo en el que se mueve Petr, joven checo, que intenta recuperar a su ex novia, la cual está a punto de casarse con un desconocido sin demasiada sangre. Petr intenta por todos los medios, ayudado por su amigo Mosca, llamar la atención de su chica, cosa que le acarrea más de un problema, tanto con la familia, como con ella, con su prometido, unos vecinos de extrañas costumbres sexuales, como con los propios padres de Petr, los cuales se encuentran también inmersos en una relación ciertamente peculiar que sobrevive entre ladridos y burbujas de cerveza.
Un montaje en el que uno nunca sabe si lo que ve sucede tan solo en la cabeza de su protagonista o es la realidad que le ha tocado vivir a este joven checo.
Carlos Be opta por romper con la imagen que se tiene de su teatro y se decanta, dentro de lo extraño del texto, por una producción que se ajuste a las exigencias del público de la sala Principal del Teatro Lara. Comedia ligera y con rostros conocidos. 
El texto juega con el teatro del absurdo y jugar al absurdo es un arma de doble filo; puede que se convierta en una pieza brillante, hilarante y que estimule la mente del espectador, o puede que caiga en un sinsentido que no se sabe muy bien por dónde agarrar. Sensación esta última con la que salí tras ver estas «Locuras Cotidianas»
El humor que tiene, las situaciones que plantea, no trascienden; el espectador acude con ganas de divertirse, y recibe con ansias los gags, intentando engancharse a ellos, pero perdiéndose en las transiciones entre unos y otros, más por la forma que por el contenido.
Creo que la historia de Petr no resulta atractiva tal y como está contada, su situación daría para muchos y variados enfoques, pero me dio la sensación de que esta vez Carlos Be se ha quedado en la superficie, esforzándose en dar un resultado y adornándolo con el afán de originalidad de su equipo, pero sin aportar el peso que requiere la función para resultar atractiva. Carlos ha querido salirse de su camino dando un volantazo, y sorprendernos con un giro en su estilo, imprimiendo su sello en campos por los que antes no había transitado… lo malo que ese volantazo le ha lanzado cuesta abajo por un terraplén. 
Hay aciertos como la ruptura de espacios, los divertidos puntos de vista de los personajes aún fuera de foco, la composición de algunos cuadros, pero hay otras cosas que dan sensación de estar metidas con calzador dentro de la propuesta, como ese número musical de Pepa Rus, la visión de la sábana voladora, la injustificada exhibición pectoral, aunque bien recibida, del protagonista o el trasnochado amaneramiento, en cierto momento, del personaje del padre.
Es extraño porque la historia no me llegó a atrapar, pero sin embargo si que disfruté de las interpretaciones. Había oído algunos comentarios negativos al respecto y, sin embargo, en la función a la que yo asistí, comprobé que los posibles problemas actorales habían sido subsanados y el elenco está bastante equilibrado, incluso con momentos de química bastante potente entre algunos de ellos y, casualmente, en todos esos momentos quien está junto a otro miembro del reparto es José Ángel Rubio, lo cual algo querrá decir, es la primera vez que le veía actuar y resultó un agradable descubrimiento –a nivel interpretativo, que ya me conozco yo los pensamientos de más de un@
Fran Arráez está divertidísimo con ese personaje perversa y desesperadamente onanista, que resulta un estupendo contrapunto para el protagonista.
Pepa Rus tiene una vis cómica tan marcada que le hace falta muy poquito para resultar divertida, de ella me quedo con la escena en el ascensor, ¡ay! si hubiera ido toda la función por ese camino… 
Al igual que Carmen Mayordomo que demuestra que además de ser una maestra en el drama, es capaz de reírse hasta de su propia sombra y hace que lo disfrutemos con cualquiera de los tres personajes que tiene a su cargo.
Alfonso Torregrosa al comienzo no me interesó demasiado, pero con el desarrollo y crecimiento de personaje que trabaja, acabó por convencerme; de hecho, otro de esos momentos de química potente de los que hablo más arriba es suyo, cuando el padre habla con Petr sentados al borde del escenario, repito, ¡ay! si hubiera ido toda la función por ese camino…
Las peores críticas que he leído han sido para David González, sin embargo, he de decir a su favor, que en esta función estuvo suelto, divertido y resolutivo con esos dos personajes que le han tocado en «suerte», sacándoles jugo a pesar de no ser precisamente los más atractivos de la función.
La que menos me convenció fue Esperanza Elipe que, si bien está correcta, siempre la veo en el mismo registro, tanto en televisión como en teatro y creo que anda falta de un cambio.
No creo que «Locuras Cotidianas» sea un acierto en el teatro de The Zombie Company, carece del auténtico sabor de esta compañía que ha intentado dar un paso hacia terrenos más comerciales, con un resultado poco satisfactorio; además, sigo opinando que el escenario del Teatro Lara no es el mejor lugar para acoger su estilo de teatro.
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Aitor Merino Guillem Clua Ramón Pujol Smiley Teatro Lara

