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Ángel Burgos Esperanza Elipe José Luis Santos Juan Antonio Lumbreras Locos Por El Té Mª Luisa Merlo Oscar de la Fuente Quino Falero Rocío Calvo Teatro Teatro Alcázar

Locos Por El Té



Título:

Locos Por El Té
Autor:
Patrick Haudecouer
Danielle Navarro
Adaptación:
Julián Quintanilla
Lugar:
Teatro Alcázar (Cofidís)

Elenco:
Mª Luisa Merlo
Juan Antonio Lumbreras
José Luis Santos
Esperanza Elipe
Óscar de la Fuente
Ángel Burgos
Rocio Calvo

Escenografía y Vestuario:
Elisa Sanz

Iluminación:
Alfonso Ramos

Ayudante de Dirección:
Rocío Vidal

Director:
Quino Falero
Después de la intensidad con la que hemos comenzado el año teatral, me hacía falta un poco de “aire fresco”, así que nos acercamos por el Teatro Alcázar (Cofidis) para ver qué nos tenía preparado Quino Falero con este “Locos Por El Té” con el que acaba de comenzar su andadura.
Esta comedia de Patrick Haudecouer y Danielle Navarro que ha triunfado tras su reposición en los escenarios franceses, ganadora del Premio Moliere de comedia del año 2011, nos invita a pasar y presenciar los últimos ensayos de una compañía de teatro que anda continuamente al filo del desastre. 
Una diva de la escena y de la sobreactuación (Mª Luisa Merlo), un actor que no lo es y que con cada gesto genera un nuevo desastre (Juan Antonio Lumbreras), un secundario hiperactivo y muy «del método» (Óscar de la Fuente) , un veterano actor que no deja de sugerir “cambios” (José Luis Santos), una directora inglesa que no sabe dónde se ha metido (Esperanza Elipe), un técnico sin pelos en la lengua (Ángel Burgos) y una “sastra” con muy malos humos y limitados conocimientos sobre su profesión (Rocío Calvo), son los integrantes de este “Locos Por El Té”. 
Tal como dice Mª Luisa Merlo, esta función es un “Juguete cómico” donde se percibe lo bien que se lo pasan en escena todos los integrantes de la función y al que hay que ir sin más pretensiones que la de pasar un rato divertido. Desde el mismo comienzo la locura se desata y ya no hay momento de descanso, los personajes comienzan a poner en marcha este caótico carrusel, sacando toda una batería de tics y “manías actorales” llevadas al extremo (¿o no tan extremas?) que hacen que el patio de butacas esté totalmente entregado.
Confieso que el vodevil no se encuentra entre mis géneros favoritos, soy un poco “especialito” en cuanto al tipo de comedia y me cuesta entrar; quizá es por eso que la primera parte me pareció un tanto floja, es cierto que es cuando te entregan las claves para comprender la locura posterior, pero creo que le cuesta comenzar, me faltó algo de ritmo en el planteamiento y creo que hay ciertos momentos a las que aún hay que encontrarle el tono para que acabe de cuajar; ¡Ojo! Hay que tener en cuenta que aún están en las previas y las comedias van tomando cuerpo a base de representaciones. 
Todo esto no quita para que la viera divertido, apreciando el agotador trabajo de los actores, el de alguno de ellos es extenuante, como el de ese fantástico Juan Antonio Lumbreras o el alarde físico de Óscar de la Fuente (¡guau!), y el encaje de bolillos que Quino Falero realiza para sacar adelante la cantidad de gags que se suceden en escena.
Pero si hablamos de la segunda parte, la cosa cambia. El momento en el que se estrena la función que estos personajes preparan, está lleno de cabriolas, con un ritmo vertiginoso y plagado de instantes de una locura absurda y desquiciada, que me divirtieron y provocaron que soltara más de una carcajada. El caos parece que no tiene fin con ese arsenal de artillería pesada que acaban por soltar hasta el mismísimo último minuto.
Así que ya sabéis, si estáis buscando una función con la que divertiros sin mayor preocupación que la de soltar unas buenas carcajadas, esta puede ser vuestra opción.
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Alberto Puraenvidia Boira Daniel Pérez Prada Inma Cuevas José Martret La Pensión de las Pulgas Maribel Luis MBIG Pepe Ocio R.Muñoz-Cobo Rocío Calvo Shakespeare

