Categorías
Ana Adams Chechu Moltó En Un Entreacto Radio GetafeVoz Juan Caballero Laura Madera

En Un Entreacto Radio – Programa 24

En el programa del pasado día 13 de Octubre, En Un Entreacto Radio emitió un programa cargado de AMOR al teatro, así,en mayúsculas.
Primero pidiendo respeto por esas flores raras que son el arte y los artistas, que a veces son vapuleados por un sinsentido de críticas que más que argumentar, insultan, y que no desde nuestro espacio no estamos dispuestos a consentir.

Después, como viene siendo habitual, utilizamos la sección de cartelera para poder charlar con un invitado por teléfono, que nos cuente brevemente qué vamos a poder ver. En este caso fue Chechu Moltó quien nos acompañó para hablar de “La Maratón de Nueva York”, función que podemos ver en La Pensión de las Pulgas.

En esta ocasión sacamos a la calle nuestra sección de entrevistas y nos colamos en los camerinos del Teatro Guindalera para poder charlar con el equipo que actualmente representa allí “39 Defaults”, ellos son Laura Madera, Ana Adams y Juan Caballero, que nos hablaron de su montaje, de cómo ha ido creciendo con el tiempo; también aprovecharon para lanzar un toque de atención para que la gente se anime a ir a las salas menos comerciales, que las conozcan y no las dejen morir, como es el caso de la Guindalera.

Y finalizamos el programa recordando las palabras de Federico García Lorca en voz de Pablo Cabrera para dar paso a la charla que mantuvimos con el dramaturgo Alberto Conejero. Una deliciosa charla en la que nos habló de «Cliff» y «La Piedra Oscura», de Lorca, de la Dirección de Escena, de la Sicalipsis y del amor y el respeto por el teatro.

Un programa comprometido y muy divertido, que nos encantó poder vivir y que esperamos os guste escucharlo tanto como a nosotros hacerlo.

¡Bienvenidos a En Un Entreacto Radio!

Ir a descargar
Categorías
39 Defaults Ana Adams Juan Caballero La Guindalera Laura Madera Mar Gómez González

39 Defaults

Título:
39 Defaults

Autor:
Mar Gómez González

Lugar:
Teatro Guindalera

Elenco:
Ana Adams
Juan Caballero

Traducción:
Raquel y Mar Gómez González

Música:
Olivier Pontini

Dirección:
Laura Madera


Me pirro por los montajes llenos de diálogos que se prestan a desgranar las intenciones de sus personajes a base de conversaciones, esos montajes en los que el interés reside en todo aquello que cuentan, prevaleciendo sobre la acción; quizá sea porque a mi, personalmente, me gusta más escuchar que hablar; pero es algo que me apasiona, perderme en las palabras y en los gestos que las acompañan, en lo que se dice en voz alta y lo que se trasluce tras lo que se calla. Y eso, se puede encontrar en el interior de “39 Defaults”, un texto escrito en inglés por la española Mar Gómez González, que viene precedido de un gran éxito en Nueva York, y que ahora goza del beneplácito del público madrileño. Y todo ello gracias al acierto por parte de Juan Pastor y la Sala La Guindalera apostando por este montaje, agradeciéndole el haberlo rescatado de lo que parecía un paso más que fugaz por el Off más off del ambiente teatral madrileño.
Un texto que nos presenta un encuentro entre dos desconocidos en un apartamento, una conversación regada con vino, música jazz, libros, y que lo que comienza siendo una situación que aparentemente parece no tener más puntos en común que el coincidir en el mismo lugar e instante, acaba por presentarnos el compromiso, la disconformidad y la rebeldía como plato fuerte de este encuentro «fortuito». Que mientras juega con su prudencia y cordialidad, va girando a sus personajes, mostrándoles en su parte más oculta.
“39 Defaults” es un montaje raro en su normalidad, rompe con la estructura clásica del planteamiento, nudo y desenlace, diluyéndolos en un instante entre dos personas, vivido en tiempo real para el espectador. Un instante aparentemente anodino que va despojándose de capas y que nos descubre sus intenciones en el momento en el que la función nos ha empapado completamente. Una realidad que poco a poco deja asomar las orejas como quien no quiere la cosa y que nos hace plantearnos un sin fin de preguntas. ¿Qué es más importante? ¿luchar por lo que uno cree o que te vean hacerlo? ¿Es mejor el activismo visible o el que uno mismo adopta y adapta? Y como ellos mismos dicen, ¿hasta dónde estaríamos dispuestos a llegar por nuestros ideales?


Un montaje que gracias a la dirección de Laura Madera, nos descubre dos interpretaciones poseedoras de un realismo que, por desgracia, pocas veces vemos con la acertada naturalidad con la que Ana Adams y Juan Caballero trabajan sus personajes. Unas interpretaciones desprovistas de artificios y llenas de solidez, que optan por aquello del «menos es más».

En esta función he asistido a dos aspectos que me gustaría reseñar. El primero es el descubrimiento de una estupenda actriz como Ana Adams, que nos gana con su forma de mostrar la profundidad de un ser humano que, a simple vista, parece pasar por allí sin más y que una vez presentado nos abre un maravilloso abanico de preguntas que plantearnos a nosotros mismos. Sencilla, refrescante y efectiva interpretación la de esta actriz.
Y el otro aspecto a reseñar es que en «39 Defaults» asistimos al comienzo de la madurez interpretativa de Juan Caballero, actor al que he tenido la fortuna de poder seguir muy de cerca en los últimos tiempos, que siempre ha sido resolutivo en sus trabajos, y que a base de lanzarse a cuanta piscina se ha encontrado en el camino, ha ido enriqueciéndose para ahora, con todo ese bagaje, ser capaz de mostrarnos la solvencia de la que disfrutamos en este montaje. Arriesga, tiene peso en escena y sabe jugar con generosidad.
Dos interpretaciones que a través de pequeños matices, muy bien explorados por los actores y estupendamente aprovechados por Laura Madera, logran calar hondo y poner un sin fin de cuestiones sobre la mesa.
Señores, el debate está servido tras esta función absolutamente recomendable y que, en su aparente «calma chicha», nos llena el espíritu de rebeldía y reflexión. La actualidad puesta sobre el escenario tal cual es.
Categorías
Abel Zamora David Matarín Emilio Gavira Juan Caballero La Pensión de las Pulgas Mamen García Manolo Caro María Maroto Marta Belenguer Mentxu Romero Ramón Villegas Yernos Que Aman

Yernos Que Aman

Título:
Yernos Que Aman

Autor:
Abel Zamora

Lugar:
La Pensión de las Pulgas

Elenco:
Marta Belenguer
Juan Caballero
Manolo Caro
Mamen García
Emilio Gavira
María Maroto
David Matarín
Mentxu Romero
Ramón Villegas
Abel Zamora

Espacio Sonoro:
Ruth Rubio

Espacio Escénico:
Alberto Puraenvidia

Dirección:
Abel Zamora

Cuando estaba pensando en qué iba a contar en esta crónica, me ha venido a la mente una canción de Sabina que dice así:

«Hay mujeres atadas de manos y pies al olvido,
(….)
Hay mujeres veneno, mujeres imán,
Hay mujeres consuelo, mujeres puñal,

(…)
Hay mujeres que tocan y curan, que besan y matan,
Hay mujeres que ni cuando mienten dicen la verdad,
Hay mujeres que abren agujeros negros en el alma,
Hay mujeres que empiezan la guerra firmando la paz.