Smiley

Título:
Smiley

Autor:
Guillem Clua

Lugar:
Teatro Lara

Elenco:
Ramón Pujol
Aitor Merino

Escenografía:
Guillermo García-Hoz

Iluminación:
Daniel Navarro

Sonido:
Andrés Belmonte

Producción:
Nicolás Belmonte

Dirección:
Guillem Clua

Comenzamos la temporada y lo hacemos estrenando la nueva sala del Off del Teatro Lara; una sala que mejora lo que era el antiguo escenario-off, el Hall del Lara. Ahora con eso de descender a los bajos del teatro, hay un rollo clandestino que me gusta y que deja atrás ese aire improvisado que hacía tan difícil la vida de algunos montajes… Dejaremos que ande un poco más antes de juzgarla, aunque alguna fila tiene pinta de no dejar ver más allá de la coronilla del espectador de delante y las sillas siguen siendo matadoras pasada la primera hora de espectáculo…
 
Yo me he estrenado en esta sala con un montaje que llevaba tiempo esperando que viniera a Madrid, y al que le he seguido la pista con mucha curiosidad e interés en su imparable evolución por los teatros de Barcelona. Smiley es un texto escrito y dirigido por Guillem Clua que desde ya os digo viene para reventar la cartelera madrileña. Un texto divertido, incisivo, que da palos para todos lados, pero sabiendo donde apunta y cargado de ternura; un texto lleno de referencias y que resulta un regalo interpretativo para cualquier actor que se entregue a su juego. Tiene una enorme sensibilidad y una verdad que nos gana a todos.
 
De Guillem Clua conocía «Invasión», trepidante e inteligente texto que puso en escena la temporada pasada La Joven Compañía, y su colaboración en la bellísima «Cenizas». ¿Qué tienen que ver unos textos con otros? Pues simple y llanamente la genialidad de su autor, que sabe sorprendernos saltando de género en cada uno de ellos y con sobresaliente resultado. Ahora que ya son tres textos los que conozco, me apetece conocer todo su teatro y seguir sorprendiéndome con lo que quiera contarme.
Centrándome en Smiley”, como ya dije en twitter cuando salí de ver la función, ha conseguido que me reconcilie con las comedias románticas, un género que siempre me ha producido urticaria y del que he renegado con insistencia, pero del que ahora ya no sé qué decir… ¿Qué sucedería si Cary Grant intentara seducir a James Stewart en vez de a Katherine Hepburn? Pues eso hay en “Smiley”, ese regusto a comedia clásica escondida tras esa apariencia moderna, gay, “hipstérica” y “vigoréxica” que se marcan.
La historia de Bruno y Álex es sencilla, una confusión lleva a que dos extraños, aparentemente opuestos, entren en contacto y un compendio de malos entendidos provoquen que surja el ¿Amor?
Con esa premisa parten, una historia repleta de pedacitos de cada uno de nosotros, más allá de nuestra orientación sexual. Su acidez, su humor, su sensibilidad, su mala hostia, es algo intrínseco en el ser humano y así está plasmado en esta función. Es inevitable salir del Lara pensando que las reacciones de estos personajes son las mismas que hubiéramos tenido cualquiera de nosotros.
¡Qué bien ver una comedia que te deje esa sensación de plenitud! De haber pasado un rato divertido sin trucos bobalicones que fuercen la risa, que no traten al espectador como si le faltara un hervor, que haya referencias para todos, que rezume inteligencia y que a la vez sea tan ligera y refrescante.
Ya os digo que esta función ha venido para quedarse por mucho tiempo entre nosotros.
Y qué decir de sus dos actores, Ramón Pujoly Aitor Merino. ¡Están espléndidos!
¡Lo que hace Ramón con su monólogo inicial es magistral! Sí, sí, lo es… Si no, ¿cómo es posible que las manos se te vayan solas para aplaudir histéricamente lo que hace en esos primeros minutos de función? La sitúa a un nivel altísimo, tanto que asusta que esté tan arriba, porque uno no puede evitar pensar que de ahí solo queda la bajada… ¡bobadas! Guillem, Ramón y Aitor la mantienen allí con naturalidad, manejando los tiempos, las sorpresas, y las emociones hasta el último minuto.
Aitor Merino es una bestia parda, maravilloso descubrir esa comodidad y comicidad tan chispeante y vertiginosa con la que trabaja. Se marca un auténtico Tour de Force que no afloja en la hora y media que dura la función. No digo más, comprobadlo por vosotros mismos y rendíos a sus pies porque os va a sorprender el desparrame que se marca en escena.
Lo mismo sucede con Ramón Pujol, lo que hace en «Smiley» provoca que quieras más y más… ¡y mucho más! Salta de la seducción a la rudeza, de la soberbia a la ternura, de la torpeza a la galantería y todo ello en un pestañeo; las intenciones, tanto en la palabra como en la expresión, son absolutamente precisas y dibujan con exactitud lo que quiere contarnos. Su trabajo es de esos que fluyen con tal sencillez que no eres consciente que te ha atrapado hasta que tú mismo sientes que se te ha quedado cara de tonto de tanto como estás disfrutando.
En definitiva, es una gozada ver cómo, cuadro tras cuadro, transmiten tanta complicidad y ganas de jugar; ver cómo se siguen, se complementan, se completan… ¡No puedo dejar de lanzarles halagos! Y si no fuera por la incomodidad de las sillas del Off, no me hubiera importado que aquello se alargara un rato más.
La función acaba y sales con la sensación de que tú también vives tu propia comedia romántica y eso, aunque me cueste admitirlo, me encanta.

