La semana que viene comienza de nuevo la temporada teatral en la capital, ¡ya había ganas!, y Nave 73la abre con una obra de la compañía Mudanzas y Portes Teatro, la obra se llama «Amor, ¿Y si lo hacemos antes de morir?» escrita por Álvaro Doñate y Marta Sánchez, dirigida por Samuel Señas e interpretada por Beatriz Manrique, Miguel Rascón, Carlos Guardiola y Álvaro Doñate, una comedia ácida que promete no dejarnos indiferente.
El pasado Lunes tuve el placer de pasar una tarde de charla con Álvaro Doñate y Miguel Rascón para que me contaran detalles de la creación tanto de la compañía como del montaje, que podremos ver todos los viernes a partir del próximo día 6 de Septiembre. Siempre es un gusto poder hablar con gente que derrocha tanto sentido del humor y tanta pasión por lo que hacen y que, ante las trabas que se plantean en estos momentos tan difíciles, se crecen y se lanzan al reto de presentarnos su propuesta.
Diseño de Eduardo Navarro y Miguel Rascón
En Un Entreacto.-¿Cómo surge la compañía?
MIGUEL.- Surge de una idea que tuvimos un día hablando de que estaría bien juntarnos y hacer algo. Y como Álvaro escribe, él es el dramaturgo de esta obra, ya tenía claro con quien quería hacer la obra, así que nos juntamos, leímos el texto, nos gustó mucho desde un primer momento…
ALVARO.- ¡¿Qué va a decir él?! Jajaja
MIGUEL.- Ese fue el germen de todo. De una charla de “¿Porqué no nos juntamos?… Hay que hacer cosas…” ¡y aquí estamos, a punto de estrenar!
Después vino lo de buscar a Marta Sánchez que es una muy buena guionista que trabaja para Globomedia entre otros sitios, para que colaborara haciendo arreglos en el texto, en la dramaturgia y que acabó formando parte de todo esto. Además de encontrar al director, claro, a Samuel Señas… y de esto puede que haga un año…
ALVARO.- Sí, mas o menos hará 8 o 9 meses que se cerró el texto, que fuimos juntando a las personas, actores, director… Samuel fue quien nos sugirió a Marta, ya había trabajado con ella y nos dijo que porqué no la sumábamos al proyecto para rematar algunas partes del texto y así es como poco a poco se creo “Mudanzas y Portes Teatro”
EUE.- ¡Teatro! Que nadie se confunda con el nombre.
MIGUEL.- Sí, teatro. Porque además eso es lo que realmente nos gusta, el teatro. Nos apasiona todo lo audiovisual, la performance, lo que rodea el tema del diseño, pero en donde nos encontramos realmente cómodos es ahí, en el teatro; en la suma de todas las cosas que lo rodean y que hacen que sea eso ¡Teatro!
Fotografía de Mandela Photography
EUE.- Así que este es el primer montaje que hacéis como compañía, ¿no?
MIGUEL.- Sí, habíamos trabajado antes juntos en varias ocasiones, procedemos de la misma escuela, aunque no en los mismos cursos, pero si que hemos coincidido en trabajos dentro y fuera de la escuela; pero como compañía y con nuestro propio texto es la primera vez, porque aunque lo haya escrito Álvaro junto con Marta, es “nuestro”.
ALVARO.- ¡Ahora ya sí! Jajaja La verdad es que la obra se ha convertido en un poco de todos y creo que ese es el camino inteligente. Y sí, como compañía es nuestro primer montaje. “Amor, ¿Y si lo hacemos antes de morir?”, título cortito, ¡como el nombre de la compañía! Jajajaja
EUE.- Y el estreno absoluto además es este próximo día 6 de Septiembre.
ALVARO.- Sí, este es el estreno. En Nave 73, todos los viernes a las 21,30h.