(…)
Hay mujeres capaces de hacerme perder la razón.«

Y es que es un poco así como podríamos definir a estos seres que componen la familia ¿disfuncional? de «Yernos Que Aman» que Abel Zamora ha escrito y dirigido.
Una «dramedia» de amor y familia con sabor muy muy particular, y no digo «familia» porque sea para todos los públicos, si no porque transcurre en el microuniverso de una familia y el amor que flota, y a veces intoxica, el aire, pero… ¿Qué es el amor? Pues aquí vamos a encontrar un amplio y curioso catálogo con mil y una combinaciones, más o menos aceptables… cada cual tiene su concepto del amor y conseguir que alguien lo acepte y quiera empastarlo con el suyo es complejo… ¡Y vaya si lo es!
 
Me encanta la facilidad que tiene Abel Zamora para jugar con los géneros, para crear personajes tan rematadamente peculiares, pero absolutamente posibles, y esa estupenda mano para mezclar la más pura realidad con la ensoñación, con los seres surrealistas, y ver que encajan sin problema. 
El espectador tiene que venir de casa con la mente despejada y bien limpita para dejarse arrastrar a una propuesta inusual y que a mi particularmente me apetece encontrar de vez en cuando.
Esa mezcla entre los dramas existenciales, lo sobrenatural, la comedia gamberra y malhablada y la ternura, a mi me ganan y me divierte. 
Me hace estar todo el tiempo con la atención puesta en lo más alto esperando un «más difícil todavía» y «Yernos Que Aman» lo logra, va añadiendo pizcas de diferentes condimentos para no aburrir con intensidades alargadas innecesariamente, aunque si es cierto que a veces tiene predilección por el melodrama y se le pasa un poco de cocción. 
Abel juega a amoldar al espectador a un tipo de lenguaje y cuando le nota cómodo, da un manotazo a todo para que gire vertiginósamente y acabe por toparse con lo que menos espera.

Y esto lo consigue con certeras líneas de diálogo, a veces de trazo grueso y otras tan afiladas que cortan como bisturíes; por cómo logra implicarnos en su universo particular; y gracias a esa estupenda mano para rodearse de semejante elenco. Todos ellos actores y actrices con ganas de jugar, a los que no les importa aproximarse a los extremos para tenernos con los ojos bien abiertos, haciéndonos soltar carcajadas de escandalizada sorpresa, como ese inesperado personaje de David Matarín, o revolvernos en el asiento, sorprendentes registros los de Juan Caballero o Marta Belenguer, y sí, dejarnos con un nudito en la garganta. Porque dentro de tanta burrada, de tanta carcajada, de tanta crueldad, hay reservada una parcelita para la emoción, ¡Qué maravillosa está Mamen García! Como esa silenciosa y sufridora matriarca y como la MUJER que es, así, en mayúsculas.
Hay momentos preciosos, como el que tienen la propia Mamen con Manolo Caro, o rematadamente crueles, Caro y Belenguer; la escena final de Emilio Gavira y Mentxu Romero, o lo imposible entre Abel Zamora y Ramón Villegas, sin dejar de mencionar la incomodísima escena entre Caballero y María Maroto que nos saca la sonrisa de un bofetón… 
La obra está compuesta de bailes por parejas con los que nos van aportando nuevos ingredientes a este cupcake que tan buena pinta tiene por fuera… ¡a saber qué saber nos espera por dentro! Vamos, lo que sucede con cualquier familia, ¿no?
Esta ha sido mi primera incursión en el teatro de Abel Zamora y confieso que he encontrado algo que me apetece seguir explorando. 
Ha sido como un flechazo y la posible prolongación, en forma de teatro, de una adicción confesa que tengo; soy adicto a las chucherías, me encanta devorar bolsitas de gominolas variadas y sorprenderme con los diferentes sabores que encuentro y eso, el teatro de Abel Zamora, me lo da.
Categorías
Danai Querol Juan Caballero Juanma F. Pina Lavar Marcar y Enterrar Mario Alberto Díez Montgomery Victoria Mora