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Carles Harillo Emilio Williams Fanny Gautier Javier Ruíz de Somavía Mónica Regueiro Rodrigo Poisón Smartphones Teatro Teatro Lara

Smartphones

Título:
Smartphones

Autor:
Emilio Williams

Lugar:
Teatro Lara

Elenco:
Fanny Gautier (Amelia)
Rodrigo Poison (Bernabé)
Mónica Regueiro (Chantal)
Javier Ruíz de Somavía (Dagoberto)

Diseño Vestuario:
Miriam Jarillo

Iluminación y Sonido:
Sergio Guivernau

Escenografía:
Elena C. Galindo

Dirección:
Carles Harillo Magnet

Fíjate las alturas de la semana en la que nos encontramos y yo aún sin publicar nada sobre «Smartphones»… Y no es por pereza, de verdad. Realmente llevo todo este tiempo dándole vueltas a qué es lo que vi y cómo contarlo.
¿Qué es Smartphones? ¿Una sátira? ¿Un vodevil? ¿Una denuncia? ¿Una farsa? ¿Una tomadura de pelo? ¿Un simple divertimento? Pues después de mucho pensarlo, creo que tiene un poco de todo esto y muchas otras cosas más, todas pasadas por el tamiz del Teatro del Absurdo.
Vayamos por partes, la historia que nos cuentan escrita por Emilio Williams, fue todo un éxito en su lectura dramatizada allá por el 2011 en el Parnasillo del Teatro Español, parte de una premisa muy clara. Cuatro amigos se reunen en casa de un quinto ausente que los ha citado a todos en su casa, pero que parece que no llega nunca (¿a qué nos suena?) Van sabiendo de él a través de las actualizaciones en su perfil en Facebook, por ambiguos tweets y llamadas sin a penas cobertura, pero nunca obtienen una respuesta clara. Mientras tanto vamos descubriendo sus relaciones, quienes son y qué hacen allí.
Una historia en la que los personajes no se despegan de sus teléfonos en ningún momento, y que más que mirarse a los ojos y reconocerse, saben de la existencia del otro por las fotos de perfil que tienen colgadas en las redes sociales. Un texto que se mofa, que nos acusa y que descarga sobre nosotros una clara denuncia a esta situación cada vez más absurdamente palpable que estamos viviendo con el tema de los teléfonos móviles.
La historia dirigida por Carles Harillo Magnet e interpretada por Fanny Gautier, Mónica Regueito, Rodrigo Poisón y Javier Ruíz de Somavía es una locura de entradas, salidas, líneas de diálogo a veces afiladas, otras muy brutas y a veces tontorronas, de desconexiones, de cortes, de vueltas a lo mismo, de momentos delirantes, de otros incomprensibles, y porqué no decirlo, algunos soporíferos, que al terminar me dejó practicamente igual que al comienzo.
Es cierto que dentro de ese caos e incomprensión sentí cierta fascinación por lo que estaba viendo en escena, me despetaba curiosidad ver hacia dónde se dirigía todo, pero vamos que también puedo sentir fascinación por ver el funcionamiento de una lámpara de lava, los revoloteos de una bolsa de plástico que se lleva el viento o buscar figuras en el gotelé de la pared, pero ¿qué me aporta realmente?… pues eso.
El conjunto de la puesta en escena me pareció correcta, interesante. Aunque tanta mención durante la función a las referencias en las que se inspira me suenan a justificación… 
De las interpretaciones no puedo mas que decir cosas positivas, los cuatro están estupendos, no se les puede quitar el mérito, tienen un acertadísimo tono de comedia, resultan juguetones dentro del lenguaje del absurdo y caen bien. De hecho si recomendase la función, sería para que vieran su trabajo. Pero la dirección aún tiene que afinar todas esas entradas, salidas, pulir los diálogos para que resulten aún más picados, para que el ritmo no decaiga, porque si encima de que la propuesta que estamos viendo es un tanto «especial», si se deja que nos distraigamos, se corre el riesgo de perder espectadores que comiencen a hacer la lista de la compra mentalmente, si no a abandonar la sala, como ya pasó el día del estreno.
No es una propuesta que me haya conquistado, la verdad. Me gusta el teatro del absurdo, pero en esta función hay cosas que me parecieron un tanto abusivas, incluso tramposas; me dio la sensación que llegados a ciertos puntos, se sacan de la manga cortes, quiebros, rupturas, que situaban a los personajes en otro lado para no resolver conflictos. No sé si están dentro del texto, si son propuestas del director o de dónde han salido, pero yo, como espectador, tenía cierta sensación de que me estaban tomando el pelo… Con cierta gracia, que mis carcajadas me eché, no le vamos a quitar el mérito.
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Arturo Turón Confesiones A Alá María Hervás Teatro Teatro Lara