EUE.- ¿Y qué es lo que nos vais a contar con la función? Todo lo que sea posible contar sin desvelar demasiado…
ALVARO.- Es cierto que hay obras en la que puedes contar mas y otras en las que puedes contar menos… y esta es de las que puedes contar menos… Es una obra muy original, fresca, divertida, pero no solo es fresca y divertida. Comienza con un ritmo muy similar al de las sitcom televisivas, son cuatro personajes muy identificables. Raúl, Pilar, Alex y…
Fotografía de Mandela Photography
MIGUEL.- Hugo
ALVARO.- ¡Eso! Raúl, Pilar, Alex y Hugo… ¡Me había olvidado!… jajajaja
No hay un negro, juro que la he escrito yo, eh?!
La obra habla de cuatro amigos, uno es Álex, que vuelve del funeral de su primo y quiere reunir a su novia, Pilar, y a sus dos mejores amigos, a los que conoce de la época de la universidad, para hacer algo… y a partir de ahí tiene que ser el espectador el que tiene que venir y descubrir su propósito. La obra comienza de una manera y termina de otra muy distinta. Es una obra en la que, como bien lo define Samuel, el público siempre va un paso por delante, siempre tiene un poco mas de información que los personajes y va viendo hacia donde va yendo todo. La obra habla de que no conocemos tanto a la gente que nos rodea, por mucho que lleves 10 años conociéndote.
MIGUEL.- Es algo muy bonito porque, como espectador, puedes ir vislumbrando lo que les sucede a los personajes cuando el protagonista y sus verdaderos amigos, que están en escena con él, no se están enterando de nada. Es una especie de puzzle que se va armando desde fuera. Es como cuando estás pintando un dibujo muy grande, pero que como estás trabajando desde tan cerca, no eres consciente de lo grande que es, pero desde la distancia, posición que tiene el espectador, se puede ver la envergadura real que tiene todo.
Fotografía de Mandela Photography
EUE.- Álvaro, ¿en qué te inspiraste? ¿Fue la obra la que unió a la compañía o la compañía inspiró la obra?
ALVARO.- Fue un poco las dos cosas. Si que es cierto que cuando escribía la obra pensaba en Miguel, en Bea, pensaba en Carlos. No voy a decir que los personajes sean ellos, pero si que están hechos un poco a su medida y tiene cierta “cosa” de cada uno de ellos, pero yo la escribí y luego se la propuse. La verdad que esto ha sido como un plato al que se le han ido añadiendo ingredientes que han ido encajando bien, a ver ahora que tal.
MIGUEL.-¡A ver ahora si nos hemos pasado de sal! (Mirada cómplice entre los dos)
ALVARO.- ¡Claro! , ahora habrá que ver si nos hemos pasado de sal o se ha quedado soso…
EUE.- Ya hay ganas de estrenar, ¿verdad?
ALVARO.- La verdad es que sí, que yo firmaría porque mañana mismo se estrenara.
Además que todo ha sido un tanto accidentado, han sido un montón de meses de ensayos, de buscar salas y cuando ya la teníamos, la sala injustamente cerró, como le ha pasado a otras tantas en tan poco tiempo…Después tuvimos la suerte de encontrarnos con Nave 73 que lo acababan de inaugurar hacía muy poco tiempo y fue un flechazo absoluto, nos encantó porque puede llegar a ser un punto de referencia teatral en la ciudad y sentimos que encajamos muy bien con su estilo, por su programación, por como son ellos…
EUE.- Miguel, tiene que ser algo muy especial inspirar la creación de un personaje, ¿no? Por la circunstancia que sea, físico, actitud, la forma de interpretar…
MIGUEL.- Sí, la verdad es que Álvaro nos conoce mucho y es una cosa muy bonita que un amigo piense en ti cuando está escribiendo. Fue muy especial cuando me lo ofreció, aunque fue justo el momento en el que comenzaba con los ensayos de “Bajarse al Moro”(Miguel participó en el montaje que la Kimera Teatro realizó de la obra de José Luis Alonso de Santos a comienzos de verano en Madrid) y estaba metido en otras cosas, pero pensé “La tengo que hacer” y Álvaro me preguntaba todo el tiempo “pero ¿tú la vas a poder hacer? Si puedes, el personaje es tuyo, pero ¿la vas a poder hacer?”
ALVARO.- ¡Y ha podido!
EUE.- La verdad, Miguel, es que este año lo has tenido lleno de proyectos.