Lavar, Marcar y Enterrar

Título:
Lavar, Marcar y Enterrar

Autor:
Juanma F. Pina

Lugar:
Peluquería Corta Cabeza

Elenco:
Victoria Mora
Mario Alberto Díez
Juan Caballero
Danai Querol

Vestuario:
Magpie

Maquillaje y Peluquería:
Luciano Cañete
Dani Zuñiga

Dirección de Arte:
Juan Camblor

Dirección:
Juanma F. Pina

Hay veces que el teatro sale fuera de sus recintos habituales y explora nuevos espacios donde poder manifestarse; y hay otras en las que son los propios espacios los que inspiran historias y acaban por convertirse en teatros improvisados, tal es el caso de la Peluquería Corta Cabeza, un lugar que hizo que la mente de Juanma F. Pina volara y creara este montaje.
Es curioso adentrarse en esta peluquería que parece un auténtico plató, no le falta detalle para que uno se sienta dentro de la historia que está a punto de ver.
Ya nos hemos acostumbrado a descubrir nuevos espacios y dejarnos seducir por la curiosidad de descubrir qué nueva propuesta nos ofrece alguna loca mente teatrera, pero como digo, esta vez no fue la falta de espacios o de programación, si no que la obra fue creada por y para este espacio, con lo cual lo que nos vamos a encontrar es un traje hecho a medida, tanto para el espacio como para la función, aprovechándolo y llenándolo de chispazos de originalidad que se reciben con agrado.
Una pareja secuestra a la dueña de la peluquería y a uno de sus empleados para poder acceder desde su sótano al local de al lado… lo que ellos no se esperan es lo que encontrarán allí abajo y la historia que destapará su irrupción en esta peluquería con tanta personalidad.
Un delirio pop que estalla desde su maravilloso cartel, preparándonos para lo que nos vamos a encontrar. Con unos personajes que vuelan por el tiempo, entre flashbacks y descubrimientos inesperados, y que nos hacen pasar un rato muy divertido, con una historia que desde su sencillez se aprovecha de nosotros y nos «tramposea» con descaro para darnos un par de giros y hacer que la comedieta que se nos ofrece, se salpique de tintes policiacos, psicópatas e incluso algún toque sobrenatural.
Los cuatro actores hacen un estupendo trabajo, llevando con divertida solvencia la caricatura de unos personajes dibujados desde los tópicos, que nos ganan con siniestra simpatía según van sucediéndose los acontecimientos. Victoria Mora, Mario Alberto Díez, Juan Caballero y Danai Querol juegan al servicio de unos diálogos con chispa y cierta efervescencia que nos recuerdan al descaro y la inocencia de ese cine español de los noventa que estaba lleno de brillo y de ganas de hacérnoslo pasar bien con argumentos desenfadados y desprejuiciados, incluso hay destellos de la movida madrileña que se cuelan entre secadores y lacas. Así se nos presentan, encantadores, desprejuciados y con un gran sentido del humor, dispuestos a reirse hasta de su propia sombra.
Si tenéis ganas de pasarlo bien, reíros con ganas, incluso soltar alguna buena carcajada, además de ver teatro en un espacio inusual, esta es vuestra propuesta. Un caramelo que chisporrotea en la boca, mientras lo saboreas, y que te deja una divertida sensación.
Categorías
Amor Autostop En Un Entreacto Radio Fuenteovejuna Jorge Naranjo Juan Caballero La Joven Compañía Laura González Mentxu Romero Pepe Grillo & The Jauja Singers The Zombie Company Víctor de la Fuente

En Un Entreacto Radio – Programa 10


El pasado lunes 10 de Febrero tuvimos un En Un Entreacto Radio lleno de invitados.
Artistas que compartieron con nosotros un rato de su tiempo para poder charlar para darnos a conocer sus trabajos y el teatro en general.
Esta vez fueron los propios protagonistas de la cartelera quienes nos hablaros de sus funciones, por eso pudimos escuchar con Víctor de la Fuente hablándonos de La Joven Compañíay su potente propuesta de “Fuente Ovejuna”, que visita el día 21 de Febrero las tablas del Teatro Federico García Lorca de Getafe; un montaje del que ya os hablamos y que recomendamos que nadie se perdiera. 
También tuvimos la suerte y el privilegio de poder charlar con Jorge Naranjo, uno de los directores de cine y teatro que más están dando que hablar en estos momentos gracias a su película “Casting” con la que sorprendió en el último festival de Málaga. Jorge estuvo hablándonos de “Amor” que actualmente se representa en la Sala TÚde Madrid, su primera incursión en el mundo del teatro y que está dando muy buen resultado, una charla que nos apetece que se amplíe en breve con su visita en el estudio.



Después pasamos a charlar con dos de los miembros de The Zombie Company, Juan Caballero y Mentxu Romero, protagonistas de la penúltima pieza de Carlos Be, “Autostop”, dirigida por Fran Arráez. Una magnífica charla que hizo un repaso por sus carreras y la de la compañía.
Y acabamos el programa al ritmo de “Pepe Grillo & The Jauja Singers”, sus protagonistas, Rafael Boeta, Laura González, Alejandro Rivera, Noelia Marló, Justi Vega y Jaime Figueroa nos hablaron de tan particular montaje infantil que se puede ver estos días en la Sala Galileo Galilei, donde mezclan magia, teatro y góspel. Un final de fiesta coronado con el regalo de una de las canciones del espectáculo cantada en directo en nuestro estudio de GetafeVOZ.
Esto tan solo es un breve resumen de lo mucho que dio de si nuestro programa Overbooking de la quincena, pero es mucho mejor escucharlo a que yo os lo cuente.

¡Bienvenidos a En Un Entreacto Radio!
Categorías
Alberto Puraenvidia Autostop Carlos Be Fran Arráez Juan Caballero Mentxu Romero Teatro Teatro Lara The Zombie Company

Autostop

Título:
Autostop

Autor:
Carlos Be
(Basado en un relato de Milan Kundera)

Lugar:
Teatro Lara

Elenco:
Mentxu Romero
Juan Caballero

Vestuario:
Reme Gómez

Escenografía:
Alberto Puraenvidia

Iluminación:
Jesús Antón

Producción y Ayudante de Dirección:
Sara Luesma

Dirección:
Fran Arráez

Me encanta asistir a los montajes de The Zombie Company y ver las reacciones de aquellos espectadores que desconocen el terreno en el que se adentran; las caras de estupefacción con la que salen son dignas de ver, y es que Carlos Be tiene el poder de hacer que todos nos sentimos un poco estupefactos cuando nos sumergimos en sus mundos. Asistir al estreno de uno de sus textos es como volver a perder la virginidad. Te sientes inseguro, excitado, esperando con ansiedad el momento; sientes que te invade una mezcla entre miedo y entusiasmo y, llegado el momento, te entregas con cierto temor sabiendo, por lo que te han contado, que puede doler, pero que lo acabarás por gozar… ¿Sentirse satisfecho al acabar? ¡Ahí ya cada uno con su experiencia! Yo cuento la mía.