Confesiones A Alá

Título:

Confesiones A Alá

Autor:
Arturo Turón (Basado en el libro
de Saphia Azzeddine)

Lugar:
Teatro Lara

Elenco:
María Hervás

Iluminación y Ambientación:
Jon Corcuera

Figurinista:
Ana López Cobos

Escenografía:
Beatriz López y Eduardo Basanta

Sonido:
Esteban Ruíz

Dirección:
Arturo Turón

«Confesiones a Alá» ha regresado a la cartelera madrileña. Tras su paso por el Teatro del Arte, ahora va a hacer del hall del Teatro Lara su nueva casa.
Una función que tuvo un gran éxito, que dentro de la profesión se valoró muchísimo y que incluso hizo que estuvieran nomidados a los últimos premios Valle-Inclán, todo un logro para una función nacida del Off Madrileño.

Jbara es una muchacha bella, no lo sabe, y cuando llegue a ser consciente de ello, muchos ya se habrán aprovechado de ella… De momento es una joven de a penas 16 años que vive en las montañas del Magreb con su familia. 
Llena de inocencia e ignorancia, nos deja adentrarnos en su historia, esa que hará que conozcamos en primera persona como una niña malhablada y descarada nos cuenta su día a día, su teoría de cómo saber si uno sigue siendo virgen, su anhelo por descubrir cómo es un autobús por dentro, la curiosidad por esa gente que quiere fotografiarse con ella y su pueblo por el simple hecho de ser pobres, que nos habla sin rubor de los escarceos sexuales, inconscientemente consentidos, que tiene con gente de su aldea… hasta el momento en el que queda embarazada, y es repudiada por su familia; obligándola a descubrir que todo ese mundo de curiosos interrogantes que siempre le había llamado la atención, no es tan maravilloso como parecía en su imaginación. Teniendo que enfrentarse a la crudeza de una mujer que aprende a base de golpes, de remordimientos,  de fantasmas, de sometimiento, incluso que llega a rozar el poder con sus dedos, pero que siendo mujer en la sociedad en la que vive, estará destinada a hacer lo que el hombre de turno tenga que decir.
Veremos la evolución de esta mujer que se crece ante la adversidad, que respira hondo y sacando fuerzas de flaqueza logra sobrevivir, llevando como único compañero y confidente a un silencioso Alá, presente en todo momento y justificación perfecta para entender y aceptar todo lo que le sucede en la vida.