Fotografía de Mandela Photography
MIGUEL.- Sí, este año he tenido tres montajes. “Bajarse Al Moro”, “Amor, ¿Y si lo hacemos antes de morir?” y el próximo 14 de septiembre estreno en Getafe “1984” inspirada en el libro de George Orwell. Así que este año está siendo un tanto stresante, pensaba “Estoy en tres obras a la vez, no tengo tiempo para ensayar y, lo mejor de todo, ¡no tengo tiempo para ganar dinero!” ¡Me he pasado los últimos meses encajando ensayos y a la vez intentando encontrar trabajo en los huecos que tenía entre ensayos!
ALVARO.- ¿Para qué ganar dinero si no lo puedes gastar? Jajajaja
MIGUEL.- ¡Me voy a llevar una tienda de campaña al local de ensayo! Pero no puedo quejarme, estoy encantado de la vida.
ALVARO.- Al final hemos llegado todos vivos. Todos tenemos que compaginarlo con nuestras cosas, todos tenemos mil historias, pero es gratificante ver como al final todos hemos encontrado tiempo, a pesar del cansancio de venir de otro ensayo o de un bolo en alguna ciudad de “no se donde”…
MIGUEL.- Y eso yo creo que al final es positivo, porque toda los que pertenecemos a “Mudanzas y Portes” somos gente que no paramos, somos gente muy activa, que nos gusta generar. Y todos nosotros somos así. Si fuéramos gente que se queda en casa viendo la tele, Álvaro, no hubiera pensando en nosotros para esta obra, o no hubiera tenido ese arranque para empezar a escribir.
ÁLVARO.- Es que al final, de la gente que te acuerdas es de todos aquellos que se mantienen activos, de la forma que sea. Y al igual que ha pasado con nosotros, ha pasado con Mandela que es el fotógrafo o Eduardo Navarroque es quien ha diseñado junto a Miguel el cartel, son gente que le apetece involucrarse en proyectos y es que el movimiento genera mas movimiento.
Fotografía de Mandela Photography
EUE.- Es cierto lo que dices, es muy necesario provocar que sucedan cosas, no quedarse parado esperando a que alguien venga a proponerte, si no que seas tú mismo el que diga “Venga, hay que trabajar y seguir hacia adelante. Si no sale trabajo por este lado, vamos a hacerlo nosotros por este otro”.
ÁLVARO.- Sí, hay que generar cosas que a ti te gusten, que a ti te motiven, porque no siempre te toca trabajar en cosas que a ti te gusten y no estamos en posición de rechazar nada, pero si que es un gustazo poder hacer cosas que te gustan.
EUE.- ¡Claro! Es muy importante poder tener el placer de poder hacer lo que a ti te llena.
ÁLVARO.- Es cierto, aunque a todos no tiene porqué gustarnos lo mismo. Esta obra puede que a unos les guste y a otros no, ¡fantástico! Solo espero que a nadie deje indiferente. Además que creo que las cosas rezuman algo que va mas allá cuando está hecho con ganas y se nota el cariño. Tal y como está el panorama, si haces algo, hazlo con ganas, ¡con lo que cuesta levantar un proyecto! Eso siempre lo digo cuando voy a ver un proyecto de alguien que ha levantado algo con cuatro personas, “Chapeau! Por la valentía”
EUE.- A la hora de encarar el trabajo, ¿ayuda el que todos hayáis pasado por la misma escuela?
ÁLVARO.- Sí, si que ayuda porque es un código muy similar, pero por ejemplo Samuel, el director, estudió solo un año y medio en Cristina Rota, después él se licenció en la RESAD y a mi, de las cosas que mas interesantes me ha parecido de este trabajo es la visión que él nos ha aportado. Aunque nos conocía, no había trabajado con todos y él nos ha aportado su visión, sus herramientas como director y ha sido de las cosas mas enriquecedoras, me ha dado formas de trabajar que yo no conocía… A parte, por supuesto, de trabajar con todos ellos.
EUE.- Álvaro, ¿qué se siente a la hora de ver tu creación en escena?