Ayer asistimos al estreno de “Autostop”, nueva producción de esta compañía que no ha dejado de parir montajes, cada uno con su estilo y todos con el mismo, el de su autor, Carlos Be. En esta nueva función, basada en un relato de Milan Kundera, nos adentramos en un peligroso juego que, con un aparente tono inicial de inocente socarronería, nos presentan a una pareja que durante un viaje cargado de intenciones románticas se descubre a si misma…
Si quieres que tu pérdida de virginidad en “Autostop” sea única y genuina, te aconsejo que no sigas leyendo porque quizá pueda «spoilear» parte de la función.
Es curioso como uno se entrega con entusiasmo al juego que Carlos Be y Fran Arráez, director del montaje, nos proponen. Uno sabe que la aparente armonía e idealidad de los personajes se va a ver truncada en cualquier momento por alguna circunstancia que sacará a la superficie su verdadera naturaleza. Hurgar en la herida nunca trajo nada bueno… y si además jugamos con fuego, lejos de cauterizar esa herida, lo que haremos será ahondar en ella y acabar perdiéndonos dentro, como si fuera una caverna de tierras movedizas.
Partiendo de una colorida y preciosista premisa, nacida del vestuario de Reme Gómez y la escenografía creada por la brillante mano de Alberto Puraenvidia; reflejo de esa artificiosidad con la que estos personajes han decidido decorar toda su “mierda”; vamos desgarrando, a golpe de juguetonas cuchilladas, esas “vidas estupendas” en las que se encuentran atrapados estos dos seres, para despertar el dolor tan corrompido y repulsivo que se revuelve en su interior. Una “mierda” que es simple y llanamente la liberación de ellos mismos y sus verdaderos sentimientos.
Un trabajo por parte de Juan Caballero y Mentxu Romero muy arriesgado, no tanto por su desnudez física, si no por la emocional, por el paso de esa artificiosidad de la que hablaba antes, a la visceralidad de sus interpretaciones y, por supuesto, la absoluta entrega en respuesta a lo que Fran Arráez les propone.
No creo que cualquier actor se atreva a exponerse y dar tanto de la manera que ellos lo hacen. Pasar de la aparente insustancialidad de la comedieta inicial al desgarro final de una manera tan despojada de prejuicios, hacen que aplauda la valentía con la que se entregan. 
No es un montaje fácil y nada convencional, de hecho no creo que todo el mundo soporte mirar dentro de la habitación a la que nos invitan The Zombie Company, pero este es su estilo y es lo que defienden. A mi particularmente me gusta y me entrego cada vez con más curiosidad a sus propuestas, pero no sé si esta es la obra apropiada para dar el salto del Off al On. Confieso que me encanta ver montajes tan arriesgados en las tablas de un gran teatro y no en su hall o en su sala pequeña. Es como ver cumplida parte de una utopía que muchos compartimos.
Mi mayor temor es pensar que no encaje con el tipo de público que acostumbra a acercarse por el Teatro Lara, ojalá me equivoque. El tiempo lo dirá y espero que sea lo suficientemente justo con ellos.
Categorías
3 Segundos Agustín Jiménez Carles Harnillo Carlos Be Emilio Williams Fanny Gautier Festival La Alternativa Isabel Prinz Jesús Ortega Juan Caballero Juan Carlos Rubio Mentxu Romero Sala Triángulo

Tres Segundos

Título:
Tres Segundos

Lugar:
Sala Triángulo

Autores:
Juan Carlos Rubio
Emilio Williams
Carlos Be
Carles Harillo
Jesús Ortega

Elenco:
Isabel Prinz
Fanny Gautier
Mentxu Romero
Juan Caballero
Miguel Ángel Calvo
Josi Cortes
Agustín Jímenez (Voz en Off)

Música:
Juan Antonio Simarro

Asesor de Movimiento:
Alberto Arcos

Vestuario:
Guadalupe Valero

Dramaturgia y Dirección:
Jesús Ortega

El pasado Jueves, mientras estaba viendo la función «Tres Segundos» de Jesús Ortega en la Sala Triángulo, me sentí transportado; volví a recuperar sensaciones de mi niñez, cuando mi padre se paseaba por la casa con su transistor escuchando a Manolo Molés, a mi abuela hablándonos del consultorio de Elena Francis, el «Carrusel Deportivo» en el coche, de regreso a casa tras un domingo en la Sierra madrileña o de cuando mi madre nos daba de desayunar los fines de semana y nos ponía la radio para que escucháramos el programa en directo de «El Gran Musical» con todas esas actuaciones y esos locutores que me hacían sentir la emoción que se vivía tras los altavoces de mi casa… Cuando se apagaron las luces de la sala y comenzó la «rentransmisión» de la obra, vinieron de nuevo todas esas sensaciones de golpe.

«Tres Segundos» es una propuesta diferente e interesante de poder presenciar. Una propuesta en la que se mezcla el costumbrismo madrileño con la modernidad de los textos, todo ello hilvanado con un toque de melancolía venido de la voz de Agustín Jiménez.
Recuperar la fórmula del Radio-teatro y que además no solo lo puedas escuchar a través de las ondas, si no que puedas estar ahí y poder ver al actor preparado, marcando la entrada y representando una lectura dramatizada, es algo que aunque a simple vista parezca algo insustancial, tiene su interés y aplaudo la idea que ha tenido Jesús Ortega de llevarlo a escena. Nadie mejor que él para hacerlo, que sabe perfectamente de lo que habla. Es un complejo trabajo actoral que requiere de un gran esfuerzo, ya que como se supone que lo estamos escuchando, el cuerpo no debe «contar» demasiadas cosas, haciendo que la herramienta mas poderosa sea la voz. Una voz que nos debe transmitir todas las sensaciones que la historia requiera.

En «Tres Segundos» se nos ofrece la oportunidad de adentrarnos en una comunidad de vecinos de un edificio del centro de Madrid, de esos en los que actualmente se mezclan habitantes de los de toda la vida con nuevos inquilinos que aportan su «sal» a la vida de la vecindad. Unas vidas que de puertas a fuera imaginamos de una manera y que muy posiblemente de puertas para adentro sean totalmente diferentes, pero eso es algo que debéis averiguar por vosotros mismos cuando visitéis este programa de radio-teatro que en Mayo estará en la programación de la sala y que ahora hemos podido presenciar unos pocos con motivo del Festival La Alternativa que está teniendo lugar en la capital.

La función se compone de cinco historias de cinco autores diferentes, Carles Harnillo«El Síndrome Spears», Emilio Williams «La Biografía de… Delawere!», Carlos Be«696», Jesús Ortega«Remitec» y Juan Carlos Rubio «Un Cuento de Hadas». Todas ellas unidas a través de la narración de Agustín Jiménez y la música de Juan Antonio Simarro. Cinco textos con cierto toque de comedia amarga que a mi me divirtió.
Unos textos funcionan mejor que otros, unos actores son mas conscientes que otros del tipo de fórmula que están ofreciendo, pero el conjunto es interesante de ver, tan solo le falta un puntito de cuerpo y ensayo… cosas de los estrenos que son totalmente solucionables.

Uno de mis momentos favoritos dentro de la función, sin spoilear nada, es el texto de Carlos Be, que está lleno de una ironía agudísima y una mala leche lanzada con todo descaro, muy propia para el momento que vivimos y que a mi me hizo pasármelo en grande. Tanto Mentxu Romero como Juan Caballero se divierten representándolo y eso se nota. También es cierto que es el único de los textos que cuenta con dos actores, y el apoyo entre ellos hace que todo tenga un ritmo mucho mas dinámico; pero para voces que realmente te hacen creer que estás dentro de un programa radiofónico son las de Isabel Prinz y Fanny Gautier, que con esas modulaciones, esas intenciones, se respiraba el ambiente perfecto del radio-teatro. En mas de una ocasión cerré los ojos, me limité a escucharlas, y me sentí sintonizando lo que buscaba.
También me gustó el desquiciamiento en el texto de Emilio Williams, pero confieso que me quedé con ganas de mas de lo que ofrece el final de su texto.
Y como administrativo que soy en mi vida al otro lado del espejo, no pude dejar de sentirme identificado con lo que cuenta «Remitec» de Jesús Ortega… Quién no haya tenido esos pensamientos, que tire la primera piedra.