MBIG – La Pensión de las Pulgas

Título:
MBIG (Mc Beth International Group)

Autor:
José Martret
(Versión del texto de W. Shakespeare)

Lugar:
La Pensión de las Pulgas

Elenco:
Francisco Boira (Macbeth)
Rocío Calvo (Urd Bruja 1)
Manuel Castillo (Malcom)
Inma Cuevas (Camelia)
Victor Dupla (Ross)
Maribel Luis (Skuld Bruja 2)
Rocío Muñoz-Cobo (Lady Macbeth)
Pepe Ocio (MacDuff)
Francisco Olmo (Duncan)
Daniel Pérez Prada (Banquo)

Espacio Escénico:
Alberto Puraenvidia

Vestuario:
Lupe Valero
(Con la colaboración de Lorenzo Caprile)

Espacio Sonoro:
Antonio Martín

Dirección:
José Martret

Algo se había filtrado en los mentideros teatrales. Todos cuchicheaban que algo se estaba cociendo y que en poco tiempo saltaría la noticia; y todos, como niños buenos que no quieren quedarse sin su regalo, permanecimos sin alzar la voz. Hasta que pasado mediados de Noviembre saltó la noticia a las redes sociales, el propio José Martret soltaba la bomba ¡La Casa de la Portera iba a tener una hermanita! El parto estaba programado para el día 20 de Noviembre y, aunque las conexiones internáuticas ya no tienen ruidos, un clamor se alzó. El júbilo se desató y todos comenzamos a ponernos nerviosos, ansiosos por conocer mas sobre el retoño que traían al mundo  José Martret y Alberto Puraenvidia. Nos adelantaron que se llamaría “La Pensión de las Pulgas” como homenaje a la Bella Chelito, antigua habitante del inmueble donde abrirían las puertas de este nuevo paraíso teatral, y su cuplé “La Pulga”
Y es que estos chicos no dan una puntada sin hilo, cosa que no me extraña, habiéndose situado en la primera línea de batalla del teatro Off de Madrid, donde ya irrumpieron hace un par de años sacándose de la manga “La Casa de la Portera”. Dándole a la capital un toque de valiente distinción, tan refrescante, inteligente, demencialmente excitante, y sobretodo tan necesaria.
Ahora nos ofrecen la posibilidad de tener dos opciones donde elegir y entregarnos al goce de saltar dentro de la función. 
“La Pensión de las Pulgas” es un paso hacia delante en la evolución de esta idea de hacer teatro, un espacio cuidado al detalle, donde Alberto Puraenvidia nos sumerge en un ambiente mas luminoso, mas despejado, pero igualmente atractivo y estimulante para los que queremos “empaparnos” en la experiencia de vivir las historias casi en primera persona.
La noticia de la apertura de este nuevo espacio no podía venir sola, tenía que aparecer con el nombre del montaje con el que fuera a dar sus primeros pasos y no podía ser cualquier cosa… Debía ser algo que le hiciera justicia, que mostrara en todo su esplendor las galas de esta nueva criatura. 
Si en el estreno de la Portera fue Chejov quien nos abrió las puertas, en La Pensión de las Pulgas quien nos recibe es Shakespeare, con un Macbeth hecho a imagen y semejanza del espacio. Un montaje inspirado en los años 50/60 donde las ambiciones de las cortes y los reinos, se traspasan a las grandes empresas y que sorprendentemente (o no) siguen intactas. Los tiempos pasan, todo se transforma, pero nada cambia. El ser humano sigue estancado en las mismas batallas, por eso ahora en vez de llevar por título Macbeth, tal como su autor lo bautizó, José Martret ha pasado a llamarlo MBIG (Mc Beth International Group) Mucho mas acorde con la historia de ambiciones y finanzas que nos ha preparado.

Todo sigue igual, como decía antes, tan solo nos trasladamos de época y los significados y los intereses se convierten en otros que el público actual maneja con mas soltura.
Como banda sonora tenemos un hilo musical, apropiado para hacer de esta multinacional el lugar ideal en el que trabajar y sentirse asépticamente cómodo, hasta que pasamos al despacho presidencial y las conspiraciones vaticinadas por las mejores brujas «Macbethrianas» jamás vistas, se desatan a ritmo de los mercados y las finanzas.