ÁLVARO.- ¡Casi prefiero no pensarlo! Ya bastante nervioso estoy con el trabajo como actor como para pensar en lo otro jajajaja
No, en serio, la verdad que a nivel personal, ver algo tuyo, aunque insisto que no es solo mío, también es de Marta y me gusta hacer hincapié en ello, te llena de ilusión y de orgullo, ¡no voy a negarlo! Pero también muchos nervios
MIGUEL.- Es que es una gran responsabilidad.
ÁLVARO.- Claro, es una gran responsabilidad, por eso te decía que no quería pensarlo mucho jajajaja
MIGUEL.- A ti no te puede servir la típica situación en la que se dice “A ti , como actor, el texto es que no te ayuda”! jajajaja
Fotografía de Mandela Photography
ÁLVARO.- Estoy contento por el hecho de pensar en aquel momento en el que pensaste por primera vez en una situación y ver hasta donde ha llegado. Justo esta sensación la he vivido también hace poco con una pieza mía que se representó en Microteatro, pero me ilusiona ver que ahora es una obra de teatro larga… ¡Aunque no mucho! jajajaja
EUE.- Pero tiene que ser difícil distanciarse y trabajar como actor en algo que ha salido de ti, ¿no?
ÁLVARO.- Bueno, como al final ha sido un trabajo de todos, con su colaboración ha sido mas fácil, porque lo han hecho suyo, y muy bien hecho. No ha habido momentos en los que haya pensando “Madre mía lo que están haciendo…” Confié mucho en ellos.
MIGUEL.- Yo he conocido algunos autores que se han metido en el montaje y se ha convertido muchas veces en una tortura. Es cierto que no siempre, pero si he vivido casos en los que he oído eso de “No has respetado tal coma o no has dicho la frase como venía”. Sin embargo Álvaro ha confiado en el director y cuando estaba como actor, estaba como actor y eso se agradece mucho.
ÁLVARO.- Es que es muy importante que cada uno tenga su sitio. Así entiendo yo el teatro, el cine, la televisión… me da igual y yo he disfrutado del proceso como actor porque estoy trabajando como actor y es que con Samuel me ha sido muy fácil desprenderme porque creo que lo ha hecho muy bien y me ha descubierto incluso cosas en las que ni yo mismo había pensado que pudieran ir por ahí.
EUE.- Samuel ha aportado una visión diferente.
ÁLVARO.- Claro, porque cuando uno lo crea, lo tiene en su cabeza y en el momento que viene otra cabeza, lo que hace es sumar y eso siempre es positivo.
La escenografía también la ha ideado Samuel. Todo está hecho de cartón, con cajas… El nombre de la compañía viene un poco por ahí. Es una idea muy interesante, es el salón de una casa a la que se acaban de mudar. Tiene cierto toque de “Dadaísmo”…
MIGUEL.- Es la idea de trasladar las cosas de sitio, tanto de objetos como de, en este caso, el público. Porque lo que intentamos es cambiar las cosas de lugar tanto exterior como interiormente.
Las cajas de cartón tienen un simbolismo muy fuerte, todo el mundo las identifica con los cambios.
Samuel habla de que las personas siempre acaban por tomar la forma de lo que llevan dentro y, basándose en esto, él ha pensado que las cajas pueden tomar la forma de las cosas que guardan en su interior. Por eso una caja que guarda una planta, de repente se convierte en esa misma planta, al igual que una persona si alberga algo oscuro en su interior acaba oscureciéndose. Creo que es algo muy interesante.
EUE.- Pues sí, la verdad que es una visión y una idea fascinante que le dará otra visión cuando veamos la función. Bueno, y para finalizar esta entrevista, ¿qué esperáis de Mudanzas y Portes de aquí a un futuro?
Fotografía de Mandela Photography
ÁLVARO.- Bueno, somos muy conscientes que las circunstancias no son muy propicias y que ahora mismo la única manera de poder salir de la comunidad de Madrid; porque programar en la capital es algo complicado viendo los cierres de salas alternativas que está habiendo y que los teatros comerciales no se atreven a arriesgar, a pesar de estar convencidos que al gran público le encantaría; es salir a festivales o ir a ayuntamientos, y lo del tema de los ayuntamientos en estos momentos está complicado. No queremos ser pesimistas y si que andamos hablando con programadores, pero de momento nos queremos centrar en el estreno y nuestro paso por Nave 73. Así que animamos a todo el mundo a que se acerque y descubra esta historia.