No puedo terminar esta crónica sin dejar de comentar algo que, aunque sé que me voy a meter en donde no me llaman, quisiera expresar.
Sé que esta es la propuesta del director, a mi me gustó y la respeto e incluso la aplaudo, pero pensando ya en casa sobre la función, caí en la cuenta que a mi había algo que me faltaba en la función para hacerla mas redonda… La presencia física de ese narrador que une las historias. Quizá hubiera habido mas ambiente radiofónico si cabe y su punto de vista hubiera conectado mas con el público; pero ya digo que solo es una apreciación mía que quería dejar caer con todo el respeto hacia la propuesta y el trabajo realizado, y sin intención alguna mas que plasmar en palabras el pensamiento que me surgió.
 
Un bonito homenaje a la radio que retoma un camino que, ojalá, se explote mas a menudo como género teatral porque da para contar muchas mas cosas. Estad atentos porque en Mayo podréis disfrutarlo.

Categorías
Dani Gara Danza DT Espacio Escénico Gustavo del Río Jonathan Fernández Juan Caballero Nicolas Gaude Pedro Martín Silenciados SUDHUM Teatro

Silenciados

Título:
Silenciados

Lugar:
DT Espacio Escénico

Autor:
Gustavo del Río

Elenco:
Juan Caballero (Prisionero 1895)
Pedro Martín (Octavio Acuña)
Dani Gara (Jesús Prieto)
Jonathan Fernández (Paulina)
Nicolás Gaude (Mateo Rodríguez)

Vestuario:
Reyes Eguilor

Diseño Iluminación:
Gustavo del Río y Daniel Ruíz

Dirección:
Gustavo del Río

Hablar de «Silenciados» como una función de teatro o calificarla como un espectáculo de danza es quedarse corto, es quedarse con un solo fragmento de lo enorme de su contenido. Creo que «Silenciados» es una expresión en si mismo, un grito, un toque de atención, una mirada, casi un ente que se mueve y respira de forma autónoma, sin atender a géneros, etiquetas o lenguajes. Es un espectáculo que nace para ser sentido, respirado, para que duela…
Uno entra en la sala y no sabe muy bien lo que se va a encontrar, conoce la temática, ha oído hablar, pero no se hace una idea clara de lo que estos 5 artistas están por ofrecer. Y es así como verdaderamente se vive «Silenciados».
Sin contar mucho, porque espero que siga teniendo mucha mas vida de la que ya ha tenido a lo largo de estos seis años de andadura; puedo decir que «Silenciados» nos habla de la represión que han vivido algunos seres humanos por el mero hecho de intentar vivir su sexualidad con la misma naturalidad con la que la vive cualquier persona. Un duro paseo por diferentes épocas y lugares donde siempre ha habido personas que por desgracia han sido víctimas del desconocimiento y del miedo.
Un montaje ideado por Gustavo del Río, para Sundhum Teatro, lleno de belleza, de plasticidad; donde se nota el compromiso de la compañía y las ganas de abrir una brecha por la que asomarse y descubrir como parece que nuestra naturaleza tiende a intentar destruir todo aquello que no comprende.
Este es de esos pocos montajes que yo recomendaría ser visto por todo el mundo al menos una vez; que todos acudieran a verlo y se dejaran salpicar por su sencillez, por esa simplicidad que hay en su puesta en escena pero que, sin embargo, golpea contundentemente y que muestra sin velos la violencia, la incomprensión y el sufrimiento de personas que lo único que quisieron (y quieren) en sus vidas es ser ellos mismos.
Cinco actores que arriesgan y se dejan, literalmente, la piel en escena. Es precioso ver como conectan y dan todo para enriquecer el trabajo del compañero que en ese momento tiene el protagonismo.
Se lanzan de cabeza hacia unos personajes y unas situaciones que requieren mucha valentía y honestidad para lograr verdadera credibilidad y que conecten como conectan con el espectador que, en el caso de la sala DT, se encuentran a muy poca distancia. Sentí el miedo, la impotencia, la incomprensión, el dolor, la amargura, de todos ellos como si fuera mía.
Confieso que me parece fascinante, y admirable, ver cómo hay actores que se entregan de esta manera. Se nota que creen en la propuesta y luchan por ella; pienso que de otra manera no sería posible sacar adelante algo como «Silenciados».
Hay momentos que me parecieron brillantes por su sinceridad, como esa crítica hacia ciertos sectores del propio colectivo gay, porque también hay mucho que criticar de puertas hacia dentro… o momentos llenos de poesía, como la coreografía y posterior caída de esa delicia que es Paulina, o la tortura del preso de Auschwitz con su momento de éxtasis/agonía, e incluso ácidos y arriesgados como el final de Jesús Prieto.
Creo que es un montaje que hace falta, que tiene que ser representado para concienciar, para aprender y conocer, que debe tener su vida dentro de festivales de temática LGTB porque su lenguaje se sale de esa «profundidad» y decadencia o frivolidad en la que se suele caer cuando se toca el tema de la homosexualidad y además, salir de ese «armario» que pueden suponer salas que se encuentran ubicadas en barrios gays. Es un montaje que a mi personalmente me gustaría que llegara a todo tipo de público, porque aunque parezca que no, es muy necesario.
Categorías
Garaje Lumiere Isla desierta Jota Linares Juan Caballero Maggie Civantos María Hervás Pablo Cabrera Paco Anaya Teatro

Entrevista a Jota Linares y Pablo Cabrera – ¿A quién te llevarías a una isla desierta? 2ª Temporada.

Antes del verano tuve la suerte de encontrarme con un montaje que me caló muy hondo. El texto era un claro ejemplo de la desesperanza, de la amistad, del despertar a una madurez desconocida… Y es que me pasó algo que no siempre me ocurre, esta obra me dolió por dentro, hubo algo que se me desgarró e hizo que se me abrieran recuerdos que aunque escuecen, me provocan, a estas alturas del partido, sonrisas.
Con estas sensaciones tan despiertas, no podía quedarme en mi butaca quieto, quería conocer mas de cerca a las personas que me había hecho sentir de esa manera aquella noche de verano… y con el pretexto de su vuelta a Garaje Lumiere una nueva temporada, les propuse conocernos y charlar, que me contaran qué hay en el interior de esa Isla.