Esta es la propuesta que Arturo Turón nos ofrece con una dirección sensibilizada con el tema y una versión inspirada en el original de Saphia Azzeddine que, aunque ya contaba con su propia adaptación teatral, él ha preferido realizar la suya para acercarnos al mundo de Jbara
Un texto lleno de encanto, de inocencia, de una candidez emocionante y a veces desasosegante. Con mucho sentido del humor, a veces un tanto naif, que habla sin trabas sobre los aspectos más desagradables del viaje de la protagonista, mostrándonos el interior de estas mujeres que al mundo occidental se nos presentan como incógnitas. 
María Hervás se expone a través de un trabajo arriesgado, desprendiéndose de prejuicios, transformándose, sosteniendo a esta Jbara que supone un paso adelante en su carrera y que la sitúa en una liga mucho más potente, aunque en momentos es complicado de sostener, pero que acaba por llevarlo a buen término. No hay que olvidar que son más de 90 minutos de intenso monólogo en el que la actriz nos muestra a una mujer que sufre una evolución tremenda, y bastante explícita, tanto en lo físico como en lo psíquico, un recital interpretativo que merece la pena.

Una puesta en escena que apuesta por la simplicidad en los espacios, de la que destaca esa estupenda música; la sencilla, pero eficaz, iluminación y unas proyecciones que apoyan la historia de esta mujer. Lástima que quede algo deslucida a causa del espacio tan reducido y, admitámoslo, limitado del hall del Lara. Las entradas y salidas de los actores, la acústica, la incomodidad para los espectadores que estén más allá de la 2ª fila… Quizá haya que hacer algunos ajustes para adaptar este montaje y que pueda lucir con el brillo que Arturo Turón lo ideó; en esta función cada elemento suma y sería una pena que tuvieran que hacer ciertos sacrificios por las carencias que ofrece el lugar.
¡Ojo! Que el hall del Lara para mi tiene su encanto, pero hay algunas propuestas que ciertamente sufren siendo programadas en él. Esperemos que el nuevo espacio que está por surgir del Lara juegue a favor de lo que allí se programe.
Pero de lo que estamos hablando es de “Confesiones a Alá” y creo que es una función con una enorme sensibilidad y cercanía, que gracias a la adaptación de Arturo Turón se convierte en un maravilloso reto para cualquier actriz, y que en este caso es María Hervás la que lo acepta poniendo toda la carne en el asador.

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Elepé En Un Entreacto Radio Fran Arráez Jano Sanvicente La Pensión de las Pulgas La Toñi Unplugged LaCanoa Teatro Peceras Pintame Sala NADA TAPE Teatro Lara Yolanda Vega

En Un Entreacto Radio – Programa 18

En Un Entreacto Radio vuelve una quincena más tan bien acompañado como viene siendo costumbre.
En este programa 18, no quisimos dejar a nuestros Entreacteros sin nuestro ya habitual repaso a la cartelera, con Adriana Salvo que nos habló vía telefónica sobre «Píntame«, el proyecto en el que trabaja como actriz, que han puesto en pie y que se ha podido ver en la Sala NADA, y donde os dimos unas cuantas ideas para que no os perdáis los estrenos más destacados.
En el estudio contamos con la visita de Yolanda Vega y Jano Sanvicente, que vinieron en representación de LaCanoa Teatro para hablarnos de «TAPE», función que hemos podido ver en La Pensión de las Pulgas y que ahora se está representando en el escenario principal del Teatro Lara. Una charla divertida donde pudimos conocer un poco más de los entresijos de esta compañía que con su primera función ya han puesto el listón tan alto y de sus componentes.
Y para despedir el programa quisimos contar con uno de los iconos del teatro Off actual, Fran Arráez, co-fundador de The Zombie Company junto a Carlos Be, que vino a presentarnos los tres montajes que tiene actualmente funcionando en Madrid, «ELEPÉ», «Peceras» y «La Toñi Unplugged», nos habló de su trayectoria, de lo que es trabajar en tantos montajes simultáneos y además nos regaló varias primicias, ¿se puede pedir algo más?
Un programa que disfrutamos de principio a fin y que desde aquí podréis hacerlo vosotros también, siempre es un placer contar con invitados tan entregados y con ganas de parlotear con nosotros sobre teatro.
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Antonio de Cos Chema Muñoz Francesco Carril Lucía Carballal Mamen Camacho Mejor Historia Que La Nuestra Paloma Zavala Teatro Lara

Mejor Historia Que La Nuestra

Título:
Mejor Historia Que La Nuestra

Autor:
Lucía Carballal

Lugar:
Teatro Lara

Elenco:
Mamen Camacho (Maite)
Antonio De Cos (Roberto)
Chema Muñoz (Luis)
Paloma Zavala (Paula)

Espacio Escénico:
Francesco Carril

Espacio Sonoro:
Eduardo Castro

Iluminación:
Pablo Seoane

Vestuario:
Laura Renau

Dirección:
Francesco Carril

El tema de la proximidad de la muerte y la reconciliación con los seres queridos es muy recurrente tanto en el teatro como en el cine, pero al igual que cada uno somos un mundo, hay formas infinitas de poder revisitar este argumento.
Una de ellas es esta «Mejor Historia Que La Nuestra» que nos ofrece Lucía Carballal como autora y Francesco Carril como director.

