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Borja Elgea Dennis Kelly Kubik Fabrik Nuria Aparicio Orphans Rafael Rojas Roberto Cerdá

Orphans

Título:
Orphans

Autor:
Dennis Kelly

Lugar:
Kubik Fabrik

Elenco:
Borja Elgea (Danny)
Nuria Aparicio (Helen)
Rafael Rojas (Liam)

Iluminación:
Pedro Yagüe

Escenografía y Vestuario:
Ana Garay

Adaptación:
Aida Argüelles

Dirección:
Roberto Cerdá

Ya se sabe que cuando se visita Kubik Fabrik se va a ver propuestas diferentes, casi se podría decir que quien visita esta sala viene en busca de delicatessen que no puede degustar en otros espacios. Es por eso que cuando me propusieron ver «Orphans» de Dennis Kelly, autor también del exitoso musical «Matilda The Musical» y la serie de TV «Utopia», propuestas todas ellas bastante diferentes; iba dispuesto a degustar un plato único, y más si quien dirige el montaje es Roberto Cerdá… pero esta vez el plato no ha sido del todo de mi agrado…
Orphans nos habla de un acontecimiento que vuelve del revés la estabilidad de una familia. Danny y Helen, pareja aparentemente bien posicionada, que reside en un barrio demasiado hostil que les causa más de un quebradero de cabeza, están teniendo una cena romántica en la seguridad y la placidez de su hogar, cuando aparece Liam cubierto de sangre, algo terrible ha sucedido… En ese momento se dispara la acción y comienzan a desmembrarse una a una las capas de esta historia que encierra una terrible historia y una serie de problemas familiares más graves de lo que se quiere aparentar. 
No quiero decir mucho más sobre la función porque me parece interesante que el espectador vaya descubriendo la trama según la va viendo, tanto el autor como el director dan la información con cuenta gotas y no voy a ser yo quien despelleje esa propuesta.
La historia tiene un arranque sobrecogedor, que electriza el ambiente y predispone al espectador a recibir un buen mazazo. Todo promete como una mezcla entre un thriller teatral y una historia de tragedias familiares, de esas que nos mantienen pegados en la butaca contemplando un duelo interpretativo que se presta a los giros de una historia terriblemente oscura. Pero enseguida todas estas promesas quedan diluidas en una puesta en escena excesivamente aséptica, con unas transiciones innecesarias, y una contención en las interpretaciones, en los juegos de miradas, en las reacciones, que hacen que la energía no llegue a tocar al público. 
Supongo que es una elección de dirección como podría haber sido cualquier otra, se ha optado por mantener una acertada flema british , pero algo falla; tanta contención hace que cualquier atisbo de tensión no llegue a golpear en las butacas como pide una historia tan tremenda.
Pero creo que el mayor problema no radica en la dirección, si no en la adaptación del texto. Cuando oímos a los personajes expresarse, se transmite falta de naturalidad, no hay fluidez en la manera de hablar de estas tres personas. Las líneas de diálogo en ocasiones son torpes, excesivas, plúmbeas, no concretizan y se convierten en una traba para la acción y sobretodo para los actores, Borja Elgea, Nuria Aparicio y Rafael Rojas que hacen lo que pueden para llenarlas con algo de credibilidad; las frases resultan prefabricadas, en ningún momento uno siente que esa sea la forma que tienen los personajes para expresarse. Todo se impregna de artificiosidad y reiteración, provocando que el público no llegue a empatizar; quizá un buen repaso para pulir la traducción del texto y sus expresiones sean la clave.

Es cierto que es un montaje que está en estado embrionario y seguro que hay mil aspectos a los que dar forma, pero la esencia de lo que se quiere contar y cómo, ya están, y a mi particularmente no me resultan interesantes. Una pena porque el equipo artístico es muy potente y la materia prima es de calidad, pero el conjunto no me dice nada.
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Alberto Velasco David Bueno Delicia Juana Andueza Juana Cordero La Casa de la Portera Lucía Caraballo María Reyes Triana Lorite

Delicia

Título:

Delicia

Autor:
Triana Lorite

Lugar:
La Casa de la Portera

Elenco:
Juana Andueza
Juana Cordero
María Reyes
David Bueno
Lucía Carballo

Vestuario:
Sara Gómez de la Morena
Sampedro Accesories

Ayte. Dirección:
Karmen Garay

Dirección:
Alberto Velasco


Como un acto de espiritismo, bueno en este caso es más un exorcismo, entramos de nuevo en La Casa de la Portera para invocar una de esas historias a las que nos tienen acostumbrados, mezcla de locura, surrealismo, rollete cultureta, brillos de actualidad y mucho petardeo. Y es que muchas veces es mejor tomarse a guasa la realidad y colárnosla desde el lado del esperpento.
“Delicia” escrita por Triana Lorite y dirigida por el polifacético Alberto Velasco, es una historia rocambolesca en la que Delicia, la vieja portera que da título a la función, se enfrenta a los fantasmas de su truculento pasado y a un terrible presente al que no puede hacer frente. Un golpazo de realidad y a su vez metáfora de la misma, que encuentra en el microcosmos de esta señora politoxicómana un paralelismo con el conflicto palestino-israelí… sí, así, ¡tal como os lo cuento!
Una historia llena de mala hostia, con muy malas pulgas y mucho sentido del humor.
Un montaje divertido, bien ambientado, con momentos absolutamente delirantes, poseedor de una acidez que me hizo soltar más de una carcajada, en el que se notan las ganas de desmelenarse de Alberto Velasco creando esa atmósfera tan enfermiza, de regusto rancio que le sienta como un guante, y unas situaciones que piden ser totalmente excesivas y disparatadas, pero que se quedan a medio gas, quizá por la precipitación en su resolución o el innecesario regodeo en ciertos momentos que ralentizan el ritmo de la locura de esta Delicia.
La historia tenía todas las papeletas para haberse convertido en todo un cañonazo, si hubiera habido algo más de equilibrio en las interpretaciones y la historia se hubiera centrado más en el rollo a lo «Bitelchús» y la crudeza de la realidad de esta mujer y menos en los paralelismos; tiene ideas chispeantes, momentos delirantes y un sinfín de posibilidades en sus personajes… Juana Cordero está divertida, entregada, juega y se le nota, y por eso mismo nos gana, de María Reyes me gustó ver como destila tanta mala baba y provoca con tan pocos minutos en escena tanto desagrado; o incluso David Bueno que, a parte de la belleza de su voz, tiene el momento más descolocante de toda la función, cuando nos desvela su verdadera identidad dando pistoletazo de salida al absurdamente divertido «todo vale», pero si hablamos de Juana Andueza, tristemente la cosa cambia, creo que le queda grande la locura y la irreverencia de Delicia y es una lástima porque por fisicidad daba perfectamente para hacer un personaje chisporroteante, no sé si ha sido falta de ensayo o que la bomba que se traía entre manos le ha explotado en la cara… pero la cosa no cuaja, mismo problema que tiene Lucía Caraballo, que a pesar de la mordacidad que entrega a su interpretación, la cercanía de La Casa de la Portera no juega a su favor.
Un montaje lleno de oscurísimo sentido del humor al que el cuerpo le pide fiesta, pero fiesta de la macabra y de lo más desvergonzada, al más puro estilo, me paso de nuevo al cine, del Álex de la Iglesia de «La Comunidad» o «Balada Triste de Trompeta» y que se queda, muy a mi pesar, a las puertas…
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Beatriz Arjona Cliff Delicia En Un Entreacto Radio GetafeVoz La Casa de la Portera La Pensión de las Pulgas Nave 73 VACA

En Un Entreacto Radio – Programa 26

Llega un nuevo programa de En Un Entreacto Radio cargado de ganas y de mucha ilusión por poder acercaros estos 70 minutos de actualidad teatral desde nuestro estudio de GetafeVOZ.
Tras nuestro periplo londinense venimos con ganas de hincarle el diente a las propuestas que nos ofrece la cartelera madrileña y ofrecérosla a todos nuestros amigos Entreacteros.
Esta vez hemos tenido el enorme placer de poder contar con Alberto Velasco y hablar de los espectáculos que tiene en cartel en estos momentos, “¡VACA!” en la Sala TÚ, “Cliff” en La Pensión de las Pulgas y el inminente estreno de “Delicia” en La Casa de la Portera, además de poder charlar con él de cómo romper estereotipos en el mundo del arte.
También hemos visitado de la mano de nuestros invitados Abel Zamora y Beatriz Arjona el reestreno de “¿A Quién Te Llevarías a Una Isla Desierta?” de Jota Linares y Paco Anaya, que podemos ver en Nave 73, con un nuevo elenco y novedades en el montaje. Una charla llena de sorpresas y de mucha cercanía.
Una vez más salimos encantados de poder recibir a invitados como los que han poblado esta nueva entrega de nuestros entreactos.
Esperamos que los disfrutéis tanto como nosotros.
¡Bienvenidos a En Un Entreacto Radio!
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Alda Lozano Antonio Sansano Jorge Kent Lorena Benito Lucientes Pilar G. Almansa Rakel Camacho Rebeca Matellán Teatro del Arte Teresa Vallejo

Lucientes

Título:
Lucientes

Autor:
Pilar G. Almansa

Lugar:
Teatro del Arte

Elenco:
Jorge Kent
Teresa Vallejo
Rebeca Matellán
Lorena Benito
Antonio Sansano
Alda Lozano