Jota Linares, director y co-autor, y Pablo Cabrera, nueva incorporación a este proyecto, se prestaron a pasar un rato con En Un Entreacto y responder a cuanto quisiera preguntarles. Desde ya les doy las gracias por ser tan generosos conmigo y contarme cosas tan interesantes. Sé que el resto del equipo también estuvo dispuesto a regalarnos un ratito, pero la salud y el trabajo no lo permitieron… A Juan Caballero, María Hervás y Maggie Civantos también les doy las gracias por hacer un trabajo tan bonito.
Nos encontramos en una terraza de Avenida de América, aprovechando los últimos resquicios de buen tiempo de la capital y entre risas, hablando de la próxima función, entré a saco con mi curiosidad.

  EN UN ENTREACTO.- Es curioso porque normalmente las obras de teatro son las que generan adaptaciones cinematográficas, sin embargo tú has hecho el camino a la inversa ¿Cómo surgió la idea de llevar a teatro el corto del mismo título?

 JOTA.- Fue en el 2006, era un guión de cine que estuvo apunto de hacerse, pero que se cayó en el último momento; incluso teníamos cerrado el reparto de la peli… se quedó en tierra de nadie. Aunque del casting surgieron buenos amigos con los que he trabajado mas tarde, como son Marta Hazas y Sergio Mur que iban a ser los Marcos y Marta originales. Paco y yo, Paco Anaya  es el coguinista, le cogimos mucho cariño a los personajes, a las situaciones y nos daba mucha pena pensar que nunca se iba a hacer. Después trabajamos en otros cortos y los dos maduramos, siempre decimos que es una historia que ahora mismo no haríamos… Paco ha ido por otros derroteros, mas hacia la comedia y yo me estoy politizando un poco mas, no cine social, es mas un cine crítico, pero siempre nos ha dado mucha pena dejar «La Isla» ahí, además que todo el mundo nos decía que era un texto muy bonito, que porqué no lo hacíamos y fue entonces cuando decidimos hacerlo obra de teatro; vimos que tenía posibilidades. Era fácil de adaptar porque todo ocurría en una única localización. Una noche nos propusieron hacerlo para la sala grande de Microteatro y lo adaptamos rápidamente, pero por finalmente no se pudo hacer porque quitaron la sala grande. Y como el reparto ya estaba hecho, una de las actrices, Maggie Civantos, me dijo que era una pena que no se hiciera, que probáramos en Garaje Lumiere. Lo presentamos y enseguida nos llamaron porque les había gustado mucho el libreto y nos programaron para dos meses, Mayo y Junio y fue el propio teatro el que decidió que prorrogáramos…

Fotografía de José Sanz

 EN UN ENTREACTO.- Ha funcionado fenomenal, ¿no?

JOTA.- Ha funcionado muy bien, tanto a nivel de espectadores como de crítica. No nos esperábamos esto… Y como funcionó tan bien, era triste dejarlo, aunque se fuera David (En la primera temporada el papel de Eze que ahora representa Pablo Cabrera, era interpretado por David Tortosa), aunque tuviéramos que buscar a otro prota, pero nos apetecía mucho. Hubo un momento que se plantearon muchas cosas sobre la mesa; la obra la había visto mucha gente y no sabíamos si iba a venir mas gente, si bajaría el número de espectadores… Lo del 21% de IVA nos preocupaba mucho… hay un momento que te planteas dos posibilidades, o que la gente no venga porque es caro y no ganemos nada o que la gente venga, pero que sea tan abusivo lo que tengamos que dar que sigamos sin ganar nada… pero al final nos decidimos porque era una cosa que nos apetecía, nos apetecía mucho a todos seguir y apareció Pablo…

EN UN ENTREACTO.- ¿Cómo apareció Pablo?

Fotografía de José Sanz

JOTA.- De la manera mas vieja, por casting.

PABLO.- Yo no pude ver “La Isla” en su momento, estaba con otro proyecto; y hablando con Juan (Caballero), le dije “Juan, no os he visto, ¿váis a volver?” y me dijo que sí y le pedí que me avisara porque tenía muchas ganas, había visto mucho trabajo de Jota, “3,2” me había gustado mucho…  Juan siempre me ha parecido un actor maravilloso, y tenía mucha ganas de verla… y mira, cosas de la vida, que estoy viéndola desde dentro. Cuando Jota publicó que estaba buscando un actor para sustituir a David, pensé “adelante” y allí me presenté, sin saber muy bien de qué iba la obra, pero con el equipo me bastaba. Así que me contestó, me hizo una prueba y aquí estoy… ¡Viendo la isla desde dentro y viviéndola!

JOTA.– Fue una cosa rara porque no era lo que buscaba… bueno, era, pero no era… Siempre lo hemos hablado Lydia y yo, Lydia es mi ayudante, lo que buscábamos era la ternura del personaje y viendo el “videobook” de Pablo vimos que nos la daba, dijimos “Sí, nos la inspira, pero es muy alto, no es rubio…» o castaño, que es algo que buscábamos para el personaje… es una tontería, pero habíamos pensado que tuviera los ojos verdes… pero hubo un momento que nos decidimos a probarlo… Lo que mas miedo nos daba era la altura porque en cine podemos falsearlo y en teatro no… Pero hizo la mejor prueba con diferencia y lo elegí. La prueba se la hizo yo solo, Lydia no estaba, pero en cuanto salí de la prueba la llamé y se lo dije…
 PABLO.– ¡Esa información yo no la tenía! Jajajaja
JOTA.–  Ha estado muy bien porque son de esas cosas que uno aprende, nosotros queríamos la esencia de Eze, un Eze que teníamos muy en la cabeza, y nos apareció uno que tiene la esencia, pero que a la vez lo ha cambiado bastante
Fotografía de José Sanz

EN UN ENTREACTO. A mi tu elección me llamó mucho la atención porque viendo a David Tortosa y a Pablo Cabrera en otros trabajos, no se me asemejaban en nada para interpretar un mismo personaje.

PABLO.– Yo no había visto la función, ni un DVD. No tenía una referencia de cual era el trabajo de David, tenía mi visión del personaje y es lo que les he ido enseñando y lo que les ha ido gustando y eso es lo maravilloso que tiene, porque otras veces te dan tu texto, un DVD y te dicen “tal día lo traes aprendido y hacemos un pase” y aquí no, aquí todos se han comprometido mucho, me han ayudado a incorporarme y de momento parece que está funcionando y es por eso que ha sido una sustitución/incorporación muy fácil para mi, a pesar de tener el listón tan alto como estaba.

EN UN ENTREACTO. Me da la sensación que esta incorporación, para el resto ha tenido que ser un poco retomar los ensayos desde el comienzo, ¿no?

JOTA.– Sí, lo que pasa que tanto María, como Maggie, como Juan, habían reposado los personajes estos dos meses y de repente han comenzado a dar cosas que antes no estaban dando. Los han hecho mas suyos y de esa manera ha sido partir un poco de cero para todos.