Como digo, esas dos brujas, que son tres y a la vez son una, están encarnadas por las espeluznantes Rocío Calvo y Maribel Luis, dos siamesas teatrales que funcionan como una perfecta sinfonía de respiraciones, conjuros, jadeos y visiones que maravillan en todo momento. Decir que están perfectas, es quedarse con corto con ellas.
Francisco Boira nos deja casi respirar el aliento de un Macbeth desesperante, agónico en su culpabilidad, que aunque tiene algún momento que madurar, resulta estremecedor por su cercanía y realismo.
Apasionante y apasionada es la Lady Macbeth de Rocío Muñoz-Cobo, una primera imagen a lo Liz Taylor que se transmuta y acaba siendo devorada por sus propias ambiciones. Me sedujo  en su riesgo y entrega, uno de los platos fuertes de esta función.
Un comité empresarial presidido por un fabuloso Francisco Olmo, acompañado en su séquito por un excelente Víctor Dupla y por un tanto inseguro Manuel Castillo.
Mención a parte tienen Daniel Pérez Prada y Pepe Ocio que exprimen al máximo las energías de sus personajes llenando todo el espacio con su sola presencia, con un maravilloso crecendo que es un auténtico disfrute interpretativo, de esos que te dejan con hambre de mas.
Y, por supuesto, nuestro nexo de unión entre el espectador y esta tragedia, Inma Cuevas. Es lo mismo que esta actriz hable de mercados de valor, coberturas empresariales, o anunciar a Macbeth el avance de un bosque que viene a derrotarle; su «verdad» e implicación son máximas en todo momento y ardes en deseos de que pose sus ojos en ti para sentir completa esta experiencia de sumergirte en cuerpo y alma en un drama shakesperiano. El personaje que ella interpreta es el único agregado por la exquisita mano de Martret.

Se me llenan los dedos y la boca de elogios para esta nueva aventura que José Martret y Alberto Puraenvidia nos han regalado. 
Con esos ambientes tan perfectamente creados, con esa forma de envolver al espectador, de hacernos sentir inmersos en los universos que crean; deseosos de dar un paso mas allá y acabar fundido en el interior de sus mundos inventandos, de sus personajes. 
Han hecho que atravesar el portal de la Calle Huertas 48, se convierta en ese ansiado paso a otros mundos que todos siempre hemos deseado.

¡Larga vida a La Pensión de las Pulgas!
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Aitor Luna Ana Vayón Asier Etxeandia Delia Vime Eduardo Mayo José Luis Patiño José Luis Torrijo José Padilla La Casa de la Portera Rocío Calvo Sagrado Corazón 45 Teatro

Sagrado Corazón 45

Titulo:

Sagrado Corazón 45

Lugar:
La Casa de la Portera

Autor:
José Padilla

Elenco:
Ana Vayón (Dorotea)
Rocío Calvo (Remedios)
José Luis Patiño (Jacobo)
José Luis Torrijo (Fidel Betanzos)
Aitor Luna (Alejandro Moyano)
Asier Etxeandía (Hector Reina)
Delia Vime (Lucía Barrios)

Creación Sonora:
Mariano García

Vestuario:
Almudena Rodríguez Huertas

Producción:
Factoría Madre Constriktor
Estudio Juan Codina

Dirección:
Eduardo Mayo
José Padilla


Uno entra en La Casa de la Portera y se transforma. Al traspasar el umbral da la sensación que cambia hasta el aire que uno respira, como si la rutina de nuestro día a día se quedara aparcada en la acera de la Calle Abades, dejándonos libres para poder empaparnos a conciencia de la atmósfera que allí reina.
Tiene una personalidad tan potente que uno siente que está sumergido en la experiencia que se está por vivir desde el mismo momento que retiramos las entradas.
No he podido acudir tantas veces como me hubiera gustado, pero las veces que he ido ha sido movido por una curiosidad casi incontrolable y confieso que he salido de allí transformado.
Dos han sido los motivos por los que he ido a ver «Sagrado Corazón 45». 
El primero es la admiración por el trabajo que realiza el dramaturgo José Padilla; ya han sido tres las funciones suyas que he podido ver y aún estoy por saber cómo definir su estilo (tampoco quiero); cada una ha tenido un aire totalmente diferente a la anterior y no saber qué es lo que me voy a encontrar cuando voy a ver algo suyo es lo que mas me gusta de él. Admiro su capacidad para sorprendernos con sus creaciones. De ese maravilloso «Enrique VIII» que ahora regresa a la capital, pasando por el monólogo «En el cielo de mi boca» a esta nueva experiencia que es «Sagrado Corazón 45», nada que ver unas piezas con otras y todas con un gran resultado.
El segundo motivo era el deseo de poder ver interpretar a Asier Etxeandía a un palmo de distancia, sentir ese torrente de energía actoral tan cerca no es algo que se pueda permitir uno todos los días y dejarlo pasar sería cuanto menos… «malfatal».