Espacio Escénico:
Marta Cofrade

Vestuario:
Gabriela Roade

Iluminación:
M. Kenzo

Música:
Marcel Mihok

Dirección:
Rakel Camacho

Poder hablar de Lucientes como función es algo complejo y seguramente hasta injusto, ir al Teatro del Arte a ver este montaje es vivir una experiencia con los cinco sentidos. 
Es adentrarse en la cabeza del pintor y nadar dentro de su psique, dejándonos pringar con el sudor, la sangre, el semen, las lágrimas, las babas, los besos… mirar de frente una España caótica, folclórica, ocre, vamos la España de toda la vida, esa que a veces nos da hasta un poco de vergüenza ajena, pero a la que nos entregamos con entusiasmo en cuanto nos descuidamos; llena de chascarrillo, de cánticos, violencia, baile, alegría,pasión y risas… con sabor a jamón y vino… Vamos, todo muy de la tierra, arrancado de nuestras entrañas patrias, pero de la de todos, de la de los que se emocionan cuando se grita «¡Viva España!», como de la de los que sienten rechazo ante semejante grito. Es lo que hay, nos guste o no.
No hay una historia en sí, es más bien un viaje a través del caos de la mente del Goya más alucinado, donde una amalgama de seres y situaciones se entremezclan entre sí, que a veces gritan a la vez, otras se paran a escuchar, se descojonan entre ellos, corren, saltan, se retuercen, se soban, bailan y trazan un paralelismo entre el pasado y el presente, mostrando la rabia que vomitamos a borbotones la boca de todos los españoles.
Rakel Camacho nos presenta una propuesta desbocada que crece y crece, que cuenta con un elenco que se deja literalmente la piel en escena. Un trabajo nada fácil de sacar adelante y que, sin embargo, acaba por atrapar.
Cuando acudí a ver la función y aquello comenzó, no sabía dónde mirar, a dónde atender, se me superponían todas las acciones que tenían lugar en el escenario, intentaba descrifrar cuanto simbolismo se me ponía por delante. La fiereza del Goya del comienzo, interpretado por un explendido Jorge Kent, me asustaba, era casi como ese «Gran Cabrón» de una de sus pinturas negras, un animal demoníaco escapado de su jaula, rodeado de un séquito de brujas en un aquelarre.
Es cierto que la historia se me escapaba de las manos, demasiadas sensaciones que atrapar, digerir y asimilar en poco tiempo, no sabía muy bien si las proyecciones eran una introducción al nuevo cuadro que se representaba en escena o al revés. Quizá lo que menos me interesó fueron las puntualizaciones históricas en plan «En tal fecha sucedió tal cosa…» porque tampoco aportan nada novedoso al montaje que no podamos leer en cualquier libro, sin embargo en otros momentos, cosas que podrían ser algo más interesantes, se dan por sabidas y nos dejan con las ganas. O quizá yo me perdí buscando donde agarrarme ante tanta información…
Un trabajo actoral absolutamente orgánico, de mano de unos artistas que apuestan con absoluta entrega por lo que hacen y que es terriblemente fascinante; ese aire asalvajado, tan sexual, esa locura instalada en la escena que llegó a arrancar aullidos a parte del público, es la esencia de este montaje. Interpretan, cantan, follan, bailan, beben… y todos igual de entregados. De repente uno se da cuenta que han acabado por mezclarte el 15-M con La Manola, que la Iglesia arrima cebolleta con el Torero, que te cantan un pasodoble o te rapean a base de cánticos y consignas o hacen una especie de medley con canciones protesta, resulta delirante, apetecible y desconcertante.
El feísmo, la suciedad, los olores que flotan en el ambiente lo invaden todo y de alguna manera te hacen sentir borracho, y cuando uno se da cuenta, está participando activamente de esa verbena.
Quizá la protesta social, con sus paralelismos, está cogida por los pelos y, a mi particularmente, me tira para atrás. No me gusta que me aleccionen, me hace ponerme a la defensiva, aunque esté de acuerdo con lo que cuentan, es algo que particularmente no me gusta… pero es tan apabullante todo lo que se ve en escena, que lo aceptas como parte de este campo de batalla teatral en el que se convierte la cabeza y el universo Goyesco que se han sacado de la manga tanto Rakel Camacho como Pilar G. Almansa. ¡Ojo! que «Lucientes» también da resaca, tanto exceso escénico después pasa factura y uno tarda en asimilar lo que ha visto y colocarlo en el lugar que le corresponde. Pero confieso que pasan los días y, ciertamente, cuanto más la pienso, más interesante resulta lo que vi.
La música en directo es una pasada, bravo por Marcel Mihok, el vestuario de Gabriela Roade parece improvisado y, sin embargo, es un conjunto de pequeños detalles que cuentan tanto como la propia función, interesantísimo. Yo me quedaba con alguna pieza encantado.
Una función a la que hay que acudir con la mente despejada y bien desprejuiciada, bueno, o con un par de vinitos y entregarse al delirio con alegría, pero alegría bien española, eso sí. Una bacanal escénica en toda regla.
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Alfonso Torregrosa Carlos Be Carmen Mayordomo David González Esperanza Elipe Fran Arráez José Ángel Trigo Locuras Cotidianas Pepa Rus Petr Zelenka Teatro Lara The Zombie Company