MIGUEL.- Y yo aprovecho desde En Un Entreacto para decirles a los teatros comerciales que se atrevan a apostar, al igual que hacen salas como Nave 73 que se arriesgan y programan cosas que les gusta y lo defienden, y que hagan ver a través de su programación al gran público, que no solo los actores de renombre hacen buenos trabajos, si no que hay muchos actores y compañías que estamos ahí, con ganas de ofrecerles otras alternativas. Aunque somos conscientes que eso sería lo ideal y que es complicado mover a los públicos tan diferentes que hay en salas y teatros para que conozcan otros espacios distintos a los que están acostumbrados.
ÁLVARO.-Claro, la gente tiene que ser consciente que las salas alternativas son eso, alternativas, y no solo quedarse con esa visión de que van a encontrar teatro “experimental”, si no montajes de obras de todo tipo, desde teatro clásico o autores contemporáneos a esa teatro “experimental” del que hablo.
Estaría encantado de que hubiera cierta porosidad y la señora que va al Coliseum se deje caer por Nave 73 o que quien viene por aquí se deje llevar por algo programado en el María Guerrero. Lo importante es la calidad y de un tiempo a esta parte la calidad del teatro hecho y programado en las salas alternativas ha crecido muchísimo, simplemente es teatro autogestionable que no cuenta con ayuda de los “grandes”, pero eso no quiere decir que no pueda ser tan grande como ellos, y eso es lo que mola. Al fin y al cabo es cultura y eso es de lo que se trata, ¿no?
Y con esta llamada de atención al público tan cierta y este buen sabor de boca, cerramos una tarde tan agradable, llena de buen humor, teatro y contagiado con su ilusión y las ganas de poder ver «Amor, ¿Y si lo hacemos antes de morir?».
Solo me queda dar las gracias a Álvaro y a Miguel por dedicar un rato de su tiempo a En Un Entreacto y por su generosidad y darnos la exclusiva de poder publicar junto a esta entrevista el primero de los Teaser de la función.
Por supuesto, no me quiero olvidar de Rocio Navarro de Nave 73 por su compañía y por prestarnos un hueco de esta maravillosa sala para que esta entrevista tuviera lugar.
Sigo diciendo que es un auténtico placer poder contar con «Teatreros» que quieran aportar tanto y con tantas ganas, ahí seguiremos estando para apoyarles.
Si queréis comprar las entradas podéis hacerlo a través de la web de la sala o en Atrápalo y también podéis seguirles a través de Twitter: @MudanzasyPortes y @nave_73
Desde hace cosa de un mes La Kimera Teatro está poniendo en pie una nueva versión de «Bajarse Al Moro» de José Luis Alonso de Santos.
Una función fresca, divertida, que se ha sacudido de encima todos los prejuicios y con una enorme sonrisa nos proponen un viaje a los 80 para que revivamos esta época junto a ellos y unos personajes de los que deberíamos recuperar ese espíritu de superación y esa chispa de inocencia que tanta falta nos está haciendo últimamente.
Los chicos de La Kimera Teatro han sacado un ratito para responder a las preguntas que desde En Un Entreacto les hemos hecho para que les conozcáis un poquito mejor y os animéis a ver las dos funciones que aún tienen en el Auditorio Marcelino Camacho de Madrid.
–En Un Entreacto.-¿De dónde viene La Kimera Teatro?
–La Kimera Teatro.- La Kimera Teatro viene de la necesidad y las ganas de crear de cuatro jóvenes actores formados en la escuela de Cristina Rota. Las ganas de hacer cosas y mostrar nuestro modo de contar historias son nuestro origen y es a lo único que podíamos agarrarnos al empezar. Sabemos de donde venimos y aún no sabemos donde llegaremos, pero cada vez que nos perdemos nos agarramos a eso, a la ilusión y a todo lo que nos empujó a empezar.
Los tiempos son difíciles, pero mientras haya obstáculos que salvar seguirá habiendo carrera en la que correr.
–EUE.-¿Quiénes son los integrantes de esta compañía?