La función viaja por tres momentos clave dentro de nuestra historia; el comienzo de la transición española, la resaca de las Olimpiadas de Barcelona en el 92 y el momento de crisis actual. Tres momentos que albergaron y albergan cambios radicales llenos de temores e inseguridades, tanto a nivel global como a nivel individual, temores que nos transforman y nos hacen actuar de una manera que ni nosotros mismos esperamos, como si «algo» nos moviera involuntariamente a hacer cosas que no necesariamente deseamos.
No me gustaría desvelar mucho de las cosas que suceden en la dirección que da título a la obra porque eso sería estropear la sorpresa de vivir esta experiencia en primera persona. Eso sí, no se me ocurre un lugar mejor para ser representada que en «La Casa de la Portera», de hecho creo que es una pieza impensable fuera de estas paredes, la atmósfera conseguida es imposible de lograr en un teatro al uso. Así que creo que el día que finalicen las funciones, tan solo quedará el recuerdo impreso en sus habitaciones, como esas presencias o energías que nunca nos abandonan del todo…

Eduardo Mayo y José Padilla logran que los espectadores permanezcamos clavados en nuestros asientos durante todo el tiempo que dura la historia, manteniéndonos con la boca entreabierta y los ojos inquietos, esperando que tras las puertas de esta casa pueda suceder cualquier cosa. Encerrados en esas habitaciones se genera la misma intranquilidad colectiva que se crea cuando se cuentan historias de miedo, uno se vuelve susceptible ante cualquier agente externo que perturbe el instante, se siente vulnerable, inseguro ante lo desconocido, ante lo que se intuye detrás de las paredes y esa es la baza que tan inteligentemente juegan directores y actores en esta versión en vivo y en directo de lo que podría ser perfectamente un episodio de aquellas memorables «Historias para no dormir» (Hasta el cartel me lo recuerda). La ambientación de las épocas, los sonidos, el texto, los actores, todo está elegido con sumo cuidado para que uno trague el anzuelo sin problema y se entregue de lleno a la propuesta.
El reparto al completo hace un gran trabajo para llevarnos de la mano por este divertimento poseedor de un trasfondo mucho mas crítico del que en un principio se puede esperar, al que hace referencia el propio Eduardo Mayo en el programa de mano. Una lectura mas profunda sobre el peligro de quedar aislado en nuestra propio entorno frente al temor que el poder inyecta a la población ante los cambios que se generan en el exterior…
Desde ese comienzo tan perturbador protagonizado por una Ana Vayón impresionante, junto a mi admirada Rocio Calvo y José Luis Patiño, pasando por unos estupendos Aitor Luna y José Luis Torrijo hasta llegar a Delia Vime y Asier Etxeandía que cierran la historia con una serie de oscurisimos fuegos artificiales que no dan tregua hasta que llega el momento de los aplausos finales.

Disfruté como un niño pequeño dejándome llevar por esta historia que es como montar en «El Tren Fantasma», que no sabes si mirar con los ojos como platos o entornarlos y mirar por entre los dedos porque no sabes qué va a suceder al torcer en el siguiente recoveco y del que uno sale con una sonrisa enorme de excitación y satisfacción. Y si a eso le añades poder tener al alcance de la mano un reparto como este, no queda mucho mas que decir para recomendarlo sin dudar un instante.
«Sagrado Corazón 45» es como esos caramelos que tiene dentro «pica-pica», que uno saborea con ganas, incluso salivando en exceso y que siempre quiere que dure mas porque sabe a poco.

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