Locuras Cotidianas

Título:
Locuras Cotidianas

Autor:
Petr Zelenka (Dramaturgia de Carlos Be)

Elenco:
José Ángel Trigo
Pepa Rus
Fran Arráez
Esperanza Elipe
Alfonso Torregrosa
Carmen Mayordomo
David González

Escenografía:
Alberto Puraenvidia

Vestuario:
Pier Paolo Álvaro

Iluminación:
Jesús Antón

Producción:
The Zombie Company

Dirección:
Carlos Be

Me confieso seguidor del teatro de The Zombie Company, tiene esa capacidad de siempre zarandear al espectador que se presta a sus montajes. Creo que esta compañía, que se nutre del inquietante y variopinto universo de Carlos Be, tiene esa capacidad de no dejar indiferente a nadie, tanto para lo bueno como para lo malo, y eso ya es mucho decir.
En esta ocasión se han salido de su camino habitual, y han querido montar «Locuras Cotidianas» texto de Petr Zelenka, autor checo que, si no me equivoco, es la primera vez que se representa en nuestro país.
Una comedia surrealista en la que se nos cuenta el extraño mundo en el que se mueve Petr, joven checo, que intenta recuperar a su ex novia, la cual está a punto de casarse con un desconocido sin demasiada sangre. Petr intenta por todos los medios, ayudado por su amigo Mosca, llamar la atención de su chica, cosa que le acarrea más de un problema, tanto con la familia, como con ella, con su prometido, unos vecinos de extrañas costumbres sexuales, como con los propios padres de Petr, los cuales se encuentran también inmersos en una relación ciertamente peculiar que sobrevive entre ladridos y burbujas de cerveza.
Un montaje en el que uno nunca sabe si lo que ve sucede tan solo en la cabeza de su protagonista o es la realidad que le ha tocado vivir a este joven checo.
Carlos Be opta por romper con la imagen que se tiene de su teatro y se decanta, dentro de lo extraño del texto, por una producción que se ajuste a las exigencias del público de la sala Principal del Teatro Lara. Comedia ligera y con rostros conocidos. 
El texto juega con el teatro del absurdo y jugar al absurdo es un arma de doble filo; puede que se convierta en una pieza brillante, hilarante y que estimule la mente del espectador, o puede que caiga en un sinsentido que no se sabe muy bien por dónde agarrar. Sensación esta última con la que salí tras ver estas «Locuras Cotidianas»
El humor que tiene, las situaciones que plantea, no trascienden; el espectador acude con ganas de divertirse, y recibe con ansias los gags, intentando engancharse a ellos, pero perdiéndose en las transiciones entre unos y otros, más por la forma que por el contenido.
Creo que la historia de Petr no resulta atractiva tal y como está contada, su situación daría para muchos y variados enfoques, pero me dio la sensación de que esta vez Carlos Be se ha quedado en la superficie, esforzándose en dar un resultado y adornándolo con el afán de originalidad de su equipo, pero sin aportar el peso que requiere la función para resultar atractiva. Carlos ha querido salirse de su camino dando un volantazo, y sorprendernos con un giro en su estilo, imprimiendo su sello en campos por los que antes no había transitado… lo malo que ese volantazo le ha lanzado cuesta abajo por un terraplén. 
Hay aciertos como la ruptura de espacios, los divertidos puntos de vista de los personajes aún fuera de foco, la composición de algunos cuadros, pero hay otras cosas que dan sensación de estar metidas con calzador dentro de la propuesta, como ese número musical de Pepa Rus, la visión de la sábana voladora, la injustificada exhibición pectoral, aunque bien recibida, del protagonista o el trasnochado amaneramiento, en cierto momento, del personaje del padre.
Es extraño porque la historia no me llegó a atrapar, pero sin embargo si que disfruté de las interpretaciones. Había oído algunos comentarios negativos al respecto y, sin embargo, en la función a la que yo asistí, comprobé que los posibles problemas actorales habían sido subsanados y el elenco está bastante equilibrado, incluso con momentos de química bastante potente entre algunos de ellos y, casualmente, en todos esos momentos quien está junto a otro miembro del reparto es José Ángel Rubio, lo cual algo querrá decir, es la primera vez que le veía actuar y resultó un agradable descubrimiento –a nivel interpretativo, que ya me conozco yo los pensamientos de más de un@
Fran Arráez está divertidísimo con ese personaje perversa y desesperadamente onanista, que resulta un estupendo contrapunto para el protagonista.
Pepa Rus tiene una vis cómica tan marcada que le hace falta muy poquito para resultar divertida, de ella me quedo con la escena en el ascensor, ¡ay! si hubiera ido toda la función por ese camino… 
Al igual que Carmen Mayordomo que demuestra que además de ser una maestra en el drama, es capaz de reírse hasta de su propia sombra y hace que lo disfrutemos con cualquiera de los tres personajes que tiene a su cargo.
Alfonso Torregrosa al comienzo no me interesó demasiado, pero con el desarrollo y crecimiento de personaje que trabaja, acabó por convencerme; de hecho, otro de esos momentos de química potente de los que hablo más arriba es suyo, cuando el padre habla con Petr sentados al borde del escenario, repito, ¡ay! si hubiera ido toda la función por ese camino…
Las peores críticas que he leído han sido para David González, sin embargo, he de decir a su favor, que en esta función estuvo suelto, divertido y resolutivo con esos dos personajes que le han tocado en «suerte», sacándoles jugo a pesar de no ser precisamente los más atractivos de la función.
La que menos me convenció fue Esperanza Elipe que, si bien está correcta, siempre la veo en el mismo registro, tanto en televisión como en teatro y creo que anda falta de un cambio.
No creo que «Locuras Cotidianas» sea un acierto en el teatro de The Zombie Company, carece del auténtico sabor de esta compañía que ha intentado dar un paso hacia terrenos más comerciales, con un resultado poco satisfactorio; además, sigo opinando que el escenario del Teatro Lara no es el mejor lugar para acoger su estilo de teatro.
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Ana Vayón CDN Gustavo Galindo Haz Clic Aquí Inma Cuevas José Padilla Nerea Moreno Pablo Béjar Teatro María Guerrero

Haz Clic Aquí

Título:
Haz Clic Aquí

Autor:
José Padilla

Lugar:
Teatro María Guerrero
Sala de La Princesa

Elenco:
Pablo Béjar
Inma Cuevas
Gustavo Galindo
Nerea Moreno
Ana Vayón

Escenografía:
Mónica Boromello

Vestuario.
Almudena Rodríguez Huertas

Iluminación:
David Hortelano

Dirección:
José Padilla 

Yo vivo enredado entre las redes sociales, he creado un micro-universo en el que desenvolverme y poder exponer cuanto escribo, un lugar donde poder llegar a cuanta más gente mejor, por eso al ver «Haz Clic Aquí» no he podido por menos que sentir escalofríos por la espalda. Yo soy parte de ese mundo del que habla y, sinceramente, es bastante inquietante comprobar la repercusión que se puede llegar a tener sin pretenderlo.
Las redes sociales tienen su parte buena y su parte mala, todo se potencia, las cosas son más sencillas de obtener, todo crece exponencialmente, con lo cual, si es bueno, puede llegar a ser grandioso, pero si es malo, puede ser absolutamente demoledor. Y lo peor de todo es que aún no somos del todo conscientes de ello, y lo que nosotros pensamos como un bien común puede convertirse en un arma arrojadiza entregada a la masa, incluso puede ser devastador para la vida de los demás. Y de ahí parte esta «Haz Clic Aquí», escrita por José Padilla, primer montaje dirigido en solitario por el dramaturgo tinerfeño, en el que basándose en un hecho real, nos habla de la historia de un joven abogado que presencia desde la ventana de su casa una pelea entre adolescentes, esa pelea va más allá de ser una simple rencilla y decide grabarlo para ayudar al agredido, cuando le ofrece la posibilidad de tener la grabación como prueba contra sus agresores, el joven reusa el ofrecimiento de muy malas maneras, esto es interpretado por el abogado como miedo, así que decide ayudarle por su cuenta, colgando el vídeo en internet para poder identificar a los «culpables». Fuera de cualquier pronóstico, el vídeo comienza a hacerse muy popular en las redes sociales, hasta el punto de convertirse en viral. Metiendo en una espiral de problemas a todos los afectados, a los agresores, a sus familias, al agredido e incluso al propio abogado que lo grabó y a su pareja, periodista que quiere llegar al fondo de la cuestión. Una historia que plantea muchas cuestiones sobre el momento de exposición tan descontrolado en el que vivimos.
Este montaje nace de la creación conjunta del propio autor junto al equipo artístico, a través de una premisa pactada y una serie de trabajos de improvisación que fueron desarrollando el grueso de la historia, forjando el tronco de lo que ahora podemos ver en la Sala de La Princesa del Teatro María Guerrero de Madrid.
Un trabajo lleno de actualidad, que juega con los estereotipos, los rompe, los vuelve a unir y los recoloca a lo largo de la función, ofreciéndonos varios puntos de vista diferentes sobre la misma historia, inmiscuyéndose en las vidas de estos personajes que de la noche a la mañana se ven expuestos y juzgados por una masa desinformada, hambrienta de polémicas y dispuesta a juzgar sin demasiadas contemplaciones. Una función que plantea muchas cuestiones, y que invita a polemizar y meditar sobre el cariz que está tomando este momento que nos está tocando vivir, la velocidad con la que se propaga la información, contrastada o no, la facilidad con la que nos atrevemos a juzgar y condenar.