Un padre enfermo de cáncer decide abandonar el tratamiento de quimioterapia al que se está sometiendo para poder morir en paz, pasando los últimos días de su vida con cierta calidad y en compañía de su hija, quien regresa del extranjero para estar con él en estos últimos instantes y buscar una reconciliación entre ambos. La historia nos habla de esos últimos días entre padre e hija, unos momentos en los que las heridas se reabren para intentar ser sanadas de dentro hacia fuera, aunque escueza.

Una bella función que, aunque en su trama se plantean posibilidades y personalidades que después no son utilizadas a favor de la fuerza dramática de la historia, nos hace disfrutar de un montaje lleno de humanidad y gusto por el optimismo, más allá de lo doloroso que es el planteamiento. 

La historia a parte de contar con el padre y la hija, tiene otros dos personajes, el novio de ella y la chica que cuida al padre, pudiendo contemplar de esta manera cuatro costados diferentes de la misma historia. Una interesante combinación entre lo que hacemos, lo que queremos hacer y lo que debemos hacer. Una propuesta que plantea varios debates que, como sucede con las historias bien contadas, acaban por durar aún terminada la función.

Los personajes quieren hablar con claridad, quieren expresar todo aquello que les oprime, pero llegado el momento, no lo ven tan sencillo, pudiendo llegar a ser malinterpretados, así que se prestan al juego de ir sacando capas a través de instantes por los que llegar a conocerse, comprenderse y perdonarse.
La función explora esos equívocos y mira dentro de la herida que eso provoca, pero sin regodearse en ella, como seguramente tampoco lo haríamos en la vida real, si no que se parapetan tras una amarga comicidad que, a veces, incluso dice más que la propia palabra directa.

«Mejor Historia Que La Nuestra» nos regala momentos memorables como el juego con la bola del mundo o el monólogo a través del interfono. Pequeñas delicias que uno contempla y disfruta agradecido. Al igual que el detalle en el vestuario y la escenografía que intentan hacer un mismo todo entre escengrafía, personajes y actores en esta propuesta.

El trabajo vocal y físico de Chema Muñoz me pareció una maravilla, lo sentí cercano, real, con una carga dramática conmovedora, jugando con un amplísimo abanico de matices que me llegaron a estremecer por sentirlos tan reales, además de percibir con absoluta claridad a través de sus gestos la personalidad de su personaje, aunque si es cierto que no es la que se le quiere dibujar en esa primera escena. ¿Donde ha quedado ese borracho agresivo? Puede que en su momento lo fuera, pero no creo que afecte en exceso a lo que nos cuentan después. Ni si quiera cuando se enfrentan a la botella de whisky.
Una esforzada Mamen Camachotiene la compleja tarea de trabajar el dolor de haber sido un cero a la izquierda, una sombra alimentada de la vida de los demás y que ahora debe demostrar que se vale por si misma. Mamen logra transmitir esa debilidad, la desesperación de una personaje que se revuelve por dejar de ser ese ser infravalorado y que está aterrado por ese final inminente.

El personaje de Antonio De Cos es un ser enamorado, generoso y dedicado, con sus pequeños dramas personales que salen a la luz, pero que relega a un segundo plano para «estar donde tiene que estar y cuando tiene que estar», Antonio muestra la debilidad humana de su personaje, los dilemas y la sensatez en sus decisiones. Haciéndole un verdadero ser de carne y hueso.
La que menos me convenció fue Paloma Zavala como la cuidadora del padre, creo que no llega a encontrar el código con el que trabajan sus compañeros y es una pena porque el personaje tiene maneras, brilla entre tanto drama y es una pieza fundamental para algunas decisiones del resto de personajes.

Una bonita función que contiene un texto interesante, quizá con algunos flecos que rematar, pero que sobretodo recomiendo porque cuenta con algunas bellas interpretaciones llenas de honestidad y maravillosa, aunque dolorosa, cercanía.

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