–KT.-La compañía como tal la conformamos Miguel Rascón, Lucía Espín, Hector González y Ana Salas. Somos el núcleo del que todo partió, pero siempre contamos con colaboradores y gente que va y viene. Gente profesional en la que creemos y confiamos al igual que ellos lo hacen en nosotros. Anteriormente pudimos trabajar con Luis F. Jimenez, un lujo, premio Max de la crítica, por ejemplo, y para este montaje contamos con la dirección de Samuel Señas, y las interpretaciones de Lucía Navarro y Laura Cabrera, tres grandes descubrimientos que han enriquecido a la compañía, así como Sergio Delgado en escenografía o Chules Piñango como asesora de puesta en escena entre muchos otros.
–EUE.-¿Qué queréis aportar al panorama teatral?
–KT.- Si algo aportamos es una visión joven y fresca aunque profesional; queremos ocupar el hueco que en otra época estaríamos ocupando. El cambio generacional en el gremio es algo que muchos otros llevan reclamando de hace tiempo, pero nosotros lo que buscamos es seguir creciendo en compañía de los más experimentados. No pretendemos suplantar ni apartar a nadie, sino todo lo contrario, enriquecernos todos en nuestro camino. Nos gustan los textos grandes de la historia y creemos que hoy aún están vivos. Nos encanta poder mostrar a gente de nuestra generación que aún se puede reinventar el siglo de oro español sin que pierda un ápice de su esencia, así como nos encanta ver emocionarse a nuestros padres presenciando como reproducimos en un discurso actual todo por lo que ellos luchaban cuando ni siquiera esperaban que nosotros llegáramos a la vida. Creemos en lo que hacemos, y en una época en lo que todo parecen ser trabas nosotros aportamos ganas de seguir hacia adelante con lo nuevo adquirido y lo viejo aprendido.
–EUE.-El año pasado coqueteasteis con el teatro clásico y ahora os lanzáis con una comedia ochentera. ¿y este cambio? ¿dónde os sentís más cómodos?
–KT.-Podrían parecer dos temáticas opuestas, pero tan solo en lo más evidente lo es. Con “De Finea y Nise” nuestra particular versión de “La Dama Boba” de Lope de Vega fue toda una aventura que nos llevó por toda la península y con la que conseguimos pisar el Cafe de la Danse de París, nunca lo olvidaremos, pero sentíamos la necesidad de trabajar otros textos más cercanos al público. Las emociones han existido siempre, y los conflictos universales alrededor de temas como el amor, la supervivencia, o la amistad están presentes en todos los grandes clásicos, y nos fascina como Jose Luis Alonso de Santos fue capaz de trasladarlo de una manera tan natural a unos diálogos tan frescos que 30 años más tarde siguen de total actualidad. «Bajarse al Moro» ha sido un paso más en la carrera de La Kimera Teatro, y hoy por hoy nos sentimos muy cómodos con el trabajo realizado.
Ana Salas, Hector González y Miguel Rascón en «Bajarse al Moro». Foto Sergio García
–EUE.-¿Qué os atrajo de “Bajarse al Moro” para volverla a poner sobre las tablas?
–KT.-El teatro debe ser una herramienta más allá del ocio, eso creemos nosotros. La cultura provoca inseguridad a quien la teme, y si alguien la teme es porque al fin y al cabo nos hace más libres a todos.
Bajarse al Moro habla de una generación y de los sueños y frustraciones de unos jóvenes que tenían nuestra misma edad hace casi 30 años. Nos parecía alucinante ver de una manera tan clara que todo eso que movía a la gente en esa época nos mueve hoy a nosotros mismos, y no había una manera mejor que, entre risas, poder llegar acontarlo. Era un reto estimulante, y una aventura divertida. Bajarse al Moro es la obra que todo el mundo debería conocer en 2013 para ver que no estamos tan lejos de nuestra generación anterior y seguir tirando hacia adelante con sentido del humor y esperanza.
–EUE.-Habéis tenido que retocar el texto para adaptarlo a la compañía, ¿cómo creéis que juega este cambio en la función?
–KT.-La adaptación en el texto ha sido muy pequeña, pero necesaria para impregnarle lo que buscábamos. Siempre da miedo meterle mano alas letras que con tanto cariño alguien colocó en un papel. Pero el mayor cambio reside en las transiciones y en la supresión de los personajes que menos presencia tenían. Cuestiones técnicas y dramáticas para nuestro montaje en casi todos los casos. Le hemos añadido protagonismo a algunas partes que pasaban más desapercibidas en la puesta en escena, pero la historia es la misma.
Miguel Rascón en «Bajarse al Moro». Foto de Sergio García
–EUE.-¿Cómo está funcionando en pleno siglo XXI?
–KT.-Estamos muy contentos con las impresiones que nos llegan de quien ha visto nuestra función. No pensábamos recibir tantos abrazos de gente desconocida a las salida del teatro. La gente se emociona, ríe, y a veces baila. La gente empatiza con todos y cada uno de los personajes de la obra y se van a casa con la sensación de haber tenido una charla con un colega o haber vivido en primera persona esta historia.
–EUE.-La obra destila una inocencia que parece que ya no se respira en el ambiente, los ideales parece que han cambiado y la gente transmite un desencanto muy diferente al que transmite la obra ¿No creéis? ¿Cómo serían los personajes en estos momentos?
KT.-Es inevitable desmoralizarse cuando no paran de decirte lo que no debes hacer constantemente. Estos personajes se mueven entre lo que quieren ser, lo que son, lo que les gustaría ser, y lo que nunca podrán ser. La diferencia más grande reside en que en aquella época se vivía en una especie de esperanza de que todo estaba cambiando, y hoy en día la esperanza va por otro lado, por el de “algo debería estar cambiando”. El mensaje de hace tres décadas nos encajaría muy bien hoy, pero para poder comprenderlo hay que ver la función, jeje.
–EUE.-¿Pesa el tener como precedente tantos y tan grandísimos actores que interpretando a los personajes de esta función?
–KT.-Es una responsabilidad y las comparaciones a veces son odiosas, pero creo que hemos creado una visión nueva alejada de anteriores interpretaciones. No podíamos hacernos cargo de competir con nombres tan grandes como Verónica Forqué, Juan Echanove, Chus Lampreabe o Antonio Banderas entre tantísimos otros, así que decidimos coger la obra como si fuera la primera vez que oyéramos hablar de ella y darle vida de nuevo desde nuestras vivencias y características propias.
–EUE.- Finalizado este periplo en el Auditorio Marcelino Camacho, ¿qué futuro le aguarda a Bajarse al Moro?
–KT.-Aún no lo sabemos pero esperemos que sea bueno. Andalucía, Extremadura, Castilla y León o La Sala Margarita Xirgú en Alcalá de Henares, son próximas paradas. Pero aún no sabemos como llegaremos hasta allí. Estamos barajando pasar por latino américa, incluso tal vez Francia de nuevo, pero ahora mismo no sabemos nada.
–EUE.-Aún quedan dos funciones antes de acabar la temporada, ¿qué diríais a la gente para que no se la pierda?
–KT.-Simplemente que vengan si tienen ganas de reírse y de disfrutar de un viaje en nuestra particular máquina del tiempo a 1985. Tan solo hay que relajarse y dejarse llevar, todo está permitido en nuestra fiesta y hay una butaca para ellos.
La verdad que es un gusto leer lo que tienen que contarnos y la ilusión, las ganas y el tesón que destilan. Ellos son la nueva generación que ha llegado para quedarse en los teatros y desde aquí les damos la bienvenida con todas las ganas porque estamos seguros que nos harán vivir grandes momentos.
Así que ya sabéis, si podéis, no dejéis de hacer este viaje con ellos, os aseguro que disfrutaréis de una bonita función que tocará la fibra de todos los que os dejéis conquistar por La Kimera Teatro y su «Bajarse al Moro».
Tan solo quiero darles las gracias por haberse fijado en En Un Entreacto, haber confiado y dejarnos ser partícipes de un trocito de su ilusión, regalándonos un rato de su tiempo. Ahora habrá que permanecer atentos para seguirles la pista y ver en qué nueva aventura se embarcan y compartirla con todos nosotros.