Una puesta en escena polivalente con una escenografía de Mónica Boromello, que cuenta más de lo que aparenta, una música y un espacio sonoro acertado, que ya es un rasgo identificable en el autor, y unas interpretaciones comprometidas hasta el fondo con la historia. Quizá la velocidad de las réplicas en según qué momentos juegan a desnaturalizar la propuesta y genera cierto distanciamiento en el espectador, pienso, y es solo una opinión más, que hay momentos de la función que deberían tomarse con más calma para darles el peso que les corresponde, cosa que no quita para aplaudir las interpretaciones de todo el elenco, Pablo Béjar, Ana Vayón, Gustavo Galindo, Nerea Moreno e Inma Cuevas, última en incorporarse a esta producción. Que bailan entre personajes, que hilan la historia mostrando toda la gama de visiones, mostrándolos desde el meollo de la cuestión y en su vida personal, ajena a polémicas, con sus dramas privados, rompiendo estereotipos, desdramatizándolos y ofreciéndonos seres de carne y hueso que son un claro reflejo de nuestra sociedad.

Un montaje divertido, incisivo, dinámico y muy contundente que, como ya nos tiene acostumbrados José Padilla, sirve la oportunidad de discusión post-función en bandeja. Y que nos hará dudar un instante antes de volver a marcar un «Me Gusta», marcar un Tweet como Favorito o Retwittearlo… Un nuevo acierto de este autor que no deja de crecer y de sorprendernos con un teatro lleno de crítica, frescura y mucha actualidad.
Y que desde aquí le deseamos todos los éxitos con su inminente estreno en Moscú con este mismo título en el mismísimo Teatro del Arte.

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Conchita Piña Ediciones Antígona En Un Entreacto Radio GetafeVoz Juanma F. Pina Los 100 Hijos del Presidente Montgomery

En Un Entreacto Radio – Programa 25

Otro estupendo programa de En Un Entreacto Radio que hemos podido vivir desde nuestro estudio de GetafeVOZ y que queremos haceros llegar.
En este caso hemos querido acercaros, a parte de toda la actualidad teatral de la quincena, una parte del teatro que normalmente no se tiene muy en cuenta.
Hemos invitado a charlar con nosotros a Conchita Piña, miembro de Ediciones Antígona, editorial que se ha especializado en los dramaturgos españoles contemporáneos, nos habló sobre ello, y con ella nos lanzamos a fantasear en quienes podrían ser los futuros clásicos.
Después nos metimos en la comedia surrealista de manos de JuanMa Pina que vino a presentarnos “Los 100 Hijos del Presidente” que actualmente representan en el Off del Teatro Lara. Nos habló de la suerte de poder tener tres montajes simultáneos programados en la capital, de Montgomery Entertainment y de otras muchas curiosidades que averiguaréis escuchando la entrevista. Un gusto poder hablar con un dramaturgo tan creativo y con ganas de seguir generando universos llenos de personajes tan divertidos y surrealistas.
Como siempre, hemos disfrutado de un programa repleto de amigos que vienen a visitarnos para contarnos sus experiencias de primera mano y que acaban por formar parte de esta familia Entreactera.
Un programa más breve que de costumbre, pero que contiene el espíritu y la pasión de sus versiones más extendidas, ¡como a nosotros nos gusta!
¡Bienvenidos a En Un Entreacto Radio!
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César Augusto Cair Eva Ha Muerto La Casa de la Portera Mikel Arostegui Teatro Fierabrás

Eva Ha Muerto

Título:
Eva Ha Muerto

Autor:
César Augusto Caír

Lugar:
La Casa de la Portera

Elenco:
Mikel Arostegui
Adolfo Coria (Voz)

Iluminación y Sonido:
Ángel Salamanca

Producción:
Israel Ruíz (Teatro Fierabrás)