Fotografía de José Sanz

PABLO.– Pero como ellos tienen los personajes tan construidos y las escenas tan interiorizadas, en los ensayos solo tenían que darme un par de directrices y luego era seguir a María, a Maggie y a Juan. Y como ellos lo tenían todo tan claro, la escena subía sola. Teniendo un poco clara la escena, lo que pasaba, mirándoles a los ojos  a ellos y siguiéndoles, las escenas salían. Con ellos ha sido muy fácil.

EN UN ENTREACTO.-¿Ha habido alguna incorporación mas al montaje?
JOTA.– Hay cosillas, pero son cosas pequeñas, como la recuperación de la canción “Insurrección” de Manolo García que canta con Miguel Ríos. En el guión original tenía mucha importancia y hemos querido recuperarla, aquí no tiene el mismo peso, pero es un guiño a los compañeros del corto y a la gente que estuvo implicada al comienzo. Después hay pequeños detalles, que estaban ahí, pero que ahora han adquirido otra importancia u otras que han surgido que antes no nos habíamos planteado al hacer preguntas Pablo sobre su personaje  y que han hecho variar en algo al resto de personajes.
PABLO.- Pequeños matices.
Fotografía de José Sanz

JOTA.– Sí, pequeños matices. Yo creo que hay mas diferencia entre la primera función y la última de la primera temporada, que de la última a la primera de esta segunda.

PABLO.– Claro, eso algo lógico. Una obra es algo vivo, algo que evoluciona. Tanto Jota, como director, va descubriendo cosas y los que estamos dentro también vamos descubriendo cosas que durante los ensayos las has pasado por alto y que cuando ya estás mas seguro las vives mas. Te relajas y vas descubriendo cosas que antes no habías visto. Y eso es lo que lo hace tan bonito.
EN UN ENTREACTO.– ¿Qué diferencias ves tú, Jota, entre dirigir cine y teatro?
JOTA.- En este caso no mucha, pero porque esa era la novedad que nosotros queríamos incorporar a “La Isla” y era que fuera una película. Era el efecto que queríamos lograr con el público, trabajar con las luces y el espacio escénico. 
Por parte de Lydia y mía, la mayor diferencia era sobretodo la sensación de perder el control durante la obra, el no poder parar, bajar, cortar si algo está saliendo mal o querer matarlos si están haciendo lo que les sale de las narices, a pesar de haberles dicho que no… jajaja 
Para el tema de dirección lo que hice fue leer y quedar con gente de teatro que me indicara cuales eran los códigos teatrales, aunque como espectador ya los conocía. Pero hay momentos como el flashback que, aunque está hecho con luces y es todo teatral, está llevado de una manera muy cinematográfica…
EN UN ENTREACTO.- Yo que la he visto, puedo asegurar que entras totalmente en el código.
Fotografía de José Sanz

JOTA.– Sí, era básicamente hacer que el público tuviera la sensación de estar viendo una película. Quitando los cuatro monólogos que son mas teatrales, podría perfectamente hacerla en cine tal cual está… y es que su base es un guión de cine.

EN UN ENTREACTO. Pablo, tú que vienes de trabajar mucho teatro clásico, ¿cómo te sientes haciendo algo tan cercano y contemporáneo?
PABLO.- Yo siempre pienso que soy muy afortunado y que la vida me va llevando y tengo que dar gracias por muchas cosas… Creo que hace unos meses lo publiqué en Twitter, algo así como que me apetecía hacer un drama contemporáneo. En ese momento creo que estaba haciendo “El Perro del Hortelano”. Me encanta y es maravilloso hacer teatro clásico, pero ya he hecho “El Perro del Hortelano”, “La Hermosa Fea”, “Bodas de Sangre” que creo que es lo mas contemporáneo que he hecho… y de repente pienso que me apetece hacer algo así, como lo que estoy haciendo, y me vino caído del cielo. Para mi fue un”¡gracias!, me apatecía mucho un cambio de código«. 
También es cierto que me costó, el que de pronto me dijeran “Estás muy bien, pero estás muy teatral” y entonces mi cabeza hizo un cortocircuito y dijo “No entiendo nada… ¿Cuál es el problema? Estoy natural, pero estoy teatral… ¿cuál es el problema?” Fue un poco lo que me costó, creo…
Fotografía de José Sanz

JOTA.– Le rebajamos mucho, pero fue muy fácil. Le íbamos diciendo “Menos, menos, Pablo…” y cuando conseguíamos ese menos-menos, le decíamos “ahora nos lo creemos” y a partir de ahí trabajamos…

PABLO.– Mi personaje estaba muy claro, estaba muy bien escrito… No había problema de saber lo que a mi personaje le estaba pasando, todo venía hecho. Solo había que entrar en un código cinematográfico… yo he hecho muy poco cine, entonces era raro, yo pensaba “estoy en un escenario, ¿qué me estás hablando de cine…? No entiendo lo que me estás diciendo ¿cómo hago para lo que me estás pidiendo? Porque sé que tengo que proyectar la voz, se me tiene que oir, se me tiene que entender y tengo que dar algo que se me pueda ver desde la última butaca o grada, como es el caso” lo que mas me costó fue eso, pero después todo comenzó a fluir un poco mas y a disfrutarlo, y la verdad que da gusto, me apetecía mucho y para mi es un regalo el poder hacer esto. Ha sido un cambio que tenía tantas ganas que ahora lo que me queda es disfrutar de lo que nos queda.
EN UN ENTREACTO.-¡Claro! Ahora estáis programados hasta el 10 de Noviembre, todos los jueves, ¿no?
JOTA.- No, este es el último jueves y a partir de la semana que viene son todos los sábados. 
De momento hay que  ser cautos y ver como va reaccionando la gente, que somos conscientes de que la obra la ha visto mucha gente y además que la gente está dejando, por la situación actual, de asistir a estas cosas masivamente. Nuestra idea es continuar, pero hay que ir despacio porque no somos “El Rey León”…
PABLO.– Quizá esa es nuestra baza, que no somos “El Rey León”.  No todo el mundo puede pagar una entrada para verlo y de pronto nos ve y piensa, son 10€ que es un precio mas que razonable…¡Vamos!
Fotografía de José Sanz

EN UN ENTREACTO. Y contando con que habéis tenido tan buenas críticas, y la gente está acudiendo…

PABLO.– ¡Claro! Y cuando hay menos dinero, la gente se vuelve mas selectiva… y el boca a boca está funcionando muy bien… Definitivamente creo que es la baza que tenemos.
Y con esa determinación pasamos un rato charlando, con esperanzas de que el público reaccione y siga acudiendo a verles. Siempre con cautela, dejando que las cosas vayan por su cauce, siendo precavidos, pero sin perder el optimismo de saberse con un trabajo tan bonito entre manos.