Dirección:
César Augusto Caír

He oído hablar de todo sobre «Eva Ha Muerto», y no es de extrañar ya que es un montaje que lleva girando desde su estreno en el 2009, pero no ha sido hasta ahora, con su paso por La Casa de la Portera, que he podido acercarme a conocerlo de primera mano.
Un montaje con texto y dirección de César Augusto Caír, de aparente sencillez, en el que todo el peso de la función recae sobre su único actor, Mikel Arostegui, que se entrega despojado de todo artificio a dar vida este canto al amor desesperado.
Como es de prever, si hablamos de Adán atrapado en una especie de limbo maldito, nos encontramos un espacio sin escenografía y a un actor sin ropa. A nadie se le va a escapar este punto, ¿reclamo o exigencias del guión?, pues un poco de todo, ¿no? Para atraer público hay que buscarse la vida y si ya viene dado en la historia, pues la cosa viene rodada. Lo primero que hay que hacer es captar la atención del respetable y un buen reclamo puede ser tener ante nosotros, y a muy corta distancia, a un actor desnudo y físicamente atractivo; jugar con eso y con la polémica de que en su momento fue censurado por el Ayuntamiento de Madrid ¡cuánto puritanismo de doble rasero planea por esta ciudad! y después, cuando ya está captada la atención del espectador, descubrirle una historia que no por conocida deja de despertar curiosidad.
Eva ha muerto, y Adán, a causa de esta fatalidad, queda atrapado y maldito, castigo de un Dios vengativo, rencoroso y censor, que le condena a tener que vivir en un desvelo eterno para, cada hora, tener que narrar la historia que le ha llevado al estado en el que se encuentra, pero que cada vez que se sale de la línea argumental exigida por la deidad, recibe una furiosa descarga de rayos y centellas para reconducirle por el camino «correcto», pero Adán está harto y ha decidido contar la historia tal y cómo ha sido, a pesar del sufrimiento que ello le causa, tanto en lo sentimental como en lo físico. Este es, a grandes rasgos, el resumen de lo que uno se va a encontrar cuando va a ver «Eva Ha Muerto».

Todo es correcto en el montaje, el actor hace una buena labor con las herramientas que se le entregan, pero uno sale con la sensación de que  con esas herramientas se podía haber ido un pasó más allá y evitar caer en los típicos tópicos.
Esto es apreciación mía, pero quizá esta sensación viene dada porque esperaba, tal como se nos vende, encontrar algo más transgresor, que rompiera con todas las imágenes preconcebidas sobre el tema, que de verdad fuera un montaje desnudo, sin ningún tipo de artificios. Quiero decir, que por ejemplo, Dios no fuera una voz con «reverb«, que no sonaran coros celestiales ni Tchaikovsky, que Adán se despojara de toda retórica redicha a la hora de exponer su dolor frente a nosotros, se supone que ya está harto de «la palabra del Señor» y quiere hacernos llegar su propia verdad y eso debería venir dado por un cambio en su forma de expresarse, dejando a un lado el tono «bíblico» con la que Dios «quiere» oírle contar su desgracia; manteniendo la poética, claro que sí, que para eso es una especie de Oda a la amada ausente, pero evitando el perderse en descripciones acartonadas, que leídas seguro funcionan, pero que dichas caen en una recreación desprovista de naturalidad y que restan verdad, haciendo que uno mire la historia a través de un cristal..
Con esto no quiero hacer de menos la labor del actor, Mikel Arostegui, todo lo contrario, la valoro con más reconocimiento; creo que hace una buena interpretación, se expone y arriesga todo lo que la dirección le permite, y eso ya es digno de ser aplaudido; saca adelante con buen resultado interpretativo el montaje y en momentos logra la cercanía del público con el personaje, pero hay escollos difíciles de salvar por el actor si previamente no se le allana el camino y, quizá aquí es lo que le falta.
Uno sale de La Casa de la Portera con sensaciones encontradas, el texto de «Eva Ha Muerto» no consigue calar, pero con el regusto de satisfacción al ver un trabajo actoral bien hecho.

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Dario Paso-Jardiel La Casa de la Portera Martha Eguilior Tato Loché Una Extraña Comedia

Una Extraña Comedia

Título:
Una Extraña Comedia

Autor:
Darío Paso-Jardiel

Lugar:
La Casa de la Portera

Elenco:
Martha Eguilior
Tato Loché

Dirección:
Darío Paso-Jardiel

Si uno lee la psinopsis que acompaña a «Una Extraña Comedia», o le entran muchas ganas de ir a verla o directamente sale escopetado huyendo de ella. 
Así la resumen ellos mismos:
«Humano 1 y Humano 2 son dos verdaderos caballeros de esos que se encuentran en una plaza, se saludan con cortesía, y descubren que son hermanos pero que no se conocen; que uno de ellos tiene un tumor cerebral que le hace ser divertido, y que el otro pasó la peor de las infancias y le resultó de lo más grata y satisfactoria; que se han citado para verse pero que nunca se habían visto antes. Van a cometer un asesinato en una mansión intangible con ayuda de un mayordomo invisible y sin saber realmente a quien van a matar. Y la gran pregunta es… ¿Quién es el asesino que lamía las calvas de sus víctimas con la lengua de un pavo finés?»
Yo fuí de los primeros, de los que sintió toda la curiosidad del mundo y no pude evitar acercarme hasta La Casa de la Portera a descubrir qué se esconde tras este argumento tan surrealista.
Una comedia negra, negrísima, con un humor absolutamente ácido, que en ocasiones resulta excesivamente estúpido, pero que a mi me enganchó desde el mismo comienzo de la ¿función?.
Darío Paso-Jardiel (Ojito con ese apellido compuesto que ya apunta maneras) nos trae un texto que nos lanza hacia una extraña dimensión de cartón piedra en la que nada es lo que parece o todo lo contrario, donde se vive una constante cabriola dialéctica, a la que te enganchas o repudias desde el minuto uno y que no sabes a dónde te va a llevar.
El trabajo de los dos actores, Martha Eguilior y Tato Loché, es estupendo, están en todo momento en el lugar y con el tono apropiados, logrando que no les quitemos el ojo de encima; se les ve complementados y muy ágiles, algo muy necesario para un montaje tan particular como este, y con un texto tan exigente con ellos.
Sus personajes, Humano 1 y Humano 2, son un híbrido que está a medio camino entre el Sombrerero Loco de Alicia en el País de las Maravillas y los Hermanos Marx. Con una verborrea insaciable e imparable. Son ocurrentes, absurdos, estúpidamente inteligentes, psicóticos, ácidos y políticamente incorrectos, dan bandazos en sus conversaciones, girando en torno a un mismo punto, pero sin llegar jamás a donde pretenden… Uno entra en la propuesta y es atrapado por una especie de centrifugado mental del que no se puede salir hasta que ellos lo paran.
Salí de la función francamente divertido, no dejé de reirme, sin dar crédito a lo que estaba viendo, pero a la vez pensando que Darío Paso-Jardiel tiene un morro que se lo pisa. Ha escrito todo un mejunge del absurdo por el absurdo que nos planta en formato teatral y se ha quedado tan pancho; hay momentos en los que se le ha ido la mano con algunas líneas de diálogo algo sonrojantes y momentos prescindibles, pero logrando un delirio teatral francamente divertido, en el que uno lee algo así como «El que lo quiera, que se lo lleve puesto y el que no, pues… ¡También!» y ahí lo deja.
Creo que es el montaje más loco y descolocante que he visto en mi vida.
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En Un Entreacto Radio – Programa 24

En el programa del pasado día 13 de Octubre, En Un Entreacto Radio emitió un programa cargado de AMOR al teatro, así,en mayúsculas.
Primero pidiendo respeto por esas flores raras que son el arte y los artistas, que a veces son vapuleados por un sinsentido de críticas que más que argumentar, insultan, y que no desde nuestro espacio no estamos dispuestos a consentir.

Después, como viene siendo habitual, utilizamos la sección de cartelera para poder charlar con un invitado por teléfono, que nos cuente brevemente qué vamos a poder ver. En este caso fue Chechu Moltó quien nos acompañó para hablar de “La Maratón de Nueva York”, función que podemos ver en La Pensión de las Pulgas.

En esta ocasión sacamos a la calle nuestra sección de entrevistas y nos colamos en los camerinos del Teatro Guindalera para poder charlar con el equipo que actualmente representa allí “39 Defaults”, ellos son Laura Madera, Ana Adams y Juan Caballero, que nos hablaron de su montaje, de cómo ha ido creciendo con el tiempo; también aprovecharon para lanzar un toque de atención para que la gente se anime a ir a las salas menos comerciales, que las conozcan y no las dejen morir, como es el caso de la Guindalera.

Y finalizamos el programa recordando las palabras de Federico García Lorca en voz de Pablo Cabrera para dar paso a la charla que mantuvimos con el dramaturgo Alberto Conejero. Una deliciosa charla en la que nos habló de «Cliff» y «La Piedra Oscura», de Lorca, de la Dirección de Escena, de la Sicalipsis y del amor y el respeto por el teatro.

Un programa comprometido y muy divertido, que nos encantó poder vivir y que esperamos os guste escucharlo tanto como a nosotros hacerlo.

¡Bienvenidos a En Un Entreacto Radio!

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