Fotografía de José Sanz

Es cierto que la conversación duró mas y surgió el momento de preguntar a Jota y a Pablo por el tema de la subida de IVA. Dio para mucho y muy interesante, pero me vais a permitir que os haga una pequeña “jugarreta” y me lo reserve. Mis intenciones no son las de no publicarlo, si no todo lo contrario, quiero escribir algo especial con ello, con lo que ahora lo dejo guardado y en muy breve plazo de tiempo lo compartiré con todos.

Ahora solo quiero desearles el mayor de los éxitos y que el público siga saliendo tan emocionado de ver un trabajo tan bien hecho y con tanta honestidad.
De nuevo les doy las gracias por su tiempo y por querer compartir con “En Un Entreacto” un ratito de sus vidas para que todos podamos disfrutarlo.

Categorías
Carlos Be Carmen Mayordomo Conde Duque Fran Arráez Ivan Ugalde José Gamo Juan Caballero Mentxu Romero Muere Numanacia Zombie Company Korego proArte

Muere Numancia, Muere

Título:
Muere Numancia, Muere

Lugar:
Teatro Conde Duque

Autor:
Carlos Be

Elenco:
Fran Arráez (Scipio)
Juan Caballero (Babpo)
José Gamo (Buntalos)
Carmen Mayordomo (Aunia)
Mentxu Romero (Amaina)
Iván Ugalde (Caciro)

Producción:
Zombie Company & Korego proArte

Dirección:
Carlos Be

Últimamente En Un Entreacto, para ser un blog tan «de andar por casa», lleva una actividad endiablada, viendo montajes, escribiendo sobre ellos, realizando entrevistas (mil perdones por el intrusismo, no me lo tengáis en cuenta), haciendo pequeños ensayos, artículos… Y a veces es complicado compaginarlo con la vida que llevo al otro lado del espejo, por eso puede que algunas crónicas lleguen un poco tarde, como esta, pero siguiendo fiel al principio por el cual se creó este blog, hablar de todo aquello que voy viendo como espectador, aquí estoy de nuevo.

Cuando uno va al teatro, comienza a interesarse por el trabajo de actores, directores, autores, compañías, etc… y va haciendo un seguimiento; tratando de estar al tanto de cuales van a ser los nuevos proyectos y procurando estar ahí para poder verlos e incluso, si se tercia, tratar de ayudar a darles difusión con las posibilidades que uno cuenta. Es por eso que conocí «Muere Numancia, Muere», siguiendo la trayectoria de uno de sus actores y habiendo oído hablar del autor y director. Así que me planté en el 1º Certamen de Artes Escénicas Fringe Madrid en el Conde Duque, sin saber muy bien qué es lo que iba a ver, pero atraído por la curiosidad de descubrir cosas diferentes.

La historia, escrita y dirigida por Carlos Be, está inspirada en «El Cerco de Numancia» de Miguel de Cervantes. Cuenta el momento en el que cinco numantinos siguen resistiéndose a Scipio El Joven, sabiéndose derrotados, aferrándose a la desesperación de encontrar la manera de sobrevivir al asedio y al hambre, pero sobretodo conseguir sobrevivir a si mismos y a la lucha propia e interna de cada uno.

Un montaje con un texto lleno de momentos desgarradores, poéticamente desesperado, que a veces se interrumpe intencionadamente con las intervenciones y el humor amargo con el que Scipio nos hace cómplices a todos los espectadores. Rompiendo la cuarta pared y llenando la escena de atemporalidad, haciendo que lo que pasó hace mas de dos mil años no nos resulte tan lejano como cabría esperar. Aunque confieso que estos momentos de ruptura me sacaban demasiado de la atmósfera creada y me provocaban cierto distanciamiento del que me costaba volver.
Ni el montaje ni el texto son fáciles. Es de esos montajes que uno necesita digerir tras la función, que dejan un regusto extraño y que cada uno debe llevar a casa para que termine de aposentarse y saber descifrar de donde vienen las sensaciones que te ha generado. Porque es cierto que se necesita un momento posterior para rematar lo que has visto, pero las sensaciones que te deja son inmediatas, el espíritu reacciona ante los estímulos de la escena y eso si aparece en la butaca.
A mi el montaje, aunque algo irregular en ritmo, me convenció y en momentos me conmovió. Esos personajes tan llenos de dolor, luchadores incansables ante la resignación, hacen daño por dentro. 
Esa mujer, hermana e hija que vive la amargura de saberse perdedora de padre, hermano y marido, y que sin embargo resiste en pie hasta el último aliento… 
Ese hermano visionario que se entrega a la derrota futura ¿así sucede porque «estaba escrito» o somos nosotros quienes provocamos que nuestros miedos se conviertan en realidad? 
Ese marido culpable de su «buena» fortuna, que decide devolver su suerte aunque con ello no cambie nada ¿generosidad absoluta o cobardía camuflada?… 
Esa mujer dolorida con la pérdida de su hijo y que, sin embargo, se siente aliviada por sobrevivir y no ser devorada por su propio fruto… 
O ese hombre desesperado ante tanto dolor, que se lanza a luchar, hambriento y cansado; quien se encuentra con un enemigo sano, bien alimentado y lúcido en ideas, que le vence ofreciéndole poder volver con los suyos u obtener alivio definitivo a cambio de su propio sacrificio… 
Los actores realizan un trabajo absolutamente intenso y extenuante, consiguiendo transmitir la sensación de desesperanza y lucha por el último aliento. El dolor de Mentxu Romero, el abatimiento de Iván Ugalde, la culpabilidad de José Gamo, el cinismo de Fran Erráez y la derrota anticipada de Juan Caballero (mención a parte su trabajo gestual y estremecedor como Hombre Muerto) son grandes trabajos, pero con el permiso de todos ellos, sin lugar a dudas me quedo con la interpretación de Carmen Mayordomo, totalmente entregada a su Aunia, alma de la función. No la había visto trabajar hasta ahora, pero pienso seguirla de muy cerca.
Son personajes que duelen, que te arrastran con ellos y que te obligan a decidir cual sería tu elección estando en su caso. Todo ello acompañado de una escenografía y una simbología que dibuja muy acertadamente el encerramiento de los personajes, su angustia ante el poder del enemigo y su triste destino.

Me queda la duda de saber qué va a suceder con este montaje, si tendrá nuevas fechas o si ha sido fruto únicamente de este Primer Certamen del Fringe Madrid. Confío que no, que tenga nuevas oportunidades de ser representado y que llegue a mas público del que ha llegado en estas dos únicas fechas porque considero que es un montaje que hay que verlo, sobretodo en los tiempos que estamos viviendo.
Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar